martes, 1 de febrero de 2011

¡Tiemblen, tiranos!


El ejemplo de Túnez

René Gómez Manzano


LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) – Durante la pasada semana, el mundo contempló con admiración la rebeldía de varios pueblos árabes empeñados en quitarse de encima los regímenes autoritarios que han venido padeciendo durante décadas. La cosa comenzó en Túnez, pero en poco tiempo Egipto y Yemen se sumaron, en rápida sucesión.

En el país iniciador, el detonante fue el acto suicida de un joven vendedor de vegetales, quien, exasperado por las autoridades, se prendió fuego frente a la casa de gobierno de su pequeña ciudad. Divulgada por Facebook y otras vías de internet, la protesta ganó fuerza con rapidez. En menos de un mes, el anciano dictador había huido.

En los otros dos estados, las manifestaciones continúan mientras sus respectivos regímenes parecen seguir manteniendo el control. No faltan las maniobras, como el cambio de gobierno anunciado recientemente por el líder egipcio Hosni Mubarak. Incluso acaba de publicarse su llamado a un diálogo con la oposición, que esperemos sea real. Mientras, las víctimas mortales se cuentan por decenas en el país de los faraones.

Los reclamos de los manifestantes son de una sencillez admirable. Por encima de los ineludibles detalles locales, lo que todos piden es la salida del equipo gobernante, que como es natural en sistemas autoritarios como esos, se encarna en el Presidente, cúspide de la pirámide del poder.

Todos los personajes y los regímenes involucrados presentan características similares. Una pandilla de vejetes caducos que se han mantenido en la primera posición durante decenios, sin dejar el menor resquicio a las jóvenes generaciones. Unos rostros que aparecen a diario en periódicos, televisores y vallas anunciadoras, provocando el hastío, cuando no la burla y el asco de sus súbditos.

A su alrededor, una claque sumisa y voraz, corrompida hasta la médula, que para aprovecharse mejor de las posiciones de privilegio que han ocupado por lustros, y que legan a sus hijos, llevan el atropello del pueblo, la obsecuencia ante sus jefes y el peculado —que practican con fruición— hasta extremos alucinantes.

Todo ese cuadro de latrocinio, abuso y podredumbre tratan de presentarlo siempre con los ropajes más vistosos. Nunca pierden ocasión de tañer la cuerda patriotera, ni de recordar, venga o no a cuento, a los que murieron durante la trepa al poder. Creen que la historia llegó a su culmen cuando ellos asumieron el mando. Sus regímenes parecen estables, pero en realidad están paralíticos.

En el plano mundial, y por razones que probablemente merecerían un estudio de psicología colectiva, su perenne presencia en los primeros planos, que constituye la prueba más evidente de autoritarismo y vocación antidemocrática, parece —por el contrario— otorgarles un halo de legitimidad y respeto.

Pero esa feria del disfrute del poder, que parece no llegar jamás a su fin, tiene sus límites marcados en el tiempo. Si no, que le pregunten al ex hombre fuerte tunecino Zine El-Abidine Ben Alí, que se fue con sus maletas cargadas de oro —y hablo en sentido literal— a buscar refugio en Arabia Saudita.

Es el pueblo de cada país el que tiene la palabra; y cuando esas masas se muestran firmes y hablan con voz recia, como ha sucedido ahora en zonas del mundo árabe, los tiranos tiemblan.

Esperemos que procesos prometedores como el que ha empezado ya en Túnez y como los que probablemente se inicien en breve en Egipto y Yemen, conduzcan no al triunfo del islamismo fundamentalista, sino al establecimiento de regímenes democráticos que respeten escrupulosamente los derechos de sus ciudadanos. Túnez, un país en el que nada pasaba, ha dado un buen ejemplo.

La gran marcha contra Mubarak reúne a cientos de miles de egipcios

El Baradei insta a Mubarak a abandonar el poder antes del viernes para evitar "un baño de sangre".-Jóvenes, estudiantes, profesionales y familias enteras se reúnen en la plaza de Tahir, donde la oposición espera juntar a más de un millón de personas

ENRIC GONZÁLEZ / NURIA TESÓN - El Cairo - 01/02/2011. EL PAIS

Cientos de miles de personas participan a estas horas en la gran marcha convocada por el movimiento opositor en el centro de El Cairo para exigir la dimisión del presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el final de sus 30 años de régimen. La cadena de televisión Al Yazira, cuyas cámaras siguen en directo el desarrollo de la marcha, asegura que la protesta ha reunido a un millón de personas. Desde las once de la mañana (hora española), la plaza de Tahrir (de la Liberación), epicentro de las protestas para exigir reformas democráticas en el país árabe, es escenario de la multitudinaria manifestación bajo el lema "Abajo Mubarak, todos contra Mubarak".

El líder opositor y premio Nobel de la Paz Mohamed El Baradei, que participa en la marcha, ha instado al presidente egipcio a que abandone el poder y salga del país antes de este viernes para evitar "un baño de sangre". Toda la oposición, incluido los Hermanos Musulmanes, la gran fuerza islamista de Egipto, acaba de llegar a un acuerdo basado en cuatro puntos: 1) Que Mubarak deje el poder 2) Disolución del Parlamento 3) Nueva Constitución 4) Creación de un Gobierno de transición.

Además, se constituirá un grupo de sabios encargado de establecer los mecanismos de diálogo para ordenar la transición, en el que participarán El Baradei, Amr Musa (secretario de la Liga Árabe) y Ahmed Zewail (premio Nobel de Química en el año 1999), que reside actualmente en Estados Unidos y ha sido llamado para participar en este cónclave. Se espera su llegada a El Cairo esta misma tarde.

Mosaico social

En la protesta participa un amplio espectro de la sociedad egipcia: gente joven, estudiantes, profesionales, familias enteras con sus hijos, muchos de ellos bebés, y egipcios con mayor poder adquisitivo que están aportando dinero para sufragar la comida y el agua para la multitud. Cada uno cuenta su historia, cómo está viviendo estos ocho días de revolución ciudadana contra la opresión de un régimen que parece tocar a su fin. Muchos de los congregados cantan y llevan flores y pancartas con lemas como "Amo Egipto".

En el centro de la plaza, además de pancartas en las que se reclama la salida de Mubarak y el regreso de la democracia, se ha instalado una gran pantalla en la que se están proyectando fotos de las protestas para romper así la censura de la prensa oficial egipcia, que no está informando de lo que ocurre en la calle.

Entre la multitud, hay muchos extranjeros. A la entrada de la plaza se reparten octavillas en árabe, inglés, francés e italiano que muestran el respaldo de "la comunidad internacional residente en Egipto" a las demandas de los ciudadanos. "Hemos hecho la parte más difícil tomando las calles. Ahora depende de los intelectuales y los políticos que lleguen a un acuerdo y nos ofrezcan alternativas", asegura Walid Abdel-Muttaleb, un hombre de 38 años que ha secundado la marcha.

Ya desde primera hora la plaza ha ido llenándose de miles de personas que se han unido a aquellos que, una noche más, han acampado en la plaza desafiando el toque de queda impuesto por el Gobierno cuando se iniciaron las protestas hace ocho días con el balance provisional de 125 muertos. Poco después del mediodía, el lugar estaba a rebosar aunque seguía llegando gente.

El Ejército, testigo de la protesta

Después de que ayer el Ejército considerara "legítimas las protestas" y anunciara que "no recurrirá al uso de la fuerza contra el pueblo", el despliegue de soldados que está alrededor de la plaza ha tenido como misión canalizar la entrada de los miles de manifestantes. La gente se agolpa en torno a las dos únicas vías para acceder al recinto, porque las otras cinco calles que culminan en la plaza han sido cerradas por los soldados como medida de seguridad. Los uniformados se ciñen a identificar a los manifestantes y a revisar mochilas y bolsas. Los cientos de periodistas internacionales que cubren la crisis en Egipto tampoco están teniendo problemas para entrar e informar desde el interior de la plaza.

Marchas en Alejandría y Suez

El Cairo no es la única ciudad donde el movimento anti Mubarak exhibe hoy su fuerza. En Alejandría (al norte del país) se desarrolla otra marcha del millón, al igual que en Suez, donde alrededor de 200.000 personas se han concentrado y han gritado lemas como "revolución por todas partes". Para amortiguar el impacto de estas movilizaciones, el Gobierno ha decretado el cierre del servicio ferroviario y de muchas carreteras.

Entretanto, ElBaradei, en declaraciones recogidas por The Independent, se ha mostrado convencido de que Estados Unidos, tradicional aliado de Mubarak, ha perdido la confianza en él y es consciente de que sus días "están contados", al tiempo que ha condenado los "actos criminales" cometidos por el régimen para perpetuarse.

A la cascada de peticiones de libertad se ha unido hoy el primer ministro turco, el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan, que ha recomendado a Mubarak que "escuche las demandas" de sus ciudadanos. "Escucha las protestas y las demandas extremadamente humanistas de los ciudadanos", ha señalado Erdogan durante un discurso ante los miembros del partido gobernante AKP."Atiende sin dudarlo las demandas de libertad de los ciudadanos", ha añadido.
 
El rey Abdalá de Jordania disuelve el Gobierno y nombra primer ministro a un asesor militar
AGENCIAS - Ammán - 01/02/2011

El rey Abdalá de Jordania, un cercano aliado de EE UU, ha disuelto el Gobierno y encargado a un antiguo asesor militar, Marouf Bakhit, la formación de uno nuevo, un día después de que miles de personas se echasen a la calle para protestar contra las subidas de precios y pidiesen reformas. La decisión, que trata de prevenir un estallido social, es la respuesta a la promesa de ayer de Abdalá II de emprender reformas.
Rey Abdulá y la reina Rania

El rey ha nombrado primer ministro a Marouf Bkahit, que ya estuvo en este cargo entre 2005 y 2007, y le ha pedido que forme un nuevo Ejecutivo que se encargue de "emprender pasos prácticos, rápidos y tangibles para lanzar un proceso de reforma política, que refleje la visión del rey sobre la modernización y el desarrollo de la democracia", como informa la agencia oficial jordana Petra. Antes, el monarca había aceptado la dimisión del anterior primer ministro, Samir Rifai.
Marouf Bkahit

Las protestas que llevan semanas produciéndose en el Magreb, especialmente en Túnez y Egipto, también se han dejado notar en Jordania, donde se han producido manifestaciones durante todo el mes de enero. Abdalá, en un comunicado, ha añadido que quiere "reformas que abran el camino hacia mayores oportunidades y la vida decente que merece el pueblo".

El nombramiento de Bakhit, que goza de una gran popularidad en su país, pretende calmar los ánimos de los manifestantes y de la oposición. El Frente de Acción Islámica (FAI), principal partido de la oposición en el país y brazo político de los Hermanos Musulmanes en Jordania, subrayó a la agencia France Presse que, a diferencia de lo ocurrido en Túnez y en Egipto, ellos no piden un cambio de régimen sino reformas políticas.

Erdogan pide a Mubarak que "escuche las demandas" de los egipcios
AGENCIAS - Ankara - 01/02/2011

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha recomendado hoy al presidente egipcio, Hosni Mubarak, que "escuche las demandas de sus ciudadanos" y ha afirmado que "la solución tiene que pasar por las urnas". Coincidiendo con el día de la gran manifestación que esta teniendo lugar en la plaza de la Liberación en el Cairo, Erdogan ha dicho que "se ha acabado el tiempo en que los Gobiernos sobreviven con la represión".

El mandatario turco, un islamista moderado del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), ha pedido que se convoquen elecciones libres y transparentes en Egipto para mostrar su carácter de "país civilizado". En una frase, que parece ser mezcla de aviso y consejo a Mubarak, el primer ministro ha recordado que "todos estamos de paso, y todos seremos juzgados por lo que hemos hecho" y que "ningún Gobierno puede sobrevivir contra la voluntad de su pueblo".

En un discurso en el Parlamento turco, se ha dirigido directamente a Mubarak con estas palabras: "Escucha las protestas y las demandas extremadamente humanitarias de los ciudadanos y atiende sin dudarlo sus peticiones de libertad". Erdogan ha exigido que no se use la violencia contra "la voluntad nacional" de los egipcios y ha criticado que algunos columnistas turcos comparen a su Ejécutivo con los autocráticos regímenes árabes y llamen a un levantamiento civil contra el Gobierno del AKP.

Las duras críticas lanzadas por Erdogan a Israel, en oposición al apoyo explicito de ese país a Mubarak, han granjeado al líder turco la simpatía de la calle de numerosos países árabes. Por ello, la semana pasada, el secretario general de la Liga Arabe, Amr Musa, pidió al primer ministro turco que utilice su influencia para mediar en las revueltas en Túnez y Egipto. También el presidente de EE UU, Barack Obama, conversó con Erdogan durante el fin de semana pasado para tratar la situación.

Tras el consejo de ministros que tuvo lugar ayer, el portavoz gubernamental turco, Cemil Çiçek, hizo un llamamiento a los manifestantes y la policía egipcios para que se alejen de la violencia. "Egipto tiene una importancia clave para la paz y la estabilidad en toda la región. Por eso queremos paz y estabilidad en el país inmediatamente y esperamos que las partes se abstengan de cometer actos violentos", dijo Çiçek.
 

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