domingo, 13 de febrero de 2011

¿Lo eligieron? Pues ahí lo tienen.

                                Las locuras del gobernador
BERNADETTE PARDO. EL NUEVO HERALD


La demencia no se cura poniendo un loco al frente del manicomio y lo estamos viendo ahora con la propuesta de presupuesto que presentó el gobernador Rick Scott a un puñado de fanáticos extremistas que se hacen llamar el ``tea party'' en una iglesia del centro de la Florida.

Los extremistas aplaudieron a rabiar las propuestas, sobre todo cuando el gobernador anunció orgullosamente que rompía su promesa electoral de no recortar los fondos destinados a la educación.

Por supuesto, los que tienen que sufrir los recortes se rebelan. El superintendente de escuelas de Miami-Dade, Alberto Carvahlo, asegura que la propuesta de Scott hace papilla a la educación en la Florida.

Los gastos en educación representan un 29 por ciento del presupuesto estatal y la tijera de Scott quiere reducirlos nada menos que en un 71 por ciento. Según Carvahlo, este es el peor presupuesto en la historia de las escuelas públicas de la Florida y las consecuencias, si se adopta, serán dolorosas para estudiantes, padres, maestros y empleados del sistema escolar. Lo que propone Scott representa un recorte de $214 millones en fondos estatales para las escuelas de Miami-Dade. El sistema escolar vería un recorte directo de $115 millones, empleados tendrían que asumir $70 millones en pagos directos a sus pensiones.

El gobernador que convirtió en un mantra electoral la promesa de crear miles de nuevos empleos sale ahora diciendo que es necesario despedir a más de 8,000 trabajadores estatales, una buena parte de ellos en el área de las prisiones, la policía y la fiscalía. Por eso, ya se anuncia una propuesta para cerrar cárceles y poner en la calle a unos 10,000 presos. Scott insiste que los empleados cubiertos por el sistema de jubilación estatal aporten un 5 por ciento de sus salarios a su plan de retiro.

Scott engaña a la opinión pública porque los empleados estatales no tienen sueldos extravagantes, como los de las ciudades. La media salarial de un maestro es $28,000. ¿Cómo le van a recortar un 5 por ciento? Los policías del Estado ganan una media de $32,000 anuales, los fiscales $30,000 anuales. ¿Quiere Scott que los maestros, los fiscales, lo policías estatales dejen sus empleos en el sector publico?

Al mismo tiempo que recorta los gastos más necesarios, Scott también contempla recortar en casi la mitad el impuesto estatal que pagan las corporaciones, uno de los más bajos de la nación en un estado con un código fiscal lleno de agujeros por el que se cuelan los poderosos. La reducción de Scott supondría una pérdida de ingresos adicionales cercana a los $1,800 millones en momentos en que el Estado enfrenta un déficit de más de $3,000 millones. Yo no acabo de entender la lógica de rebajar los impuestos con un déficit descomunal.

Y en medio de todas estas medidas de ``ahorro'' el gobernador multiplica los gastos de su propia oficina, e incluso ha creado un empleo que paga $70,000 anuales en el senado estatal para una consejera de su campaña, Arlene de Benigno.

El gobernador tiene todo el derecho de rodearse de personas de confianza pero no puede pedir a los demás que actúen con un decoro que él no muestra.

Todo esto no me extraña, al fin y al cabo, Scott pegó un sablazo memorable al Medicaid para cuadrar la caja de su empresa. Por eso quizá ahora cree que el gobierno es simplemente como la tienda de la esquina, que si no es rentable se cierra y punto. No, el Estado tiene muchas responsabilidades sociales que nunca serán rentables, en términos económicos, como la educación, la sanidad o el cuidado a los más débiles como niños.

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