domingo, 30 de mayo de 2021

Cuando Fidel Castro buscó el dinero de Carlos Prío

 

Del libro en preparación “La revolución cubana. Un análisis crítico de la era del castrismo (Capítulo XII del Tomo Uno)

 

Mario J. Viera

 


En el mes de agosto se presentaba ante Castro una complicada situación. Había sido fichado por la Dirección Federal de Seguridad, se había incautado muchas de las armas de su arsenal. Se necesitaba urgentemente buscar el necesario financiamiento para sus propósitos insurreccionales. De acuerdo con el oficialista Humberto Normán Acosta, “(Castro) necesita con toda urgencia el dinero para comprar las últimas armas, adquirir la embarcación para la expedición y finalmente preparar la salida. (…) Se le presentaba una situación verdaderamente crítica, después de las detenciones y la ocupación de las armas, lo cual causó cierta decepción y provocó incluso que hasta la recaudación económica decayera[1]

Castro había proclamado que, en 1956 serían libres o serían mártires; pero la situación no parecía que pudiera cumplir su entusiasta promesa. Así le dice a su complaciente entrevistadora Katiuska Blanco: “Agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre, ¡cinco meses me quedaban! Para aquella fecha habíamos perdido una parte de las armas, muchas casas — varias de seguridad —, los campos de tiro donde ir, todo lo que teníamos; ya éramos conocidos, estábamos chequeados por la policía. La situación era muy complicada. Fue un momento complejo en que hubo de todo, gestos de amigos (…), pero también desaliento entre quienes habían ayudado antes, y el caso era que, a partir de aquella situación, necesitábamos más dinero. En el escaso tiempo restante teníamos que concluir los preparativos y recuperar una parte de las armas, aunque realmente salvamos como el 70%. Teníamos que completar el número de hombres, el entrenamiento, conseguir el barco, preparar el punto de partida, hacerlo todo y bajo la vigilancia de la policía[2]. Y agregó Castro: “Entonces, en las circunstancias posteriores a nuestra detención, Prío se dio cuenta de que afrontábamos una situación muy difícil, y consideró buena la oportunidad para tener un gesto con nosotros y ofrecernos colaboración, y pidió una entrevista, un contacto, quería contribuir. Se necesitaba más dinero, quizá también por la probable generosa coima concedida al amable Fernando Gutiérrez Barrios.

Y anota Normán Acosta: “Al joven líder revolucionario no le queda más remedio que pasar por un momento muy amargo y difícil, si quiere cumplir la promesa al pueblo de que en 1956 iniciaría la insurrección en Cuba. Con profunda molestia acepta sostener un encuentro con Carlos Prío, el ex presidente, quien ha puesto la condición de que Fidel debe reunirse con él en Estados Unidos”.

En realidad, no fue Carlos Prío quien diera el primer paso para acercarse a Castro, con el fin de colaborar con su gran obra liberadora. Ese paso lo dio, inicialmente el mismo Castro. A principios de agosto, Castro le propuso a Teresa, “Teté”, Casuso contactar con el expresidente para recabar su ayuda en los preparativos de la expedición a Cuba, aprovechándose de las relaciones de amistad que Teté mantenía con el depuesto mandatario; amistad que provenía desde la época donde ambos eran compañeros de lucha contra la dictadura de Gerardo Machado. Sobre esta propuesta de Castro, Teté Casuso anotó: “Me pidió que fuera a Prío en Miami y concertara una entrevista, advirtiéndome, sin embargo, que dejara que fuera Prío quien sugiriera la reunión[3].

Ramón L. Bonachea, en colaboración con Marta San Martín, en nota explicativa al pie de página de su libro, The Cuban Insurrection, 1952-1959. 2017[4], expresó: “Fidel le pidió a Teté que concertara una reunión con Carlos Prío. Aunque previamente había hecho la misma petición de Antonio (Tony) Santiago[5] y Carlos Vega en México. Antonio "Tony" Santiago Ruiz actuó como enlace de Prío con Fidel Castro tras el contacto inicial establecido por Teté Casuso.

No obstante, Heberto Normán Acosta[6], señaló como los enlaces ─ para coordinar la entrevista entre Castro y Prío ─ a Carlos Maristany y Juan Manuel Márquez. El lugar del encuentro entre Castro y Prío se acordó realizarlo en el hotel Royal Palms de Mc Allen, Texas. Esto conllevaba un contratiempo, Carlos Prío no podía salir del territorio de Estados Unidos por estar involucrado en un caso de contrabando de armas, y Castro… Se dice que él no podía entrar legalmente a Estados Unidos, según Heberto Normán Acosta, porque “las autoridades mexicanas le han retenido el pasaporte”; o según, como el mismo Castro le dice a Katiuska Blanco: “puesto que a mí no me daban visa para ir allí, y mucho menos después de las declaraciones del Che y su defensa encendida del marxismo-leninismo en las prisiones de la Policía Federal”.

En el libro. Fidel, Raúl, mis hermanos donde María Antonieta Collins[7] recoge las memorias de Juanita Castro, esta ratifica: “Luego de varias consultas, Fidel decidió que era tiempo de ir a pedirle ayuda al expresidente Carlos Prío Socarrás, y acordaron verse en McAllen, Texas. La hermana disidente de los Castro, confirmó que Fidel, “ya no tenía visa de turismo. La Embajada de Estados Unidos, en México, se la había revocado porque Fidel seguía haciendo públicas las intenciones de invasión a Cuba, y con eso se puso fácilmente en la mirilla de los batistianos…”

Ni una cosa, ni la otra. Teté Casuso precisó:

Estuve en Miami cinco días. Las negociaciones tuvieron éxito; Carlos estaba ansioso por hablar con Fidel, y se organizó una reunión. Se reúnen una semana después en un lugar específico de Estados Unidos, justo al otro lugar de la frontera. Prío sugirió una cierta "conexión" ─ una figura mexicana importante ─ para llevar a Fidel a través de la frontera, pero Fidel, a quien se le habían dado dos semanas para salir de México a su salida de la prisión y ahora en el país ilegalmente, prefirió no correr el riesgo, y nadó el Río Grande en su lugar[8].

Contrario a lo que asegura Heberto Normán Acosta, que Castro sufría “una profunda molestia”, y que, “personalmente le duela y humille” la entrevista con Prío; lo cierto es que fue el propio Prío quien pasó por alto los ataques que Castro, el año anterior le dirigiera durante su peregrinar por Estados Unidos en búsqueda de recaudaciones por parte de los emigrados cubanos, cuando dijera, en clara referencia a Carlos Prío: “El dinero robado a la República no sirve para hacer revolución. Con el dinero robado a la República no se ha disparado un tiro todavía. (Capítulo VII § 6) Fue el expresidente quien aceptó la entrevista que Castro, por conducto de Teté Casuso, le solicitara, haciendo olvido del ataque verbal de Castro contra él.

Castro se decide. Va al encuentro con Prío en la pequeña ciudad fronteriza de McAllen. Pero no tiene la visa para entrar en Estados Unidos. ¿Qué podría hacer? Juanita Castro lo responde: “…el único recurso que le quedó a Fidel fue entrar como indocumentado. ¿Cómo lo hizo? Nadando en el río Bravo. Fofo arregló que uno de sus trabajadores en sus oficinas de Reynosa lo llevara por el mejor punto para tirarse al río, y así fue que nadando llegó a la otra orilla. Allí lo esperaban con ropa seca y auto que le llevaron al hotel Las Palmas, en el centro de McAllen para el encuentro con Prío, reunión que Orquídea [Pino] narraría tiempo después”.

En el relato existen algunas contradicciones. Según Heberto Normán Acosta, unos amigos del ingeniero Alfonso Gutiérrez, al que siempre identifica como mexicano, acompañan a Castro “en un jeep hasta un determinado punto, donde montan a caballo hasta llegar a un recodo en la margen del río, desde donde Fidel se lanza al agua”; Castro, en cambio, le hace otro relato a Katiuska Blanco. Según Castro, fue Fofó quien pudo garantizarle el traslado. “Contactó con sus amistades para que pusieran caballos del otro lado del río. Entonces llegué, me monté en un caballo hasta un punto y luego seguí en un vehículo hasta el motel…”

En este punto, valga una digresión. Siempre, casi desde el mismo 1959, se había divulgado, cual si fuera una leyenda, que Castro había ¡cruzado a nado la Bahía de Nipe! Esta es la mayor bahía de Cuba y se considera plena de tiburones, aunque, en el relato que le hiciera a la complaciente Katiuska, matizó el bulo, diciendo que había nadado solo unos 300 a 400 metros, hasta un no muy distante cayo, llevando a cuesta consigo una ametralladora, cuando la expedición de Cayo Confites. Jamás se había dicho que hubiera cruzado el río Bravo o Grande a nado. Esta nueva anécdota comenzó a circular a partir del verano de 2006 cuando, de acuerdo con Katiuska Blanco, él le habló de haber cruzado a nado el río Bravo como si fuese un espalda mojada[9].

Todos estos hechos se prestan para que surja la suspicacia. No obstante, investigando el terreno en torno a la ciudad de Reynosa en México y los meandros del río Bravo o Grande en torno a esa ciudad, así como la distancia a la cual se encuentra McAllen de la frontera con México, se puede dar credibilidad al cruce de Castro a Estados Unidos como indocumentado, sin importar si, en realidad, lo hizo a nado o utilizando para ello alguna balsa o bote.

El Motel Royal Palms, ya hoy desaparecido, se encontraba en el 2901 N 10th (336 hwy) de McAllen, Texas, El motel, un conjunto de una veintena de cabañas agrupadas en herradura en torno al edificio de su administración. Es posible que el punto de cruce haya sido en un lugar próximo a la carretera condal 2910 Sur, donde había la posibilidad de ser esperado por un auto o una cabalgadura, y desde ahí trasladarse en auto hasta la carretera 336 que, en McAllen, se convierte en N10th St, y continuando en dirección norte hasta donde se encontraba el motel.

Faustino Pérez y Rafael del Pino, que habían acompañado a Castro en el viaje, desde la ciudad de México hasta Reinosa, cruzaron, ese mismo día, 1ro. de septiembre de 1956, el puente que une los puestos fronterizos de Hidalgo y Reinosa.

El encuentro de Castro con Prío se produce en la cabaña marcada con el número 21. Allí le esperaba Carlos Prío quien, en compañía de Juan Manuel Márquez, había viajado desde Miami. Lo que se conversó entre ellos ha quedado en el anonimato. Al respecto, de manera muy parca Castro le diría a Katiuska Blanco: “Conversamos largamente. Allí estuve unas horas, creo que hasta almorcé con él”.

Castro había solicitado inicialmente un préstamo de 40 mil dólares, sin embargo, Prío le aportó una suma de 50 mil dólares. Heberto Normán Acosta afirma que la entrega de dicha suma no se efectuó en ese momento, sino posteriormente. Según dice, la entrega del dinero se realizó en diferentes partidas, todo lo cual se contradice con lo declarado por Juanita Castro: “Fue ─ declaró ella ─ algo muy privado y sin testigos. Fidel me dijo que le había explicado a Prío la necesidad urgente de comprar el barco con el que regresarían a Cuba. Prío entonces le entregó ahí mismo un paquete con cincuenta mil dólares para que pudieran comprarlo…”



[1] Heberto Normán Acosta. El día que Fidel cruzó a nado el río Bravo.  Granma, 31 de agosto de 2006

[3] Teresa Casuso. Cuba and Casto. Random House. 1961 (Pag. 111-112)

[4] Ramón L. Bonachea y Marta San Martín. The Cuban Insurrection, 1952-1959. Edición de 2017

[5] Antonio "Tony" Santiago Ruiz, era un estrecho colaborador de Carlos Prío Socarrás. No confundirlo con el agente castrista de igual nombre, Antonio (Tony) Santiago Rodríguez.

[6] Heberto Normán Acosta. Op. Cit.

[7] María Antonieta Collins. Fidel y Raúl, mis hermanos, la historia secreta. Memorias de Juanita Castro.  Penguin Random House Grupo Editorial USA, 2011

 

[8] Teresa Casuso. Op. Cit.

[9] Katiuska Blanco. Op. Cit.

viernes, 7 de mayo de 2021

De un debate sobre “las promesas de Joe Biden”

 Mario J. Viera


 

Un debate se ha producido dentro de las fincas del Facebook, a propósito de exigirle o hacerle recordar al presidente Joe Biden sus “promesas electorales con respecto a Cuba” y uno de los principales reclamos que se le hacen es el levantamiento del embargo (prefieren utilizar la combinación “embargo/bloqueo”) Hasta promueven manifestaciones públicas con reclamos a la administración Biden, diz que, porque ellos les dieron su voto.

 

Pero Biden no prometió levantar el embargo, no prometió hacer más estrechas las relaciones con el gobierno del PCC, claramente lo dijo él no es Obama, y también claramente dijo que levantaría las sanciones extremistas que impuso Donald Trump afectando más al pueblo que a la dictadura.

 

Durante su periodo de campaña electoral, Biden declaró, en entrevista para CiberCuba: “La situación de hoy en Cuba no es igual a la situación hace cuatro años y yo seguiré políticas que reconozcan el ambiente de hoy, empezando con la eliminación de las restricciones de Trump a las remesas y los viajes, las cuales perjudican al pueblo cubano y mantiene a las familias separadas. También abordaré el atraso de más de 20,000 visas que ha aumentado bajo la administración Trump, exigiré la liberación de los presos políticos y defenderé los derechos humanos en Cuba, tal como lo hice cuando era vicepresidente”. Lo ha expresado por boca de la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, la política que seguirá la administración con respecto a Cuba, estará "comandada por dos principios: el primero el apoyo a la democracia y los derechos humanos, que va a ser el eje, y el segundo es que los estadounidenses de origen cubano son los mejores embajadores de la libertad en Cuba”; agregó, además, Psaki: "Estamos revisando las políticas del gobierno de Trump en varios temas de seguridad nacional para asegurarnos que nuestra visión se ajusta a eso. Vamos a marcar nuestro propio camino"   

 

Pero también se ha recalcado que existen prioridades más importantes para Estados Unidos, como la pandemia, la economía, el calentamiento global, y el conflicto con Irán, y es así, porque Biden no es el presidente de la comunidad cubano-americana de la Florida; él es el presidente de Estados Unidos.

 

Al embargo, el régimen dictatorial del PCC lo denomina "bloqueo", lo ha estado diciendo desde 1962. No obstante, Cuba mantiene magníficas relaciones con más de cien países con los que hace comercio e intercambios. Por muchos años, Fidel Castro se burlaba del embargo ─ él decía bloqueo ─. El 2 de enero de 1969, en un discurso que pronunció en la Plaza de la Revolución, dijo, “la consigna de este país es primero pasar hambre que dejar de pagar una sola obligación porque afectaría el crédito de este país”, y agregó:


¡Venir a estas horas pensando que pueda prosperar el bloqueo! (…) ¡Dan ganas de reír sencillamente! (…) El bloqueo ya nos da ganas de reíry no puede ser para menos”.  

 

Chupaba de la teta de la vaca soviética; pero, no obstante, comenzó una tremenda campaña propagandística, con aquello de la deuda externa del Tercer Mundo, que decía, era impagable. Argumentó con cuantas falacias le vinieran a la mano para justificar su reclamo “internacionalista”. Hasta convocó el encuentro de la deuda externa de América Latina y el Caribe, en La Habana, celebrado a lo largo de seis días, desde el 30 de julio hasta el 4 de agosto de 1985. Mucho que le debía al Club de París y a países de América Latina como Argentina y México; y en su discurso de apertura del encuentro Castro expresó: “Cuando hablamos de abolir la deuda, hablamos de todas las deudas que tiene el Tercer Mundo con el mundo industrializado, no excluyo a los países socialistas”. Su conclusión final fue declarar, “la deuda externa de los países del Tercer Mundo es impagable e incobrable (…) un imposible político, un imposible económico y un imposible moral” (Discurso pronunciado por FC, el 2 de septiembre de 1986 en Harare, Zimbabue).

 

Llegó la perestroika, se le acabaron los subsidios soviéticos y no hizo lo que debió hacer, rectificar, abrirse al pueblo y abrirse al mundo. En Cuba todos estábamos entusiasmados con la perestroika, pero FC se mantuvo inmutable, su poder no podía ser amenazado por los "perestroikos", como comenzaron a llamar a los miles y miles que, en Cuba, vieron en la perestroika, un nuevo camino de esperanzas, de mejoramiento de los niveles de vida. Impuso entonces Castro su proyecto de "rectificación de errores", que lo único que logró fue hacer más patentes y más duros los errores.

 

Se decidió por la resistencia y le clavó al pueblo el denominado "periodo especial en tiempos de paz". No se abrió a los cambios, y continuó acumulando deudas con el club de Paris, aún las mantiene. Comenzó entonces a lloriquear por el "bloqueo" y los tontos útiles comenzaron también a llorar por el "bloqueo".

 

La economía seguía en bancarrota, se debía a la política de la Planificación Centralizada. Se arruinaban las muy fértiles tierras de Cuba por las malas prácticas del burocrático latifundismo estatal. amenazaba el hambre. Los campos se cubrieron de marabú, y no fue por culpa del embargo, sino por la incorrecta dirección de la economía conducida por la intolerancia castrista.

 

Ciertamente, el embargo es una práctica obsoleta, surgida, en primera instancia para apartar al Cuba de la Unión soviética. Caído el campo soviético del "socialismo real", Estados Unidos, mantuvo el embargo, principalmente a impulsos de la comunidad cubano-americana.

 

En 1996, por inspiración de Lincoln Díaz-Balart, surgió la Helms-Burton que codificaba al embargo. Bill Clinton dudaba firmar la tal ley, ¿y qué ocurrió? En Cuba se organizaba Concilio Cubano, el reto más poderoso que la oposición interna le planteara al régimen; Castro quería acabar con ese reto y envió un mensaje. Una cuadrilla de avionetas de Hermanos al Rescate intentó un vuelo sobre Cuba en apoyo de Concilio, pero los mig de combate del régimen derribaron con misiles a dos de las avionetas sobre aguas internacionales. A Clinton no le quedó más remedio políticamente que firmar esa ley; una ley que pudo haber vetado.

 

Llega Obama, busca mejorar las relaciones con Cuba, le facilita un mejoramiento en esas relaciones; pudo haber mejorado la vida de los cubanos, pero aparece Trump e impone sanciones severas, que, más que al régimen, a quien más dañaba era al pueblo; ahí está el contenido de lo que Biden prometiera, suprimir esas medidas estúpidas de Trump y dejar en suspenso los títulos III y IV de la Helms Burton.

 

Mantener el embargo, nada resuelve a favor de la libertad de Cuba. Levantar el embargo tampoco resolverá la libertad de Cuba, ejemplo la China capitalista-comunista.

 

Cuando voto por un candidato a la presidencia de Estados Unidos, lo hago considerando si es el candidato correcto para Estados Unidos; no lo hago pensando en que ese candidato sea el "libertador" de Cuba o de Venezuela, o el de Nicaragua o el de Birmania.

Si Estados Unidos impuso el embargo, Estados Unidos decidirá si lo mantiene o lo levanta; no soy yo quien lo decidirá. Pero, mientras tantos, cubanos con buenas intenciones, pero erradas en principio siguen promoviendo puentes de amor entre el gobierno de Estados Unidos y el Gobierno del PCC.

 

Los puentes de amor han sido bien recibidos por los funcionarios del régimen que llaman "patriotas" a los puenteros. Me sentiría muy mal si el régimen del PCC me denominara "patriota". ¿Sanciones económicas no selectivas? Por supuesto que no las apruebo. ¿Ley Helms-Burton? Por supuesto que no la apoyo, que estoy en contra suya; pero, ¿Regalarle de gratis una victoria política al régimen del PCC? ¡De ninguna manera! Miren qué conflicto el mío. Soy partidario de un quid pro quo en cuanto al levantamiento del embargo, un “te doy y me das”. Lo demás es asunto a dilucidar por el Congreso Federal.

El plan Tiñosa mediático

 Mario J. Viera

 


Granma digital publica en su edición de ayer, 6 de mayo, un muy interesante artículo, debido, quizá, a la pluma de un comentarista de la oficialidad. Un artículo bajo el sugerente título de “Plan Cóndor mediático”. Y digo que el tal artículo resulta interesante porque los argumentos que expone el redactor, pueden volcarse en contra de aquello que intenta sugerir.

 

El párrafo inicial del artículo resultó de mi agrado: “Una vez sentados, en sus sillas de “mando” respectivas, el club empresarial que gobernará en Latinoamérica arreciará su ofensiva mediática en la fase de silenciamiento, invisibilización y satanización de opositores”. ¿Verdad que el pronunciamiento es interesante? Lo es, porque se puede parafrasear lo dicho, con ligeras alteraciones y decir: ““Una vez sentados, en sus sillas de “mando” respectivas, el club del PCC que gobernará en Cuba arreciará su ofensiva mediática y policiaca para el silenciamiento, invisibilización y satanización de opositores”. Pienso que de este modo el párrafo resultaría más atractivo y preciso.

 

Por supuesto que el dardo del escribiente está dirigido a las supuestas “manías estéticas de las peores mafias oligarcas que medran en Argentina y en Latinoamérica”. Si, porque esas mafias nos harán ver “proliferar una lista larga de programas televisivos de estilos bravucones pretendidamente “periodísticos” bajo el supuesto de que con el modo de información majadero basta y sobra, mientras, la realidad se diluye entre palabrería efectista y anuncios publicitarios”. ¡Uf! Esto dicho así, pudiera también decirse del mismo medio “informativo” para el cual trabaja el redactor; para el NTV; y para algunos comentaristas televisivos, como un tal Humberto López, con estilo bravucón pretendidamente “periodístico”, “mientras la realidad se diluye entre palabrería efectista y consignas políticas publicitadas.

 

Pero no se trata de cualquier camuflaje. Esta vez sacarán de la chistera mediática los conejos de la invisibilización y la palabrería adquirida para transferir la culpa a los opositores”. No es camuflaje, es directa y claramente la intención de hacer invisible a la oposición al régimen del PCC y transferir la culpa de todo lo que mal se hace al embargo… ¡Perdón, eso no es lo que ha pretendido dar a entender el escribidor del Granma! El se estaba refiriendo a esas supuestas “mafias oligárquicas” que abundan en la América Latina, no a la que rige en Cuba.

 

Como haciendo uso del sarcasmo, el autor del artículo “Plan Cóndor Mediático” anota: …será culpa de los pueblos que aceptaron las dádivas de los “comunistas”, que nos engañaron con “la distribución de la riqueza” y la “inclusión social”. Pues mire Ud., no fue culpa del pueblo, sino de los agitadores políticos y del mesianismo castrista, que, en el caso cubano, el pueblo aceptara, ser engañado con “la distribución de la riqueza y la inclusión social”; porque, en realidad no hubo distribución de riqueza, sino de pobreza, ni existe inclusión social, por cuanto, la inclusión solo es válida para aquellos que alaben al Partido y a la, que se empeñan en seguir llamando, “revolución”.

 

Refiriéndose a la lista de programas que ya citara, el cronista del Granma intenta definir lo que está haciendo la “mafia estética de la oligarquía”: “Es una guerra para hacer sucumbir la voluntad democrática que partió a la mitad el espectro electoral y para saquear íntegramente a la clase trabajadora”. Si descontamos eso de “la mitad del espectro electoral”, se puede afirmar lo mismo pretendido por el Gobierno de Cuba y, sobre todo, por el PCC: el intento de hacer sucumbir la voluntad democrática, aún subsistente en gran parte de los cubanos, y continuar saqueando a la clase trabajadora, sometida a organismos sindicales que no la representan y a salarios de miseria, solo para mantener todo el aparato represivo del país y el mantenimiento de todo el equipo propagandístico del PCC.

 

No hay que negarlo, esta frase es contundente: “El olfato revolucionario de los pueblos y su aprendizaje histórico serán puestos a prueba en la refriega mediática preparada para negarlo todo, para desfigurarlo todo”. Bien se ajusta al momento actual que se vive en Cuba ─ con el sacudimiento y el despertar que ha generado el 27N ─. La Operación Tiñosa impulsada por el PCC está poniendo a prueba esa energía viril de resistencia, propia del cubano, que durante décadas de mentiras y represiones logró castrar el régimen de la vida en la mentira. Si, el “olfato revolucionario y el aprendizaje histórico” de las nuevas generaciones de cubanos se pondrá a prueba, en la refriega mediática y represiva que prepara la dictadura del PCC “para negarlo todo, para desfigurarlo todo”

 

Ellos (los “gerentes del mercado neoliberal”) van a desfigurar todo pensamiento popular, ellos quieren convencernos de que siempre hemos estado equivocados, de que su mundo feliz, oligarca y «vendepatria» es lo mejor que pudo habernos ocurrido y que hemos de estar agradecidos de que nos engañen, nos humillen y nos usen para enriquecerse. Y cuentan con los ‘medios de comunicación’, sus medios”. ¿Acaso no podemos parafrasear esta parrafada? ¡Hagámosle para que tenga sentido!:

 

Ellos (los gerentes del PCC) van a desfigurar todo pensamiento popular, ellos quieren convencernos de que su mundo feliz, represivo y antipatriótico es lo que pudo habernos ocurrido y que hemos de estar agradecidos de que nos engañen, nos humillen, nos reprimen y nos usen para enriquecerse. Y cuentan con los “medios de comunicación” con sus medios.

 

Y se concluye el artículo: “Esta fase de la batalla verá – como nunca – agudizadas, tecnificadas y actualizadas las ofensivas mediáticas contra el pueblo, es urgente comprender esta lucha”. Esta frase me la adueño, como si yo mismo la hubiera empleado. El párrafo de cierre lo parafrasearé sin reproducirle integro: Si no nos aunamos todos en defensa de nuestros derechos, el gobierno usurpador del PCC “batirá con plena libertad sus alas de buitre sobre los cielos del saqueo y esperarán que nosotros aplaudamos. Ya lo hemos visto”.

martes, 4 de mayo de 2021

¿Puentes de Amor? ¿Con quién?

Mario J. Viera



Mario J. Viera

Carlos Lazo es una buena persona. No ha desperdiciado su vida de inmigrante en Estados Unidos. Se inscribió en el Ejército y alcanzó grados de sargento en Irak. Carlos Lazo se hizo maestro y en Seattle enseña español a estudiantes de High School. Carlos Lazo sostiene creencias y un ideal cristiano. Sí, es un hombre bueno; un hombre que tiende puentes. Carlos Lazo es cubano y también fue “balsero”. Con 25 años de edad llegó, en 1991, a Estados Unidos. Un tiempo vivió en Miami, pero parece que se desencantó del agobiante ambiente de la “segunda ciudad de los cubanos” y decidió, entonces “emigrar” hacia Estados Unidos, hacia Seattle en el estado de Washigton.

Carlos Lazo ama a Cuba, sin las estridencias de los exiliados cubanos de “Mayami”; la ama desde un punto de vista diferente; y tan diferente, que hasta ha recibido ataques de esa bazofia humana, de nombre Alexander "Alex" Otaola Casal; bazofia, no por sus preferencias sexuales, sino por sus preferencias “ideológicas”. Sin embargo, muchos hay que aman a Lazo; y esos le aman porque él se ha decidido a tender “puentes de amor hacia Cuba”. Y él dice de sí mismo: “Todos los días de manera humilde impulso la creación de puentes entre ellos (Cuba y Estados Unidos). Como hijo de las dos naciones lucho a diario para que se lleven mejor y se den la mano”.

El lucha por la familia cubana; el quiere ponerle fin a “las crueles medidas contra el pueblo cubano que impuso la administración Trump”; y hace bien; aunque se olvida de las crueles medidas que el régimen del Partido Comunista (PCC) impone contra ese mismo pueblo cubano que él defiende. Y va más allá. El quiere que se levante el embargo ─ que prefiere denominar “bloqueo” ─ del gobierno de Estados Unidos sobre el gobierno del PCC. “Esta batalla ─ dice ─ no es solo por la familia cubana, también por los Estados Unidos, por mi pueblo, por mis pueblos. Porque el bloqueo no solo castiga a los cubanos, sino a los de aquí, que no pueden viajar y conocer de la cultura cubana, y al mundo, porque impide a los científicos y profesionales de ambos países trabajar juntos… “. ¿Sólo por eso?

El embargo comercial de Estados Unidos, no hay que dudarlo, ya es obsoleto, como obsoleto es también el sistema político impuesto en Cuba. ¿Puentes de amor? Si con solo levantar el embargo se alcanzara la democratización de Cuba, ¡Que bueno sería! Podríamos gritar con todo entusiasmo: ¡Abajo el “bloqueo”!

Es como dice una pluma mercenaria de la prensa oficial de Cuba: “Hay muchas cosas que tenemos que cambiar, maneras que corregir, esquemas que romper, caminos que perfeccionar, pero solo bajo el reconocimiento nuestro y por decisión soberana, nunca bajo el dictado de la presión foránea o el chantaje político, pues sería como exponer al riesgo los principios que no son negociables, si es que se quiere mantener la independencia que tanto ha costado conseguir”. Y subrayo eso de “los principios no negociables”, como el dominio del PCC sobre el Estado y la sociedad; como es la persecución al disenso, con actos de repudios, con ataques físicos y encarcelamiento a todo el que disiente de los “principios no negociables” del PCC; como es el rechazo a la libre expresión de la opinión, no recogida como derecho dentro del texto de la actual Constitución, o el derecho de la libertad de prensa de su artículo 55, pero limitado con la condicional de que, los “medios fundamentales de comunicación social, en cualquiera de sus manifestaciones y soportes, son de propiedad socialista de todo el pueblo o de las organizaciones políticas, sociales y de masas; y no pueden ser objeto de otro tipo de propiedad”.

Como patriótico ha reconocido el régimen de La Habana el esfuerzo, impulsado por Lazo y algún que otro cubano que se define como muy “progresista”, para que se levante, eso que denominan, “bloqueo”. Así lo afirmó Miguel Díaz-Canel: “Los patriotas cubanos, vivan donde vivan, entienden que el bloqueo es un crimen contra su pueblo”.

Patriotas cubanos son todos aquellos ─ con indiferencia si abogan o no por el levantamiento del embargo ─ que se entregan a la causa de la liberación del Cuba, con sacrificio, con amor por Cuba, sin confiar en el poder de Estados Unidos para alcanzar el fin del régimen totalitario del PCC y el establecimiento de un sistema democrático de derecho de estado, no aquellos que tienden puentes de amor entre la libertad y la opresión. Mientras en Cuba continúen la represión, los actos de repudio, el acoso de los mercenarios de la seguridad del Estado contra los opositores políticos, no puede extenderse puentes de amor, porque, desde el otro extremo de esos puentes se levanta una muralla de intolerancia y de odio. 

 

sábado, 1 de mayo de 2021

NO, SUICIDARSE NO ES LA SOLUCION

 Mario j. Viera

 


En huelga de hambre Luis Manuel Otero Alcántara. La policía mantiene un cerco en torno a su domicilio. Se producen protestas; se producen arrestos. El continúa su valiente y suicida ayuno. ¿Cuánto resistirá?

 

Quizá la entrega por extenuación a la muerte genera empatía, quizá hasta mueva a muchos a levantar la voz frente al sacrificio, frente al reclamo de un valiente; quizá varios, muchos, en solidaridad le imiten como acto de protesta. Pero en un país, donde no existe acceso masivo a fuentes informativas, la puesta en peligro de un joven artista que reclama la devolución de sus obras incautadas por la tiranía, puede quedar tan solo convertida en algo anecdótico.

 

No, suicidarse no es la solución. A las dictaduras no les conmueven los actos sublimes de sacrificios personales. Si hay que morir, se muere, de frente al déspota, bajo las balas de sus escuadrones represivos, no auto inmolándose. Se necesitan héroes, no mártires, y si morir por la patria, es vivir, entonces, que sea de cara al sol, en pelea callejera, en combate de barricadas. ¡Patria y Vida, es el grito!

 

¡No, Luis Manuel Otero Alcántara, no mueras! ¡Vive, porque vivir es vencer!