Mario J. Viera
Cuando Ud. vota por un candidato a la
presidencia de Estados Unidos. Ud. estará votando por quien considere sea la
mejor opción para Estados Unidos. Usted no estará votando ni por México, ni por
Guatemala, ni por Cuba. Puede ser que Ud. considere para hacer su elección las
proyecciones de ese candidato en el tema de la política exterior. Sin embargo,
lo relacionado con la política exterior lo tratará el candidato electo de
acuerdo a los intereses geopolíticos de los Estados Unidos.
Puede ser que Ud. quisiera, en el caso
cubano, que el presidente electo por el voto suyo, tenga determinada posición
ante el asunto del embargo comercial. Tal vez Ud. preferiría uno que apriete
hasta la asfixia el embargo; o tal vez prefiera lo contrario, que se levante el
embargo. Pues mire Ud., en este punto, Ud. no decide. Puede gritar y patalear
todo lo que quiera, pero el embargo se conducirá de acuerdo a lo que mejor
convenga a Estados Unidos; aunque no le guste, ese embargo, quien decide si se
mantiene o se elimina, son los intereses políticos y geopolíticos del partido
en el gobierno.
Quizá Ud. estaría reclamando más sanciones
económicas, porque es lo que Ud. cree sea lo más adecuado para tratar con la
dictadura cubana, y, de pronto, una mañana, se despierta con la noticia de que
se aprobó el levantamiento del embargo; entonces Ud. gritará y pataleará
acusando a es osado presidente de traidor, aunque ese presidente no hubiera
firmado jamás un acuerdo con Ud. Puede ser, que Ud. esté en la otra pendiente y
esté reclamando la rescisión del embargo, y un buen día se despierta Ud. con la
noticia de que se apretaron más las tuercas del embargo, pues si quiere grite
bien alto, patalee como un churumbel y hasta acuse al presidente de traidor,
aunque tampoco él halla firmado ningún convenio con Ud.
Mire, no crea que el embargo, que Estados
Unidos mantiene contra el Estado cubano, tiene la intención de liberar a los
cubanos, de hacer que en la isla se respeten los derechos humanos. No sea cándido,
si así fuera, Estados Unidos impondría un embargo a países como Arabia Saudí,
Tailandia, o Birmania, en esos países los derechos humanos son una mala
palabra, pero Estados Unidos no les ha impuesto un embargo, ¿por qué? Porque
representan piezas claves en la geopolítica de Estados Unidos; ¿Y Venezuela y
Nicaragua? Bueno Venezuela tiene petróleo y Nicaragua no influye para nada en
la América Latina, ni tiene posibilidad alguna para perturbar la estabilidad
política de la región. Contra esos países, quizá se impongan determinadas
sanciones económicas.
Hay enemigos declarados de Estados Unidos
que conforman una verdadera amenaza para los intereses geopolíticos
estadounidenses, como son Irán y Corea del Norte, que sufren embargos
económicos de Estados Unidos y numerosas sanciones económicas, sin embargo, lo
que busca hacer Estados Unidos en ambos países es limitarles su capacidad de
alterar la estabilidad de sus regiones por un posible acceso a las armas
atómicas, para nada, la liberación nacional de esos países. ¿Y los otros
enemigos de Estados Unidos, como son China comunista-capitalista y Rusia?
Mientras ellos no interfieran dentro de la zona de influencias de Estados
Unidos, pues solo habrá un puje entre adversarios. Hay como un pacto no escrito
entre las tres potencias que consiste en respetar sus mutuas zonas de
influencias. Siempre fue así desde los tiempos de la guerra fría.
Mientras el tema de Cuba siga siendo un
asunto, más de política interior de Estados Unidos que de su política exterior,
seguirá habiendo embargo económico contra Cuba, por más que gritemos y pataleamos. Así es, decida Ud., si
vota por Estados Unidos o vota pensando en Cuba. Claro está que se pueden exponer
razones, hacer labor de cabildeo, escribir cartas a congresistas, y hasta
gastar energías en manifestaciones y marchas, el embargo se levantará, ya sea
por parte de los republicanos o por parte de los demócratas cuando los
dirigentes de la política estadounidense, consideren que mantener el embargo no
les dé réditos políticos al interior del país.
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