Mario J. Viera
Egipto escrutino de votos |
Las protestas en Tahrir han sustentado el entusiasmo de muchos que saludan la victoria de la libertad en Egipto. Sin embargo, todo parece indicar que la democracia que se asomaba en Tahrir será echada al vertedero de un estado teocrático donde prevalecerá la reaccionaria sharia en todo su esplendor. Al menos esto es lo que parece indicar los resultados que se están obteniendo en las elecciones que se efectuaron el lunes y martes en el país norafricano.
Alarmantemente se presenta como la segunda fuerza política de Egipto el partido Al Nur o partido salafista una organización que promueve la aplicación fundamentalista del Corán en la dirección del país.
La preocupación ante el futuro egipcio es expresada por el profesor de Ciencias Políticas en la Universidad del Cairo, Hassan Nafaa quien, de acuerdo con el periódico Al Shuruk, afirmó: “Si las corrientes islamistas dominan el Parlamento, creemos que estaremos abocados a un sistema no democrático, sino autoritario bajo una cubierta religiosa”, ratificando: “No queremos reemplazar a Mubarak por un régimen teocrático autoritario”; algo que, en realidad. sería más desastroso que el autoritarismo de Mubarak.
Hasta ahora los resultados muestran que el 45% de las bancadas en disputa pertenecen a los partidos islamitas en su conjunto con los por el momento moderado partido islámico Hermanos Musulmanes a la cabeza.
Para algunos observadores, según CNN, la Hermandad Musulmana “alberga una agenda antioccidental y totalitaria a pesar de que predica la moderación y la democracia en público”.
Aunque todavía no se han dado a conocer oficialmente los resultados de los escrutinios de los votos, que se espera sean informados a las 8:00PM local todo parece indicar que Egipto se convertirá en un Estado islámico donde la sharia será la Ley suprema de la nación.
Mientras se esperan los resultados oficiales, en Tahrir se concentran miles de cairotas para rendir tributo a los héroes de Mohamed Mahmud, calle próxima a la plaza donde se produjeron los últimos fuertes enfrentamientos de la población con las fuerzas de la Junta Militar con un saldo de 42 muertos y sobre dos mil los heridos. Sus protestas no lograron que sus principales demandas se cumplieran, renuncia al poder del mariscal Tataui y postergación de las elecciones que, no obstante, fueron apoyadas por el 62% de los electores egipcios.
No queda más remedio que seguir observando los acontecimientos que se producen en el país de las pirámides; pero ya quedan pocas esperanzas, es muy probable que la revolución egipcia haya ido a parar a la basura. ¡Nada, que en los países de mayoría musulmana no se puede esperar que la democracia, laica y participativa pueda abrirse paso!
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