Mario
J. Viera
Hay
que evitar una “confrontación directa entre la OTAN y Rusia”, ha declarado el
presidente de los Estados Unidos Joe Biden. Me pregunto si, luego de todas las
poderosas sanciones económicas que se han impuesto contra Rusia, sin lograr
hacer desistir al Hitler eslavo de continuar la agresión contra la República de
Ucrania ¿quedará alguna otra medida de contención que no sea el enfrentamiento
armado contra los invasores rusos?
La
Bielorrusia de Lukashenko está a un paso de iniciar un ataque contra Ucrania en
apoyo a los proyectos de Putin; ya ha concentrado ante su frontera con Ucrania
a cinco batallones tácticos; ¿habrá que cruzarse de brazos ante el próximo
invasor? ¿Quedan todavía espacios para la diplomacia? La confrontación entre
fuerzas rusas y de la OTAN no podrá evitarse dadas las evidentes intenciones de
Putin y su delirio de la Gran Rusia. El costo en vidas de soldados provocado
por la insidia de Putin es elevado, 1.300 soldados ucranios y 12.000 soldados
rusos. Los civiles muertos durante la operación rusa en suelo ucranio se
cuentan por cientos. A Putin nada le importa la vida ni de ucranios ni de
rusos, solo le importa mantener su poder dictatorial sobre toda Rusia. ¿Se
detendrá?
A
la conclusión de la recién celebrada Cumbre de Versalles, donde se dieron cita
los representantes de los 27 estados que integran la Unión Europea, se le
preguntó al presidente de Francia, Emmanuel Macron, “¿No tienen ustedes la
impresión de ser impotentes ante la agresión rusa?” A lo que
este respondió anunciando que se contemplan “nuevas medidas, hasta convencer
a Putin de negociar con el presidente de Ucrania una salida
diplomática. Esa es nuestra posición. La UE no está en guerra contra Rusia”.
Ciertamente, la UE no está en guerra con Rusia, es Rusia la que está en guerra
contra la Unión Europea.
Pienso
que la única propuesta diplomática que queda por tomar es la de advertirle a la
Federación Rusa de que continuar la guerra contra Ucrania conllevará la ruptura
de las relaciones diplomáticas. ¿Cuál otra? ¿Expulsar a Rusia de la Organización
de Naciones Unidas? Estas dos medidas fatalmente conducirían a una
conflagración con Rusia.
Las
tropas rusas en Ucrania se acercan a la frontera polaca, sus tropas asedian la
ciudad de Lutsk; una ciudad de 216 270 habitantes y situada a solo 83
kilómetros de Polonia; y la ciudad de Ivano-Frankivsk (226,124 hab,)
a 153 kilómetros de la frontera rumana. Su objetivo pudiera ser cortar los
suministros de armas que la OTAN, Estados Unidos y Europa pudieran envían a
Ucrania, desde Polonia y Rumanía, como pudiera ser también enviar una
advertencia a la OTAN.
Putin
teme la llegada de la primavera con el derretimiento de la nieve sobre los
suelos chernozem que se enfangarían, de tal modo que, dificulte el avance de
sus equipos pesados. Quiere terminar cuanto antes.
Moldavia,
Georgia y Finlandia se ubican dentro del azimut expansionista de Putin.
Moldavia por se dos países que fueron partes de la desaparecida Unión Soviética
y aspirantes a formar parte de la Unión Europea y de la OTAN. Finlandia,
miembro de la Unión Europea y no miembro de la OTAN, cuya frontera está a 435
kilómetros de la ciudad rusa de San Petersburgo.
El
choque entre la Federación Rusa y la OTAN, solo podrá evitarse en el caso muy
poco probable de un movimiento gigantesco de masas contra Putin o su
derrocamiento por un golpe de estado propinado por el muy timorato Estado Mayor
de las Fuerzas Armadas rusas.
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