viernes, 20 de mayo de 2011

Castrismo patalea en la ONU

Mario J. Viera

La nota apareció en GRANMA bajo el titular “Cuba denuncia ante la ONU carácter inhumano de ley de ajuste cubano ”, primer incongruencia, Cuba, como Cuba, como expresión de la voluntad de la nación no denunció nada, sino el representante de su ilegítimo gobierno.
Según la breve nota el repudio a la ley de los Estados Unidos que concede el derecho a los emigrantes cubanos de acogerse a la residencia legal luego de un año y un día de permanencia en territorio americano fue presentado por el representante del gobierno de Cuba “Rodolfo Benítez, al hablar en una sesión de la Asamblea General dedicada al tema Migración y Desarrollo”.
De acuerdo con la nota, atribuida a PL el representante castrista habría señalado que la norma “constituye un abominable desprecio por la vida humana al estimular salidas ilegales desde la Isla hacia territorio norteamericano”. Segunda incongruencia: la causa primordial de los viajes “ilegales” de los cubanos hacia el territorio de los Estados Unidos no es precisamente la Ley de Ajuste Cubano. La causa primaria que impele a los cubanos a abandonar la isla por cualquier medio a su disposición, ya sea legales o ilegales es la insoportable vida carente de esperanzas presente en su sociedad; la ruina de su economía, la imposición de un dogma político como único e indiscutible, la existencia de un insoportable ambiente de inseguridad y la asfixiante atmósfera de control policiaco es lo que impulsa a los cubanos a huir, sí, a huir, no a emigrar desde su país.
La causa secundaria de tratar de alcanzar el sueño de una vida mejor por medio de un arriesgado, casi suicida viaje a través del Estrecho de la Florida en frágiles embarcaciones es la violación sistemática del derecho de los cubanos a viajar libremente, el derecho que en la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece: Artículo 13.2.Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso el propio, y a regresar a su país.
Puede patalear todo lo que quiera el castrismo. La causa está en sí mismo, no en una Ley que ampare el derecho a buscar refugio en tierras libres de aquellos que sufren una opresión estalinista. Cuba antes de 1959 era un noble país que se abría a la inmigración. En Cuba buscaban la esperanza de una vida mejor naturales de muchos países. Chinos, rusos, polacos, españoles e incluso ciudadanos de los Estados Unidos. Los emigrantes cubanos constituían un anodino porcentaje de su ciudadanía. Antes de 1959 ningún cubano, o muy pocos, se decidía por la emigración, salvo cuando por los avatares de su política interna, durante gobiernos dictatoriales como el de Machado y Batista se imponía el recurso al exilio. Nunca, durante el establecimiento de esos gobiernos autoritarios, se alcanzó la enorme cifra de emigrantes que se registra actualmente en Cuba. Nunca hubo tal anhelo de huir del país como el que existe ahora en Cuba.
El éxodo cubano que ha llevado a cerca de dos millones de cubanos a residir a lo largo y ancho del Mapamundi hubiera sido impensable en la Cuba anterior a 1959. Hoy son pocos, muy pocos, los cubanos que no abriguen en su interior el anhelo de emigrar.

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