miércoles, 15 de noviembre de 2023

Y LA PIEDRA SE VOLVIO CONTRA DAVID

 

Mario J. Viera

 


Y cuando el poderoso filisteo se encaminó para encontrarse con David, éste rápidamente se colocó en línea de combate frente al filisteo, metió su mano en el morral y, sacando una piedra, la colocó en su honda y la arrojó con fuerza al filisteo. La piedra se incrustó en la frente de Goliat, y éste cayó con la cara al suelo.

(1 Samuel 17: 48 y 49)

Así narra la Biblia la fábula de aquel jovencito israelí de nombre David que liquidó a aquel gigante palestino, digo, filisteo, de nombre Hamás, rectifico, Goliat, implacable enemigo de Israel, quien, con lanza y escudo, retaba a todo Israel. Con solo una honda y una piedra David mató a Goliat. Hoy la historia se repite, pero con la diferencia de que el actual David (Benjamin Netanyahu) en lugar de una honda y una piedra cuenta con un poderoso ejército que lo apoya, y más lanzas (misiles) que aquellas que les arroja el nuevo Goliat al cual pretende, con todo derecho, destruir y liquidar para siempre, aunque, hasta ahora, las piedras del nuevo David solo están haciendo efecto sobre una población desarmada, y esa piedra que mató a Goliat se ha vuelto contra el mismo David.

Existen otras diferencias, hoy el gigante no es Golat, es David, y la fuerza del Golat bíblico la había recibido de sí mismo. El Goliat de ahora había nacido débil y fue el mismo David, el de ahora, quien le ayudó a desarrollar tal fuerza que fue capaz de atacar al muy poderoso David.

Dejaré ahora toda la retórica literaria que utilicé en los párrafos precedentes, que pudiera servir de introducción, pero nunca pueda ser precisa en el contexto actual del diferendo israelí-palestino.

El pasado 7 de octubre, Hamás, la organización islamista, considerado por Estados Unidos y la Unión Europea como organización terrorista y controla el gobierno de facto de la Franja de Gaza. lanzó un poderoso ataque que tomó por sorpresa a Israel, arrojando miles de misiles, posiblemente suministrados por Irán sobre territorio israelí y una invasión por tierra de centenares de milicianos que se saldó con el asesinato de mil doscientos ciudadanos israelíes, hombres, mujeres, niños y ancianos aplicando contra esa población civil los métodos más crueles de asesinatos. Un acto tan brutal y tan estúpidamente concebido que hacía que rodo intento para alcanzar la paz quedara hecho añicos y presentar a todos los palestinos como contrarios a toda solución de paz entre Israel y los palestinos y hasta que se esfumara la solución de los dos Estados.

Hoy, después de tan alevoso y brutal ataque de Hamás y de la furiosa respuesta militar de Israel, tendremos que hacernos una pregunta: ¿Realmente “la idea de los dos Estados es una bonita fantasía del pasado”, como así lo ha considerado para BBC Mundo la investigadora asociada de Chatham House, Elham Fakhro?  

Hay que precisar algunos conceptos: NO TODOS LO ISRAELIES SON JUDIOS. NO TODOS LOS JUDIOS SON SIONISTAS, NI TODOS SON ULTRAORTODOXOS. MUCHOS ISRAELIES SON PARTIDARIOS DE LA SOLUCION DE DOS ESTADOS Y, AL IGUAL MUCHOS JUDIOS DE ISRAEL TAMBIEN SON PARTIDARIOS DE ESA MISMA SOLUCION.

Algo más que precisar: LA CONDENA AL ISRAEL DE BENJAMIN NETANYAHU NO QUIERE DECIR ANTISEMITISMO. (el término “semita”, de manera impropia, ha sido identificado como una “raza” o etnia, y, en especial para referirse exclusivamente a los judíos de nacionalidad, pues el adjetivo semita es solo un término lingüístico para identificar a los pueblos que hablan un idioma que tienen un mismo origen o semejanza, como el hebreo, y el árabe. Los palestinos son también semitas)

¿Acaso se puede considerar como “antisemita” a la anciana de 87 años, Marione Ingram, quien durante un acto da apoyo a la congresista estadounidense Rashida Tlaib censurada en la Cámara de Representantes por sus declaraciones críticas a los bombardeos indiscriminados sobre la Franja de Gaza, expresó su opinión:

Soy judía, mi madre era judía y mi familia judía fue asesinada en 1941. Los judíos de Hamburgo fueron enviados a Minsk, Bielorrusia. Al llegar allí, los desnudaron y luego los fusilaron y los arrojaron a una fosa común. Dos miembros de la Gestapo fueron al apartamento de mi madre y se llevaron a mi abuela la noche antes de que yo cumpliera seis años. El Gobierno de Netanyahu y las políticas que Israel ha implementado durante décadas han fomentado la opresión y miseria del pueblo palestino, así como la apropiación de sus tierras. (…) Fui hija de la guerra. He experimentado todas estas cosas. También sé con certeza que lo que está haciendo Israel no detendrá este conflicto. Solo lo exacerbará”.

Por otra parte, hay que entender que, en Israel, no todos los judíos tienen el mismo origen étnico; pues entre ellos están los sefardíes, originarios de la península ibérica hasta su expulsión por los Reyes Católicos; los asquenazíes, originarios de los judíos que se asentaron en Europa Central y Oriental; y los mizrajíes, procedentes del Oriente Próximo, como Siria, Irak, Irán y Arabia.  

¿Cuáles son los propósitos del Trump de Israel, de Netanyahu? Extender Israel sobre todo el territorio de la que fue la antigua Palestina; es su mesianismo, el sueño del caudillo “liberador” que expulsará a todos les extranjeros de la tierra de Israel, el sueño del Mashíaj que acabaría con todos los opresores extranjeros.

En este propósito, Netanyahu ha hecho todo lo posible para que la solución política sea precisamente solo un sueño inalcanzable. Primero, quitó todo respaldo a la Autoridad Palestina de Fatah, organización laica que, desde los Acuerdos I y II de Oslo aspiraba a la independencia palestina por medios pacíficos y totalmente opuesta a Hamás; pero Netanyahu que ni quiere oír hablar de dos Estados, dirigió una política que fortaleciera a Hamás en contra de la OLP y de la Autoridad Palestina. Le interesaba que se identificara a todos los palestinos más como terrorista que como un pueblo pacífico. Así lo dejó en claro en 2019, según lo reportó el periódico hebreo Haaretz: "Cualquiera que quiera frustrar el establecimiento de un Estado palestino tiene que apoyar el refuerzo de Hamás y la transferencia de dinero a Hamás. Esto es parte de nuestra estrategia". Es tal como apunta el medio periodístico The Times of Israel Benjamin Netanyahu, durante los diferentes gobiernos que ha liderado se enfocó en dividir “el poder entre la Franja de Gaza y Cisjordania, poniendo de rodillas al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, mientras realizaban movimientos que apuntalaban al grupo terrorista Hamas”.  Su propósito, según resaltó este medio, “era evitar que Abbas — o cualquier otra persona en el gobierno de la Autoridad Palestina en Cisjordania — avanzara hacia el establecimiento de un Estado palestino”.

Entre los movimientos que Netanyahu hacía a favor de Hamás dirigidos a debilitar a la Autoridad Palestina estaba su propósito de reducir la ayuda extranjera a la Autoridad Palestina, en tanto facilitaba la entrada de recursos de Qatar y de otras fuentes para Hamás.

Todo esto pasando por encima del Memorándum de Wye River, firmado por el propio Netanyahu junto con Yasser Arafat en Maryland entre el 15 al 23 de octubre de 1998 y cuyo objeto era reanudar la aplicación del Acuerdo Provisional de Oslo II de 1995 sobre la Ribera Occidental y la Franja de Gaza.

En su torpeza política hacia los palestinos, Netanyahu alimentó al Goliat palestino de Hamás propiciándole el poder de ataque del 7 de octubre. Quien ese día contaba con la honda no fue David, sino Goliat, arrojando miles de misiles en lugar de una simple piedra.

Si Israel, durante su campaña sobre Gaza ha cometido crímenes de guerra, también Hamás los ha cometido, no solo con su mortífero ataque contra Israel, sino también contra el mismo pueblo al que dicen representar toda vez que provocaron la furia israelí, sino también, empleando a los gazatíes como escudo humano. Si las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacan en Gaza al hospital Al Shifa, también las milicias de Hamás agreden a las FDI parapetadas en el mismo hospital; y buscar refugio en el hospital infantil Rantisi poniendo en peligro a todo el personal sanitario de ambos centros de salud y a los pacientes en ellos recluidos.

Durante los sucesivos gobiernos de Netanyahu se han producido innumerables violaciones de los derechos humanos de los palestinos que pueden considerarse como delitos de apartheid como lo denunció Amnistía Internacional en un reporte del 2022:

“Actos crueles e inhumanos como la confiscación masiva de tierras y propiedades, los homicidios ilegítimos, las lesiones graves, los traslados forzosos, las restricciones arbitrarias de la libertad de circulación y la denegación de la nacionalidad, entre otros, hacían a las autoridades israelíes responsables del crimen de lesa humanidad de apartheid, que es competencia de la Corte Penal Internacional”.

Bajo el autocrático gobierno de Netanyahu, con su partido de extrema derecha, el Likud, sus aliados ultraortodoxos del Shass (Asociación Internacional de los Sefardíes Observantes de la Torá), el Judaísmo Unificado de la Torá (coalición integrada por los partidos ortodoxos askenazíes Agudat Israel y Déguel HaTorá); la alianza del Sionismo Religioso, Fuerza Judía y el partido ultraortodoxo, de extrema derecha y homófobo, Noam, la democracia en Israel amenaza con degradarse.

Netanyahu no es el David emancipador de Israel ni mucho menos el Mashíaj esperado que reestablecerá el mítico reino de David  

El desprecio hacia los palestinos por parte de funcionarios del régimen de Netanyahu alcanza niveles increíbles, tal como sentenció recientemente el exembajador de Israel ante la ONU Dan Gillerman sin hacer distinción alguna entre palestinos y miembros de Hamás: "Estoy muy desconcertado por la preocupación constante que el mundo muestra por el pueblo palestino y que de hecho muestra por ESTOS ANIMALES HORRIBLES E INHUMANOS que han cometido las peores atrocidades que este siglo ha visto",    

viernes, 10 de noviembre de 2023

EL EQUILIBRIO INESTABLE DEL LIDERAZGO DE ESTADOS UNIDOS EN EL CERCANO ORIENTE

 

Mario J. Viera

 


Al igual que en la Física, en los liderazgos existe también ese fenómeno del equilibrio inestable, ese que se produce cuando un cuerpo cualquiera al ser movido por una determinada fuerza no vuelve a su posición original. En esta situación se encuentra, tanto la diplomacia estadounidense como su liderazgo internacional en medio de la guerra de Israel, que dejó de ser contra Hamás para ser una contra la Franja de Gaza.

Dura labor la que ahora tiene que ejecutar el Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken en su empeño de mantener la estabilidad política en el Oriente Próximo., sobre todo cuando reclama insistentemente que Israel “tiene derecho a la autodefensa”, exigencia esta que, dependiendo del momento y oportunidad puede ser una expresión correcta y justa o puede ser, simplemente una falacia si se oculta alguna determinada condición. 

Cuando el pasado 7 de octubre, Hamás lanzó, en medio del Sabbat judío y de la festividad del Simjat Torah, un sorpresivo ataque de miles de misiles ─ se calculan hasta 4 mil ─ contra Israel alcanzando a Tel Aviv y Jerusalén, lugares bien distantes de Gaza, el acto solo puede considerarse como acto de agresión; y más si, al mismo tiempo, cuando centenares de efectivos de los cuerpos de milicia de las Brigadas Izzeldín al Qassam, brazo armado de Hamás, penetran en los poblados de Sederot y Ofakim y a los alrededores de Ascalón. En la acción, atacan varios kibutz (comunidades cooperativas agrícolas), asesinando a civiles, ancianos, mujeres y hasta niños. En total, asesinan, dentro del territorio de Israel, a más de 1 400 israelíes en sus domicilios, durante el festival de música electrónica Supernova situado en el desierto de Negev a 10 km de la frontera donde asesinan a unos 270 participantes del festival, entre los cuales se contaban muchos turistas extranjeros. La intrusión de las milicias de al Qassam se produjo por tierra, aire y mar al sur de Israel. Luego se produjo la respuesta israelí. Aplastan a las brigadas terroristas y sus restos huyen hacia la Franja de Gaza, llevando consigo a unos 300 cautivos. Era el derecho de Israel de auto defensa. Como también habría sido su derecho de auto defensa si penetraba con todas sus fuerzas dentro del enclave de gaza para batir en el terreno a las brigadas Al Qassam y liquidar para siempre a Hamás.

Israel impuso un bloqueo total a Gaza para privar a la Franja de suministros eléctricos y combustible, pero también el agua y hasta los alimentos y asistencia médica. Sí, tal vez como medida preventiva, circunstancial, esta decisión estaría enmarcada en el derecho de autodefensa, aunque también puede ser considerada como violación de leyes del Derecho Internacional Humanitario.

Israel había sido agredido este 7 de octubre, como ya antes había sido agredido por una coalición de estados árabes, el mismo día cuando David Ben-Gurión proclamara su independencia. Israel tuvo que enfrentar firmemente la agresión, pues se trataba de su supervivencia, como también tuvo que repeler el ataque conjugado de Egipto, Siria, Jordania, y Líbano en 1967, en la que fue denominada “Guerra de los 6 días” por el tiempo que necesitó Israel para vencer a sus enemigos. Al concluir aquella guerra Israel había extendido sus fronteras en la península del Sinaí, Gaza, los Altos del Golán en Siria, y la Rivera Occidental (Cisjordania). Mantener la ocupación de los Altos del Golán constituye un acto de seguridad nacional para Israel. El 6 de octubre de 1973, un nuevo intento de Egipto y Siria para recuperar los territorios que Israel había conquistado al finalizar la guerra de los seis días, lanzando un ataque sorpresivo contra Israel durante la celebración de la fiesta sagrada de los judíos, el Yom Kipur. Esta guerra a la que Israel se vio obligado, terminó con una aplastante victoria israelí, tras un acuerdo de alto el fuego, y con el emplazamiento de una misión de cascos azules de la ONU en la región. En todas estas guerras Israel tenía todo el derecho a la auto defensa.

No caben dudas, muchos analistas así lo consideran, el golpe dado por Hamás, de tan poderoso que resultó, debió haberse preparando con muchos meses de antelación, entrenando a sus fuerzas, acumulando proyectiles, armamentos y misiles y acopiando mucha información de inteligencia; coordinando esfuerzos con las guerrillas libanesas de Hezbollah (El Partido de Alá) y principalmente con Irán. Todo estaba bien coordinado, hasta el momento propicio para dar el golpr, cuando gran parte de las fuerzas israelíes se concentraban en la Cisjordania ocupada dando apoyo a los asentamientos de colonos judíos; cuando al interior de Israel crecían los descontentos contra el gobierno de Netanyahu y muy especialmente cuando estaban en camino conversaciones de acercamiento diplomáticas de Arabia Saudita con el Estado de Israel, que impulsaban Estados Unidos. Hasta incluso, Hamás debe haber considerado cual sería la reacción israelí y del gobierno ultranacionalista y xenófobo del Likud ante la acción que intentaría ejecutar el día 7 de octubre.

Hamás ya tenía la experiencia de las cuatro guerras anteriores en las que se había enfrentado a Israel. Esas cuatro guerras habían dejado, en suma total, un saldo de 3 500 palestinos muertos y solo 90 israelíes muertos. El 27 de diciembre 2008 (primera guerra de Gaza) Israel había lanzado su ofensiva “Plomo fundido” con un poderoso bombardeo sobre Gaza. La ONU calificó a ambos contendientes de cometer “crímenes de guerra”; a la semana de su inicio, como ha sido reportado, se produjeron las muertes de 1300 palestinos, entre ellos 417 niños, y 5.300 heridos, mientras que del lado israelí los muertos fueron 13, incluidos seis militares, y cientos los heridos.  En enero, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó una resolución por la cual instaba a un alto el fuego que fue rechazada tanto por Israel como por Hamás. Finalmente, Israel, sometido a una alta presión internacional declaró un alto el fuego unilateral el el 18 de enero de 2009 y retiró sus fuerzas del enclave.  Esto era pues el objetivo político que Hamás pretendía alcanzar: Provocar a Israel para que lanzara una nueva ofensiva Plomo Fundido aún con mayor violencia que la del 2008 que segara la vida de cientos de civiles en Gaza, en tanto que se sentía seguro dentro de sus búnkeres subterráneos bajo el subsuelo de la ciudad. La opinión internacional se estremecería y condenaría a Israel, a los judíos, a todo los israelíes como ejecutores de crímenes de guerra; y esto precisamente es lo que está haciendo Israel, haciendo lo que su enemigo desea que haga.

En Francia, en Chile y en muchos otros países incluido Estados Unidos se realizan multitudinarias manifestaciones que se elevan para condenar a Israel, pero sin proferir condena alguna a Hamás y a la Yihad Islámica. Crecen los sentimientos antisemitas y los judíos de la diáspora se sienten atemorizados. Esto no es justo. Hay que saber distinguir entre culpable e inocentes, como también hay que saber distinguir en Gaza entre culpables y civiles inocentes. ¿Crímenes de guerra? Si existen, y claro está que existen, habría que cargarlo no solo contra Israel, también sobre Hamás y hasta es posible que Hamás tenga mayores culpas cuando provocó la respuesta israelí, sabiendo bien que las mayores víctimas del conflicto no serían ni las milicias terroristas de Hamás ni las de las filas del ejército israelí, sino, miles de civiles, ancianos, mujeres, y niños. Israel, por supuesto tiene el derecho a la auto defensa, ¿acaso también la tienen los civiles palestinos de Gaza atrapados entre dos fuegos? Dejar expuesta la propia población a lo que calificara el ministro palestino de Exteriores Riad al Malki, de desproporcionada la respuesta israelí: “Las guerras son entre dos ejércitos, esta es una guerra unilateral. Una guerra con aviones y tanques de artillería que simplemente lanzan sus bombas masivamente contra Gaza”; es también la peor de las acciones criminales que un grupo de liderazgo pueda cometer contra su propio pueblo. No es una guerra entre dos ejércitos esta que hoy se desata sobre Gaza, es la guerra de un poderoso ejército que en su intento de destruir a un movimiento terrorista emplea aviones y tanques de artillería, lanzando sus bombas masivamente contra Gaza.

Se le exige a Israel que cumpla con las leyes del Derecho Internacional Humanitario en su enfrentamiento contra Hamás y es correcto exigirlo. Las declaraciones que Mahmoud Abbas formulara a la agencia palestina de noticias Wafa, pecan por imprecisas y unilaterales: “Nos encontramos de nuevo en circunstancias extremadamente difíciles. No hay palabras para describir la guerra de genocidio y la destrucción que está sufriendo nuestro pueblo palestino en Gaza a manos de la maquinaria de guerra israelí, sin tener en cuenta las normas del derecho internacional”, Y son imprecisas y unilaterales estas palabras porque no mencionan a Hamás como el causante de que se produjera la feroz respuesta que Israel descarga sobre la inerme población de Gaza. Hamás sabía que toda la población civil gazatí estaría expuesta prácticamente al exterminio después de provocar de manera irresponsable a Israel. Crimen de lesa humanidad es utilizar al pueblo gazatí como escudo y parapeto humano. Esto es lo que ha hecho Hamás.

También resultan imprecisas y unilaterales las expresiones del jefe de la diplomacia estadounidense al decir que Israel tiene derecho a la autodefensa, pero sin considerar que para esa “autodefensa” Israel recurra a los bombardeos indiscriminados sobre un territorio muy densamente poblado y sin que esa población tenga medios de encontrar refugio seguro. El Derecho Internacional Humanitario no legitima una supuesta autodefensa que conlleve atacar a los civilessus hogares, o los bienes necesarios para que puedan sobrevivir y la utilización de armas que no distingan entre combatientes y civiles. Aquí precisamente está el punto de equilibrio inestable del liderazgo político de Estados Unidos en el Cercano Oriente y en el Medio Oriente.

Hay que plantearse una pregunta a la cual se le debe dar una repuesta: ¿En este momento, ahora mismo, la guerra que sostiene Israel de puede calificar de “autodefensa”? El ministro de Exteriores jordano, Ayman al Safadi respondería diciendo como lo dijo cuando la reunión que el pasado 4 de noviembre Blinken sostuvo con los ministros de exteriores de seis países árabes: “Los países árabes pedimos un inmediato alto el fuego y frenar esta guerra y el asesinato de civiles inocentes y la destrucción que causa y rechazamos calificarla como autodefensa”,  

La autodefensa o defensa propia, en el derecho penal y valga también en el Derecho Internacional Humanitario es un elemento subjetivo y, por lo tanto, difícil de probar. La autodefensa es eximente de responsabilidad cuando se sufre una agresión ilegítima lo que, dicho con otras palabras, cuando se responde ante todo ataque inminente, real, directo, injusto, inmotivado e imprevisto. Hamás había cometido el 7 de octubre lanzó una agresión ilegítima contra Israel, un ataque inminente, directo, “inmotivado” e imprevisto; y coloco entre comillas la palabra inmotivado, porque Hamás excusa su violenta acción, el asesinato a ciudadanos israelíes en pueblos y kibutz, el secuestro de alrededor de 300 civiles para utilizarles como rehenes, en los actos también cometidos por Israel en contra de los palestinos en Cisjordania, la ocupación de Jerusalén oriental, el despojo de tierra que cultivaban los palestinos por parte de los colonos judíos. Se trata asolo de una excusa de Hamás para ocultar sus verdaderas intenciones, las de destruir a Israel y eliminar a todos los judíos para implantar un califato islamista “desde el río hasta el mar”.

Por otra parte, para que la autodefensa sea legítima requiere que la relación entre la agresión y la acción para impedirla ha de ser racional, proporcional y adecuada, sin como alguien ejemplificara "matar moscas a cañonazos"; esto es en realidad lo que busca Israel, para eliminar a Hamás “matando moscas a cañonazos”. No existe proporcionalidad entre los 1 400 muertos de Israel con los más de 10.500 muertos ─ casi la mitad niños ─ cerca de 26.000 heridos y 2.450 desaparecidos, la mayoría civiles gazatíes. Esto ya no constituye un acto de autodefensa, sino un acto de represalias masivas sin logran mayores éxitos en la eliminación de Hamás. La otra gran víctima de los bombardeos israelíes, tanto durante horas diurnas como en la noche, sobre Gaza, será, si ya no lo es, el liderazgo de Estados Unidos.

Estados Unidos está ante una difícil coyuntura. Biden, durante su visita a Tel Aviv el 18 de octubre, le había asegurado a Netanyahu el firme apoyo de Estados Unidos: “Estados Unidos está junto al pueblo de Israel, nunca dejaremos de respaldarlos… y el apoyo de mi administración a la seguridad de Israel es sólido como una roca e inquebrantable (…) A fines de esta semana voy a pedir al Congreso de los Estados Unidos un paquete de apoyo sin precedentes para la defensa de Israel. Mantendremos la Cúpula de Hierro completamente abastecida”. Aunque también se refirió a la búsqueda de la paz y la integración de los dos estados como “un camino para que Israel y el pueblo palestino puedan vivir seguros, con dignidad y en paz”, sus palabras quedaron aplastadas bajo los escombros del Hospital Al-Ahli.

En el mundo árabe solo resonaba la versión dada por Hamás acusando a Israel de haber lanzado el misil que estalló sobre el hospital, y negaban la versión israelí de que había sido un misil desviado lanzado por Yihad Islámica. Aquel misil golpeó también un primer esfuerzo para la búsqueda de la paz, una cumbre de emergencia convocada para ser ejecutada en Jordania entre el rey de ese país Abdalá II, el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sissi y Mahmoud Abbas por la Autoridad Palestina y a la cual debía asistir Biden.

El presidente John Biden quedaría con las manos vacías. Así lo había considerado previamente el corresponsal de France 24 en Washington, Matthieu Mabin, “si el presidente de Estados Unidos no encuentra a nadie con quien hablar que no sea el primer ministro israelí una vez que llegue a Tel Aviv, su presencia solo servirá para poner de manifiesto el fin del diálogo con los actores árabes de la región". Así, exactamente ocurrió.

Ese mismo día 18 de octubre, Estados Unidos vetó la resolución que había presentado Brasil ante el Consejo de Seguridad de la ONU. La resolución brasileña pedía la revocación de la orden impuesta por Israel a los civiles y al personal de las Naciones Unidas de evacuar todas las zonas al norte del rio Wadi Gaza y reubicarse en el sur de la franja. Entre sus propuestas se pedía “pausas humanitarias”, como en repetidas ocasiones ha propuesto Estados Unidos, para permitir el suministro de ayuda a civiles por parte de las agencias de socorro de las Naciones Unidas y sus socios, así como del Comité Internacional de la Cruz Roja y otras organizaciones a través de “corredores humanitarios”.

Condenaba los ataques del grupo militante Hamás contra Israel el 7 de octubre y pedía la liberación de los rehenes israelíes, así como el respeto del derecho internacional y humanitario por parte de todas las partes involucradas y a que estas actuaran con la máxima moderación para evitar los efectos colaterales. Se reiteraba la visión de una región donde dos Estados democráticos, Israel y Palestina, vivan uno al lado del otro en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas.

El veto estadounidense se impuso solo por el hecho de que el proyecto de resolución no mencionaba el derecho de Israel a defenderse, como cualquier otro país.

El 24 de octubre, Antony Blinken, hablando ante el Consejo de Seguridad, expresó el reconocimiento de Estados Unidos al derecho de los Estados a defenderse del terrorismo, pero insistió en la necesidad de proteger a todos los civiles. Se refirió a que la solución de todos los conflictos entre israelíes y palestino está en la de “dos Estados para dos pueblos”, y afirmó: “Los palestinos tienen el derecho a su autodeterminación”   

La diplomacia de Estados Unidos está en una balanza, en un platillo, su condena a Hamás como organización terrorista, y la tesis de la autodefensa israelí; en el otro platillo, el reconocimiento de la autodeterminación de los palestinos y la solución de dos Estados. Sin embargo, la balanza de la diplomacia estadounidense no se encuentra aislada de factores distorsionantes. En estos momentos, Estados Unidos está en tiempos de campañas electorales y mucho se está jugando la administración demócrata frente a un Donald Trump al que las encuestas le confieren ventajas sobre John Biden. El gobierno de Estados Unidos, pudiera presionar a Israel para que, detenga su campaña de exterminio sobre la población gazatí; exigirle claramente que en sus acciones militares contra Hamás se ajusten estrictamente al Derecho Internacional Humanitario. Detener todos los bombardeos indiscriminados sobre los sectores urbanos de la Franja de Gaza, lo que no quiere decir que esto sea precisamente un alto el fuego; Israel puede continuar atacando las posiciones de Hamás en combates urbanos, cuerpo a cuerpo y contra objetivos enemigos claramente determinados. Estados Unidos debe exigirle a Israel el establecimiento de corredores humanitarios para que puedan entrar en el enclave los suministros imprescindibles para la vida civil, alimentos, agua, medicinas, y combustible. Al mismo tiempo, Estados Unidos podrá exigirles a lo gobiernos árabes de la región que condenen enérgicamente a Hamás y a la Yihad Islámica como organizaciones terroristas y reclamen la liberación de todos los rehenes prisioneros por Hamás. Ninguna ayuda a Hamás que deberá ser aislado hasta su agotamiento; que todos entiendan que Hamás no es representante legítimo de los palestinos.

El gobierno de Estados Unidos puede hacerlo; Biden puede decirlo; pero ¿Cuál sería el precio que tendrían que pagar frente a los republicanos siempre listos para atacar y condenar cualquier acto de la administración demócrata?

Existe una realidad, mientras no se resuelvan las contradicciones entre Israel y Palestina; mientras Israel se mantenga como potencia ocupante en Cisjordania; mientras continúe el escalamiento de los asentamientos de colonos judíos en los territorios ocupados de Cisjordania; mientras no se resuelva definitivamente el estatus de la parte oriental de Jerusalén; mientras no se lleven a cabo conversaciones serias, para el establecimiento del Estado de Palestina, seguirán habiendo enfrentamientos, y odios entre los dos sectores de la Palestina; la diplomacia de los cañones y misiles no impedirá el renacer en toda la Palestina de grupos extremistas, yihadistas, y terroristas que se aprovechen del descontento de los palestinos. Es como lo prevé Abdel Wahed, embajador palestino en España cuando opinó: “Apuesto a que este no va a ser el último episodio. Va a haber más episodios porque va a continuar la ocupación y el exterminio israelí en contra del pueblo palestino, y cuando haya un nuevo episodio se va a borrar todo lo anterior, incluyendo el 7 de octubre. Hay una relación causa-efecto      

domingo, 5 de noviembre de 2023

Y MIENTRA ISRAEL CONTINUA SU GUERRA CONTRA GAZA ¿QUE HAY DE UCRANIA?

 

Mario J. Viera

 


En tanto Israel, o más bien el gobierno de ese sector ultranacionalista y xenófobo del sionismo que integra el partido Likud, continúa desolando a la Franja de Gaza con masivos bombardeos y hasta atacando caravanas de ambulancias sin poder impedir que Hamás continúe lanzando misiles sobre Tel Aviv y Jerusalén, Ucrania no solo ha pasado a segundo plano, sino que hasta ha sido dejada en el olvido.

Ahora la Unión Europea, Gran Bretaña, Canadá y Estados Unidos se concentran en como resolver el conflicto de esa parte del mundo al que los que vivimos en el hemisferio occidental denominamos Cercano Oriente, y el presidente de Estados Unidos ha solicitado al Congreso una partida de 14300 millones de dólares para equipamientos defensivos para Israel y aunque también solicitó un paquete de 61 400 millones de dólares para Ucrania, siempre esta última  cifra  no contará con todo el apoyo del sector más extremista del ala republicana pro rusa y pro la corriente reaccionaria del sionismo, como si lo recibirá la propuesta a favor de Israel y esto sin dejar de considerar que las capacidades tanto defensivas como ofensivas de Israel e muy superior que aquellas con las que cuenta Ucrania enfrentada a una potencia militar superior a la de todos los estados musulmanes del cercano oriente.

Se calcula que Israel cuenta con más de 1 300 tanques, unos 10 000 vehículos blindados 2 000 morteros de diferente calibre, más de 300 aviones de combate, además del sistema de defensa aérea que constituye su Cúpula de Hierro con una efectividad del 95 % para interceptar misiles. Por otra parte, de acuerdo con estimaciones del Instituto de Investigación para la Paz de Estocolmo, Israel poseería actualmente unas 90 ojivas nucleares. De acuerdo con el National Geographic. Estados Unidos la brinda a Israel una financiación anual de 3 300 millones de dólares y otros 500 millones destinados a la tecnología de defensa de misiles.

Dentro de estas actuales condiciones no es de extraña que Volodymiyr Zelensky, como lo reporta CNN esté agotado por el constante esfuerzo de convencer y persuadir a los aliados para que mantengan la fe. en una entrevista con Simon Shuster, de TIME, informa CNN, Zelensky afirma que "nadie cree en nuestra victoria como yo. Nadie". Pero añade que infundir esas creencias en los aliados de Ucrania "requiere todo tu poder, tu energía (…) El cansancio de la guerra es como una ola. Se ve en Estados Unidos, en Europa" ¿Afecta el conflicto israelí- Franja de Gaza a Ucrania? Zelensky considera que sí: "Por supuesto que salimos perdiendo con los acontecimientos en el Medio Oriente. La gente está muriendo, y allí se necesita la ayuda del mundo para salvar vidas".

Shuster, reporta CNN, cita a un asesor del presidente ucraniano que afirma que Zelensky se siente "traicionado por sus aliados occidentales. Lo han dejado sin medios para ganar la guerra, solo para sobrevivir a ella".

Si la mitad de los recursos de guerra con que cuenta Israel los tuviera Ucrania, su ofensiva le llevaría hasta Crimea; de lo contrario. Ucrania está corriendo el riesgo de perder la guerra.

jueves, 2 de noviembre de 2023

LA FRANJA DE GAZA: UN CAMPO DE EXTERMINIO

 

Mario J. Viera



Los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza han dejado tras de sí, más de 9.000 muertos y 32 000 civiles heridos y, entre las víctimas fatales, 3 760 son niños, 2.326 son mujeres y 135 profesionales sanitarios. Desde que comenzó la guerra con Hamás, el pasado 7 de octubre, hasta la fecha de hoy han transcurrido 26 días, un promedio de 346 muertes diarias en la Franja de Gaza. El alevoso ataque de Hamás del 7 de octubre ocasionó la muerte de 1400 israelíes; las muertes de civiles gazatíes hasta ahora sobrepasa esa cifra en más de 7 600, más las que se seguirán incrementando según transcurran los días.

No es una guerra contra los palestinos en la que hoy emprende Israel en la Franja de Gaza, al menos así lo aseguró el embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan: "No es una guerra con los palestinos, Israel está en guerra con la organización terrorista yihadista genocida Hamás. Es la democracia respetuosa de la ley de Israel contra los nazis modernos". Sin embargo, son pocos los milicianos de Hamás los que han muerto en esta guerra que no se libra contra los palestinos y son miles los civiles palestinos los que han sido abatidos por los bombardeos de esa “democracia respetuosa de la ley de Israel”.

La Franja de Gaza ha devenido, más que una “fosa común” y más que “una prisión al aire libre”, como la ha catalogado la actriz cinematográfica Angelina Jolie, en un verdadero campo de exterminio, sin cámaras de gases, pero bajo un implacable b0nbardeo aéreo y de misiles que no discrimina entre culpables e inocentes. Sí, Israel tiene todo el derecho de ripostar con toda su fuerza a quienes le agredieron; pero no tiene ningún derecho a cometer crímenes de guerra en su empeño de aplastar a su verdadero enemigo, la organización terrorista que controla de facto a la Franja de Gaza.

Cada muerte de inocentes que se produzca en Gaza, culpa es de Hamás, porque los ha tomado como escudo humano; pero también el Estado Israelí tiene su gran cuota de culpabilidad; culpa compartida ente el instigado de la guerra y el ejecutor de los ataques de revancha.; pero también culpa es de Irán porque ha suministrado con arma y con servicios de inteligencia a Hamás y le ha alentado a la “sagrada misión” de aniquilar a los “infieles judíos”

Irán ha fortalecido al grupo terrorista, pero Israel le ha proporcionado, a lo largo de 56 años de marginación, desprecio y atropellos hacia los palestinos en Gaza y en la Cisjordania ocupada, la coartada ideológica que necesitaba para proclamarse como el máximo defensar de la causa palestina. Cincuenta y seis años desperdiciados en busca de asentar una paz permanente entre palestinos e israelíes, fundada sobre la base de la creación de dos Estados independientes, el de Israel y el de Palestina.

El actual conflicto de hecho ha dejado de ser una guerra entre Israel y Hamás, como así se le denomina en los medios, para, en los efectos y al parecer, convertirse en una guerra de Israel contra los palestinos, un holocausto palestino de Gaza, inferior en número que el holocausto judío bajo el poder de los nazis, pero el holocausto de ya más de 9 000 civiles gazatíes, hombres, ancianos, mujeres y niños.  El mundo se ha conmovido y cientos de voces se levantan pidiendo un alto el fuego humanitario.

Mientras las tropas terrestres de Israel no entren en fondo dentro de la Franja de Gaza, ese alto el fuego solo beneficiaría a Hamás al permitirle reagruparse y reaprovisionarse en hombres y armamentos. El Estado Mayor de las fuerzas de Israel conoce muy bien que, desde el aire, no podrá destruir los cientos de kilómetros de los laberínticos túneles que ha construido Hamás que hasta se extiendo bajo hospitales y edificios de vivienda; sabe que para ello tiene que entrar en combate cuerpo a cuerpo para poder neutralizar los centros de logística de Hamás los que, al mismo tiempo, facilitan un atrincheramiento efectivo para sus elementos y sus franco tiradores.

Cuando se organiza una ofensiva militar se requiere de la artillería y de la aviación para ablandar el enemigo y socavar sus posiciones; pero ese ablandamiento, en Gaza se hace sobre la población civil sin afectar al enemigo real. A Israel, para lograr sus objetivos militares no le queda más recurso que emplearse a fondo en combates urbanos; pero esos combates urbanos provocarán muchas bajas de soldados israelíes y colateralmente la muerte de muchos civiles. En esas condiciones, Israel, si de verdad quiere evitar destrucciones de hospitales y la muerte de civiles inocentes, debiera hacer un alto al fuego de artillería, de bombardeos aéreos y de misiles sobre Gaza.  En ese lapso de tiempo. Israel cuenta con suficiente capacidad para interceptar los misiles que Hamás pudiera lanzar sobre su territorio. Entonces la cara de Israel se mejoraría ante el mundo y pudiera declarar: “Hemos hecho un alto a los ataques aéreos sobre Gaza y Hamás continua con los suyos sobre nuestra tierra”. Para ello, Israel, si de verdad quiere ponerle fin a Hamás, deberá lanzarse a fondo, decididamente y no, como ahora hace con incursiones esporádicas sobre el territorio de la Franja de Gaza. Cualquier cosa ha de hacerse menos terminar en un genocidio.