Mario J. Viera
Concluyó el primer debate presidencial
entre el republicano Mitt Romney y el demócrata y actual presidente de los
Estados Unidos, Barack Obama con una indiscutible victoria del aspirante por el
Partido Republicano. Al presidente le faltó impulso, le faltó la agresividad de
la que hizo gala Romney.
Todo el tiempo Obama estuvo a la
defensiva. Se notaba embarazado, a veces titubeante. Perdió la oportunidad de
pasar a la ofensiva para detener toda la demagógica retórica de Romney. Es un
axioma que para los debates por la presidencia los aspirantes deben acogerse a
la regla del 20/80, es decir, 20 por ciento a la defensa y 80 por ciento al
ataque.
Obama tenía muchos elementos para
apabullar a su contrincante, haberle cortado el paso atacando sus puntos
débiles y poniendo en evidencia su carácter de veleta que cambia de posición según
el momento; pudo argumentar contra el oponente lanzándole el jab del 47 por
ciento que empleó Romney para descalificar a casi la mitad de la ciudadanía de
Estados Unidos, pero le faltó decisión; no pudo demostrar su liderazgo. Esto mismo
lo considera AP al señalar que “algunos estrategas demócratas, que no
participan en la campaña, reconocieron que el presidente no estuvo en su mejor
momento y desaprovechó oportunidades para imponerse a su adversario”. Según AP,
Romney había ganado por puntos.
Ciertamente la ventaja obtenida por el
candidato republicano no fue demoledora pero la posición a la defensiva
mostrada por Obama podría mover a los indeciso a favor de Mitt Romney, algo que
Obama no debió permitir.
Falta un nuevo encuentro. Dicho en
términos deportivos, el próximo debate puede ser la revancha del presidente
para lograr, si no un KO técnico, al menos vencer por puntos a su contendiente.
El próximo debate puede significar la relección del presidente o el final de la
era Obama. Obama tendrá que ser más agresivo, en momentos en que las encuestas
muestran que hay pocas diferencias entre ambos candidatos en las intenciones
del voto. La mejor defensa de un ejército en campaña es el ataque.
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