domingo, 27 de febrero de 2011

Avanzan, avanzan… el final está próximo para Gadafi.

La oposición avanza hacia su principal objetivo, Trípoli. Finalmente los rebeldes lograron tomar el control de la ciudad de Zawiya a tan solo 50 kilómetros de la capital, aunque la ciudad se encuentra rodeada por tanques de las fuerzas leales a Gadafi. Según distintas fuentes, la tercera ciudad en importancia de Libia, Misrata, a 200 kilómetros de Trípoli ha caído en poder de las fuerzas de la Coalición Nacional.
Soldados libios unidos a la rebelión entrenan a los rebeldes

Los rebeldes intentan llegar hasta la ciudad natal del tirano libio, Sirte.
Mientras tanto, las fuerzas rebeldes y el ejército aliado anunciaron que se proponen integrar un Consejo Nacional para dirigir el proceso de transición. Así lo dio a conocer en Bengasi el vocero de la Coalición Revolucionaria, Abdelhafiz Hoga. Hoga dijo también que la sede del Consejo se establecería en la ciudad coster de Bengasi en el oriente del país.
El portavoz de la Coalición indicó además que una vez que los consejos locales consigan establecer “la seguridad en las distintas ciudades liberadas, el Consejo Nacional tendrá una labor política y se encargará de dirigir el proceso de transición", a lo que agregó: “Es una respuesta a la afirmación de Gadafi, que dijo que tras él vendría el caso y hemos demostrado que en 10 días hemos podido hacer retornar la normalidad a las ciudades liberadas. Creemos que la revolución vencerá en los próximos días",
Gadafi rechazó la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pide al Tribunal Internacional de la Haya investigar los crímenes contra la humanidad que achacan al régimen libio. “La ONU ─ dijo Gadafi ─ no tiene derecho a entrometerse en los asuntos internos de otros países a menos que un país esté atacando a otro estado” y aseguró "Ahora mismo no hay ningún incidente. Libia está en paz completa".
Por su parte, Saif al Islam, hijo de Gadafi a quien se consideraba como el   delfín libio aseguró: "No hemos usado la fuerza. Enséñeme un solo ataque, una sola bomba. Las fuerzas libias solo han destruido los depósitos de munición. Eso es todo".
No obstante y a pesar de los desesperados esfuerzos por detener el avance rebelde, el gobierno de Muamar el Gadafi está llegando a su final. La revolución del 17 de febrero no parece detenerse.

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