ANTI TRUMP
Mario J. Viera
Dos
meses atrás, es decir antes del pasado 20 de enero, Estados Unidos era, se
puede decir, el más alto representante del mundo occidental democrático y el
escudo de los derechos y libertades frente a los regímenes antidemocráticos.
Hoy, parece ser, esas condiciones excepcionales comienzan a erosionarse para ir
acercándose a las propias de los regímenes autoritarios, Parecía imposible que
en la tierra de los libres pudiera erigirse una dictadura: parecía…Hoy esa
posibilidad parece estar muy próxima. Ahí está el teutón Donald Trump y su
movimiento extremista MAGA para hacerla posible.
Trump
y su equipo inepto, pero totalmente leal a él, están haciendo su trabajo con el
asesoramiento de un plutócrata ávido de riquezas y carente de escrúpulos, como
Elon Musk, alguien que le está haciendo un guiño a Moscú cuando declaró
recientemente que Estados Unidos abandone la OTAN, y la asistencia de un
politiquero mediocre y arribista de primera clase como Marco Rubio, conduciendo
este la política exterior del teutón al pie de la letra intentando coaccionar a
todos los aliados de Estados Unidos en Europa, Gran Bretaña y Canadá.
El
Congreso y su mayoría de derecha radical, guarda silencio, a no ser que se requiera
mostrar fidelidad absoluta al líder indiscutible de ese que fuera Partido
Republicano, ya tan distante de aquel al que pertenecía Abraham Lincoln. Nada
les importa a los MAGA republicanos que el teutón solo gobierne emitiendo
decretos tras decretos, semejantes a los ukases zaristas, incluso para imponer
sus especiales e inconstitucionales reformas constitucionales. Tal vez pueda
hacerlo y recibir por ello las bendiciones de su amable Corte Suprema de
Justicia, constituida por una mayoría de seis reaccionarios magistrados frente
a solo tres progresistas. Carácter tipo de todo dictador, gobernar por
decretos.
El
teutón amenaza con el empleo del big steak de los aranceles para
imponerse sobre aquellos países que le sean molestos a sus ansias imperiales y expansivas:
anexar Canadá, comprar Groenlandia, apoderarse del Canal de Panamá, y de las
riquezas de Ucrania en tierras raras y, no, por último, imponerse en Gaza para
convertirla en una Riviera del Mediterráneo previo la expulsión de los gazatíes
de sus tierras ancestrales. Apretar a los aliados y ser amable con los enemigos
reales de Estaos Unidos, como Rusia y Corea del Norte.
Para
el teutón Putin no es un dictador, sino un hombre inteligente y práctico, no
importándole que el dictador ruso se haya impuesto repetidamente en elecciones
totalmente amañadas y el asesinato de sus opositores más importantes ya sea de
manera directa o indirecta. Si en Europa hay un dictador, para el teutón ese es
Zelenski y si hay una guerra en Ucrania no fue por la agresión rusa, sino por
culpa de los ucranianos.
Lo
había prometido en su campaña electoral, la imposición de una dictadura el
primer día, pero el tiempo transcurre y el primer día se va extendiendo. Ha
prometido venganza en contra de sus adversarios y convertido en enemigos
objetivos a todos los inmigrantes indocumentados, como los nazis lo hicieron
con los judíos, pero sin recurrir a los campos de exterminio, sino con la
deportación de miles de ellos, sin importar que lleven viviendo en Estados
Unidos, algunos de ellos hasta más de dos décadas, trabajando fuerte y formando
en estas tierras una familia; para el teutón, ellos “envenenan la sangre” de
Estados Unidos.
Pero
con toda la intención de “hacer grande a Estaos Unidos” intenta volver hacia
los tiempos de la guerra fría cuando Estados Unidos era el gendarme
internacional que se imponía en América Latina con la fuerza de las cañoneras y
la diplomacia del dólar para convertir a algunos países latinoamericanos en
Repúblicas Bananeras sometidas al poder de la United Fruit. Esa es la grandeza
que los MAGA intentan recuperara para los Estados Unidos, el periodo negro de
intervencionismo e imperialismo.
Para
nada le interesan al teutón y a sus compinches el peligro existencial de la
democracia liberal en Europa tratando de hacer concepciones unilaterales a
Putin, debilitando a la Alianza Atlántica y sometiendo a Ucrania a una paz
forzada elaborada solo entre Estados Unidos y Rusia sin garantías de seguridad
para Ucrania y perder parte de su territorio anexado ilegalmente por el
Kremlin. Y pretende que el presidente de Ucrania le agradezca, cuando nada
tiene que agradecerle y si a la administración de Biden. Ya se vieron los
intentos de los MAGA cuando se opusieron monolíticamente a aprobar en el
presupuesto una partida para el aporte de armamento a Ucrania. Es que en este
gobierno de Trump no hay cabida para una posición firme para detener las
amenazas rusas, como fuera la de Winston Churchill frente a los avances la
Alemania fascista, de nada de apaciguamiento, sino de enfrentar a Hitler con
sangre y sudor.
Y en
la Oficina Oval, el teutón y el cretino de Vance, un solapado defensor de Putin
y crítico feroz de la democracia europea, pretendieron acorralar a Zelenski
para que aceptara que no tenía las cartas en las manos para continuar su guerra
de independencia y conformarse con las condiciones que le impusieran el teutón
y Putin, Si es que Zelenski tenía que soportar el regaño a gritos de Trump y
aceptar que Ucrania es nada comparada con la grandeza y el poder de Estados
Unidos. Los lameculos trumpistas comenzaron a alabar al teutón y al escabroso
Vance, por haber defendido al pueblo americano, cuando en realidad lo único que
ambos estaban defendiendo eran los intereses geopolíticos e imperiales de
Vladimir Putin.
Hay
que emplearse a fondo si de verdad queremos rescatar la dignidad de la nación
de Lincoln. En 2026 los demócratas tienen el deber de alcanza la mayoría en el
Congreso, someter a Trump a un juicio político de revocación del cargo, aunque
es tarea difícil, porque los MAGA con el auxilio y consejo tecnológico de Elon
Musk harán todo lo posible para manipular los votos a su favor.
MAKE
AMERICA DEMOCRATIC AGAIN
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