miércoles, 30 de agosto de 2017

Katrina, Harvey y otras memorias

Mario J. Viera


Cuando México nos manda gente, no nos mandan a los mejores. Nos mandan gente con un montón de problemas, y ellos nos traen esos problemas. Están trayendo drogas. Están trayendo crimen. Son violadores. Y asumo que algunos son buenas personas”. Así se expresó Donald Trump el 16 de junio de 2015 en su discurso para anunciar su candidatura a las primarias del Partido Republicano y muy recientemente, ya cuando el Huracán Harvey golpeaba a Texas, Trump volvió a referirse a México diciendo: "Con México siendo una de las naciones con más criminalidad en el mundo, tenemos que tener EL MURO. México lo pagará por medio de reembolso/otro". ¿Cuánto hay de verdad en los exabruptos críticos de Trump sobre México?
 
Escuadrón 201 Las Aguilas Aztecas
No voy a tratar de dilucidar si Trump posee pruebas contundentes que justifiquen, su afirmación de que “México manda gente a los Estados Unidos” y lo obvio, aunque lo que dice es que llegan a Estados Unidos muchos, muchísimos mejicanos “con un montón de problemas”, que traen drogas, que traen crimen, que son violadores, aunque quizá algunos no sean tan malos y problemáticos... Sin embargo, hay algo que Donald Trump y muchos en Estados Unidos desconocen, ¡Caramba, no podemos ser tan exigentes para pedir que lo sucedido hace 73 años sea recordado por Trump y por muchos en estados Unidos! Trump ni había nacido en aquel tiempo. Eran tiempos aquellos cuando Estados Unidos combatía en el Pacífico contra el imperio japonés. El 21 de julio de 1944, esa vez sí, México envió, mandó gente a Estados Unidos: un destacamento de 300 voluntarios mejicanos que se habían enrolado en las fuerzas aéreas mexicanas y se disponían a partir hacia Estados Unidos, recibiendo entrenamiento militar durante siete meses en varias bases militares de Estados Unidos. Treinta de aquellos voluntarios fueron finalmente seleccionados para formar una unidad especial aérea, que serviría de apoyo a la fuerza aérea de Estados Unidos en la guerra del Pacífico. El “Escuadrón aéreo 201 - Águilas Aztecas”. Este Escuadrón mejicano bajo el mando del Coronel Antonio Cárdenas Rodríguez, realizaría 1 966 horas de vuelo en misiones de combate, sirviendo en observaciones, bombardeos y ametrallamientos sobre posiciones japonesas en Filipinas y Formosa, poniendo fuera de combate a 30 mil soldados japoneses y destruyendo infraestructura, armas y convoyes de abastecimiento y refuerzo de las fuerzas niponas. Cinco de aquellos pilotos mejicanos (Capitán Pablo Rivas Martínez, Subteniente Guillermo García Ramos, Subteniente Mario López Portillo, Teniente P.A. Héctor Espinoza Galván y Subteniente P.A. Fausto Vega Santander) morirían en acción de combate. Fueron héroes, no trajeron a estas tierras ni drogas, ni crímenes, ninguno de ellos fue violador.

Hay otra fecha que Donald Trump y muchos en Estados Unidos no debieran olvidar, aunque aparentemente lo hacen. Fue el 29 de agosto de 2005, cuando la furia desatada de la naturaleza devastaba Nueva Orleans bajo los efectos del poderosos huracán de magnitud 5 Katrina dejando a su paso un saldo de 1.836 muertos, 705 personas desaparecidas, 151.000 millones de dólares en daños y 1 millón de casas dañadas... La ciudad sumergida bajo olas de 6 metros y el desplome de los sistemas de diques que resguardan a la ciudad. Grande era la desesperación de los damnificados que vagaban sin encontrar sitio de resguardo seguro. Había hambre y había contaminación en las turbias aguas... Llegaba la ayuda, llegaba tardía, pero se abría como esperanza... En todo aquel panorama de angustia dolor y espanto México abrió su corazón solidario... El 30 de agosto de 2005, el presidente de los Estados Unidos de México Vicente Fox envió sus condolencias al presidente George W. Bush, mediante una declaración abierta donde expresaba:

"En nombre del pueblo y el gobierno de México, le expreso mis más profundas y sinceras condolencias por los devastadores efectos del huracán Katrina [...] México y los Estados Unidos son países vecinos y amigos y en momentos difíciles, los buenos amigos siempre están presentes. Haremos todo lo que está en nuestras manos para ayudar en esta situación tan desafortunada [...] Cuenten con todo nuestro apoyo..."

Si, como asegurara recientemente en un artículo que firmara para el Washington Post el ex diplomático Stephen Kelly, “Nunca se sabe cuándo vamos a necesitar un vecino amigable y una comida caliente”. Fue entonces que México envió a su gente y la envió con generosa ayuda. Y como nos informa el periódico La Prensa Gráfica, un convoy militar de 45 vehículos (con aproximadamente dos centenares de militares, médicos y otros trabajadores sanitarios) entró en Texas proveniente de México cuando en la costa estaba ya el buque militar mexicano "Papaloapan" con siete vehículos anfibios, ocho unidades todoterreno, una ambulancia y dos helicópteros de salvamento. Además, México donaría 1 millón de dólares a través de la Cruz Roja Mexicana y una ayuda humanitaria de más de 200 toneladas de comida que fueron llevadas en 5 aviones de la Fuerza Aérea Mexicana. De acuerdo con La Prensa Gráfica, tras una operación de tres semanas, los equipos mexicanos habían servido 170,000 comidas, habían ayudado a distribuir 184,000 toneladas de ayuda y llevado a cabo medio millar de consultas médicas. Los marinos mexicanos también ayudaron a limpiar de ramas y escombros de la localidad costera de Biloxi, en Mississippi. El Departamento de Estado reconocería la gran ayuda prestada por México: “Apreciamos mucho que el pueblo y el gobierno mexicano vinieran a la ayuda de aquellos que más lo necesitan”.

El 23% de la población hispana en Nueva Orleans era de origen mexicano y esa gente que “nos envía México” se entró con entusiasmo a las labores de rescate y de reconstrucción de la ciudad; la mitad de ellos, según un estudio realizado, “estaban en situación irregular” es decir indocumentados.


Ahora el huracán Harvey ha golpeado dramáticamente a Texas y de nuevo México se ofrece para mandar a su gente, no a llevar drogas, no a cometer crímenes, no a hacer violaciones, sino a llevar ayuda a los que han perdido todo en Corpus Christi y Houston: “"Hemos ofrecido al Gobierno estadounidense toda la ayuda y colaboración que puedan brindar las distintas dependencias gubernamentales mexicanas para atender los impactos de este desastre natural, como deben hacerlo siempre los buenos vecinos en momentos de dificultad", declaró la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. 

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