jueves, 17 de marzo de 2022

Cautos y Astutos

 

Mario J. Viera

 


Un país internamente polarizado, como lo es actualmente Estados Unidos, es un país débil para impulsar su política exterior. La administración Biden enfrenta en estos momentos una situación internacional extremadamente peligrosa, a partir de la agresión del régimen de Putin contra Ucrania. Rusia ha lanzado un poderoso reto a los Estados Unidos; y Estados Unidos tiene que demostrar su capacidad de liderazgo para hacer frente al reto y vencer.

Joe Biden tiene que moverse sobre un terreno resbaladizo. Por un lado, enfrentar al enemigo externo y por otro, saber dar respuesta, en lo interno, al reto electoralista que le impone la ultraderecha del partido Republicano, dirigido a alcanzar la mayoría congresional. Putin, por su parte, se mueve con mayor libertad de acción; no tiene que enfrentar a una delirante oposición que intente desestabilizar su poder ni tiene que enfrentar el escrutinio de la prensa independiente.

En estas condiciones viene a cuento la frase atribuida a Jesús de Nazaret: “Ser cautos como las palomas y astutos como las serpientes”. China, como he expresado en otra ocasión está al acecho, y Corea del Norte e Irán se mantiene a la expectativa de lo que pueda alcanzar Estados Unidos en el actual conflicto en Ucrania. A Estados Unidos no le queda otro recurso que ser cauteloso en cuanto a los obstáculos que los republicanos están decididos a imponerle al presidente Biden; y ser lo suficiente astuto para arrancarles posibles apoyos a Putin y minimizar los efectos que en la economía interna pueda producir el veto a las exportaciones de petróleo y gas de Rusia. Si hay que llegar a formular acuerdos provisionales hasta con el mismo diablo hay que hacerlo, pues en este caso sí, el fin justifica los medios.

Putin se mueve en las sombras y lo hace con China y con Irán; acude al auxilio de mercenarios sirios del régimen de Bashar al-Ásad al que siempre ha respaldado. Mientras tanto, China se acerca a Arabia Saudí para, como afirmó The Wall Street Journal, fijar el precio de algunas de las ventas de petróleo de la nación del Golfo en yuanes en lugar de dólares o euros. Arabia Saudí ya no es el socio confiable de Estados Unidos, se siente molesta por las negociaciones nucleares de Estados Unidos con Irán y su falta de respaldo a la operación militar de Arabia Saudita en el vecino Yemen. Además, China le ha prestado ayuda en la construcción de misiles balísticos y consulta sobre energía nuclear. Y Arabia Saudí es un importantísimo factor en la producción de petróleo. En tanto, el mayor receptor de ayuda económica de Estados Unidos, Israel, no se ha sumado a las acciones de muchos países de imponer sanciones económicas contra Rusia. Su posición ha sido tímida, apenas una crítica por la agresión a Ucrania.

La Casa Blanca ha mantenido conversaciones con Venezuela con el propósito de que ese país aumente su extracción petrolera con el fin de reducir los precios de la gasolina en Estados Unidos; un acto claramente definido como Realpolitik; es decir el acto diplomático que se basa en consideraciones de circunstancias y factores dados, en lugar de nociones ideológicas explícitas o premisas éticas y morales. Sin embargo, la realpolitiquería de la troika floridana del partido Republicano, Marco Rubio, Mario Díaz-Balart y María Elvira Salazar, saltan indignados por un acto que califican hasta de traición; pero nada dijeron cuando Trump afirmaba lazos de Arabia Saudí, a pesar de las graves violaciones de los derechos humanos que se cometen en Riad.

Hoy Estados Unidos debe no solo ser cauto y astuto, debe tener la visión del águila y la fuerza y agilidad del jaguar, sin permitir que políticos inescrupulosos le corten las alas al águila del Potomac. Ni permitir que la autocracia rusa pueda prevalecer. Es hacer tal como le expresara Zelensky a Biden: "No es suficiente ser el líder de la nación. Hoy se necesita ser el líder del mundo. Ser el líder del mundo significa ser el líder de la paz. La paz en tu país ya no depende solo de ti y de tu gente. Depende de los que están a tu lado y de los que son fuertes".

Biden debe comprender que el reto criminal de Putin al desatar una guerra de agresión contra Ucrania, no va solo dirigido contra la democracia de ese país ni siquiera de manera exclusiva hacia la OTAN y la Unión Europea sino de manera directa hacia la administración demócrata de la Casa Blanca. Esto viene ya de larga data.

Cuando durante la campaña presidencial de 2008, las encuestas daban a Barack Obama como posible ganador de las elecciones, Putin invadió a la República de Georgia el 7 de agosto de 2008, iniciando el ataque tras la proclamación de la independencia de los territorios secesionistas prorrusos de Abjasia y Osetia del Sur. Entonces como ahora Putin, quien era el verdadero poder en Rusia hizo alardes de su poder nuclear con el lanzamiento un misil intercontinental capaz de superar cualquier sistema de defensa antimisiles; el RS-12M Tópol con ojiva atómica. Como hoy, entonces, el presidente de Estados Unidos no cruzó la línea roja de un enfrentamiento directo con las fuerzas rusas, tal como como lo expuso el periodista Edward Lucas en el New York Times del 9 de agosto de 2008, Bush, un presidente al final de su reinado no va a arriesgarse con la Tercera Guerra Mundial por Georgia”. En esa ocasión Putin veía como más peligroso para sus intereses a John McCain que, para él, el más débil Obama. El 23 de noviembre de 2011, Rusia amenazó abandonar el tratado de No Proliferación de Armas de Destrucción Masiva START III ─ firmado por Barack Obama y Dmitri Medvédev y vigente desde 2011 ─ si Estados Unidos no revertía la instalación de defensa antimisiles en Europa pues consideraba que representaban una amenaza para su seguridad; el mismo alegato que ahora emplea Putin para agredir a Ucrania. Hillary Clinton que ocupaba la cartera de la Secretaría de Estado le respondió a Rusia que la OTAN continuaría con su sistema de defensa antimisiles en territorio europeo lo cual estaba emplazado contra Rusia sino para defenderse de una posible agresión por parte de Irán. Este acuerdo posteriormente fue prorrogado en 2021 por Joe Biden y Vladimir Putin y se extendería hasta 2026.

En 2014 rebeldes prorrusos con el apoyo de Putin declaran como independientes los territorios ucranios de Donetsk y Lugansk y la anexión de la península de Crimea que, reconocida por Rusia como perteneciente a la República de Ucrania. En esa ocasión Barack Obama declaró: "Rusia está del lado equivocado de la historia, Los hechos sobre el terreno en Crimea son perturbadores (...) pero con el tiempo, esto será una propuesta costosa para Rusia. Es el momento para que consideren si pueden servir sus intereses de una manera diplomática en vez de por la fuerza". Al mismo tiempo, Obama anunció una serie de sanciones económicas contra personalidades rusas a las cuales se reconocen como responsable de la crisis que se presentaba. El resultado de aquellas sanciones no detuvo las aspiraciones rusas sobre Ucrania.

La reacción de Putin fue la de sabotear por todos los medios que tuviera a su alcance la elección de Hillary Clinton e, 2016, lo cual posibilitó, en gran medida la llegada de Donad Trump a la presidencia.

Trump inició una política de rechazo a la Unión Europea y a la OTAN, cuestiones estas que iban en paralelo con los objetivos político de Vladimir Putin. El 2 de agosto de 2019, supuestamente debido a los incumplimientos de Rusia con los términos del desarme de misiles largo y mediano alcance INF, por el cual las superpotencias acordaron eliminar toda una categoría de armas nucleares y realizar amplias inspecciones para asegurarse de que ambas partes cumplieran las normas acordadas. Al siguiente día Putin anunciaría su retiro del INF. La medida le daba manos libres a Putin para aumentar su arsenal de misiles de alcance de 500 y 5 500 kilómetros.

Al año siguiente Trump ordenó el retiro de miles de efectivos militares estadounidenses de Alemania.

Biden desde el inicio de su presidencia ha alcanzado el fortalecimiento de la Alianza Atlántica, y dado firme apoyo a la Unión Europea. Los efectivos militares estadounidenses hasta 100 mil soldados. Putin necesita limitar el liderazgo de Biden, de modo que esperó hasta la llegada de su oportunidad en febrero cuando Biden ha perdido apoyo en las encuestas y tiene que enfrentarse a los problemas planteados por la pandemia del COVID-19.

Biden ahora está obligado a ser el líder de la nación líder a nivel internacional. Ya no puede ser tan cauto en el caso de Ucrania, su respuesta ante el reto de Putin tiene que ser decidido, como el jaguar. No debe desoír los reclamos que plantea Mitch McConnell de ampliar el alcance de la ayuda letal de Estados Unidos a Ucrania para incluir capacidades de defensa aérea de largo alcance más efectivas; desplegar más fuerzas estadounidenses para reforzar el flanco oriental de la OTAN y usar nuevas autoridades para endurecer las defensas de los aliados de primera línea.

En este sentido Biden ha declarado: “"A petición del presidente Zelensky, hemos identificado y estamos ayudando a Ucrania a adquirir sistemas antiaéreos adicionales de mayor alcance y municiones para esos sistemas, Y esto incluirá drones que demuestran nuestro compromiso de enviar nuestros sistemas más avanzados a Ucrania para su defensa". Entre el paquete de armamentos que Estados Unidos se ha comprometido enviara a Ucrania "para que puedan continuar defendiendo su espacio” se menciona, 9.000 sistemas antiblindaje, 7.000 armas pequeñas, 800 sistemas antiaéreos Stinger, 20 millones de rondas de municiones y 100 drones; pero nada se dijo sobre lo solicitado por Zelensky de dotar a Ucrania con sistemas de lanzamiento de misiles para el transporte de misiles de corto, medio y largo alcance, tipo "Tierra-aire", para interceptar objetivos aéreos  S-300 y otras armas similares para defender sus cielos. Además ¿Por qué no equipar con una fuerza aérea a Ucrania? Los aviones de combate pueden ingresar por diferentes regiones del sur de Ucrania piloteados por aviadores ucranianos

En un editorial The Washington Examiner se pregunta “¿Pero, ¿por qué Biden solo está dispuesto a enviar 100 [drones]? Dada la urgencia de la situación, ¿por qué no enviar dos o tres veces más?”

Putin siempre amenazador declaró, por boca de la portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova: “Si se adopta esta decisión, y esto se refiere no solo a Eslovaquia, sino también a otros países, crean problemas a sí mismos... Crean problemas directos a sí mismos con sus propias manos”.

Biden debiera suscribir la sentencia de la Corte Internacional de Justicia, por la cual se ordena que Rusia debe suspender de inmediato las operaciones militares en Ucrania: “La Federación rusa ─ afirmó la presidenta de la CIJ, Joan Donoghue, en la lectura pública de la orden judicial ─ debe asegurarse de que cualquier unidad militar o grupo armado irregular que apoye (…) evite tomar pasos que fomenten las operaciones militares”. Estados Unidos puede, en consecuencia, plantear un ultimátum a Putin para que detenga el avance de las tropas rusas en territorio ucranio so pena de internacionalizar el conflicto. La OTAN debe fortalecer las fronteras de todos los países de la Unión Europea y de aquellos que han solicitado su ingreso a la misma como Georgia y Moldavia.  

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