lunes, 5 de diciembre de 2011

Los recortes

Sentencian recortes, recortes y recortes, sin subir un céntimo los impuestos a quienes más tienen, como si el déficit fuera culpa de los programas de ayuda. El déficit, creado por el gobierno más irresponsable que ha tenido este país, el de George W. Bush, nació de sus ‘recortes’ de impuestos a los más ricos
Pedro Caviedes. EL NUEVO HERALD

Mucho se escucha mencionar a los miembros del Partido Republicano eso de no subir impuestos y su ‘protección’ a los ‘creadores de empleo’. Los miman tanto que prefieren no recortar impuestos (su leitmotiv de toda la vida) a cientos de millones, con tal de ‘proteger’ los intereses de unos cuantos miles.
Pero un verdadero ‘creador de empleos’ no es el CEO de una compañía que rebaja al máximo el pago de sus empleados, y despacha a sus casas (¡sin empleo!) a todos los que pueda, con tal que su bono sea más cuantioso. No lo son los especuladores de la bolsa que juegan con el dinero de otros.
Creadores de empleo son personas como Bill Gates, quien no vive para los ceros de su cuenta bancaria (donó la mitad de su fortuna a fundaciones para mejorar la calidad de vida de los más necesitados), sino para una compañía que aporta bienes y servicios tecnológicos que modernizan al mundo. O Steve Jobs, conocido por su búsqueda incesante de la perfección, cuyos inventos cambiaron nuestra vida y transformaron industrias enteras. O Warren Buffet, que ha construido la compañía de inversión más eficiente, y a quien le importa producir riqueza a partir de la falta, y no a costa de la ruina de otros. Los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin, han diseñado una compañía en la que se beneficia desde un bloguero de recetas de cocina hasta gigantes de la industria. El mismo Henry Ford, un ícono del capitalismo, pagaba a sus empleados por encima de lo que pagaban las otras compañías.
Los verdaderos creadores de empleo atienden a la comunidad, fundan compañías pensando en aportar a la sociedad, gozan con el bienestar que producen a los que trabajan con ellos, con el desarrollo de sus creaciones, y claro que desean ganar mucho dinero, pero su deseo pasa muy por encima de esto. Son los verdaderos emprendedores, que dan el movimiento adecuado al dinero y multiplican la riqueza. No esos que solo gozan del yate que adquirieron hasta el día que aparece otro socio del club donde lo tienen anclado con uno más grande, se gastan millones en cabilderos para que no les suban los impuestos y les eviten leyes ‘incómodas’, y al parecer se han adueñado de un partido de Estados Unidos.
Porque si de 435 representantes a la Cámara, en un país de más de 300 millones de personas, 242 solo votan por favorecer a unos cuantos miles, olvidando a los otros cientos de millones, la desigualdad ya se convierte en algo salvaje. Si de 100 miembros del Senado, 47 votan solo a favor de unos pocos miles, eso no es democracia.
Sentencian recortes, recortes y recortes, sin subir un céntimo los impuestos a quienes más tienen, como si el déficit fuera culpa de los programas de ayuda. El déficit, creado por el gobierno más irresponsable que ha tenido este país, el de George W. Bush, nació de sus ‘recortes’ de impuestos a los más ricos (que crearon desempleo, no empleo), de la guerra que ejecutó pidiéndole prestado a China (qué paradoja, pedirle prestado a un país donde no existe la democracia, ¡para llevar la democracia a otro!), por sus leyes de ‘recortes’ a la regulación, una carta blanca para que las corporaciones y las financieras hicieran lo que les diera la gana (anarquía se llama eso) y con el famoso rescate que les concedió, para que, a diferencia del resto de los residentes de este país, ellos no se arruinaran.
Que a partir de esta situación, su partido clame por recortar Medicaid, la Seguridad Social, aumentar la edad de retiro, quitarle fondos a los colegios públicos, eliminar las exenciones al payroll tax, y en general recortar todos los fondos posibles a todos los programas de ayuda posibles a la clase media y a los pobres, es simplemente una manera maquiavélica de ejercer la política. No entiendo a dónde se fue la ética de estos señores. Ni cómo tantos les siguen creyendo. Deberían estar buscando trabajo ellos (miles de empresas de cabildeo seguramente los contratarían de ‘historiadores’ que ganan millones, para que juntos forjen un nuevo desastre).
No he visto en los tristemente célebres debates del Partido Republicano, quien desee un mejor futuro para todos los habitantes de la Unión, un mayor bienestar, más salud, más empleo, seguridad financiera, mejor educación, más inversión en investigación e infraestructura, todo lo que ha hecho grande a esta nación. Solo se observan discursos cargados de represión, odio, segregación, ¡recortes!, más montañas de desregulación y mano dura contra los que por necesitados, al parecer en este nuevo orden merecen ser tratados como criminales.

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