Mario J. Viera. Englewood. Florida
Dos payasos y el director del show
Ya antes lo habían hecho, en primer lugar el pelón de Hugo Chávez, luego le siguió el borrachín de Daniel Ortega; no se quedó atrás el pelucón izquierdista Rafael Correa. Solo faltaba Evo Morales. Pero ya se unió al concierto pro gadafista y desde La Haban hace declaraciones condenando a la OTAN y al Consejo de Seguridad.
Tras recibir el doctorado honoris causa de la Universidad de La Habana, nada menos que en Ciencias Políticas, el casi oligofrénico presidente de Bolivia, la emprende contra el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
No lamenta las muertes que provocara el dictador libio en contra de su pueblo a manos de fuerzas mercenarias y de sus propias fuerzas militares. Eso, para el doctor inhonoris causa, no es una vergüenza. No importa que se maten a unos cientos de civiles, el líder tiene todos los derechos de aplastar a todo aquel que se le enfrente, a todo aquel que le dice “Ya estamos cansados de ti!”, lástima que el bueno de Evo no pueda despanzurrar a los que se le enfrentan. Así es que denomina al Consejo de Seguridad como “Consejo de inseguridad” y declara “una vergüenza para la humanidad” la intervención de Occidente para frenar el derramamiento de sangre que el miserable dictador estaba ocasionando.
¡Pobres embajadores acreditados en las Naciones Unidas! Morales amenaza que tratará el caso de Libia en la Asamblea General. Probablemente de su discurso magistral saldrán nuevas evadas para enriquecer el libro que colecciona los gazapos del presidente boliviano. ¡Claro está! Los que pasarán un gran trabajo serán los traductores de Naciones Unidas tratando de descifrar los galimatías de su lenguaje enredado que no es español, ni es quechua.
¡Imagínense! Evo le confiesa a Prensa Letrina... ¡Disculpen! Quise decir Prensa Latina, le confiesa, que cuando se presente ante la asamblea general, dice: “No tengo un discurso preparado, estoy pensando hacer algunas reflexiones sobre la crisis del capitalismo, sobre las intervenciones inhumanas como la de Libia”. Ya veremos el derroche de estupideces que dirá”. Ya veremos las reflexiones irreflexivas del mandatario andino. Prometo que será un gran espectáculo y les garantizo que habrá tema para reir a mandíbula batiente.
Lo lamento, no puedo hacer un análisis serio sobre las evadas de Evo. Un payaso no da para nada serio; un payaso tan hilarante como el de Miraflores, con la diferencia de que este último sus payasadas hay que tomarlas más en serio por el poder que le confieren los petrodólares venezolanos; el de Bolivia... ¡Bueno, el de Bolivia es solo un pobre payaso y una pala del payaso mayor de bolivarianismo!
¡Ah, una observación aparte! Bolivarianismo no es lo mismo que bolivarismo, es como su nombre lo dice: Boli + varianismo, una variación mal intencionada de los ideales del Libertador, es decir del bolivarismo.
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