sábado, 23 de julio de 2011

Siquem, la bíblica


Vista de la ciudad actual de Naplusa
La prensa del día destaca un titular exagerado sobre la antigua ciudad palestina de Siquem: “Desentierran ruinas de ciudad bíblica en ciudad palestina”, cuando en realidad ya mucho antes se habían hecho excavaciones en el antiguo asentamiento bíblico.

La Associated Press señala que en un terreno urbano que los habitantes de Naplusa utilizan para depositar basura y piezas de autos, arqueólogos holandeses y palestinos están conociendo mejor la antigua ciudad de Siquem y se aprestan a abrir el lugar al público como parque arqueológico el año próximo. El proyecto es auspiciado por el Departamento Palestino de Antigüedades.

Se informó, además, que la temporada de excavaciones finalizó esta semana en el lugar, cuyo nombre local es Tel Balata.

Un equipo alemán inició las excavaciones en 1913, cuando la región era parte del imperio otomano. La Primera Guerra Mundial interrumpió los trabajos, que se reanudaron en los años 30 bajo el mandato británico. Buena parte de la documentación alemana se perdió debido a los bombardeos aliados de la segunda gran guerra.

Equipos estadounidenses excavaron en el lugar durante los años 50 y 60 bajo dominio jordano. Israel conquistó Naplusa, y todo el territorio de Cisjordania, en la Guerra de los Seis Días en 1967.

Con los años, el sitio cayó en el abandono, agravado por la primera insurrección palestina de fines de los 80, cuando Naplusa se convirtió en centro de la resistencia a la ocupación israelí. El deterioro se acentuó aún más después de la insurrección iniciada en 2000, que provocó incursiones militares con retenes y cierres que prácticamente aislaron a la ciudad del mundo exterior. Recientemente, al imponer la Autoridad Palestina una mayor seguridad, Israel retiró algunos retenes y permitió una mayor libertad de movimiento.

Actualmente Naplusa es la única ciudad de la provincia o Gobernación de Naplusa o Nablus, una de las 16 divisiones de la Autoridad Nacional Palestina ubicada en el altiplano central de la Ribera Occidental o Cisjordania, 53 kilómetros al norte de Jerusalén. En las afueras de la ciudad, a dos kilómetros al este, se encuentra la antigua Siquem, la primera capital del Reino de Israel, un rico yacimiento arqueológico donde se encuentra supuestamente la tumba del patriarca hebreo José y el pozo de Jacob.

Ofrezco una recopilación histórica del lugar, para que los posibles lectores posean una mayor información sobre el sitio de Siquem.

SIQUEM (Heb. Shekem, "hombro" o "sierra"; como nombre personal aparece en las inscripciones pal. y sudar.; gr. Sujém). Siquem, fue una ciudad israelita de la tribu de Efraím y la primera capital del Reino de Israel.

Está situada dos kilómetros al este de la actual ciudad cisjordana de Nablus. Se estima que la antigua ciudad de Siquem existía ya hace unos cuatro mil años. Estudios arqueológicos evidencian que la ciudad fue demolida y reconstruida hasta 22 veces antes de su fundación definitiva en el año 200 a. C. Debido a su ubicación, Siquem fue un centro comercial en la región, comercializando uvas, aceitunas y trigo.

La Siquem del AT se encontraba en la salida oriental del estrecho valle que forman los montes Ebal y Gerizim, en un lugar que en la actualidad lleva el nombre de Balâtâh. Neapolis o Nâblus, la sucesora de Siquem, se encuentra a una altura de 570 m a.m., y ocupa  parte de las laderas de los 2 montes adyacentes mencionados.
Montes Guerizín y Ebal 
Ciudad cananea fortificada ubicada en el centro de Palestina, en la vecindad del lugar donde Abrahán levantó su 1er campamento y erigió su 1er altar a Dios después de llegar a Canaán (Gn. 12:6, 7). Algunos textos egipcios se refieren a una campaña militar encabezada por el faraón Sesostris III (1880-1840 a.C.) contra Siquem, que aparece como Skmm en el texto, la que se debió haber desarrollado durante la permanencia de Abrahán en Canaán.

Muro del Bronce Medio. El monte Guerizín en el fondo era el lugar en donde se encontraba el templo samaritano durante los siglos IV-II a.C.
El libro del Génesis registra que tanto Abram como Jacob visitaron Siquem en diferentes momentos de la historia. Entre estas visitas, Siquem aparentemente creció y se desarrolló sustancialmente. En Génesis 12:6, cuando Abraham visita Siquem, es llamado un lugar, pero cuando Jacob regresa allí en Génesis 33:18, alrededor del año 1700 a.C., es llamada una ciudad. El texto sugiere una transición de una sociedad nómada a una sociedad más sedentaria a medida que avanza la Edad de Bronce, lo cual demuestra la arqueología.

Jacob se instaló en las proximidades de Siquem después de regresar de Padan-aram, y compró allí un terreno donde José fue sepultado 1106 después (Gn. 33:18, 19; Jos. 24:32). Mientras Jacob se encontraba en el lugar, sus hijos Simeón y Leví dieron muerte a la población masculina de la ciudad en venganza porque uno de ellos deshonró a su hermana Dina (Gn. 34:25-29). Su padre condenó este acto, pero, temeroso de las represalias de las poblaciones vecinas, se trasladó a otra parte del país (34:30; 35:3, 5; 49:5-7). Sin embargo, no mucho después, parece que los hijos de Jacob concluyeron de que era posible regresar a la región, puesto que pastoreaban los rebaños de su padre en las proximidades de Siquem (37:12, 13).

Durante la invasión de Canaán por parte de los israelitas (c 1400 a.C.), no se cita a Siquem entre las ciudades conquistadas, pero que éstos pudieran celebrar una gran reunión en las laderas de los montes Ebal y Gerizim (Jos. 8:30, 33), donde Siquem estaba ubicada, revelaría que la ciudad se manifestó amistosa hacia los israelitas, o que estaba tan atemorizada por las victorias de los hebreos que no se animó a molestarles. Una de las Cartas de Amarna, escrita por el rey de Jerusalén pocos años después, declara que Siquem (que aparece como Shakmi) le había sido entregada a los habirus, por cuyo nombre posiblemente se designaba a los hebreos. "Milkilu y...los hijos de Lab'ayu...han dado la tierra del rey a los habiru"

Cuando se distribuyó el país entre las tribus israelitas, parece que Siquem le tocó a Manasés, pero quedaba muy cerca del límite con Efraín (17:7). Más tarde se la designó residencia de los levitas coatitas y, además, se constituyó en ciudad de refugio (20:7; 21:21). Josué pronunció su discurso de despedida mientras la nación se encontraba reunida en Siquem (24:1).

En el período de los jueces, Siquem tenía un templo dedicado a Baal-berit (Jue. 8:33; 9:4). La ciudad era el lugar de residencia de Abimelec, un hijo de Gedeón y de su concubina. Después de la muerte de su padre, Abimelec, con el apoyo de los siquemitas, se elevó a la categoría de rey, pero más tarde sus conciudadanos se volvieron en su contra, por lo cual él tomó represalias y destruyó la ciudad (9:1-7, 23-57).

En Jueces 9, la historia de Abimelec contiene varios detalles acerca de la gente y de la ciudad de Siquem. Las referencias al "templo de Baal-berit [señor del pacto]" (Jueces 9:4), "Beth-Milo [casa de Milo/fortaleza] (9:6, 20), "templo de sus dioses" (9:27), "torre [o fortaleza] de Siquem" (9:46, 49) y "templo de El-Berit [dios del pacto]" (9:46), todas parecen estar refiriéndose al mismo gran templo encontrado en la acrópolis de Siquem. Este edificio, una fortaleza-templo, es el templo más grande descubierto hasta ahora en Canaán, y fue construido en el siglo XVII a.C. Continuó siendo utilizado hasta la destrucción de la ciudad, a finales del siglo XII a.C. Jueces 9 dice que en Siquem había un templo, una puerta de la ciudad, y que Abimelec "destruyó la ciudad y esparció sal sobre ella" (Jueces 9:45).

En las excavaciones de Siquem encontraron un templo, puertas de ciudad, y una capa de destrucción. La ciudad de la Edad de Hierro I experimentó una destrucción violenta en los tiempos de Abimelec, y los excavadores fechan la destrucción aproximadamente entre los años 1125 y 1100 a.C., coincidiendo con el periodo de tiempo bíblico (hacia el año 1125 a.C.).
Templo de Baal Berith. Los excavadores identificaron este edificio como el templo de Baal mencionado en Jueces 9. De este edificio se tomaron los fondos para financiar el reinado de Abimélec y aquí también los habitantes se refugiaron del ataque de Abimélec.

Siquem recuperó su importancia en la época de los reyes. Allí las 10 tribus de Israel rechazaron a Roboam, hijo de Salomón, y coronaron a Jeroboam en su lugar (1 R. 12:1-19). El nuevo rey fortificó la ciudad y la usó por un tiempo como su capital (v 25). Más tarde perdió su importancia cuando Samaria, a sólo 11 km al noroeste de Siquem, llegó a ser la capital del país.

Perteneciente a este período, fue descubierto un gran almacén del gobierno, construido en la parte superior de la fortaleza-templo, y alrededor de la ciudad fue construida una pared de casamata.

Las inscripciones en óstracas descubiertos en Samaria mencionan que Siquem pagaba impuestos a la tesorería real, y el profeta Jeremías nos dice que todavía estaba habitada después de la destrucción de los reinos de Israel y Judá (Jer. 41:5). Durante el período helenístico llegó a ser la principal ciudad de los samaritanos. Flavio Vespasiano pasó una noche en Siquem durante las guerras judaicas, y cuando se reconstruyó la ciudad después de la contienda, en su honor se le dio el nombre de Flavia Neapolis (Nueva Ciudad de Flavio). La última parte de este nombre se conserva en la actualidad como Nâblus, la denominación de la ciudad de nuestros días. Esta tiene una población completa en su mayoría de musulmanes, pero con una pequeña comunidad samaritana de unas 250 personas.


En el pozo de Siquem fue donde Jesús se encontró con la samaritana y le pidió que le diera agua para beber (Juan 4,5).

Nablus o Naplusa en los alrededores de Siquem
El visitante puede atravesar los restos de la puerta noroccidental de la ciudad en un muro curvo construido por hábiles ingenieros alrededor del 1600 a.C. Luego se atraviesan dos cámaras y uno se encuentra en la ciudad antigua. Desde allí se llega a los restos del templo, con una estela de piedra sobre una plataforma exterior.

Una caminata de uno o dos minutos desde la acrópolis de Siquem lo llevan hasta el Pozo de Jacob, localizado ahora dentro de la iglesia y monasterio ortodoxo oriental de Bir Ya’qub (Pozo de Jacob). Este sitio es mencionado en Juan 4:5, en donde Jesús encuentra a la mujer samaritana junto al pozo y le dice acerca del agua viva que Él da. Algunos creen que este fue el pozo cavado originalmente por Jacob cuando acampó frente a Siquem. Este campo y pozo nos son mencionados específicamente en el relato del Génesis acerca de Jacob. Aunque actualmente no existe evidencia de que el pozo haya estado allí durante la Edad de Bronce, es confirmado por el Evangelio de Juan y por Eusebio, en el Onomasticon 164, línea 3 (también titulado "Referente a los topónimos en las Sagradas Escrituras"), y la primera iglesia fue construida sobre este lugar en el siglo IV d.C.

El Tey Balâtâh fue excavado por una expedición alemana bajo la dirección de E. Sellan y G. Welter en 1913, 1914, 1926, 1928, 1931 y 1934, y, con algunas interrupciones, desde 1956 hasta 1973 por una expedición norteamericana bajo la dirección de G. Ernest Wright. La 1ª expedición llevó a cabo su tarea en forma no muy científica y más bien algo desordenada. Puso al descubierto partes de las sólidas fortificaciones de la ciudad, la puerta noroccidental y una gran estructura que se cree era el templo de Baal-berit.

Frente al templo había un altar y el fragmento de una gran piedra enhiesta (matstsebâ) con su pedestal, quizá los restos de la columna erigida por Josué (Jos. 24:26) y mencionada de nuevo en relación con la coronación de Abimelec (Jue. 9:6). Los excavadores tuvieron la buena suerte de encontrar 2 tablillas cuneiformes y una inscripción escrita en alfabeto protosemítico.

La expedición norteamericana desenterró la puerta oriental en el antiguo muro de la ciudad, y en otras zonas expuso los diferentes niveles de ocupación, 24 en total, y desentrañó la historia arqueológica del lugar, la que se puede dividir en 5 períodos importantes, con algunos baches entre ellos: 1. Una pequeña aldea del período calcolítico. 2. Una ciudad estado de la Edad Media del Bronce, que existió entre el 1900 y el 1550 a.C., y que quizá fue destruida por los egipcios. 3. Una ciudad estado de la Edad Tardía del Bronce, que tal vez existió entre el 1450 y el 1250, cuando Abimelec la destruyó (Jue. 9). 4. Una ciudad fortificada de la Edad del Hierro, del año 1000 al 724, que cayó en manos de los asirios pero sobrevivió por un tiempo como aldea después de esta catástrofe. 5. Una ciudad fortificada de tiempos de Alejandro Magno, que fue destruida por última vez por Juan Hireano en el 107 a.C.

Hace dos milenios, los romanos abandonaron el lugar original y construyeron una ciudad nueva hacia el oeste, llamada Flavius Neapolis. El nombre griego Neapolis, "ciudad nueva", se convirtió en Naplusa en árabe. En hebreo la ciudad conserva el nombre de Siquem.

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