sábado, 19 de septiembre de 2020

Bolivia en la encrucijada

 

Mario J. Viera

 


Carlos Mesa, candidato por Comunidad Ciudadana (CC), podría ser la opción democrática frente a la candidatura de Luis Arce del ahora opositor MAS. Mesa cuenta con un 26,2% de intención de voto frente al que disfruta el candidato de Evo Morales con un 40,3%. La renuncia de Jeanine Añez a su candidatura presidencial por la coalición Juntos puede aportar apoyos a las candidaturas de Carlos Mesa y de Luis Fernando Camacho del cristero Creemos; lo cual no sería suficiente para que ambos candidatos superen el apoyo de intención de voto con que cuenta Arce.

 

El gobierno cristero de la Añez, no logró cristalizar una verdadera democracia para Bolivia, su actuación frente a la crisis del covid-19 ha sido desastrosa, llegando hasta alcanzar una cifra por encima de los 130.000 contagios, además de los grandes escándalos que, como expresa El Mundo, han jalonado la labor de su gobierno.  Tal como plantea Rubén Atahuichi del diario boliviano La Razón, las frustradas elecciones de octubre del 2019, que provocaron la renuncia y exilio de Evo Morales, pusieron al descubierto las graves deficiencias del sistema democrático de Bolivia, “que ha sucumbido dócilmente — con la venia del sistema político contrario al oficialismo de entonces— a la injerencia de la Organización de Estados Americanos (OEA), a la soberbia de Evo Morales, que hizo todo lo posible para prolongarse, y a la farsa de la ‘recuperación de la democracia’ del gobierno transitorio de Jeanine Áñez, sin abstraernos de cierto periodismo de doble rasero, como de políticos, que ignoró las graves violaciones a los derechos humanos en la crisis de octubre y noviembre”.

 

Ahora Juntos está pidiendo la “bajada” de los candidatos que no tienen opción asegurada para llegar a una segunda vuelta, uno de ellos, por supuesto no es Carlos Mesa, sino Luis Fernando Camacho, el denominado Bolsonaro de Bolivia. Si los votos probables conque los que contaba la mandataria (10,6%) se sumaran a la candidatura de Mesa, más los (14,4%) de Camacho, si este renunciara a sus aspiraciones, Mesa acumularía una intención de voto favorable de alrededor del50% de la intención del voto, lo que le garantizaría poder alcanzar la victoria en la primera vuelta (superar el 50% de los votos, o conseguir más del 40% con diez puntos de ventaja sobre el segundo) o participar en una segunda vuelta electoral frente a Luis Arce, por el MAS. No obstante Camacho se mantiene firme y no pretende apartarse de la campaña electoral.

 

Cuando se produjo el atípico golpe de estado cristero en contra del presidente cocalero Evo Morales, expuse que con una Biblia bajo el sabaco no se hace política y señalé que, entonces, el periodismo boliviano vivía una luna de miel con el gobierno de Jeanine Añez, aunque dudando que esa luna de miel sería permanente.

 

El hecho real y cierto es que Jeanine Añez y el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, han hecho todo lo posible que tuvieron a su alcance para asegura el retorno de Evo Morales a Bolivia. ¡Ojos cubanos! No podemos descartar la experiencia boliviana.

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