jueves, 18 de julio de 2024

PROYECTO 2025 UNA REVOLUCION EN CONTRA DE LA DEMOCRACIA

Mario J. Viera

 


He estado buscando información sobre esto que han denominado Proyecto 2025 y también de manera rimbombante “Mandato para el Liderazgo” y, mientras más indago sobre el tema, no puedo dejar de sentirme asombrado o tal vez alarmado de que, en un Think Tank como ese denominado Fundación Heritage representante de la élite del conservadurismo estadounidense haya tantos Horse Power cretinos o mal intencionados capaces de elaborar un documento más propio del siglo XVIII que del actual siglo XXI y sin atisbo, por cierto, de lo que fue la Ilustración.

Tiene este maravilloso y voluminoso documento ─ de más de 900 páginas ─ la capacidad de aproximarnos, un poco, pero que resulta demasiado, a la era del oscurantismo, y llevados ahora de la mano y de las creencias, de esa cosa denominada “cristianismo nacionalista”. Al respecto, Alexander Ward, en artículo aparecido en Político del pasado 20 de febrero, anotó, en torno a los criterios expresado por el presidente de The Center for Renewing America y exdirector de la Oficina de Administración y Presupuesto de Trump durante su primer mandato y todavía cercano a él, Russell Vought: “Los nacionalistas cristianos en Estados Unidos creen que el país fue fundado como una nación cristiana y que los valores cristianos deben ser priorizados en todo el gobierno y la vida pública. A medida que el país se ha vuelto menos religioso y más diverso, Vought ha abrazado la idea de que los cristianos están bajo ataque y ha hablado de las políticas que podría seguir en respuesta”.

Está clarísimo y es obvio, ¿verdad?, que debemos rescatar a los Estados Unidos de la decadencia moral que, día a día, se expande por la sociedad occidental y ha sido tan condenada por líderes mundiales de la talla de Vladimir Putin ¡No faltaba más! Tan pronto el próximo presidente conservador (¿Trump?) llegue a la presidencia (¿Trump?) se deberá criminalizar la pornografía y eliminar, de las normativas y leyes, esos términos inapropiados como orientación sexual, identidad de género o derechos reproductivos. Es más, ese presidente conservador (¿Trump?) “tiene la responsabilidad moral de liderar la nación para volver a restaurar una cultura de la vida en Estados Unidos”. Sí, sí, el Departamento de Salud debe, aunque nunca se la haya denominado de esta manera, “volver a ser conocido como el Departamento de la Vida”.

El héroe nacional, el MESIAS de la oreja perforada, ¡¿Nuestro Salvador?!, garantizará los derechos individuales otorgados por Dios para vivir libremente y de este modo retornamos a los principios sagrados del liberalismo decimonónico y pasamos por encima de esas monsergas de derechos y justicia social que es solo asunto de la izquierda radical, ¡Vaya, que es como decir comunismo! Sí, porque ahora como aseguró el presidente del Heritage, Kevin Roberts, “Estamos en el proceso de la segunda revolución estadounidense, que seguirá siendo incruenta si la izquierda lo permite”, sí porque esos del antifaz, esos del BLM, esos “liberales” del Partido Demócrata siempre estarán dispuestos a obstaculizar los esfuerzos regeneradores del próximo presidente conservador (¿Será Trump?). Entonces, ¡Que se preparen!, porque correrá sangre.

Pero además de este sagrado dogma de los derechos individuales que habrá que garantizarse, el Proyecto 2025 esboza otros objetivos principales: restaurar la familia como pieza central de la vida estadounidense; desmantelar el Estado administrativo; y defender la soberanía y las fronteras de la nación. La familia nuclear, bendecida por la Iglesia, donde el padre es la cabeza tutelar y las mujeres simples máquinas de hacer proles, consagradas a sus maridos, a sus hijos y a la administración del hogar. El “Proyecto 2025” apoya leyes de libertad religiosa que permitirían a las empresas y proveedores de atención médica rechazar servicios a personas LGBTQIA+ basándose en creencias religiosas. Esto crearía barreras importantes para las personas LGBTQIA+ en diversos sectores como la atención sanitaria y el empleo. El manual también propone políticas que excluirían a las personas abiertamente LGBTQIA+ del servicio militar, revirtiendo los recientes avances en la inclusión militar. En general, estas políticas aumentarían enormemente la discriminación y el daño contra las personas LGBTQIA+(Fuente Defeat Project 2025)

El Estado como un apacible permitidor del dejar hacer para solo asumir una función de gendarme que asegure el orden interior y la defensa de las fronteras. Nada de inmiscuirse en los asuntos que solo deben ser preocupación de los personeros del mercado y de nadie más. De este modo los sabios redactores del Proyecto proponen medularmente hacer unos ajustes en el Estado administrativo: el desmantelamiento del Departamento de Educación y el de Comercio, eliminar la independencia de agencias federales, como la Comisión Federal de Comunicaciones y la Comisión Federal de Comercio, disminuir los fondos para el Departamento de Justicia, que deberá quedar bajo control presidencial directo, y desmantelar el Buró Federal de Investigaciones (FBI) al cual califican como “organización hinchada, arrogante y cada vez más al margen de la ley”; ¿Pretenderán transformarle en algo así como un nuevo tipo de KGB?

Está claro que el mesías redentor necesitará primero hacer una purga dentro del sector de los empleados públicos, porque para la nueva revolución se requerirá, como lo deseó el führer, y lo deseó el duce y también Fidel Castro, lealtad, no la simple lealtad y consagración a las tareas, sino la lealtad al caudillo, al gran líder. El Proyecto 2025 contempla despedir hasta 50 mil trabajadores gubernamentales para reemplazarlos con empleados conservadores leales a Trump. Esto no es algo nuevo, ya antes, durante su administración Trump emitió una orden ejecutiva que facilitaba el despido de funcionarios de carrera y su sustitución por personas leales a él. Trump no pone atención a las advertencias de sus asesores, salvo las de aquellos que nunca le contradigan. Por eso fue despiadado con el vicepresidente Pence cuando la certificación de la presidencia de Biden, Pence había sido leal, no a Trump, sino a la Constitución.

Hay más, el Proyecto 2025 es un coro de alabanzas en pro de los combustibles fósiles, sin importar que su producción contribuye a la emisión de gases contaminantes de la atmósfera y de enrarecimiento del aire circulante, eso no importa, y no les interesa; lo que sí les importa a los megaconservadores de la Heritage es evitar con toda la energía posible esa difusión, considerada maligna por ellos, de tecnologías innovadoras y determinantes para enfrentar los retos planteado por el cambio climático. Es por ello que el próximo presidente conservador (¿Mr. Trump?) deberá eliminar la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada-Energía (ARPA-E) así como reducir cuanta regulación ambiental o de cambio climático puedan estarse practicando.

Hasta el más lego en economía conoce que el proteccionismo siempre conduce a lo contrario de todo lo que se propone alcanzar por su aplicación. La base del proteccionismo se encuentra en la política de aranceles.  Trump él mismo se autodefine: “Soy un hombre de tarifas. Cuando personas o países vienen a saquear la gran riqueza de nuestra nación, quiero que paguen por el privilegio de hacerlo”.

Hay algo que debe también tenerse en cuenta a la hora de analizar el Proyecto 2025 y se relaciona con temas de política exterior, pero que puestas en practicas las recomendaciones del Proyecto pudieran afectar el prestigio de los Estados Unidos. Al respecto, en la página oficial del proyecto Defeat Project 2025 se dice: “El Proyecto 2025 también habla de gastar más en el ejército y menos en diplomacia. Esto significa que Estados Unidos podría tener una política exterior más agresiva, utilizando aranceles y sanciones con mayor frecuencia para obtener lo que quiere de otros países. Si bien esto podría funcionar a corto plazo, podría dañar las relaciones a largo plazo y generar desconfianza. También podría significar trabajar con gobiernos autoritarios si beneficia los intereses estadounidenses, lo que podría perjudicar los esfuerzos globales para promover la democracia y los derechos humanos. Todos estos cambios podrían hacer que el mundo sea más inestable y tensar las alianzas estadounidenses”.

Hay más cosas, muchas sutilezas y prejuicios de la ultraderecha populista, autoritaria y, no digo antidemocrática porque esto sería caer en redundancia. Son más de 900 páginas de aberraciones. Ahora bien, Trump puede ser cualquier cosa detestable, puede ser un hipócrita y mentiros consumado, pero de tonto nada tiene. Sus desmedidas ansias de poder, su afán de llegar a alcanzar la veneración que le envidia a su amado Kim Jong-un: “Él habla y su gente se sienta atenta. Quiero que mi gente haga lo mismo”, dijo Trump sobre el tirano de Corea del Norte, sabe que las propuestas del Proyecto 2025 de aplicarse conllevan la formación de un sistema presidencialista más duro, lo cual le concedería a él un mayor poder, pero intuye que toda esa bazofia ultraderechista de la Heritage Shit influiría negativamente en la opinión de los indecisos y de los independientes. Entones pretende desmarcarse del proyecto y declara en su red social: “No tengo ni idea de quién está detrás. No estoy de acuerdo con algunas de las cosas que dicen y algunas de las cosas que dicen son absolutamente ridículas y abismales”. Al menos en esto último anotado por el Mesías de la oreja perforada, coincido con él, aunque sé que lo dice como matizando las propuestas del Proyecto de la derecha reaccionaria. Ahora bien, eso de que no sabe quién rayos está detrás del proyecto, ni él mismo se lo cree, si tenemos en cuenta que de los 37 redactores del 2025, más de 20 fueron estrechos colaboradores de Donald Trump a lo largo de sus cuatro años de administración y todavía, de esos más de 20, hay varios que continúan siendo muy cercanos al exmandatario. 

¿Y qué dicen las encuestas? Con fecha 17 de julio RealClear Polling reportó una encuesta de Forbes/HarrisX que coloca a Trump 2 puntos sobre Biden. Un resultado este que, de hecho, significa empate. Algo similar reportaron diferentes encuestas en estados como Virginia, Georgia, Pensilvania, Michigan, donde también hay empate técnico entre Trump y Biden. Todavía queda mucho camino por recorrer,

Sin embargo, en Europa queda la duda de si Trump, finalmente pudiera llegar a ganar las elecciones de noviembre, y ya se están preparando en vistas a tal contingencia y ante las amenazas para su seguridad interna por parte de Rusia.

Las encuestas pueden arrojar cualquier resultado, pero la verdad solo se conocerá una vez que se computen los votos de noviembre. Todo puede suceder, Un ejemplo, las pasadas elecciones de Francia donde todas las encuestas pronosticaban un triunfo arrollador de la extrema derecha, sin embargo, los resultados de la votación mostraron un resultado totalmente diferente a los pronosticados, la ultraderecha quedó como la tercera fuerza política de Francia, el macronismo centrista se colocó en segundo lugar, en tanto, la izquierda alcanzó un arrollador triunfo que muy pocos imaginaron.  

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