domingo, 17 de julio de 2011

¿Será estúpido Danny Glover?

Mario J. Viera. 



Se puede ser un actor de cine más o menos aceptable, incluso se puede tener una meritoria labor como embajador de buena voluntad de la UNICEF y ser, como se recoge en una página de las Naciones Unidas, uno que utiliza “su fama como héroe de películas como la serie "Arma letal" para luchar en la vida real contra el SIDA” y viajar “por todo el mundo para visitar proyectos y promover la lucha contra el SIDA”. Eso es digno. Lo que no se puede aceptar es ser estúpido y cerrarse a la verdad con la ceguera de la ideología.
El cerebro se utiliza para pensar; para juzgar serenamente, para comparar criterios diferentes y extraer conclusiones, nunca definitivas, pero sí razonadas. Ceñirse en la subjetividad de una ideología, cualquiera que esta sea, conduce al error si no a la estupidez.
Ahí tenemos el ejemplo de Danny Glover, un actor negro de Estados Unidos. Activista contra la discriminación racial, crítico del sistema de gobierno de su país. Nada criticable. Tiene todo el derecho del mundo de sentirse molesto con la política de su país y de criticar a sus gobernantes. Tiene ese derecho porque es ciudadano de nacimiento de un país donde se puede opinar libremente, algo que no pueden hacer los cubanos y que poco a poco van perdiendo los venezolanos, ecuatorianos y bolivianos.
Glover apoya al chavismo. Puede hacerlo, puede creer toda la utopía del chavismo, la realización de un mundo igualitario, puede aceptar para otros países que tengan un gobierno continuista, que se mantenga en el poder por años y años, y no lo conciba para su propio país; pero no tiene derecho a cerrar los ojos ante la realidad y no ver o no querer ver como se descompone la sociedad venezolana en la miseria, en el temor de la violencia delincuencial que azota el país, en la corrupción rampante de los líderes del bolivarianismo. ¿Cree que el populismo es la fuente del paraíso en la tierra? ¡Que lo crea! Es su derecho, aunque también mi derecho a considerarle estúpido por la misma razón.
Glover cree que la dictadura de más de cinco décadas que padece el pueblo cubano es la gran maravilla social. ¡Pues que lo crea! Todos tenemos derechos hasta de ser cretinos; pero, debe pensar un poquito... si él puede criticar a su gobierno, y puede ser amigo de los enemigos de su país sin mayores sobresaltos ¿por qué los cubanos no pueden hacer lo mismo y criticar a su gobierno y sentirse amigos de un gobierno que censura al suyo? Glover, a pesar de todo puede continuar actuando en el cine; pero los cubanos que se oponen al castrismo, con el mismo derecho que él se opone al capitalismo, se quedan sin empleo, son acosados por turbas, denigrados desde las más altas esferas del poder y condenados a prisión.
Danny Glover viaja a Cuba. Simpatiza con el castrismo. Durante una de sus estadías en Cuba, en junio de 2011, según la página digital de Radio Reloj “expresó (...) que cada viaje suyo a la Isla lo sorprende y resaltó como los afrodescendientes criollos están conectados con el mundo y ese es un punto que nos une”.
Ciertamente puede sentirse sorprendido en cada viaje a Cuba guiado por los funcionarios castristas que le llevan a visitar lugares especiales y nada del mundo cotidiano de Cuba. Pobre hombre, no entiende que lo utilizan como al negro útil para creerse el cuento de que no hay discriminación racial en Cuba y que los negros cubanos tienen conexión con el mundo cuando, en la realidad, ningún cubano que no sea miembro de la nomenclatura del Partido Comunista tiene esa comunicación, ya sea negro, ya sea mestizo, ya sea blanco.
Glover no ha tenido contacto con Oscar Elías Biscet, ni con Jorge Luis García Pérez Antúnez, ni sabe nada de Manuel Cuesta Morúa, ni ha visto a Pedro Argüelles, ni tiene idea de quién es Angel Moya, ¿ni ha escuchado hablar de Orlando Zapata Tamayo?, no sabe quién es Guillermo Fariñas, ni se le ocurre pensar en el profesor Félix Bonne Carcassés, todos ellos “afrodescendientes criollos” y miembros de la oposición anticastrista.
Por supuesto que ni siquiera se ha enterado de lo escrito por Ernesto Guevara en su diario mientras viajaba en motocicleta por América del Sur “Los negros, esos magníficos ejemplares de la raza Africana han conservado la pureza racial gracias a su escasa inclinación al aseo… el negro es indolente y caprichoso, y se gasta el dinero en frivolidades”
Pero lo más absurdo de este actor negro americano no es la visita que según reportara JUVENTUD REBELDE de un texto publicado en el sitio digital Cubadebate, realizara en compañía de Saúl Landau al espía al servicio del castrismo Gerardo Hernández preso en Estados Unidos. Lo absurdo fueron sus declaraciones.
Sin pruebas, solo sobre la base de lo dicho por el convicto los dos personajes de la estupidez hecha doctrina aseguraron que José Basulto, líder de la organización “Hermanos al Rescate” “tenía armas que pensaba lanzar en Cuba y Gerardo ayudó a salir de Estados Unidos a Juan Pablo Roque, quien denunció ese plan”.
Aún más; el actor aseguró que “la organización Hermanos al Rescate, financiada por grupos de poder económico del ala derechista de la emigración, que se dedicó a entrar al espacio aéreo cubano y soltar volantes provocadores”.
Este tan bien informado actor por la seguridad de estado cubana, incurre en dos graves errores; el primero: los Hermanos al Rescate no se dedicaron a entrar al espacio aéreo de Cuba; su labor era detectar a los balseros cubanos que se lanzaban al océano buscando emigrar a los Estados Unidos y sólo hizo una entrada al territorio de Cuba como a poyo al movimiento unitario de Concilio Cubano que debía efectuar una reunión el 24 de febrero, y segundo: no soltó volantes provocadores, a no ser que se entienda por provocadores los volantes con citas de los artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Quedó probado que los terroristas de la Red Avispa poseían explosivos ocultos y alijos de armas y no como afirma el sicario castrista que fuera la organización de José Basulto.
Hasta dónde puede llegar la estulticia de un fanático. Según el diario oficialista “Glover y Landau afirmaron que durante el juicio, exiliados extremistas fotografiaron la licencia de los autos de los miembros del jurado y por ello estos temían que una declaración de inocencia pudiera tener como resultado que quemaran sus casas, o peor”.
Analicemos. ¿Se encontraba Danny Glover en el área de parqueo de la corte cuando el juicio contra los miembros de la Red Avispa para asegurar tal acusación? ¿Cómo es posible que los “exiliados extremistas” conocieran cuáles eran los carros de los miembros del jurado, de todos ellos, de los doce? ¿Por qué después de tanto tiempo de haberse dictado sentencia ningún miembro del jurado haya denunciado el hecho y que se hubiera sentido amenazado de que le “quemaran sus casas, o peor”?
Tenemos que preguntarnos si la estupidez de Danny Glover le lleva hasta el punto de justificar como legítimo el derribo con misiles de las dos avionetas de Hermanos al Rescate, avionetas sin dispositivo militar ya fuera en aguas internacionales como ha quedado probado como en aguas territoriales de Cuba. El asesinato es asesinato sin importar conque argumentos se le quiera justificar.
Lamento que quizá Glover no llegue a enterarse de este artículo. Me agradaría mucho que me diera una respuesta.

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