viernes, 11 de noviembre de 2011

Las FARC sin Cano

Eucario Bermúdez. DIARIO LAS AMERICAS

¿Qué puede cambiar en el conflicto colombiano tras la muerte del comandante de las FARC, alias Alfonso Cano? Es una pregunta que se hacen las mayorías. Y hay varias respuestas. La que predomina es que tras el contundente golpe que han dado las fuerzas militares a ese grupo subversivo, no hay que hacerse muchas ilusiones. No habrá seguramente liberación de secuestrados, no habrá diálogo con el gobierno, no se desmovilizarán, y no abrirán nuevas posibilidades de paz para el país, lamentablemente.

Es la misma pregunta que nos hicimos cuando murió alias “Tirofijo” el temible Manuel Marulanda Vélez, fundador de esa guerrilla. Todo lo que hubo fue un cambio de mando, precisamente hacia Cano, y es lo que se espera muy pronto. La escogencia de un nuevo jefe extraído del llamado secretariado, que en gran parte opera desde Venezuela con la complicidad de Hugo Chávez. De allí provendría quizá el nuevo comandante y a su lado estarían los más sanguinarios cabecillas, aquellos que no salieron de la universidad como Cano y que se han formado fundamentalmente en el monte, cometiendo toda clase de atrocidades contra el ejército, la policía, la población civil y la riqueza nacional, sembrando el terror, todo para proteger su multimillonario negocio del narcotráfico que es su único objetivo.

Nada de búsqueda de reivindicaciones sociales para el pueblo. Ese cuento ya se les acabó y solo les cabe el título de narcoterroristas, aunque el Presidente Ecuatoriano Rafael Correa no lo reconozca, tal como olímpicamente lo dijo anoche a los medios de comunicación, mientras otro mandatario, el señor Sarkozy de Francia pide la desmovilización de las FARC, el fin de los secuestros y el enrolamiento de niños a sus bandas criminales.

Por su parte el ex embajador de los Estados Unidos en Colombia William Brownfield, ahora subsecretario de Estado para asuntos antinarcóticos, señaló –y hay que destacarlo- que en este momento las FARC y el Talibán en Afganistán son dos de las organizaciones narcotraficantes más grandes y más importantes en todo el mundo. De ese tamaño ve las cosas el alto funcionario estadounidense. Así que ante este panorama, es que podemos responder a la pregunta de lo que pueda venir después de la muerte de Cano.

Hay quienes afirman que se avecina una disgregación en las filas de la narcoguerrilla, que daría paso a grupos pequeños, más regionalizados y fuertemente enmarcados por el narcotráfico. Fue lo planteado por analistas que consultó el diario EL TIEMPO. Pero el escenario de guerra no cambiará de manera sustancial.

Con la muerte en combate por parte de las fuerzas militares de los Comandantes Reyes y Cano quien sabe cuántas ganas tendrá un guerrillero de llegar a esa posición. Como señaló muy gráficamente el joven Ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, quien sea el sustituto “tendrá que preocuparse por huir”. Bien vale la pena citar la opinión del hombre de la calle. “La vida estéril e inútil de los ideólogos”, Lo único que dejó Cano fue un rastro de sangre y en sus últimos minutos huyendo como rata. Señores de las FARC: la lucha contra la pobreza es acá, hombro a hombro, trabajando, no echando bala y hablando “m”.

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