Thays Peñalver. EL UNIVERSAL
Limpiamente
ganó la oposición. Así de simple, bajo amenaza de desconocimiento, guerra
civil, despidos a los empleados, listados de entrega de casas y toda suerte de
triquiñuelas y fraudes jurídicos para podarnos, luego de ametrallarnos, caernos
a cuchilladas, sobornos y toda clase de incontables atrocidades, no queda duda
de que la gran ganadora fue la oposición democrática.
Por primera
vez en la historia el Partido Socialista Unido de Venezuela perdió ante la
oposición. Pasamos de los 6,6 millones de votantes, más los cientos de miles en
el extranjero y ya nadie nos baja. 6,6 millones de votos se dicen fácil, pero
representan nada menos que a 13,5 millones de venezolanos que ya no creen en
Hugo Chávez. El apabullante 85% de la clase media, importante sostén y
fortaleza indetenible de toda nación desarrollada, es opositora, se acabaron
los ninies en la clase media, pocos afectos tiene el presidente Chávez en las
filas de la A a la C.
Pero más allá
de eso ocurrió lo impensable, un tercio del 23 de Enero o de La Dolorita se le
fueron al otrora invencible adalid de los pobres, un 46% de los barrios en
Altagracia y perdió en Petare, un 40% de los barrios de La Vega, un 36% de
Caucagüita. Y ¿qué hablar de los barrios pobres del Zulia? El 42% de la mayoría
de los pobres se le volteó al pitcher de Sabaneta en clara demostración de que
le cayeron a cobas con las cifras de la pobreza. Millones de pobres se le
fueron diciéndole que "los 500 mil millones de dólares invertidos"
(supuestamente en ellos) jamás les llegaron, así es que celebremos el despertar
de una nueva Venezuela en la que esos millones de pobres le dijeron a la
revolución ¡Basta ya!
Y ¿qué pasó en
el 23 de Enero? ¿Por qué después de aumentar en 20 mil votantes, Chávez no
creció ni un voto y la oposición aumentó un 53%? Pues resulta que en el gran
bastión de dignidad del chavismo, el gran líder supremo se pasmó igual que
buena parte de los barrios pobres de Zulia, Anzoátegui, Lara y Carabobo. El 33%
de los pobres venezolanos y el 85% de la clase media le dijo al presidente que
no, en el mayor campanazo histórico que ha recibido su propuesta. El 30% de los
pobres en Venezuela creyeron que la propuesta de Capriles es mejor para nuestro
país. Tremendo toque de diana para la revolución luego del mayor despilfarro de
recursos en la historia republicana.
¿Qué ganó Hugo
Chávez? Sí, lo reconozco. Pero le pongo un asterisco a su triunfo como se hace
hoy en los deportes "Sí, ganó. Pero con esteroides". Nos queda el mal
sabor de una campaña abusiva y destructiva. El saldo del ataque jurídico a los
partidos opositores restó nada menos que 149.261 votos opositores, el descarado
robo del apoyo de los símbolos de la izquierda que apoyaban a la oposición tuvo
como saldo 375.578 votos opositores menos, la campaña de supuestos maletinazos
y del retiro de apoyos de última hora tuvo como saldo negativo nada menos que
129.644 votos perdidos para la oposición, y todo eso sin contar a los miles de
votantes del exterior que no pudieron ejercer su derecho así como la intensa
campaña, ilegal a todas luces contra Primero Justicia que les causó nada menos
que 25 mil votos menos en Miranda. Así que ganó, lo hizo, es indiscutible que
ganó y se lo reconocemos todos los demócratas, ¿pero cuál hubiera sido la
verdadera diferencia en una campaña limpia?, sin amenazas de guerra civil, desconocimiento
de los resultados por parte de militares activos, amenazas de despidos a los
empleados, mentiras descaradas, abusos sistemáticos y masivos, hegemonía
comunicacional, ataques armados, asesinatos impunes y para usted de contar
¿Quién creen que hubiera ganado limpiamente?
Así es que
arriba esa moral, porque Venezuela amaneció completamente distinta el 8 de
octubre y los escenarios son extraordinarios. Los ninies desaparecieron, la
clase media masivamente es opositora y un tercio de los pobres mandaron pa`l
carrizo los 14 años de mentiras. La oposición dio mega ejemplo de civismo, de
actitud democrática incluso ante la barbarie de un régimen sin el menor
escrúpulo, todas las mentiras inventadas cayeron por su propio peso. El
oficialismo llega a su tercer período mermado, enfermo y separado en varias
facciones y la cosa no pinta bien para ellos de cara al próximo año. Por
primera vez en la historia la oposición ganó en dos regiones Táchira y Mérida,
ocurrió un empate técnico en Nueva Esparta, Miranda, Lara y Anzoátegui y está
apenas a cinco puntos de ventaja en otros dos estados. El PSUV perdió contra la
Unidad en Dtto. Capital, en Amazonas, Anzoátegui, Bolívar, Carabobo, Lara,
Nueva Esparta y Zulia. Ahora bien, si se diseña una buena estrategia, con toda
seguridad 9 estados pasarán a manos de la oposición y se pueden ganar con
esfuerzo 14. El panorama para el chavismo es incierto de cara a diciembre
porque Chávez ya no está en el juego y la desunión impera en sus filas. Echemos
señoras y señores el resto y terminemos por romperle democráticamente y con
votos la columna vertebral de apoyo a un gobierno que pronto entenderá que
cometió el mayor error histórico y que se desinflará en nuestras narices en los
próximos meses. Lo que viene, sin duda alguna, es muy bueno.
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