domingo, 30 de diciembre de 2012

Como el ave Fénix


La única manera de saber dónde estamos parados es que el mito sea develado por la verdad de un informe médico sobre  el estado de la salud del  Presidente Chávez, eso de alguna manera es una necesidad que tenemos por diferentes razones la totalidad de los venezolanos que no nos hemos convertido en un mero apéndice de Cuba.

EDITORIAL. Analítica.com/Caracas

El mito del Ave Fénix es la base de muchas religiones que generan esperanzas en los mortales con la eventual resurrección del alma.  En nuestro país, dominado por la desinformación intencional generada por los servicios de inteligencia cubanos, se requiere crear el “Mito Chávez” con su eventual recuperación de una enfermedad mortal. A Chávez lo han pretendido convertir en una mezcla del Cid Campeador con el súper hombre de Nietzsche y el Ave Fénix.

Como no es inmortal hay que generar en la conciencia de la gente su presunta capacidad de poder superar cualquier obstáculo terrenal y así confirmar su carácter de hombre providencial e invencible.

Los cubanos que, ciertamente son competentes en manipular a su antojo la desinformación, han creado en nuestro país un verdadero estado de pánico y confusión con el manejo de la enfermedad de Chávez. Todo ello con la intención de mover sus cartas para seguir mandando en esta nueva rica provincia de Cuba.

Nos preguntamos ¿es que acaso el pueblo de Bolívar va a seguir comiéndose esa historia y permitir  que el destino de nuestra nación lo maneje, desde La Habana, una gerontocracia fracasada y despótica.? ¿No hay sangre en las venas de los venezolanos para sacudirse el yugo de la ocupación foránea ¿Es que acaso el país que surgió después de la guerra de independencia se va a convertir en una nueva colonia del comunismo cubano?

La única manera de saber dónde estamos parados es que el mito sea develado por la verdad de un informe médico sobre  el estado de la salud del  Presidente Chávez, eso de alguna manera es una necesidad que tenemos por diferentes razones la totalidad de los venezolanos que no nos hemos convertido en un mero apéndice de Cuba.

Tengamos dignidad y coraje y no sigamos permitiendo que los Castros sigan jugando, para su propio beneficio, con nuestro futuro.

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