Cheo el cojo molesto con diputado chavista.

Mario J. Viera

Fernando Soto Rojas

 

Llegó de sopetón a mi apartamento. Bufaba.

-¡Dame un vaso de agua! ─ No me pidió, me exigió ─ Estoy que echo chispas... ¡Mira que hay imbéciles por ahí...!

Le alcancé el vaso de agua a mi amigo Cheo el cojo. Lo bebió de prisa.

-¿Qué te ha puesto tan furioso, Cheo?

-Ese cretino del Sato el Rojo... hablando mierda... ¡Mira que hay problemas en su país para estar pidiendo campañitas mundiales por cinco hijos de...!

Y aquí soltó un epíteto que no quiero reproducir.

-A ver ─ le pregunté ─ ¿Quiénes son esos hijos de buenas señoras y quién ese Sato El Rojo de que me hablas?

-¡Compadre, quién va a ser! Ese tipo que es presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, ese Sato el Rojo... ¿Quién otro?

-Oye, espera ─ le atajé ─ Me pareces que te refieres a Fernando Soto Rojas...

-¡Ese mismo, ese cabrón lame nalgas de Chávez! ─ soltó en un resoplido Cheo ─ Ese mismo Sato el Rojo... ¿Sabes qué? Ahora quiere organizar “un movimiento popular, con la opinión pública mundial y con un movimiento por la libertad en Estados Unidos” para lograr “la liberación plena de los héroes cubanos, porque lo que se ha hecho es un exabrupto jurídico como nunca en la historia”

-Pero, Cheo ─ le acoté ─, eso no está mal, aunque un poco tardío, ya que los héroes cubanos ya han sido excarcelados aunque a los últimos de los 75 se les obligara ir al destierro...

Me fulminó con la mirada.

-¡Si será Ud. Bobo, compadre! ¿Cómo se te ocurre que un Sato Rojo se interese por los presos de conciencia que el gobierno castra’o reprime? El tipo quiere que liberen a los cinco bandidos que están cumpliendo justa condena en Estados Unidos y lo hace desde la cima de su puesto en la Asamblea Nacional porque dice que con ellos se ha cometido un “exabrupto jurídico como nunca en la historia” ¿Te imaginas? ─ hizo Cheo una pausa, para luego continuar ─ Mira que hablar de exabrupto jurídico cuando él ha sido cómplice de los exabruptos jurídicos cometidos por el pelón de Chávez, el del cáncer cura’o, que ha promovido causas ilegales contra miembros de la oposición; que ha inhabilitado a candidatos por lo que a él le ha dado la gana; porque él cerró Globovisión y Radio Caracas Televisión Internacional y ha llevado a la cárcel a una gran cantidad de sus opositores políticos...

Extrajo uno de sus cigarrillos Santa Fe Original, le dio candela, aspiró el humo y soltó una larga bocanada.

-¿Y dónde hizo esa declaración ese Sato el Rojo? ¡Ante la estatua del Libertador, nada menos! Allí colocó una ofrenda floral en compañía del embajador de los Castro, no de Cuba, porque esos no son Cuba, y de algunas de las familiares de esos cinco tipos que querían seguir haciendo de chivatos en Miami ─ Una pausa ─ Nada tengo en contra de esas señoras, ellas hacen lo que tienen que hacer los dolientes de los presos, aunque con más libertad y dinero del pueblo cubano para viajar por todo el mundo de lo que no gozaron las Damas de Blanco que reclamaban lo mismo que ellas a favor de sus esposos, hijos, padres y hermanos condenados a muchos años de prisión. A esas señoras, familiares de los cinco sicarios nadie las agrede, ni les golpean como si ocurre con las Damas de Blanco.

Sonrió ahora Cheo.

-Como decía mi abuela, el tipo se va a coger el culo con la puerta... Los cinco sicarios serán liberados, ¡de eso no te queden dudas!; pero cuando cumplan su sentencia, salvo ese tipo de Gerardo Hernández o Ramón Labañino o como se llame que saldrá de la prisión cuando lance el último suspiro por su complicidad en el asesinato de los pilotos de Hermanos al Rescate. Ese vaina del Sato Rojo dice que están ayudando a “una jornada de carácter mundial, no sólo en Venezuela y en Cuba, sino en América Latina y el mundo; es una movilización a escala mundial, para exigir la libertad plena y la repatriación de los cincos hacia Cuba”, gastando el dinero de los venezolanos y el dinero que le han robado a los cubanos... Que se rasque... que ya dentro de algunos meses los venezolanos mandarán a Chávez para el tacho de la basura y con él a todos los Satos Rojos.