Mario J. Viera
La resistencia en Rusia. Las protestas a
favor de la liberación del opositor Alexei Navalny.
Como hace destacar el politólogo Fernando
Mires, no se tratan de protestas dejadas al azar, a la espontaneidad. En las
últimas manifestaciones de protesta, Mires anota tres elementos importantes que
deben ser considerados a la hora de impulsar las técnicas de la Resistencia
Noviolenta:
Primero, el muy alto grado de organización de las
protestas. Segundo, sus dimensiones
nacionales, incluyendo la “Rusia profunda” y sus bastiones putinistas. Tercero, la inmensa resonancia
internacional.
Lo primero, ciertamente es ORGANIZACIÓN, trabajar entre las masas,
impulsar la decisión de resistir y, sobre todo, la labor de proselitismo de
manera directa y con auxilio de los recursos de las páginas sociales,
Lo segundo, alcanzar la masa crítica de
participantes, de miles de participantes desplegados a lo largo y ancho del
país.
Tercero, y como consecuencia de los dos
anteriores, la inmernsa resonancia
internacional. Respuesta internacional de apoyo a la causa, solo es
conseguible con actos poderosamente masivos de protestas, de resistencia y
continuados.
Unidad de empeño y trabajo constante,
inteligente y realista para captar apoyos.
Mientras esto no se intente en Cuba, el régimen
opresor del PCC continuará
Tal como dijera Angela Merkel, el 21
de abril, ante el Consejo Europeo, en Strasburgo, y que cita Mire: “Los ciudadanos no pueden ser (propiedad)
del estado” (…) “los derechos humanos son el núcleo fundamental de la constitución en
los estados democráticos”. Para dejar de ser cosa, dejar de ser propiedad
de un gobierno opresor, intolerante y fracasado, se impone la resistencia; la
resistencia dirigida y organizada, no la espontaneidad, ni las labores de beneficencia.
Acción inteligente, callada soterrada, pero constante. No hay más modos.
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