domingo, 11 de diciembre de 2011

Hay que ser cínico...

Mario J. Viera

El escuálido festejo oficialista del Dia de los Derechos Humanos
No sé quién rayos es ese tal Kaloian Santos Cabrera, uno que escribe para el oficialista diario Juventud Rebelde. No sé si es joven o si es un achacoso anciano; lo que sí sé es que me inspira lástima si no repugnancia. Me duele, en verdad me duele escribir esta nota crítica sobre una persona de la que nada conozco; pero es que resulta triste, vergonzoso que alguien, con título académico de periodista, se preste para cohonestar la inmoralidad, la mentira y la sinrazón de un sistema cruel e inhumano.
Indigna leer la breve crónica de Kaloian Santos a propósito de la “celebración” en Cuba del Día Internacional de los Derechos Humanos. Tan solo fueron 305 palabras organizadas en cinco párrafos como si él mismo se inhibiera de hacer más extensa su crónica conociendo el triste papel que le toca para embellecer lo sucio, para mentir por imposición de fuerza mayor.
Breve alusión hace el escribiente a la poco seria celebración de una fecha tan significativa, con unos cuantos estudiantes universitarios movilizados para el festejo del día con ruedas de casino en un parque de la barriada del Vedado. Un parque que desde el año anterior ha sido tomado por la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) con la intención evidente de impedir que los opositores marcharan por él en conmemoración de la tan reconocida fecha.
El parque Villalón ha sido testigo de la represión policial en contra de los opositores. Existen testimonios gráficos de la violencia ejercida por efectivos de la Seguridad del Estado en contra del derecho a manifestarse de un grupo de ciudadanos cubanos.
En la foto Darsi Ferrer protege a su esposa que fue obligada a levantar el puño por uno de los agentes de la seguridad que gritaba “Viva Fidel”.
Una marcha silenciosa y pacífica del médico opositor Darsi Ferrer fue agredida el 10 de diciembre de 2007 en el parque Villalón en Calzada entre C y D. También en el 2009 la marcha pacífica fue agredida y Darsi Ferrer y su esposa detenidos por oficiales de Seguridad del Estado. En ese día, Elizardo Sánchez presidente de la Comisión Cubana Pro Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, reportaba: “En términos de saldo, lo que vimos en las jornadas públicas por el 10 de diciembre es la más fuerte represión política durante décadas en este país y la más cruenta desde la designación de Raúl Castro al frente del gobierno”. Ochenta y tres activistas fueron agredidos y detenidos sin orden judicial.
Así lo expresó el activista de derechos humanos Juan Carlos González Leiva, secretario ejecutivo del Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba: “El gobierno perdió la cordura y volvió a las palizas en plena vía pública. No quiere que la gente camine por las calles, porque el descontento nacional podría llevar a caminar a media Habana y sería el fin del régimen totalitario”.
Mientras el grupito de estudiantes que pudo movilizar la UJC bailaba en el parque Villalón, la policía política la emprendía en contra de los opositores en todo el país con el propósito de impedir que se manifestaran en reclamo de los derechos humanos. El bloguero Luis Felipe Rojas Rosabal había declarado a Radio Martí: “En estos momentos activistas pacíficos del oriente del país han sido detenidos (…) la política del régimen es no dejar salir a la gente de sus casas; y la decisión de los activistas de derechos humanos es hacer valer la frase ‘mi casa no es un calabozo, Cuba no es un calabozo’, porque las calles son del pueblo”.
El cronista haciendo gala de un cinismo aberrante inicia su artículo reclamando: “En Cuba, una nación en la que, desde el triunfo de la Revolución en 1959, se encumbran la dignidad plena y los derechos de las personas sin distinción de raza, credo, género, nacionalidad o posición social, afloran los motivos para festejar el Día Internacional de los Derechos Humanos...”. En Cuba bajo la dictadura de los Castro, se denigra a los opositores y se impide la libertad de opinión y de expresión que plantee críticas al gobierno o a su gestión en contradicción con el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. En 2003 por ejercer este derecho 75 opositores, disidentes y periodistas independientes fueron juzgados y condenados por la Ley 88 a largas penas de prisión y calificados como “mercenarios”.
En Cuba, bajo los Castro se viola sistemáticamente el numeral 1 del artículo 20: “Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas”, derecho que solo se reconoce para los partidarios del régimen.
El artículo 13 establece: “1) Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. Derecho este muy restringido por las leyes actuales. “2) Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”. Es bien conocido que el cubano carece de este derecho elemental ya que requiere la autorización previa del gobierno para poder salir del país y de residir en el extranjero requiere obtener visa del gobierno de Cuba para poder regresar a su país y solo para una estancia limitada.
Baste solo, por motivo de espacio reseñar solo estos derechos violados por el régimen castrista y sin hacer mención a la violación del derecho a ser juzgado por un tribunal imparcial y el derecho a la educación, restringido el derecho a estudiar en la universidad solo para los partidarios del gobierno.
El cinismo del tarifado periodista se manifiesta cuando señala que “el parque Villalón, en el Vedado, fue el escenario de los jolgorios. Jóvenes y niños colmaron durante el día esa plaza para protagonizar diversas actividades culturales, deportivas y recreativas. La víspera fue dedicada en especial a las víctimas de las acciones terroristas contra Cuba y a los Cinco Héroes cubanos condenados injustamente en los Estados Unidos, violando así la Declaración Universal de los Derechos Humanos”. Los cinco canallas condenados en Estados Unidos por espionaje recibieron todos los recursos legales para su defensa y con todas las garantías procesales que no se respetan en Cuba en el caso de los opositores.
Solo hay que ver la foto que acompaña el artículo de Kaloian Santos para apreciar la escuálida participación juvenil en la supuesta celebración espontánea que, según él la “impertinaz” lluvia no empañó. El neologismo “impertinaz” es de Kaloian, no mío y si pertinaz significa “muy duradero o persistente” entonces el empleo del prefijo in/im nos indicará negación de una lluvia duradera o persistente, o sea solo algunas gotitas de agua. ¡Vaya, vaya!
El párrafo final es la cumbre del cinismo: “Este documento (la Declaración Universal de los Derechos Humanos) enfatiza que ‘la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana». En tal sentido expresa que ‘como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos...’”.
Obvia por supuesto que ese documento es subversivo en Cuba, que los opositores y activistas que pretenden distribuirlo entre los ciudadanos son de inmediato detenidos por las autoridades policiales, y hasta considerado como terrorista según alegaron, cuando las avionetas de Hermanos al Rescate “bombardearon” La Habana con octavillas que recogían citas de los artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En las aulas cubanas, desde primaria hasta la Universidad no se promueve el estudio de los derechos y libertades que recoge y ampara la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU, el día que esto se haga caerá el poder totalitario vigente en Cuba desde 1959.
 

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