viernes, 22 de julio de 2011

Nueva pesquisa federal sobre el congresista republicano David Rivera

Scott Hiaasen y Marc Caputo. THE MIAMI HERALD

Los investigadores federales han abierto una segunda investigación sobre el representante federal David Rivera, examinando los pagos no revelados de una empresa de juegos de azar de Miami a una empresa vinculada al congresista republicano.

Agentes del FBI y del Servicio de Renta Interna (IRS) han comenzado a entrevistar a personas al tanto de un contrato de consultoría de $1 millón entre el Canódromo de Flagler —ahora conocido como Casino Magic City— y Millennium Marketing, una compañía de propiedad de la que son copropietarios la madre de Rivera, de 70 años de edad, y el asociado empresarial de ésta, dijeron a The Miami Herald fuentes familiarizadas con la investigación.

La participación del IRS y las preguntas que han hecho los agentes indican que Rivera es el objeto de una investigación sobre evasión de impuestos, dijo una fuente.

Los agentes federales han programado entrevistar en las próximas semanas a Lori Weems, una cabildera y abogada que redactó el borrador de consultoría a la vez que representaba al Casino Magic City, dijeron las fuentes. A principios de este año, agentes del FBI entrevistaron también a Esther Nuhfer, una cabildera y consultora política de Miami con estrechos vínculos con Rivera, dijeron las fuentes.

La familia Havenick, que es dueña del casino, también ha hablado con los investigadores. Una serie de otros cabilderos y consultores también han sido entrevistados por los investigadores del estado.

Ni el FBI ni el IRS han querido comentar sobre el caso.

Rivera siempre ha negado haber actuado mal. Rivera dijo en un correo electrónico el jueves que no ha sido contactado por las autoridades federales, y dijo que nunca ha recibido “ingresos” del casino o de Millennium Marketing.

La investigación federal confidencial previa es independiente de una investigación del estado sobre las finanzas de Rivera, iniciada por la Oficina del Fiscal Estatal de Miami-Dade y el Departamento de Policía de la Florida el año pasado, poco antes de que Rivera fuera electo al Congreso. Sin embargo, los investigadores del estado han examinado también los pagos de las carreras de perros, dijeron fuentes a The Miami Herald.

Roberto Martínez, abogado de Magic City, no quiso discutir los detalles de ninguna de las investigaciones.

“Seguimos cooperando plenamente con la policía, que nos ha dicho que no somos más que posibles testigos”, dijo Martínez.

La nube de investigaciones ha perjudicado la posición política de Rivera desde que asumió el cargo en enero, en representación de un distrito congresional que se extiende desde el oeste de Miami-Dade al condado de Collier.

Rivera, ex legislador estatal, una vez fue una fuente inagotable de recaudación de fondos -consiguió una cifra récord de $1 millón para un campaña por el Senado estatal que abandonó para postularse al Congreso-, pero las recaudaciones que ha logrado en Washington han sido modestas. En el segundo trimestre de este año, Rivera recaudó sólo $33,500, $10,000 de los cuales fueron donados por su madre y el socio empresarial de ésta. Rivera informó de $62,000 en efectivo en el banco, pero casi $152,000 en deudas y obligaciones de campaña, según los documentos.

El foco de la investigación federal es el trabajo de Rivera en beneficio de la compañía de juegos de azar Magic City desde el 2006 al 2008, que Rivera no hizo público.

Los abogados de Magic City han dicho que intentaron contratar a Rivera en el 2006 para iniciar una campaña política con el objetivo de lograr la aprobación de los votantes a las máquinas tragamonedas tipo casino en las parimutuales de Miami-Dade. Los votantes respaldaron la medida en enero del 2008.

En lugar de contratar a Rivera directamente, la compañía de juegos firmó un contrato en octubre del 2006 con Millennium, una empresa fundada un mes antes por Ileana Medina, gerente de un condominio del Doral y frecuente asociada de negocios de la madre de Rivera, Daisy Magarino, según los documentos.

La primera vez que se le preguntó sobre el contrato el año pasado, Rivera dijo que estaba “designado” por Millennium para trabajar en la campaña de Magic City.

Sin embargo, Martínez le dijo The Miami Herald el año pasado que fue Rivera quien primero se acercó al canódromo para llevar a cabo la campaña en favor de las máquinas tragamonedas, y que fue Rivera quien sugirió que el contrato se realizara a través de Millennium. Los funcionarios del canódromo no tuvieron contacto con Medina o Magarino durante las negociaciones del contrato, dijo Martínez el año pasado. Rivera firmó el contrato del 2006 con Magic City junto con Medina, según los documentos.

Ni Magarino, que ahora es vicepresidente de Millennium, ni Medina, pudieron ser contactadas para hacer comentarios.

Según el contrato, Rivera iba a ser el “líder máximo de la cadena de mando” de todos los asesores políticos y estrategas que participaran en la campaña de $6.7 millones a favor de las tragamonedas. Sin embargo, todos los pagos realizados bajo el acuerdo, por un total de $510,000 fueron a Millennium.

En febrero del 2008 -pocos días después del exitoso referéndum sobre las máquinas tragamonedas-, Rivera patrocinó un proyecto de ley en la Legislatura que hubiera anulado el referéndum y prohibido las máquinas de juego en el condado de Miami-Dade y otras áreas. Millennium recibió $460,000 en honorarios después de que Rivera presentó ese proyecto de ley, que no fue aprobado.

Martínez dijo el año pasado que los funcionarios del canódromo no estaban al tanto de la factura de Rivera y que nunca la discutieron con él.

El contrato también pidió una cantidad adicional de $500,000 para Millennium como “comisión de éxito”, siempre y cuando las máquinas tragamonedas fueran aprobadas, según los documentos. En ese momento, sin embargo, ni Rivera ni Millennium reclamaron la suma.

Pero en las últimas semanas, funcionarios de Millennium solicitaron formalmente la comisión de éxito de 500,000 al Casino Magic City, de acuerdo con el canal informativo socio de The Miami Herald, WFOR/CBS-4. No está claro quién hizo la solicitud a nombre de la empresa.

Rivera negó inicialmente que le pagaran por trabajar en la campaña a favor de las tragamonedas mientras se encontraba en la Legislatura, y durante su campaña por el Congreso el año pasado. Un ejecutivo de la compañía también negó inicialmente la contratación de Rivera, al ser entrevistado por The Miami Herald el año pasado.

Pero después de ganar su escaño en el Congreso en noviembre -y después de que el contrato de Millennium con Magic City salió a la luz-, Rivera admitió haber recibido $132,000 en “préstamos” de Millennium que nunca había revelado previamente. Rivera reconoció por primera vez el dinero al hacer una revisión de sus declaraciones federales financieras antes de asumir el cargo como miembro del Congreso en enero.


Rivera había cambiado antes sus formularios estatales de información financiera, eliminando cualquier referencia a su trabajo con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), después de que el diario The Miami Herald informó que la USAID no tenían ningún registro de que él hubiera trabajado para la agencia.

Rivera ha dicho que no estaba obligado a informar de los $132,000 en préstamos de Millennium en sus formularios de declaración financiera, aunque la ley estatal requiere la revelación de la mayoría de las deudas de más de $1,000.

Rivera también ha dicho que devolvió los préstamos de Millennium, en parte mediante el traspaso de propiedad de una unidad de condominio de la que era propietario, días después de haber ganado las elecciones en noviembre.


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