sábado, 26 de octubre de 2019

¿SOLUCION PARA CUBA? ¿APRETARLE EL CINTURON A LOS CUBANOS?


Mario J. Viera




Maria A. Aguila le responde a Oscar Peña por la crítica que este hiciera en contra de las últimas medidas de presión económica que ha impuesto Trump contra el régimen castrista, y le confronta diciendo:

Oscar Peña, tú que eres una gran persona y tienes la bola mágica danos porfa, el alumbrón de como quitar a la dictadura del poder, la voluntad del pueblo existe, pero no tienen los medios y están sofocados por la dictadura, cuál sería tu plan, exactamente paso a paso, para el cambio, ya sabemos que el régimen no sede un paso, ni va a hacer elecciones donde participen otros partidos, ni harían un plebiscito, entonces, cuál sería la manera, si tu sugerencia es el sometimiento del pueblo de por vida, o que sugieres una intervención americana para que alguien diga que es inferencia extranjera, la verdad no entiendo...”

Decidí dar mi opinión en respuesta a las interrogantes de Maria A. Aguila:

No sé qué responderá Oscar Peña a esa interesante pregunta. Esa pregunta es la misma que muchos se hacen, y parece que no le encuentran respuesta adecuada. Trataré de dar mi opinión sobre el tema que, la Sra. Aguila, lleva a discusión: “de como quitar a la dictadura del poder” teniendo presente que “la voluntad del pueblo existe, pero no tienen los medios y están sofocados por la dictadura”.

Algunos, tal vez muchos, creen, como cree el Sr. Mauricio Claver Carone, que las presiones económicas, llevadas hasta la saciedad contra el régimen fascista-comunista que impera en Cuba, bastarán para propiciar su caída. El mensaje subliminar de estas propuestas es simple, hacer que el hambre de los cubanos obligue a una revuelta, de tal envergadura, que conmocione al gobierno castrista. Sin embargo, existe un pero en cuanto al mensaje, y ese pero, lo da la Historia. Nunca el hambre ha impulsado revoluciones o revueltas.

No fue el hambre el motor impulsor para la Revolución Francesa de 1778, sino los intereses afectados del Tercer Estado por parte de la aristocracia. No fue el hambre, lo que antes impulsara en Inglaterra el estallido de la Revolución Gloriosa de Gran Bretaña de 1688, no fue el hambre y las miserias del pueblo, sino los intereses políticos de un sector de la aristocracia británica. No fue el hambre la que redactó la Declaración de Independencia de las Trece Colonias en América del Norte en 1776. No fue el hambre lo que impulsó a los españoles en 1808 a iniciar la Guerra de Independencia contra el dominio napoleónico, sino el resentimiento de la población por las exigencias de manutención y los desmanes de las tropas francesas. No fue el hambre del pueblo lo que motivó la lucha independista de Simón Bolívar en 1810. No fue el hambre lo que propició que el 10 de octubre de 1868, el hacendado bayamés Carlos Manuel de Céspedes diera el grito de independencia, sino los intereses políticos y económicos de los criollos. Tampoco fue el hambre lo que motivara a José Martí a iniciar “la guerra necesaria” de 1895.

Es más. no fue el hambre el motor que impulsó a las juventudes alemanas del sector oriental, a derribar el Muro de Berlín, sino la defensa de sus derechos civiles y su identidad como alemanes; como fueron las huelgas en Polonia promovidas por el Sindicato Solidaridad o en Bulgaria, la huelga general que llevara a cabo la oposición anticomunista. No fue el hambre lo que con la resistencia en Túnez se iniciara el periodo de la Primavera Arabe.

El hambre y la miseria no genera héroes. Entonces ¿Qué se debe hacer?

Primero debo enfocar un tema que influye sociológica y políticamente en la actividad de las organizaciones opositoras/disidentes al interior de la isla. Cuando las organizaciones ultra opositoras del exilio cubano en Estados Unidos, junto a individuos como Marco Rubio, los hermanos Díaz Balart, Lincoln y Mario, Mauricio Claver Carone, Marcell Felipe y Orlando Gutiérrez-Boronat, promueven como factor de desestabilización y derrocamiento del poder castrista por medio de sanciones económicas y su asfixia financiera, lo que favorecen, en realidad, es un estado de impasse, de quietismo y conformismo dentro de los sectores oposicionistas internos, que, a la espera del desastre total de la economía en Cuba, solo se dedicarán a mantenerse actuales con declaraciones y acciones de bajo nivel, confiados de que el régimen castrista o neo castrista se desplomará irremisiblemente.  ¡Error garrafal desde el punto de vista político! Es que ninguno de estos cabilderos de las medidas “duras” tienen la más elemental idea sobre la resistencia frente a un régimen totalitario; incluso, ninguno de ellos, tiene ni siquiera una idea aproximada de las realidades cubanas.

Entonces, pregunto de nuevo: ¿Qué se debe hacer? Así, aceptando como cierto lo anotado por la Sra. Aguila que “la voluntad del pueblo existe, pero no tienen los medios y están sofocados por la dictadura”, debemos plantearnos, el qué se debe hacer.

No desconozco que, cuando existe un movimiento de resistencia activo y consolidado en un país sometido a una dictadura despótica, las sanciones económicas unidas a las diplomáticas, pueden jugar un valioso medio auxiliar de apoyo a las demandas de la resistencia, y siempre que estas sean de carácter multinacional y no exclusivamente unilaterales. ¿Qué ocurrió en Venezuela cuando se entrometieron en el desarrollo de la resistencia interna el equipo Bolton- Claver Carone- Pompeo-Trump y su propuesta de “todas las opciones sobre la mesa”? Si el 10 de enero, cuando Juan Guaidó se proclamó Presidente Encargado de Venezuela, fue el “alumbrón” que hizo despertar a la durmiente oposición venezolana, luego de las propuestas de los cuatro jinetes del Apocalipsis, en plan electoralista, se produjo el “apagón” de todo ese movimiento de resistencia. Y pregunto, ¿qué se consiguió con las sanciones económicas a Nicaragua? Daniel Ortega continúa gozando de buena salud; ¡Nada!

Entonces alguno dice que, con esas medidas de carácter económico, que la administración Trump impone sobre la dictadura fascista-comunista, se puede impedir para que la Seguridad del Estado consiga técnicas más sofisticadas para reprimir al pueblo. Esto es falso, con los recursos que la Seguridad del Estado cuenta en este momento, le basta son suficientes para continuar su labor represiva.

Ahora bien, analicemos las conclusiones que plantea la Sra. Aguila de que “la voluntad del pueblo existe, pero no tienen los medios y están sofocados por la dictadura”. Según la Real Academia Española, voluntad significa, en una de sus acepciones: “Intención, ánimo o resolución de hacer algo”. Hoy por hoy, hablando en sentido general, en el pueblo no existe tal voluntad; existe descontento, sí, pero no existe la resolución de “hacer algo”, la conciencia de la necesidad del cambio. El pueblo no tiene los medios para el cambio. Esto es debatible. ¿Que está sofocado por la dictadura? Es cierto, y estará más sofocado por la dictadura si continúan los ya demostrado fracasados planes de asfixiar la economía del régimen. Sesenta años con lo mismo y nada ha cambiado. Ni cuando la caída del bloque soviético el régimen castrista pudo ser socavado. Declararon el Periodo Especial para cargar sobre las espaldas del pueblo todo el sacrificio y las penurias y sobrevivir al embate del desastre económico que representó la pérdida total de los subsidios soviéticos.

¿Medios? Si por ello se entienden los recursos necesarios para generar una revuelta armada, tengo que reconocer que no existen esos medios. El aparato represivo del régimen está preparado para enfrentar tal contingencia. ¿Qué sucedió con el intento de revuelta armada en La Habana y otras provincias, de la conspiración del 30 de agosto de 1962? Fue el concierto de todas las organizaciones anticastristas de aquel momento, Frente Anticomunista de Liberación (FAL), Frente Revolucionario Unido (FRU), Movimiento Montecristi, Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR) y el Movimiento 30 de Noviembre (MR-30-11). El resultado: el G-2 penetró varias de estas organizaciones, detuvo a algunos y lanzó un fuerte operativo en la misma fecha en que se planeaba el levantamiento, culminado con el fusilamiento de más de doscientos implicados en el movimiento. ¿Alzamiento armado? ¿En las serranías del país? ¿Empleando qué armamentos que puedan enfrentar al equipamiento de las FAR? Las fuerzas armadas del régimen poseen un buen entrenamiento en operaciones anti insurreccionales que haría de todo imposible el establecimiento de un frente guerrillero en las zonas rurales y montañosas del país. ¿Qué ocurrió con el movimiento guerrillero anticastrista en el Escambray, con todo el apoyo y los recursos que le ofrecía la CIA?

¿Medios? Sí, existen y variados. Los medios propios de la resistencia civil noviolenta. Pero, lo primero que se requiere es que exista la voluntad política de la oposición/disidencia de emprender un movimiento de resistencia cívica no violenta, incluyente, donde tengan cabida todas las posiciones de derecha, de centro y de izquierda, que animen el propósito de lanzar el reto político al Partido Comunista de Cuba y con activistas capaces de canalizar el descontento popular hacia la acción cívica y la promoción de la conciencia del cambio, de la necesidad de hacer. Segundo, existencia de un liderazgo horizontal decidido a elaborar una estrategia consensuada e inteligente para impulsar la resistencia. Tercero, centrarse en la problemática de la realidad cubana y sin esperar por la ayuda de salvadores extranjeros y actuar sin someterse a las directivas de los grupos del exilio, todos de corte derechista, republicanos y trumpistas. No resulta fácil pero no es del todo imposible, solo se requiere decisión y empeño, sin precipitaciones, pero también sin titubeos.

Cuando el movimiento de resistencia estalle y enfrente a los represores, entonces sí y solo sí será bienvenida el auxilio de la comunidad internacional y las sanciones económicas y diplomáticas multinacionales para aislar y ahogar al régimen de opresión.

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