miércoles, 2 de marzo de 2022

La desvergonzada declaración de la dictadura cubana ante la agresión de Rusia hacia Ucrania

Mario J. Viera

 


Con fecha 26 de febrero de 2022, el régimen del Partido Comunista de Cuba publicó una declaración que fija la posición oficial del gobierno de Cuba, ante la agresión del gobierno de Vladimir Putin a la República de Ucrania, una nación democrática e independiente que no forma parte ni de la Unión Europea ni de la coalición militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Con su característico estilo de tergiversación de los hechos y de manipulación de las noticias, el vergonzoso documento que ha hecho publicar la dirigencia de la dictadura cubana, en su primer párrafo, justifica el acto de agresión de Rusia para inculpar a Estados Unidos de un “escenario, con implicaciones de alcance impredecible, que se pudo evitar”. De manera sumisa ante el imperialismo ruso, la declaración omite mencionar todos los actos de agresión que Putin llevara a cabo en contra de la estabilidad y la paz de Ucrania desde el 2014 a raíz del derrocamiento del dictador prorruso Víctor Yanukóvich por un movimiento de resistencia no violenta impulsado principalmente por los estudiantes y la juventud ucraniana. Como acto de represalia, Rusia arrebató y anexó a la península de Crimea perteneciente a la República de Ucrania, e impulsó y armó a los rebeldes de los territorios de Donetsk y Lugansk en la región del Donbás ucraniano. Rusia violaría los acuerdos de Minsk que buscaban una solución pacífica en el oriente de Ucrania.   

Rusia de manera provocativa comenzó a acumular grandes efectivos militares en torno a las fronteras ucranianas con la evidente intención de invadir al territorio ucraniano. De nada servirían los esfuerzos diplomáticos que, encabezados por Estados Unidos impulsó la Unión Europea para evitar ese “escenario” que la declaración de la dictadura consideró “con implicaciones de alcance impredecible”.

La vergonzosa declaración oficial del régimen de La Habana se solidariza con lo que, a su juicio, son “los justos reclamos de la Federación de Rusia a los Estados Unidos y la OTAN y los factores que han conducido al uso de la fuerza”. ¿Cuáles son los justos reclamos de Rusia? Su pretensión a anular la independencia política de Ucrania como Estado soberano, sus pretensiones de ahogar en sangre a la República de Georgia y la anexión de dos de sus regiones, Abjasia y Osetia del Sur; o las dos guerras desatadas contra los independentistas chechenos, para finalmente convertir a Chechenia en república sometida a la Federación Rusa, primero con la imposición del traidor checheno Ajmat Kadirov y la instauración en el poder de su hijo Ramzan Kadirov, tras su muerte en un atentado dinamitero; un hombre, Ramzan, ávido de poder con muchos asesinatos extrajudiciales en su conciencia, que cuenta con su ejército privado, los kadyrovtky” ("muchachos de Kadirov") especialista en represiones sangrientas y en torturas y asesinatos de opositores políticos; ¿Son estos “los justos reclamos” del autócrata Vladimir Putin?

Cuba ─ se dice en la declaración del sometimiento al imperialismo ruso ─ es un país defensor del Derecho Internacional y comprometido con la Carta de las Naciones Unidas, que siempre defenderá la paz y se opondrá al uso o amenaza de la fuerza contra cualquier Estado”; pero no condena el acto contrario del Derecho Internacional que ha cometido Putin con la agresión armada, sin previa declaración de guerra contra Ucrania. La indignidad de los regentes de Cuba queda plenamente puesta al desnudo en las consideraciones de ese párrafo.

Da vergüenza que el gobierno que firma la declaración como “Gobierno Revolucionario”, se alíe a un régimen de carácter imperialista, tanto en su definición clásica del término como en la definición leninista de imperialismo; un régimen como el que conduce Vladimir Putin, de carácter militarista y clericalista, reaccionario y de extrema derecha que lo acerca a las posiciones del fascismo hitleriano. ¿Gobierno “Revolucionario”?

A continuación, la referida declaración expresa: “Se refuerzan nuestras preocupaciones con la decisión recién adoptada por la OTAN, de activar, por primera vez, la Fuerza de Respuesta de esa alianza militar”. Respuesta lógica de la OTAN, de Estados Unidos y de la Unión Europea ante el reto guerrerista y provocador del chacal del Kremlin; ¿es que acaso Putin no ha puesto en alerta sus fuerzas de disuasión nuclear?  Rusia, o mejor, Putin se empeña en considerar a Ucrania como un Estado artificial, despreciando el hecho histórico de que, a la conclusión de la Segunda Guerra Mundial, Ucrania, junto a Bielorrusia y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, fue uno de los estados fundadores de la Organización de las Naciones Unidas con su firma del acta constitutiva el 26 de junio de 1945.

Humillantemente, la declaración del régimen cubano reclama: “Rusia tiene derecho a defenderse. No es posible conseguir la paz cercando ni acorralando a los Estados”. Tal como ha hecho Rusia en diferentes ocasiones, debió agregar el documento de la indignidad. Tal como ha estado haciendo Putin durante años cercando y acorralando a Ucrania. Si Rusia se sentía cercada y acorralada ¿Por qué lanzó su agresión a Ucrania que no es miembro, repito ni de la Unión Europea ni de la OTAN? Polonia hace frontera con Rusia; Polonia es miembro de la Unión Europea y miembro de la OTAN. Putin no agredió a Polonia porque sabe muy bien que recibiría una contundente respuesta de la OTAN; atacó al Estado que consideró más débil, pero le fallaron sus cálculos, pensó que, como ocurrió cuando lanzó su guerra contra Chechenia, cuando atacó a Georgia y cuando se anexó a Crimea, el mundo permanecería en silencio.

No calculó la feroz resistencia de los ucranianos, que no quieren ser rusos, que quieren ser ucranianos, y le destrozaron sus planes de un exitoso blitzkrieg. No tuvo en cuenta la reacción de los gobiernos que, a diferencia del decadente régimen de Cuba, son verdaderos defensores del Derecho Internacional y comprometidos con la Carta de las Naciones Unidas, están dispuestos a defender la paz y a oponerse al uso o amenaza de la fuerza contra cualquier Estado. Se equivocó Putin pensando que Europa se cruzaría de brazos ante la agresión. No previó la ola de protestas populares a favor de Ucrania que se han alzado en todo el mundo, y hasta en su propio territorio donde miles de rusos se han manifestado en contra de la agresión, desafiando a la represión putinista.

Putin se equivocó y la dictadura cubana también. Cuba quedará más aislado todavía. Rusia ahora está a las puertas de una seria crisis financiera que le impedirá seguir prestándole auxilio al decrépito régimen del PCC. Ahí está el proyecto de resolución presentado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, que, contrario a lo que deleznablemente señala la declaración de la dictadura cubana de no haber sido aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU, tuvo mayoría de once votos a favor del mismo, Albania, Brasil, Gabón, Ghana, Kenia, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Irlanda, México y Noruega; tres abstenciones, las de China, India y Emiratos Árabes Unidos y solo un voto en contra el de Rusia ejerciendo su derecho al veto. Hasta México, amistoso de Cuba, votó a favor del proyecto de resolución que el régimen del PCC consideró no haber sido aprobado en el Consejo de Seguridad y “no concebido como una contribución real a la búsqueda de soluciones a la actual crisis”; México consideró como lamentable el veto ejercido por Rusia y se sumó a la convocatoria para un periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea para llevar a votación el proyecto vetado por Rusia.

El texto de 586 palabra de la declaración oficial del gobierno de Miguel Díaz-Canel concluye diciendo, en referencia a Estados Unidos, pero que bien le cuadra a los actos de agresión armada de Putin: “Son también los responsables de la muerte de cientos de miles de civiles, que denominan “daños colaterales”; de millones de desplazados y de vasta destrucción en toda la geografía de nuestro planeta como resultado de sus guerras de rapiña”.


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