sábado, 30 de abril de 2022

CUBA-RESISTENCIA NOVIOLENTA (Una guía para la acción) Capítulo IX

 

La Resistencia Subjetiva



Anteriormente me referí de pasada a la Resistencia Subjetiva, basada en el principio del “no hacer”, “no colaborar”. Una resistencia que se realiza a la callada. silenciosa, dispersa, disfrazada o aparentemente invisible, pero que puede tener importantes implicaciones para el desarrollo de la resistencia objetiva. o activa. La resistencia subjetiva es un acto político de desobediencia civil menos confrontacional que la intervención noviolenta y un entrenamiento en la pérdida del temor de la población[1]. Es un entrenamiento en la captura de la propia personalidad de cada individuo para la vida en la verdad. No obstante, la desobediencia civil puede tornarse en rebelión activa u objetiva cuando se practica como desobediencia colectiva, pública y organizada, como intervención sociopolítica voluntaria, intencionada, premeditada, consciente, y pública, lo cual, por supuesto conlleva represión. Esta forma sería ya un paso superior en el accionar cívico y en el rechazo al temor y base para impulsar el conjunto de métodos de la resistencia activa u objetiva.

Una de las principales fuentes de poder, no solo de las dictaduras, sino de cualquier gobierno, son, como lo destaca Gene Sharp en su “De la Dictadura a la Democracia”, los recursos humanos con que cuente; es decir: “la cantidad e importancia de las personas y grupos que obedecen a los gobernantes, cooperan con ellos o los apoyan”, lo que, en mi opinión, haciendo abstracción de las otras fuentes de poder de las dictaduras, es el recurso principal que hay que arrebatarles. Esto es algo, que, por lo general, obvian las organizaciones opuestas al régimen implantado por el Partido Comunista de Cuba (PCC), para depositar todas sus esperanzas en elementos externos promotores de sanciones económicas como factor clave en el debilitamiento de las fuentes del poder de la dictadura cubana.

Hay que ganar para la oposición los recursos humanos con los que hoy cuenta la dictadura por el sometimiento de la voluntad popular a los designios del poder. Este es el primer paso en todo el programa estratégico de la oposición: Crear conciencia Se requiere elevar entre la gente el sentimiento de la necesidad de conseguir el cambio (abastecimientos, salarios, viviendas, impuestos, asistencia médica, abusos policiacos, derechos, etc.). Es como lo concibe Sharp, “las personas tienden a evitar los castigos severos por desobediencia y no cooperación, con excepción de ocasiones especiales cuando los sentimientos son muy intensos. En tales casos, la desobediencia y la nocooperación algunas veces ocurren a pesar la de represión”. En esta labor los Comité de Apoyo Cívico pueden jugar un imprescindible papel.

Para ello se requiere actuar de manera directa dentro del mismo seno del pueblo, sin la impersonalidad de los medios sociales de internet, sin obviar, por supuesto, la importancia que estos medios tienen como instrumentos auxiliares en la formación de conciencia. Concientizar a un importante número de ciudadanos para motivarles al acto cívico de no colaboración y de abstención con el régimen, en cuanto a los puntos que expresé en el apartado IV: negarse a cotizar para los sindicatos oficialistas y para las organizaciones de masas satélites del PCC; no participar en las reuniones de los Comité de Defensa de la Revolución; no participar en los actos de apoyo orientados por la dictadura ni en las farsas electorales del régimen, además optar por no asistir a las denominadas asambleas de rendición de cuentas de los delegados de circunscripciones.  

No se trata de promover ilusos referendos vinculantes ni hacer llamamientos al diálogo que la dictadura jamás concederá ni estar proclamando la sonsera de que “los cubanos tienen derecho a los derechos”, sino que los derechos se ganan con la resistencia al poder; no promover desde internet, sin previa labor de proselitismo, supuestas revoluciones de girasoles o de rosas o de tulipanes, que nadie secunda, salvo sus proponentes y la derecha republicana del exilio cubano; ni hacer labor caritativa entre menesterosos, sino labor política dentro de las masas populares, de movilización y organización de acuerdo a un proyecto de estrategia de resistencia, inteligente y realista para impulsar la revolución democrática noviolenta.

En esta dirección de ganar recursos humanos, no se puede descuidar la labor política entre la población juvenil. El gran aliado que más necesita captar la oposición democrática, y el más efectivo, está entre los jóvenes. Sin la participación decidida y convencida de la juventud, no hay movimiento de resistencia que tenga posibilidad de triunfo, sea de resistencia armada, o sea de resistencia noviolenta, y muy en especial en esta última. El relevo generacional es clave en todos los cambios progresivos de una sociedad. Las nuevas generaciones imponen su impronta. La oposición cubana debe valorizar lo que ha hecho o dejado de hacer para captar a esa enorme masa juvenil que no encuentra futuro dentro de los marcos del sistema totalitario.

La juventud siempre es rebelde e iconoclasta; sin los causes apropiados para conducir esa rebeldía natural, el vacío existencial le impulsa al alcoholismo, las drogas, el sexo y hasta la ejecución de actos marcadamente antisociales, o intentando escapar del país empleando cualquier método posible para lograrlo, aun a riesgo de sus propias vidas en el intento. La juventud siempre necesita una esperanza; se ha dicho muchas veces que los jóvenes, en general, no aciertan a precisar lo que quieren, pero saben muy bien lo que no quieren.

La revolución húngara de 1956 comenzó con una poderosa protesta estudiantil que movilizó a miles de ciudadanos en su apoyo. La revolución de la plaza de Tahrir en Egipto, en contra del dictador Mubarak, fueron acciones impulsadas principalmente por jóvenes, hasta tal punto que a esta se le denominó Revolución de los jóvenes. Fueron los estudiantes universitarios de Ucrania los que iniciaron las protestas del Maidán que concluyeron con el derrocamiento del presidente prorruso Víktor Yanukóvich; fueron multitudes juveniles que impulsaron en Serbia el movimiento Otpor que concluyó con la caída del dictador Slobodan Milosevic; como también han sido los jóvenes los que con más fuerza y coraje se enfrentaron a los cuerpos represivos en Venezuela y Nicaragua.

En toda lucha social no violenta la participación del sector obrero es de suma importancia. Hay que ganar a los trabajadores para el movimiento de acción noviolenta de rescate de la democracia. No se puede hablar de revolución democrática si en ella no participan los trabajadores y los obreros.   



[1] Dentro de la sociedad cubana, ya desde mucho tiempo, se practica un tipo de resistencia subjetiva oblicua, a la cual yo denominaría como la resistencia de receptación. Es el acto de carácter delictivo de proteger a los que venden dentro del mercado subterráneo productos básicos como leche, aceite, carne y otros artículos de procedencia ilegal extraídos de almacenes y unidades de producción estatales.

 

jueves, 28 de abril de 2022

Cuba-Resistencia Noviolenta, Capítulo VIII.

 

Adiestramiento y disciplina.



Estos dos términos son reiterativos en este volumen; son condiciones imprescindibles para organizar y alcanzar la victoria en una lucha de confrontación entre la noviolencia de los activistas y la violencia ejercida por los órganos represivos, como ha quedado demostrado en muchas de las campañas exitosas que se han producido en diferentes partes del mundo.

Como ha indicado Gene Sharp[1], [La acción no violenta] “A veces se ha practicado espontáneamente, a veces más bien por intuición, o parcialmente basándose en la memoria de un caso conocido de antemano. Generalmente se ha utilizado bajo condiciones muy adversas y por participantes y aún líderes sin experiencia. En la mayoría de los casos no ha habido ni preparación ni entrenamiento previo, muy poca o ninguna planificación y ninguna o muy limitada consideración de estrategia, tácticas y posibles métodos. La gente que la usó no sabía mucho ni de la naturaleza de la técnica que escogió ni de su historia. No había estudios de estrategia y tácticas para consultar, ni manuales de cómo organizar a las “tropas,” conducir la lucha y mantener la disciplina

En todo movimiento de resistencia se requiere establecer, aunque de modo empírico, diferentes etapas para su consolidación; primero, organizarse para captar partidarios; a continuación, integrar todo el movimiento bajo un mismo sistema de disciplina, buscar información y materiales de estudio sobre el tipo de acciones que se pretendan llevar a cabo. y realizar el debido entrenamiento de sus participantes. Si se busca el éxito del movimiento, se deben satisfacerse todas estas etapas y muy en especial, el entrenamiento para el tipo de lucha que se escoja. No es buscar la experiencia sobre la marcha; es asimilar los conocimientos de los expertos en la materia.

Durante su exilio en México, Fidel Castro siguió rigurosamente estas etapas. Desde la algarada del asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba, ya había captado un número de adeptos, que le seguían disciplinadamente. En el DF, Castro adquirió un libro sobre la guerra de guerrilla, que había sido publicado bajo el título de “150 preguntas a un guerrillero”, cuyo autor era el general español, experto en el tema de la guerra irregular, Alberto Bayo Giroud ─ una especie de Gene Sharp de la resistencia armada ─. Castro logró ganarse la confianza de Bayo, y este de inmediato se dio la tarea de instruir al grupo de castristas en las técnicas de la guerra de guerrillas; además el grupo necesitaba entrenarse en el uso de las armas y en las prácticas de puntería, lo cual estuvo a cargo de un cubano residente en México, Miguel Sánchez, “el Coreano” que había participado en la guerra de Corea; como complemento del estudio teórico se requirió el entrenamiento físico, necesario para un guerrillero. Esta tarea quedó a cargo de un pugilista mexicano de lucha libre, Arsacio, el Kid, Venegas, quien los preparó en técnicas de defensa personal y los sometió a un estricto y agotador entrenamiento físico.

Esta alusión a los preparativos de lucha armada de Castro, la presento, como ejemplo de las etapas de adiestramiento propias para el desarrollo de una insurrección armada, partiendo de un hecho histórico que ya es conocido en Cuba.  

En los procedimientos de una lucha noviolenta, el cumplimiento de las etapas preparatorias tiene una mayor importancia y complejidad, que aquellas organizadas para la acción armada. En países bajo gobiernos autoritarios o autocráticos, es posible contar con el asesoramiento de instructores extranjeros en las técnicas de la lucha noviolenta. En Cuba, esa posibilidad es cero.  

Se requiere, por tanto, que los organizadores, dediquen un tiempo para el estudio de las teorías de la lucha noviolenta, se requiere también analizar las experiencias en otros países, donde se han impulsado campañas de noviolencia y no han podido lograr sus objetivos. De nuestros enemigos ideológicos podemos tomar sus experiencias dentro de la noviolencia; sobre este tema en específico Vladimir I. Lenin comentó en su libro ¿Qué Hacer?: “… el movimiento incipiente en un país joven sólo puede desarrollarse con éxito a condición de que aplique la experiencia de otros países. Y para ello no basta conocer simplemente esta experiencia (…)  para ello es necesario saber enfocar de modo crítico esta experiencia y comprobarla uno mismo”.

Si deben estudiarse los 198 métodos de acción noviolenta enumerados por Gene Sharp, siempre de manera analítica, sin copia mecanicista de los mismos, sino considerar cuáles de ellos son posibles de aplicación práctica en Cuba, pero, al mismo tiempo, conservando los principios de su sistema. Es importante, quizá mejor decir, es extremadamente importante que los organizadores se reúnan varias veces para la realización de seminarios[2] de estudio y análisis, de la teoría, analizando situaciones, considerando alternativas, desarrollando estrategias de campaña, y planear, preparar y evaluar acciones o campañas. En esa “experiencia educativa participativa”, fundada en el debate e intercambio de opiniones, ellos mismos pueden convertirse en entrenadores para los activistas. El entrenamiento noviolento puede fortalecer un grupo, desarrollando un lazo comunitario, mientras la gente aprende a trabajar junta y clarifica sus intenciones (Manual para campañas noviolentas). Se requiere el conocimiento de la teoría para aplicarla inteligentemente.

Cuando se carece de los rudimentos de las técnicas de lucha noviolenta y no existe un entrenamiento adecuado, tal como lo expone Sharp, “no es sorprendente que haya habido frecuentes derrotas o solamente victorias parciales, y que en algunos casos se hubiera desatado la violencia, que (…) contribuye a la derrota”. Esta situación se ha producido en la lucha del pueblo birmano en contra del golpe de estado dado por el ejército, junto a la resistencia noviolenta se han presentado acciones de acción armada en contra de la dictadura.

A partir de todas estas consideraciones, los organizadores podrán establecer las directrices y los principios de la noviolencia alentados por el movimiento de resistencia, como acuerdos sobre el modo de comportamiento de los participantes en una acción.

Los organizadore deben tener muy claros los objetivos que se persiguen, y los riesgos y las posibilidades de triunfo. Hay experiencias en el accionar de la oposición cubana, de larga data, que es necesario recoger. Se debe analizar los procedimientos de la seguridad del Estado en contra del disenso; procedimientos que han constituido un mismo patrón de conducta; qué modos son los apropiados para burlar la vigilancia de los represores; qué medidas de contención se deben aplicar para anular las acciones de las bandas de colaboradores del régimen organizadas dentro de las brigadas de respuesta rápida; cómo se puede garantizar el anonimato de los principales organizadores dentro del movimiento de resistencia; “es importante difundir conocimientos sobre la lucha noviolenta lo más ampliamente posible. Entre más gente conozca y entienda la técnica noviolenta, será más difícil para los oponentes tratar de dejar acéfalo el movimiento encarcelando o matando a los líderes (Sharp, 2014)” [esta es una labor que puede impulsarse por conducto del Comité de Apoyo Cívico]; tener previsto que el gobierno reaccionar ante el desafío y que se producirán muchas detenciones, que muchos de los participantes irán a la cárcel; ¿qué hacer en ese caso?; ¿conviene replegarse para después emprender nuevas marchas y acciones noviolentas de protestas? ¿Se cuenta con el número de personas necesario para ello?; debe considerarse cuáles son las campañas que deben ser priorizadas; cómo organizarlas; como garantizar la disciplina interna; dónde es mejor comenzar una campaña, etc.,

¿Existe un punto donde se evidencia la fuerza potencial del movimiento de resistencia en el cual queda evidenciada la principal debilidad del régimen? Existe, y está en el despertar de las masas populares, puesto en evidencia en los sucesos espontáneos de las marchas de protestas del 11 de julio del 2021, lo cual es una muestra de donde se encuentra el principal punto débil del régimen. ¿Dónde radica el principal punto débil del movimiento opositor? En la falta de voluntad para el impulso de una seria decisión de alcanzar apoyos efectivos dentro de la población; y en la carencia de iniciativa de los dirigentes de los grupos opositores.

Recuérdese que la resistencia no violenta no es solo empirismo, es un accionar científico y es un acto metódico, que prevé resultados y contingencias. Requiere tiempo y constancia.

Lenin acuñó la frase:Sin teoría revolucionaria tampoco puede haber movimiento revolucionario”, como teoría, él se refería a la teoría del marxismo basada en concepciones del centralismo vertical y no en los criterios del descentralismo fundado en el liderazgo horizontal. Sin embargo. la frase puede ser reconsiderada diciendo: “Sin el conocimiento de una teoría de acción y sin la elaboración de una plataforma de objetivos democráticos y una bien elaborada estrategia de lucha que tenga en cuenta las iniciativas, tampoco puede haber movimiento de lucha noviolenta”.

En todo núcleo social se requiere determinadas normas de disciplina para mantener el orden y la subordinación entre los miembros de un cuerpo. Cuando se organizan acciones que requieren una participación masiva se requiere, no precisamente una subordinación a un mando superior, sino la capacidad de controlar los impulsos, y para ello se establecen las acordadas directrices noviolentas.

La disciplina consciente de los activistas y manifestantes, debe dirigirse a la puesta en práctica de los principios y métodos básicos de la acción no violenta, los cuales dejan en claro lo que se espera en los actos de protestas, de desobediencia civil y de intervención noviolenta. Se debe hacer entender, que los actos noviolentos comportan peligros, agresiones de la policía, detenciones masivas y encarcelamiento de activistas.

Cada célula de acción, cada parte de la organización puede impulsar iniciativas propias, de acuerdo a los condicionamientos del lugar donde operen, y siempre, ajustadas a los lineamientos generales y a la disciplina de la noviolencia.

Aunque el nivel de compromiso de los organizadores con los principios de la noviolencia sea muy fuerte, y aunque la estrategia de la campaña esté muy bien organizada, es crucial que los participantes en las manifestaciones y las acciones de desobediencia civil reflejen los principios de la noviolencia para que sea una campaña noviolenta efectiva[3].

 

 



[1] Gene Sharp y col. Caridad Inda. Cómo funciona la Lucha Noviolenta. Institución Albert Einstein. 2014

 

[2] Estos seminarios de estudio no tienen que ser necesariamente presenciales, pudiéndose buscar para su realización alguna otra alternativa que resulte más favorable.

[3] Manual Para Campañas Noviolentas. Op. Cit

 

lunes, 18 de abril de 2022

DECIDETE BIDEN

 

Mario J. Viera



Está dicho, lo acaba de decir el teniente general retirado Ben Hodges, excomandante general del ejército de Estados Unidos en Europa:

Lo que los ucranianos necesitan desesperadamente son fuegos de largo alcance, cohetes, artillería, drones que puedan interrumpir o destruir los sistemas que están causando tanto daño en las ciudades ucranianas, y que también desempeñarán un papel fundamental en esta próxima fase, cuando empiece, Realmente me gustaría escuchar al gobierno hablar sobre ganar y tener un sentido de urgencia para llevar estas cosas allí”.

Putin amenaza. si la OTAN y Estados Unidos continúan enviando el arsenal que requiere Ucrania para detener el avance ruso en el Donbás, habrá “consecuencias impredecibles”. ¿Te vas aquedar callado Biden? ¿Vas a aceptar las amenazas del autócrata y asesino V. Putin?

¿Por qué Estados Unidos y la OTAN no le advierten a Putin que habrá “consecuencias impredecibles” si continúa su ofensiva criminal en el este de Ucrania? ¿El águila del Potomac puede sr intimidada por los rugidos del Oso estepario?

Estados Unidos y Europa, junto con la OTAN ¿de verdad son amigos de Ucrania? Si de verdad son amigos deben involucrarse más en defensa de Ucrania. Es como dice Zelenski: “Si son nuestros amigos o socios, dennos armas, dennos una mano, dennos apoyo, dennos dinero y detengan a Rusia, pateen a Rusia. Pueden hacerlo si son amigos

¿Qué pasa, Biden? ¿Pretendes que Estados Unidos asuma el liderazgo de eso que llaman “mundo libre”? El liderazgo comporta, fuerza, decisión y coraje. El líder que titubea ante alardes de fuerza de otros, deja de ser un líder. Cuando un líder acepta la humillación, su liderazgo se cae en pedazos.

Si Putin no tierne en claro que sus acciones en Ucrania no le causarán “consecuencias impredecibles”, no se detendrá, irá por mas presas, seguirá avanzando en su locura imperial, irá por Georgia, por Serbia, tratará de aplastar a Polonia, se apoderará de Hungría y arrasaría con Finlandia. Entonces toda Europa, y Estados Unidos, y Canadá, y Gran Bretaña y el mundo sufrirán “consecuencias impredecibles”.

domingo, 17 de abril de 2022

ANTE LAS BRAVATAS DE PUTIN…¿QUEDARSE CALLADOS?

 


Mario J. Viera

 

Constantemente Putin, el pequeño que se cree gigante, amenaza a Occidente con bravatas de que, cualquier pretensión de fortalecer las defensas ucranias “tendrá graves consecuencias”, y no se inhibe para enseñar su potencial atómico. Occidente, guarda silencio; solo impone el bumerang de las extenuantes sanciones económicas y quizá alguna que otra poco relativas sanciones diplomáticas.

Europa, Estados Unidos y Gran Bretaña, aparentan ante Putin ser timoratos, porque hay que evitar un enfrentamiento directo con las tropas de Putin, lo que desataría una guerra de incalculables consecuencias. El presidente Biden, muy cauteloso ha rechazado la propuesta polaca de entregar a Ucrania sus viejos aviones Mig; porque eso sería como retar a Putin, y Putin está loco. Pero desde Bielorrusia parten aviones de combate rusos y bombarderos sobre el territorio ucranio. Europa, Estados Unidos y Gran Bretaña, en respuesta, imponen sanciones económicas a Bielorrusia.

Putin, y sus perros falderos del Kremlin, continúa enviando sus bravatas… de hecho su ideología del euroasiatismo y del paneslavismo es un reto a todo el mundo democrático de marcado tinte nacionalsocialista (nazi). Y acumula más tropas para el asalto final a Ucrania; sin embargo, Occidente no concentra un importante número de tropas en las fronteras de Rusia para estar listas ante esas “graves consecuencias” con las que amenaza el oficial de la KGB. Hay que acantonar tropas, tanques, aviones de combate, artillería pesada, todo el necesario arsenal para afrontar esas “graves consecuencias”. Putin tiene que comprender que las graves consecuencias con las cuales amenaza pueden causarles a él otras graves consecuencias.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) debiera también hacerle advertencias a Putin sobre “graves consecuencias” si continúa su guerra de exterminio en Ucrania. Si Putin hace gala de su poderío atómico, la OTAN debe recordarle a Putin que la Alianza también posee poderío atómico. Europa, Estados Unidos y Gran Bretaña deben exigirle a Putin que retire sus tropas del territorio de Ucrania, de todo el Donbás y si no lo hiciera, Europa, Estados Unidos y Gran Bretaña, en razón de solidaridad con una nación independiente y democrática que está siendo agredida por una gran potencia, decidirán participar militarmente en territorio ucranio y, en soporte de la independencia de Ucrania. En definitiva, más temprano que tarde Putin y sus empeños imperiales provocará de una manera u otra el estallido de la tercera guerra mundial, ya sea por una agresión a Finlandia o a Georgia.

sábado, 16 de abril de 2022

UCRANIA: POLÍTICA Y MORAL

 

Fernando Mires Blog POLIS

 


Conmoción produjo en los medios de comunicación alemana el hecho de que el Presidente Zelenski de Ucrania no hubiera admitido la participación del presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, en la comitiva visitante formada por Polonia y los tres países bálticos. El hecho de que el presidente alemán hubiese sido “irrespetado” desde Kiev, no fue precisamente – según gran parte de la prensa alemana ─ una demostración de tacto diplomático. Tampoco las razones aducidas. Steinmeier, afirman los críticos de Zelenski, ya se había disculpado públicamente de su larga participación en el proyecto Gasprom-2 que llevaría a Alemania a una ominosa dependencia estratégica con respecto a la Rusia de Putin.

Nadie puede arrogarse el derecho a repartir culpabilidades por hechos ocurridos en el pasado, aunque estos hubiesen incidido en el presente. Nadie sabe tampoco hacia dónde conducirán los sucesos de hoy. Nadie, en fin, puede ser declarado responsable por lo que no ha previsto. El camino que conduce al infierno está sembrado de buenas intenciones, ha demostrado ser un dicho muy sabio.

Por los motivos expuestos, no parece entonces fuera de órbita pensar en que lo sucedido no fue una consecuencia de la actitud exageradamente condescendiente que mantuvo el presidente Steinmeier durante más de veinte años con la Rusia de Putin, sino de razones más recientes. Una pista nos la dio el mismo Zelenski al señalar que él estaría muy contento de recibir en Kiev al canciller Scholz. Evidentemente, no se trata de una preferencia personal de Zelenski por Scholz. O de una animosidad también personal en contra de Steinmeier. Después de todo, Scholz y Steinmeier pertenecen al mismo partido. Las implicaciones en los negocios del gas entre Rusia y Alemania comprometen no solo al actual presidente, también a una cantidad de funcionarios socialdemócratas y democristianos, comenzado por el propio ex canciller Gerhard Schöeder (hoy afincado en Moscú) y quizás al mismo Olaf Scholz. Podemos pensar así que para Zelenski, más gravitantes que los acontecimientos del pasado, son las actuaciones recientes de la clase política alemana a la que Steinmeier representa. Y entre ellas, la más grave es la de no haber apoyado desde un comienzo y de un modo contundente a la lucha de liberación nacional que libran los patriotas ucranianos en contra del invasor ruso.

Basta decir que en materia de envío de armas a Ucrania, Alemania figura en el quinto lugar, posición muy penosa para un país considerado como la primera potencia de Europa. La ayuda de Alemania, comparada con la de otros países europeos, ha sido tardía, indecisa, y lenta. Eso lo dicen abiertamente los políticos europeos. De ahí que, probablemente, al no aceptar la presencia de Steinmeier y sí la de Scholz, Zelenski intentó hacer una diferencia simbólica que, evidentemente, no entendió la clase política y mucho menos la prensa alemana. Esa diferencia deriva de las distintas funciones que cumplen Steinmeier y Scholz.

Mientras Steinmeier representaría a la autoridad moral del Estado, Scholz, en tanto canciller, representa a la autoridad política. Como es obvio, Zelenski está obligado a mantener relaciones políticas con el gobierno alemán. No así con su representación moral. Traduciendo la simbología de Zelenski a un lenguaje político, podemos decir que el presidente ucraniano intentó hacer una separación entre la Alemania moral y la Alemania política. Hilando más fino, Zelenski habría querido demostrar que, en el caso de Alemania, la moral y la política no caminan tomadas de la mano o, lo que es parecido: que hay una disociación entre moral y política no advertida en los burocratizados círculos de poder alemán.

Esa disociación entre política y moral a la que apunta Zelenski es grave, y lo es tanto para la política como para la moral. Cerrar esa disociación es, en consecuencia, uno de los imperativos categóricos para la realización de una buena política y de una buena moral. Así lo estableció Immanuel Kant en uno de sus más conocidos y célebres dictámenes. “La verdadera política” – escribió el gran filósofo- “no puede dar ningún paso sin pagar tributo a la moral. Y si la política es un arte muy difícil, unir la moral y la política no es ningún arte pues ambas forman un nudo que no se puede desatar en tanto ambas (política y moral) no entren en conflicto”. (Paz Perpetua, 1795)

Si seguimos las palabras de Kant, es evidente que para el presidente de Ucrania existe en Alemania un conflicto entre política y moral, un conflicto negado desde Alemania por una parte de su clase política. El argumento de esa negación es que Alemania ha solidarizado económica y militarmente con Ucrania, aunque no al precio de poner en peligro su economía o el bienestar de sus habitantes. Como dijo en un foro televisivo un representante de gobierno: para seguir ayudando a Ucrania y a otras naciones no podemos arruinar nuestra economía. Desde un punto de vista formal, suena bien. Y sin duda sería una posición correcta si partiéramos de la premisa de que se trata solo de ayudar a un país caído en desgracia frente a un brutal invasor. Sin embargo, esa, como han advertido con vehemencia tres miembros del partido Verde –Anton Hofreiter, Marieluise Beck y Ralf Fücks- es una falsa premisa.

No se trata de que, la hecha a Ucrania, sea una agresión a un país europeo que no es miembro de la NATO ni de la UE, sino a todo el Occidente político, como no ha tratado de ocultarlo el mismo Putin. En otras palabras, en Ucrania está teniendo lugar en estos momentos una guerra en contra de toda la Europa democrática. Los ucranianos están defendiendo a su país, pero también a todos los acuerdos y leyes nacionales e internacionales que hicieron posible a la Europa de hoy. Como dijo claramente Zelenski en un mensaje dirigido a los gobiernos europeos: nosotros estamos conteniendo a un enemigo mortal para que ustedes vivan en paz. La ayuda que exigimos no es solo para nosotros, es también para ustedes

En fin, estamos hablando de una guerra que no solo compromete a Ucrania, las instituciones y gobiernos europeos, sino a todo el mundo democrático.

No es casualidad que los gobiernos que apoyan a Putin sean todos autocráticos o dictatoriales. La Rusia de Putin es la vanguardia mundial de una contrarrevolución antidemocrática que tiene lugar en diferentes puntos del planeta. Dentro de Rusia, también. No deja de llamar la atención de que mucho mejor que Alemania lo entendió un país tan alejado de Europa como Australia que, sin ser miembro de la NATO, supo lo que estaba en juego y no vaciló en enviar armas a Ucrania.

Ucrania está situada en la primera línea de una batalla internacional, hay que decirlo de una vez. Son generales ucranianos, no alemanes, los que deben determinar cuáles y cuantas son las armas que necesitan para combatir al enemigo invasor. Toda Europa democrática debe ponerse a su disposición e incluso, si es necesario, bajo sus órdenes. Incluso desde el punto de vista de la pura razón económica, la que parece ser dominante en la política alemana, los gobiernos europeos deberían calcular que gastar el máximo posible en la defensa de Ucrania puede ser un buen precio comparado con lo que toda Europa tendría que pagar en caso de que Putin logre hacerse de Ucrania. Putin, que nadie lo dude, apuntará a Moldavia, Rumania, Polonia, Bosnia y Herzegovina, Finlandia, Estonia, Lituania y Letonia.

La disociación entre política y moral sobre la que alertaba Kant, ha sido llevada por Putin hacia sus máximos extremos. Putin ya es la persona más odiada del mundo. Pero eso no le interesa, mientras sea la más temida. Putin ha perdido todas sus batallas políticas. Eso tampoco le interesa: su único objetivo es ganar las batallas militares y de ellas, las más decisivas, tienen lugar en Ucrania.

De nada servirá a Occidente un triunfo moral y político si pierde la guerra militar. La libertad se defiende, y en este momento con armas y en Ucrania. Ese y no otro fue el llamado de atención que quiso estatuir Zelenski: Sacar a Alemania de su abulia burocrática y economicista para hacerla regresar al mundo real que en estos momentos no es el de la paz sino el de la guerra. 

Al no aceptar la presencia del presidente alemán en Kiev, Zelenski tuvo sus razones. Alemania debe cerrar de una vez por todas la brecha entre política y moral (o atar el nudo desatado entre política y moral, para usar la expresión de Kant) y romper así con la costra anti-política formada bajo la sombra de Angela Merkel.

Al fin y al cabo, Immanuel Kant era alemán (prusiano). La ciudad en la que nació y vivió toda su vida, Könisberg, fue anexada por el imperio ruso en 1946 y hoy lleva el nombre de Kaliningrado.

EL 9 DE MAYO ESTA PROXIMO…PUTIN SE DESESPERA

 

Mario J. Viera

16 de abril, día 52 de la agresión de Putin en Ucrania

 


El День Победы, (Den Pobédy) el Día de la Victoria, está a solo tres escasas semanas. El tiempo es implacable, no se detiene. Putin anhela un glorioso Dia de la Victoria, para él mostrarse como el gran adalid de la Rusia que quiere elevar hasta la condición de un poderosos imperio, más extenso que el que poseía el zarismo y más poderoso que su añorada Unión Soviética ya desaparecida. Piensa en sus estudios sobre su amada Rusia que él podría llegar hasta opacar el recuerdo del gran bogatir, Ilyá Múromets, aunque para su desaliento, Múromets y los otros 6 grandes bogatires, eran originarios de la Rus de Kiev.  

Putin lanzó su planeada agresión contra Ucrania el 24 de febrero. Quería impedir que esta se uniera a la Unión Europea y mucho más impedir que se armara con la espada del gigante Sviatógor, la OTAN. Calculó, acabaría con el presidente Volodímir Zelensky y anexaría a toda Ucrania en cuestión de cinco días o si acaso una semana. Pero Zelenski se mantuvo firme y fue poderosa la resistencia ucrania. Las fuerzas rusas se estancaban, no lograban tener avances significativos y Kiev no pudo ser ocupado.

En Rusia las cosas no marchan como lo hubiera deseado Putin, las sanciones económicas son devastadoras. En Moscú y San Petersburgo se producen protestas masivas contra la guerra que son acalladas por una poderosa represión. Europa se ha unido en un frente de oposición a la agresión de Putin; la OTAN se ha consolidado. Estados Unidos y Gran Bretaña se levantan como abanderados del Occidente. Ofrecen ayuda militar y humanitaria a Ucrania, aunque no ha sido, hasta ahora, todo el abastecimiento militar que necesitan los combatientes ucranios. Ninguna unidad militar de la OTAN se ha desplazado hacia la zona de conflicto; se teme el desencadenamiento de un conflicto militar que puede extenderse a todo el mundo y existe el peligro de un ataque nuclear. De Putin se puede esperar cualquier cosa; ¡qué le importan las vidas humanas, ni las de su ejército!

El frente ruso se estanca. Putin necesita alcanzar alguna victoria significativa necesita vencer en Mariúpol, al este, para ganar el control de uno de los puertos más grandes de Ucrania, pero la ciudad resiste. Al oeste no logra llegar hasta Odesa. Las fuerzas rusas de Putin han logrado tomar la ciudad de Jersón ─ la única gran ciudad de Ucrania que han podido ocupar ─, en camino hacia Odesa, y avanzaron hasta Myikolaiv, pero la ciudad se ha mantenido firme.

¡Nada, se requiere rediseñar el plan táctico-estratégico!, para lo cual se decidió un repliegue de tropas hacia el este para concentrarse en la ofensiva sobre el Donbás con el apoyo de los traidores pro-Putin del Donetsk y Luhansk. El 10 de abril, Putin designa como comandante general de todas las fuerzas armadas rusas que operan en Ucrania a un general, que él mismo ha condecorado como héroe de Rusia; el general Alexander Dvornikov, “el carnicero de Siria”. Putin necesita conquistar el este de Ucrania, necesita la gran victoria de consolidar definitivamente el dominio ruso en el Donetsk y Luhansk. Hasta ahora, el carnicero de Siria no ha alcanzado lo que se esperaba de él, aunque se espera bajo sus órdenes y con refuerzos militares ruso despliegue una gran ofensiva. Esto, y el hundimiento buque Moskva, nave insignia de la armada rusa en el Mar Negro, ha generado la ira de Putin. Le lanza bravatas a Occidente, en especial al presidente Joe Biden, amenazando que si no deja de proveer armamento a Ucrania, habrá "consecuencias imprevisibles", y anuncia arremeter con mayor fuerza contra Kiev. Está desesperado. Si antes del 9 de mayo no ha destruido la resistencia ucraniana su prestigio como liderazgo estará mortalmente dañado y eso lo sabe muy bien; y eso lo irrita.

Este de ahora es el momento crucial para Ucrania, todo depende de su capacidad de armamentos, aviones, tanques, artillería pesada, equipamiento antimisiles y misiles tierra aire. Si no le llega esta ayuda, quizá Putin pueda celebrar felizmente su desfile del 9 de mayo. Si el armamento se le suministra a Ucrania, haciendo caso omiso a las bravatas de Putin, el panorama del 9 de mayo será muy diferente y muy desconsolador para el mediocre agente de la KGB convertido en presidente cuasi vitalicio de Rusia, Vladimir Putin.

miércoles, 13 de abril de 2022

¿Quién soy yo para proponer reformar el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas?

 

Mario J. Viera

 


Respondo la pregunta del titular: ¡Nadie! No soy jefe de Estado. no soy ni siquiera alguien con experiencia en el servicio diplomático; ¡Ni siquiera soy un politólogo! Lo que yo proponga, solo quedará dentro de las buenas intenciones. No obstante, por aquello de que cualquier persona tiene derecho a opinar, daré mi propuesta de reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Se reirán de mí, lo sé, pero ¿qué puede importarme que se rían de mí, si no soy un estadista, ni un versado en derecho diplomático, ni siquiera un politólogo? Lo cierto, en definitiva, es que se requiere reformar el Consejo de Seguridad. Ya muchos lo han propuesto, gente estadistas, expertos en derecho diplomático y reconocidos politólogos, y nada han conseguido. Pero el debate continúa y se hace más puntual ante el caso ucraniano. Rusia ha lanzado una agresión injustificada contra ese país y ninguna condena puede proceder contra Rusia, por el simple hecho de que Rusia es uno de los cinco miembros del Consejo de Seguridad con derecho al veto.

¿Reforma? “Simplemente ─ consideró el politólogo Johannes Varwick, de la Universidad de Halle, en declaraciones para DW ─, no existe una fórmula con la que las cinco potencias con derecho de veto estarían de acuerdo y que, además, pudiera conseguir la necesaria mayoría de dos tercios en la Asamblea general”. He ahí el conflicto hamletiano del ser o no ser.

Sin embargo, el 25 de octubre de 1971, se logró ese acuerdo, La República China (Taiwán) había sido uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, hasta esa fecha cuando quedó aprobada, por mayoría de votos de dos tercios de la Asamblea General, la Resolución 1668, por la cual se reconocía a la República Popular de China (la China comunista) como "el único representante legítimo de China ante las Naciones Unidas" y expulsaba "a los representantes de Chiang Kai-shek del puesto que ocupan legalmente en las Naciones Unidas”.

Estados Unidos, aunque votó en contra de la resolución, finalmente aceptó amablemente aquella resolución, ¿por qué? Eran los tiempos de la Guerra Fría, había que restarle fuerzas a la Unión Soviética, y China comunista había crecido en potencia y accedido al armamento atómico y… ¡sobre todo!, había aparecido una crisis en las relaciones Sino-soviéticas. China y la Unión Soviética rompían relaciones diplomáticas.

Pero, ¿Cuál es la primera responsabilidad que le corresponde al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas? Primordialmente garantizar la paz y la seguridad internacional. Es el órgano con más poder en el sistema de las Naciones Unidas; sus decisiones son “obligatorias” para todos, y a su vez tiene el poder de tomar medidas para hacerlas cumplir siendo el único órgano que puede aprobar el uso de la fuerza. Cuando se le presenta una controversia, la primera medida del Consejo es generalmente recomendar a las partes que lleguen a un acuerdo por medios pacíficos, y en algunos casos emprende actividades de investigación y mediación, o pide al secretario general que use sus buenos oficios.  Sin embargo, cuando uno cualquiera de esos cinco miembros con capacidad de veto emprende un acto de agresión en contra de otra nación, el Consejo de Seguridad carece del poder de tomar esas medidas cautelares, Entonces ¿qué hacer?

Una de dos o ambas soluciones, condicionar la efectividad del veto o ampliar el número de países permanente dentro del Consejo de Seguridad. Puede considerarse el ingreso de dos países del G-7 que no cuenten con poder nuclear, digamos, por ejemplo, Canadá y Alemania, o Japón y Alemania o quizá, un representante del subcontinente latinoamericano como Brasil que forma parte de los países de G-20.

Se requiere regular la efectividad del veto, considerando su invalidez en casos cuando una resolución cuente con el voto favorable del 50 % más uno de todos los miembros del alto organismo.  

Por supuesto se necesitará el voto de las dos terceras partes de la Asamblea General para poder implementar estas propuestas; y esto es algo bastante difícil de obtener.

Así, aunque no soy jefe de Estado, ni sea especialista en Derecho Diplomático, ni un politólogo, me atrevo a sugerir este proyecto de reforma, aunque nadie le preste la menor atención y aunque muchos se rían de mí. Bueno de Diógenes, en la antigua Grecia, había muchos que se burlaban de él.