jueves, 24 de febrero de 2011

"Esto es lo que pasa por hacer negocios con dictadores"

Mario J. Viera. 


Esta es la advertencia que le ha hecho a Europa el médico libio Aly, del Hospital central Al Betnam. Aly, de acuerdo con un reporte del diario español ABC, hizo esta advertencia al referirse al tsunami que estremece al mundo árabe cuyo centro más álgido se presenta en Túnez, Egipto y Libia afirmando que se requerirá de dosis de ayuda importante desde el exterior para la reconstrucción de esos países.
La advertencia no sólo es válida para Europa con sus relaciones comerciales con el tirano libio Muammar el Gadafi, sino para el resto del mundo que mantiene relaciones comerciales y diplomáticas con gobiernos dictatoriales y totalitarios.
Esto es también válido para todos aquellos países que mantienen estrecha colaboración con el gobierno totalitario de los Castro, con absoluto desprecio por las necesidades del pueblo de Cuba y cuya principal necesidad no es la del suministro alimentario sino la de su libertad política, social y económica.
Algún día se pondrá en marcha el motor de la liberación cubana. Poco probable ahora pero no descartable en un futuro no muy lejano. Ese día el pueblo cubano les pasará la cuenta a todos aquellos gobiernos que por complacencia o intereses económicos egoístas han actuado de cómplices de los desmanes del régimen comunista.
Cuba no reconocerá ningún compromiso contraído por el castrismo en sus relaciones con otros gobiernos; porque no son legales ni vinculantes los pactos acordados por usurpadores.
Entonces, la vieja Europa, Canadá, y muchos de los países supuestamente democráticos de America Latina conocerán el grave error de haber tenido negocios con una dictadura de más de cincuenta año castrando el nervio viril de su ciudadanía.
El mundo está todavía a tiempo para revisar sus relaciones con el castrismo, si no cambia su actitud mañana podrá ser tarde para sus intereses. Los pueblos pueden tener escasa memoria pero en el momento del recuento no olvidan a los que se solidarizaron con ellos ni tampoco a los que propiciaron la continuidad en el poder de sus opresores.
La advertencia está planteada.

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