Anti
Trump
Mario J. Viera
Existe
una vinculación tan estrecha entre el teutón Donald Trump (electo legítimamente
para el cargo que ostenta) y el filonazi Elon Musk (nombrado de dedo y sin el
aval del Senado para el alto cargo que ocupa dentro del Ejecutivo), que no
permite distinguir definidamente quien de los dos realmente toma las
principales decisiones gubernamentales y cuál de ellos es el encargado de
ejecutarlas. Ambos son figuras representativas de la plutarquía nacional,
y piensan dentro de los marcos macroeconómicos de beneficios o pérdidas. Ambos
son inversionistas para la compra de activos desvalorizados. Trump nada conoce
de política, ve al presidente de la Nación como si fuera el CEO de una gran
corporación financiera, el Estado en este caso.
Viéndose
a sí mismo como presidente de un consorcio financiero, pasa por alto cualquier
consideración de la Junta de accionistas de la empresa y comienza a dictar
órdenes ejecutivas sin previo debate dentro del Congreso.
Musk
por su parte es un agresivo inversionista capaz de colocar una gran suma de
dinero en una empresa que en su criterio pueda producirle a futuro importantes
réditos; es capaz de aportar 200 millones de dólares para endosar una campaña
política que le pudiera sacar partido al final. No se trata de un aporte por
simpatías políticas, sino de una inversión de la cual esperar suculentos
beneficios
Se
ufana el teutón de que durante el primer periodo de su presidencia no se
ejecutaron guerras, al menos ninguna como la guerra de agresión que lanzara
Putin contra Ucrania; sin embargo, y dentro de sus concepciones mercantilistas
es capaz de iniciar una mundial guerra económica desatada en contra de los
principales aliados del mismo Estados Unidos. Los efectos negativos de esa
guerra mundial trumpiana no tardarán mucho para su aparición.
La
otra cara de la misma moneda es la de Elon Musk. Tan narcisista como el teutón
ha creado una institución que en mucho se parece al de una Secretaría, para
desde adentro erosionar al Estado bajo el pretexto de darle solvencia al Estado
y hacer disminuir la burocracia estatal, Entre sus propuestas ha estado la
eliminación de la Agencia para la Asistencia para el Desarrollo Internacional (USAID
por sus siglas en inglés) y mucho más, como la propuesta que adelantó de hacer
recortes de hasta 700 000 millones de dólares a los programas federales como
las pensiones y el Medicaid, valiéndose para ello de una estúpida teoría de
conspiración suya propia; o como aquella de que Estados Unidos se separe de la OTAN
y hasta de las Naciones Unidas, lo que pudiera verse como un interés supremo de
colocar a los Estados Unidos en desventaja con sus principales enemigos, Rusia
y Corea del Norte.
La
pareja bien coludida son una amenaza cierta para los valores estadounidenses y
en primer lugar, una amenaza al sistema democrático que la Constitución ha
construido. Hay que estar alertas, el peligro es eminente. Hay que resistir
frente a estos guardianes del caos político que son Trump y Musk, El resto de
los miembros del gabinete, son solo marionetas de esta pareja,
Del
texto de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos se desprende el principio
fundamental del derecho del pueblo a enfrentar a todo gobierno que no respete
aquellos, principios y derechos, sobre los cuales se ha fundado la Nación y
pretenda establecer, sobre todo el pueblo, un régimen autocrático con tendencia
al desprecio de los valores democráticos de toda la Nación, Ante cualquier
atisbo de desprecio a la Constitución y de cesáreas ambiciones en líderes de
solo un momento, la Resistencia, no solo es legítima, sino también un deber de
todos los ciudadanos y habitantes de un país.
No se
trata de ningún modo iniciar una guerra civil para convulsionar al país, se
trata de iniciar una labor de observación, de análisis y de conformación de
ideas, para clarificar cuales son los objetivos que busca alcanzar el régimen
Trump – Musk. Se trata de estar alertas y de organizarse para poder organizar
un movimiento popular y democrático de resistencia no violenta ante cualquier
tendencia gubernamental hacia la dictadura y hacia el poder absoluto de un
único sector de la sociedad en desmedro de todos los demás sectores sociales o
del acercamiento hacia aquellos poderes enemigos de Estados Unidos con
desprecio de los que siempre han sido nuestros aliados, Unión Europea, Gran
Bretaña y Canadá.
Ha
llegado la hora, en Estados Unidos, de poner en práctica las técnicas y los modelos
de lucha política cívica pragmática y noviolenta contenidos dentro de las tesis
de Gene Sharp.