David Sosa/ Especial para martinoticias.com
El periodista Emilio Palacio, la más reciente víctima en la cruzada del presidente ecuatoriano contra la libertad de expresión, habla en exclusiva para martinoticias.com sobre su sentencia a tres años de cárcel y el escándalo de El Universo.
Emilio Palacio a la salida del juicio. Los correistas le lanzaron huevos al estilo de los cuerpos de respuesta rápida dek castrismo
Después de muchos años trabajando en El Universo, diario de mayor circulación de Ecuador, el periodista Emilio Palacio presentó su renuncia a este medio, el 7 de julio de 2011.
En su carta, hecha pública, Palacio argumentó los motivos de su alejamiento. “Les he pedido varias veces -desde hace cuatro años y medio- a los señores Pérez que consideren mi alejamiento, y hasta ahora he recibido solo muestras de valentía y lealtad, heredadas de su padre, de quien tanto aprendí. Sin embargo, hoy está en grave peligro la fuente de empleo y sustento de alrededor de un millar de colaboradores de la institución y sus familias, y en esas condiciones todos debemos aceptar la realidad. Es mi criterio que el bienestar común, si de mí depende, no puede estar nunca por delante de garantías personales”.
Palacio terminó diciendo: “Espero que esta renuncia dé lugar a que el Presidente en efecto retire su querella contra El Universo y contra los señores Carlos, César y Nicolás Pérez”.
Pero su renuncia a El Universo no lo salvó de la condena a tres años de cárcel por haber “manchado la honra” del presidente Rafael Correa. No era la primera vez en este gobierno que Palacio se veía en problemas. Antes estuvo en situación similar por causa de su artículo Camilo, el matón, publicado el 27 de agosto de 2009, contra un alto funcionario del gobierno correísta (Camilo Samán, quien presentó la demanda solicitando una pena similar).
En esa ocasión se libró de la condena, no ahora, cuando su sentencia se produce en momentos en que la Asamblea Nacional tramita una polémica Ley de comunicación, con la que se busca una regulación de los medios de prensa del país.
¿Cuál va a ser su estrategia a partir de ahora en la defensa de su honra?
La defensa de mi vida, porque 80 millones de dólares y tres años de cárcel es mi vida y la de mi familia.
Explíquenos un poco qué implica esta sentencia.
La cosa es de la siguiente manera: al diario El Universo le exigen una cantidad, y a los cuatro ciudadanos, otra cantidad, y lo tenemos que pagar, hablando en términos populares, “haciendo vaca”; es decir, yo pongo mi casa, mi carrito y los señores Pérez tendrán que poner lo que tengan así y ver qué reunimos.
¿Qué pasará ahora con otros periodistas que quieran decir su verdad?
Supongo que habrá periodistas muy valientes que seguirán diciendo la verdad, pero cualquiera que tenga que pagar el colegio de sus hijos y llevar el pan a su casa tendrá que pensar dos veces lo que va decir.
¿Cómo vio que una multitud de simpatizantes correístas (empleados oficiales, entre ellos) lo haya recibido en la Corte de Justicia con insultos y con huevos?
Bueno, es que ellos (los empleados oficiales) son los únicos fanáticos que tiene el presidente Correa, la gente de la calle ya no lo sigue, puede que algunos sigan votando por él pero no van a salir a defenderlo. Los que están saliendo a la calle a hacerlo son primero que todo los soldados; es el Ejército el que está defendiendo a este Gobierno, en la ciudadanía lo que hay es un profundo desconcierto, inclusive malestar.
Lo cierto es que ahora los periodistas no van a poder escribir en su artículo ni el Génesis de la Biblia porque al decir que Caín mató a Abel entonces usted está insinuando que el presidente es un asesino, y el juez lo tendrá que condenar porque si no lo destituyen. Es que hay un triunvirato puesto por el Gobierno que está con un ojo puesto en cada juez.
Aquí la pelota se tiene que pasar a los ciudadanos, que son quienes tienen que defender la libertad de expresión. Con todo el respeto, ni usted ni yo podemos seguir defendiéndola, hemos perdido esa posibilidad. Los jóvenes, los estudiantes, las amas de casa, los oficinistas, los obreros son los que tienen que defender la democracia, a menos que quieran un país donde el modelo que se les presenta es uno donde los gobernantes llegan al poder para enriquecerse, no como antes, ahora es legal: demando a cualquiera y saco los millones que quiera.
¿Usted recuerda anteriormente en Ecuador que un presidente calificado como democrático se enfrentara de manera tan inquisitorial a la prensa como Rafael Correa?
Habría dos presidentes que habría que mirar cuál se le parece más a Rafael Correa, en el siglo XIX, Gabriel García Moreno e Ignacio de Veintimilla. En el siglo XX usted no encuentra a nadie que se haya dedicado a perseguir la libertad de expresión, los periodistas, la democracia y las libertades de esa manera. Nadie se había atrevido a lo que se ha atrevido Correa. Aquí ha habido dictaduras militares y en las dictaduras decíamos lo que nos daba la gana a los dictadores, por eso la llamábamos “dictablanda”. Me acuerdo que el único juicio en los años sesenta contra un periodista se lo hizo Ramiro Larrea, que era ministro de Trabajo al periodista Edargo, y Edargo ganó el juicio. Fue el único intento y no lo lograron ¡en una dictadura militar! Esta es la primera dictadura que logra aplastar la libertad de expresión en Ecuador.
¿Podría verse la oferta que hizo El Universo de que el presidente escribiera él mismo la rectificación y que ellos la publicaban como un impulso de reprimirse?
A lo mejor se lo puede ver así, pero eso es lo que el gobierno pide: o se callan o se destruye El Universo. ¿Y usted quiere que se destruya El Universo, una institución de 90 años? Por esa institución hay que hacer cualquier sacrificio, yo renuncié por eso.
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