Mario J. Viera
Las declaraciones dadas por Hugo Chávez en relación a su estado de salud generan mayores preocupaciones en cuanto a la gobernalidad de Venezuela. Es una opinión de muchos en el país sudamericano que las condiciones físicas del mandatario le impedirán enfrentar una fuerte campaña por la presidencia con vistas a las elecciones de 2012.
Se aprecia la preocupación que embarga a la cúpula chavista sobre el futuro de su llamada revolución bolivariana. No obstante, el vicepresidente Elías Jaua declaró el viernes 1 de julio que “Chávez está en pleno ejercicio de sus facultades físicas, mentales y de competencia constitucional” y agregó que no creían “necesario activar ningún procedimiento de delegación del mandato del presidente”
Sin embargo Chávez declaró ese mismo día que Jaua y sus más cercanos ministros estaban al tanto de su condición de salud informados por Fidel Castro.
“Él (Fidel Castro) ─ hizo saber el presidente venezolano ─ se encargó de preparar a mis hijas además, ya las había llamado, y a Nicolás (Maduro) que aparte lo llamó antes de venir para acá (…) a Rafael Ramírez que estaba aquí y a los ministros más cercanos que él conoce los llamó primero, incluso mandó a alguien a llamar a Elías (Jaua)”.
La oposición venezolana ha criticado la no delegación de poderes por parte de Chávez dado estar enfermo y fuera del país. La riposta a estas críticas la ha dado Jaua:
"La derecha más recalcitrante está a la espera de cualquier oportunidad para generar desestabilización, pero en Venezuela hay estabilidad política, las Fuerzas Armadas están unificadas en torno a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”, concluyendo: "Hay un sector enfermo, desquiciado, que frente a cualquier situación de salud del presidente Chávez tiene odios profundos y se está regocijando en su orgía de muerte”.
Por otra parte el diputado a la Asamblea Nacional por el estado Zulia, Francisco Arias Cárdenas en un acto con la militancia del Partido Socialista Unificado de Venezuela hizo la siguiente exhortación:
“Nos corresponde darle con sinceridad de alma la alegría de que cumplimos lo que ha mandado que sea el Partido Socialista Unido de Venezuela. No es de la boca para afuera. Es hacia adentro, es haciendo un esfuerzo de alegría. Con esa alegría, organizando esta maquinaria para la batalla, es como le vamos a decir: ‘venga Comandante, venga que su ejército está listo, esperando sus instrucciones para la batalla, para la victoria, para la derrota final de los enemigos de la nación, de los enemigos de la revolución, de los enemigos de la esperanza”.
Este llamado a la batalla contra la oposición; esta retórica del “ejercito” de Chávez plantea una inquietante preocupación. Preocupación que puede aumentarse luego de las declaraciones del comunista vicepresidente venezolano Elías Jagua pronunciadas en el Patio de Honor de las Academias Militares del Ejército y la Guardia Nacional, en el Fuerte Tiuna en el acto de ascenso de Oficiales, Generales y Almirantes. Refiriéndose a los efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), dijo que ellos “son el pueblo que se hizo ejército hace 200 años, para darnos la independencia, la libertad y la soberanía (...) le demostramos (al presidente Chávez) el respaldo, el acompañamiento a seguir profundizando el camino de la Revolución Bolivariana”.
Dirigiéndose a los altos oficiales proclamó: "Ustedes Generales y Almirantes no son desconocidos para nuestro pueblo, ustedes son del pueblo de Bolívar”, por supuesto bajo el criterio de que los chavistas representan al “pueblo de Bolívar”, al igual que el castrismo identifica a sus seguidores como todo el pueblo cubano; el resto de la nación, no cuenta, para los comunistas ese resto es “el enemigo de la nación”, de “la revolución” y de “la esperanza” y por tanto no forman parte integrante del pueblo.
Y Jaua compromete a todo el ejército cuando clama a Chávez: “Chávez ─ vocifera ─, aquí estamos ratificándote nuestro respaldo, prestos a seguir profundizando el camino de la Revolución Bolivariana”.
Más preocupantes todavía son las expresiones del General Carlos Mata Figueroa, actual ministro del Poder Popular para la Defensa hechas durante la misma ceremonia de ascensos.
"Para usted mi Comandante todo nuestro poder de combate convertido en bendiciones para su pronta recuperación” dijo el General Mata, diciendo a continuación: “Usted, quien en su corazón se llena de orgullo de esta Fuerza Armada le expresamos el orgullo por contar con usted como comandante de la Fuerza Armada. Por ello, los soldados de la patria queremos expresarle nuestro más sentimiento profundo de lealtad al gobierno revolucionario”
En todo país democrático la lealtad que se exige a las Fuerzas Armadas es a la Constitución y al país aunque reconociendo al Jefe de Estado como el Comandante en Jefe de los organismos armados. No es cuestión de jurar un profundo sentimiento de lealtad a un determinado gobierno. Los gobiernos son transitorios.
Mata concluyó su discurso diciendo que “este proceso revolucionario quiere a su líder de vuelta. Usted quien ha sido y es el pilar de la revolución, siempre nos ha exaltado los valores de igualdad, solidaridad, por ello le enviamos nuestros mejores deseos, mucha fuerza comandante, mucho optimismo, su pueblo lo espera su fuerza Armada lo espera”
Es la declaración de fidelidad al caudillo, no la debida al Estado, es la misma manera de la fidelidad a la que estaban obligados los militares alemanes al Führer Adolfo Hitler, es el mismo juramento de fidelidad que se imponen los militares cubano al Comandante en Jefe Fidel Castro.
El general Carlos Mata Figueroa es el mismo quien en entrevista recogida por la página web Aporrea el 27 de junio dijo en alusión a la oposición venezolana: “Hay gente a la que el cerebro no le da sino para las cosas maléficas y aprovechan estos momentos para causar desasosiego, desequilibrio, buscar el bochinche, alterar el orden público aprovechando que el comandante en jefe no está (...) Y no van a poder porque, además, está la Fuerza Armada al lado de este”.
Con tales retóricas cabe preguntarse ¿Se está preparando una “cañona” militar en Venezuela en caso de que el Presidente Chávez se vea obligado a abandonar el poder por motivos de salud, o en caso que en las próximas elecciones el oficialismo pierda la presidencia?
Están patentes las inquietudes planteadas por Orlando Ochoa Terán en el Semanario Quinto Día de Venezuela refiriéndose a la predicción del General Mata que la posibilidad de un golpe en el futuro de Venezuela es cero. Ochoa Terán nos dice: “Desafortunadamente nadie tenía la bola de cristal del general Mata Figueroa para que le advirtiera al presidente Rómulo Gallegos que su ministro de Defensa, Delgado Chalbaud, íntimo de su familia, encabezaría un golpe y lo reemplazaría. Tampoco Salvador Allende. Tres semanas antes del golpe había designado al general Augusto Pinochet, comandante en jefe de las fuerzas armadas. En medio del golpe Allende aún preguntaba dónde estaba su leal Augusto”.
Ochoa que no considera al General Mata “tan menso como quiere hacer creer” deja caer otra gotita de veneno...: “Curiosamente, quien reemplaza en el poder al otrora héroe de las guerras de Egipto, Hosni Mubarak, es el mariscal Mohamed Houssein Tantawi, su ministro de Defensa, a quien… ¡ojo Carvajal! apodaban el ‘cachorro de Mubarak’”.
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