sábado, 30 de julio de 2011

Comisión Nacional gobierno-oposición y la Ley 88, “mordaza”

Mario J. Viera.  Englewood, Florida.
El Parlamento genuflexo del Poder Popular

Para el gobierno castrista los “representantes del pueblo” son única y exclusivamente los comunistas que conforman el Parlamento genuflexo de la Asamblea Nacional del Poder Popular, como bien se destaca en la nota aparecida en GRANMA “Nada que atente contra la soberanía nacional puede quedar impune”, entendiéndose por soberanía nacional, no la soberanía del pueblo de quien deben emanar todas las leyes, sino la soberanía del Buró Político del Partido Comunista de quien, en realidad, emanan todas las leyes.
Pretextando la decisión del senador demócrata John Kerry, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos de levantar su veto a los fondos a los 20 millones de dólares destinados al programa para promover la democracia en Cuba, la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional, siguiendo instrucciones del gobierno central decidió remitir a la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, según el GRANMA, la propuesta de analizar las medidas contenidas en la Ley 88, de Protección de la Independencia Nacional y la Economía de Cuba, ley esta conocida como la Ley Mordaza y por la cual fueron sancionados en 2003, a penas de prisión de hasta 28 años,  75 opositores, disidentes, activistas por los derechos humanos y  periodistas y bibliotecarios independientes.
Para el gobierno castrista esos fondos, que Estados Unidos pretende proveer para lograr cambios hacia la democracia en Cuba, tienen como “objetivo (...) financiar a quienes sirven en el país a una potencia extranjera, tras las presiones de los agentes de la mafia de Miami”.
De acuerdo con GRANMA la decisión tomada por los que denomina “representantes del pueblo” es el de “enfrentar resueltamente” el acto, que consideraron como una agresión al país, “bajo el supremo concepto de que nada que atente contra la soberanía nacional puede quedar impune, venga de donde venga”.
Para la gerontocracia cubana todo acto dirigido a promover la democracia en la isla, “venga de donde venga” es un atentado contra la soberanía nacional. Ya sea la ayuda proveniente de Estados Unidos, del gobierno federal o del exilio catalogado como “mafia de Miami”, como de cualquier iniciativa interna dirigida supuestamente a buscar un consenso entre la oposición para llegar a un diálogo con la dictadura por medio de una Comisión Nacional paritaria.
La propuesta “de analizar las medidas contenidas en la Ley 88...” significa, en realidad, una propuesta de endurecimiento de esa represiva y draconiana ley. Cuba está en la antesala de una poderosa reacción represiva. Las calles y plazas del país serán tomadas por las fuerzas de la dictadura en cumplimiento de la exhortación que hiciera el general Raúl Castro en su discurso de clausura del Sexto congreso. No hay camino del pueblo por la vía del diálogo. La intolerancia totalitaria lo niega.

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