sábado, 10 de septiembre de 2022

D Frente: un nuevo esfuerzo para seguir esperando

 

Mario J. Viera


Me acabo de enterar de su existencia al leer hoy una crónica de Reinaldo Escobar, en 14 y Medio, Una nueva organización civilista, que, al perecer está llena de buenas intenciones, aunque esto de las buenas intenciones siempre los hay que un poco las satanizan; ¿O es que no han escuchado ese dicho de que, de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno? Pero no, nada de diabólico hay entre sus fundadores, los que conozco son personas íntegras y verticales en su posición democrática.  

D Frente. Su objetico fundamental es alcanzar la refundación de la República, orientados por la idea martiana de construir un país 'con todos y para el bien de todos”. Su línea para la tal refundación es “la inclusión, el pluralismo político, la soberanía de los ciudadanos y las reglas civilizadas de convivencia". ¡Perfecto, quien puede estar en contra! Lo que no me agrada mucho es eso de refundar la república, no es necesario refundarla, porque ya existe, aunque usurpada por oportunistas miserables. Lo que se debe plantear, es decir, rescatar a la República

Consideran los iniciadores de D Frente que, para alcanzar tales propósitos hay que recorrer la siguiente hoja de ruta: “la amnistía para los presos políticos y la despenalización del disenso; el trabajo por el pleno reconocimiento de la soberanía popular y el fin del Partido Comunista como único y fuerza dirigente de la sociedad; la búsqueda de los derechos efectivos de libre expresión, información, prensa, manifestación y reunión, entre otros; la promoción de una nueva ley electoral y la creación de unas condiciones jurídicas, institucionales, cívicas y culturales que favorezcan la convocatoria de un proceso constituyente” Sí esa sería una buena hoja de ruta que debiera trazarse un gobierno de transición, es decir, un gobierno que ya hubiera alcanzado el poder político; porque esa hoja de ruta de ningún modo la seguirá la dictadura’ es más se echará a reír.

Lo más interesante es la propuesta que se le hace al gobierno, para que, de buena gana, como buena gente, realice un plebiscito, "para que el pueblo, en ejercicio de la soberanía popular, decida". Realmente hay que aplaudir la iniciativa de D Frente, una vieja iniciativa que en 1988 el Partido Pro Derechos Humanos impulsó con la recogida de 10 mil firmas, y en 1998, retomó el mal concebido Proyecto Varela. Ya se conoce cual fue la respuesta que la dictadura diera a ambas iniciativas.

Los principio de D Frente son magníficos planteados como la condena a todas las formas de violencia, incluida la del Estado (esto es excelente; la lucha debe ser mediante una firme resistencia cívica noviolenta); la promoción del diálogo pluralista (depende de con quien se promueva el diálogo pluralista, si con el gobierno o si con todas las agrupaciones de la oposición al régimen; porque si es con el gobierno es un total fracaso, se estará esperando hasta las calendas griegas) y la reconciliación nacional (Sí, entre los cubanos, los comunes, los que andan a pie, los que se equivocan y con los que tienen muy claro lo que es la dictadura, pero nunca con los verdugos, ni con los esbirros de la seguridad del estado, ni con los matones de las brigadas de respuesta rápida, ni con los jueces y fiscales arrodillados ante el poder de la dictadura); el compromiso con acciones pacíficas de activismo social y político (Sí, siempre que estén organizados bajo los principios definidos de los métodos de la lucha noviolenta, siguiendo un plan estratégico pragmático de acciones combinadas, con objetivos bien definidos y bien claros y bajo el principio de la unidad opositora y el cumplimiento de una disciplina consciente de lucha noviolenta), de resistencia y negociación (la resistencia no negocia, la resistencia frente a la dictadura exige); el respeto a todas las tendencias políticas, ideológicas, de credo, religión e identidad; el respeto a la soberanía nacional, la no injerencia y el rechazo a las acciones unilaterales contrarias al derecho internacional (Todo esto solo alcanzable durante el proceso de transición política una vez que la resistencia haya alcanzado el poder político).

Pero el abanico de intenciones no se cierra con los enunciados planteados en el párrafo anterior. D Frente reclama, además, “la promoción de una nueva ley electoral” (retorno al Varela). ¿Para qué se necesita una nueva ley electoral bajo un Estado totalitario? ¿Para ser electos a la difusa y genuflexa Asamblea Nacional del Poder Popular? No lo que hay que exigir, si se va a exigir sin un movimiento de resistencia que lo apoye, es la eliminación de eso que nunca será un verdadero Parlamento. Pero ahí no se deja todo, hay algo más impactante, la propuesta de “creación de unas condiciones jurídicas, institucionales, cívicas y culturales que favorezcan la convocatoria de un proceso constituyente”. La pregunta que se me antoja es la siguiente: ¿Cómo piensan los, digamos, líderes de D Frente alcanzar esas supuestas condiciones jurídicas, institucionales, etc. a las que aspiran? ¿Será por razones tácticas que no se especifica el cómo?

Ahora bien, ¿un proceso constituyente? ¿Sobre cuál proyecto de Constitución? ¿Acaso uno que promueva reformas a la Constitución de 2019? Si hubiera necesidad de un proceso constituyente, este, necesaria mente debe ajustarse en una relación de continuidad con el pasado, es decir con una continuidad de la tradición constitucionalista de Cuba, y ese proceso debe ajustarse a la primacía de la Constitución de 1940, cuyo proceso constituyente, estuvo ajustado a esas condiciones jurídicas, institucionales, cívicas y culturales, que reclama D Frente y que además reunió dentro del debate constitucional a todas las corrientes de opinión, filosóficas y políticas del país. No se necesitan nuevas constituciones cuando ya se cuenta con una, la de 1940 que fuera pisoteada por Batista con su golpe de estado, asesinada por Fidel Castro en 1959 y que ahora muchos denominados demócratas convencidos pretenden darle sepultura. Si la Constitución del 40 requiriera reformas, estas deberán se ajustadas a su cláusula de reforma,

Está bien, no es malo que aparezca una nueva organización civilista frente a la intransigencia dictatorial. Eso va creando conciencia, aunque ya la conciencia se ha estado desarrollando en muchos sectores de la población cubana como quedó demostrado el 11 J. Bienvenida sea D Frente, aunque sus propuestas sean un poco como sueños de una noche de verano,

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