Sabina Covo
A todas esas personas que siguen abogando porque no les suban los impuestos a los “creadores de empleos” quisiera preguntarles: ¿dónde están esos empleos? Porque han pasado ya varios años desde que la crisis económica se generó, en parte con los recortes de impuestos de George W. Bush, y bien explica el diario especializado Fiscal Times que ese código fiscal no ayudó a la economía.
Según explican varios economistas, se ve ahora una leve reactivación de la economía porque la gente está gastando y consumiendo, además varios miles se retiraron de la fuerza laboral y esto modifica las cifras, vienen las fiestas y hay mucho empleo temporal. La tasa de desempleo de noviembre acaba de señalar que bajó a 8.6%, esto es lo más bajo que ha estado desde marzo del 2009, pero no necesariamente tiene que ver con impuestos a “millonarios y billonarios creadores de empleo” así que la noticia para nuestros representantes es que es momento de ponerse de acuerdo, no de seguir complaciendo a los donantes de sus campañas y a los intereses propios. Por si no se han percatado, el ciudadano común se está dando cuenta de cuánta falsedad hay, como lo prueban las invitaciones de grupos a llamar a las oficinas de los congresistas y las protestas estudiantiles, las de Ocupemos, el Tea Party y miles de activistas alrededor del país.
Si es verdad que subir los impuestos a la sociedad estadounidense es una medida devastadora para la economía, también debería ser igual de cierto que hacer pagar más impuestos a la clase media sería catastrófico para las familias, sobre todo a final de año. ¿No? Entonces, ¿por qué es tan complicado que los republicanos del Senado de Estados Unidos aprueben una medida para extender medidas de reducción al impuesto sobre la nómina a la clase trabajadora? La medida no se aprobó el pasado jueves, ambos partidos dicen que llegarán a un acuerdo antes del 31 de diciembre.
Con esto, el mensaje que envía el Partido Republicano es muy claro: no les suban los impuestos a los millonarios y billonarios, no dejen que los recortes a los impuestos de la era Bush se venzan (para las grandes corporaciones), pero para la clase media no importa. Parecería ser que para el partido no es suficiente que la clase media haya perdido ya sus casas y escasos ahorros. Entre tanto las grandes corporaciones (a las que este año les fue de maravilla: un nuevo informe dice que tuvieron un crecimiento del 7%) siguen gozando de un código fiscal cómodo. Mientras, esos como muchos de ustedes que leen esta columna, que trabajan 40 horas a la semana o más, que reciben su chequecito quincenal, y que llevan unos cuantos años soñando con poner un negocito, podrían tener que pagar más.
El argumento de los republicanos para no extender la medida del impuesto a la nómina que les daría un alivio a las familias de clase media es que incluye una cláusula que agrega un impuesto adicional a 350,000 personas que ganan más de un millón anual. Traducido a palabras coloquiales, los republicanos dicen: “dejemos que el 66% de la población se vea afectado en impuestos porque el 0.001% de la misma no debe pagar un poco más”.
El jueves en la noche el presidente Obama envió un comunicado de prensa que ilustraba lo que pasó con esta medida, y lo que sigue pasando con todo su plan de empleo. El New York Times informa, citando a economistas, que dejar que se venza el recorte al impuesto a la nómina dejaría a más de 160 millones de americanos empleados con 2% menos de su pago. Quedan pocos republicanos electos que abogan por la clase media. ¿Dónde quedó eso de que en épocas difíciles todos tienen que apretarse el cinturón? Pero a la gente se le está quitando ya la venda de los ojos, despacio, pero seguro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario