Café Fuerte ha recogido en su edición del 6 de septiembre dos críticas de Silvio Rodríguez dirigidas contra Pablo Milanés con motivo de la carta que este último le dirigiera al provocador castrista en Miami, Edmundo García.
El primer ataque de Silvio en contra de Milanés apareció como respuesta a los comentarios hechos por un lector de su página Segunda Cita identificado como Manuel R., estudiante puertorriqueño de Nueva York, a propósito de una carta que Silvio reprodujera en su blog fechada en Madrid el 28 de mayo de 1986 y firmada por él y Pablo con el título de “Respuesta a una provocación del Sr. Carlos Alberto Montaner”
En su comentario, el lector le decía a Silvio: “No entiendo bien tu postura, ni la de muchos revolucionarios que considero honestos y maduros ante la carta de Pablo”. En su opinión la carta de Pablo dirigida a Edmundo García la parecía honesta aunque señalando que “... Personalmente tengo diferencias en cuanto a la forma de la carta aunque no en cuanto al contenido” y le pedía conocer cuál era su opinión en cuanto al contenido y a la forma de la carta de Milanés.
La respuesta de Silvio al lector se mostró moderada. Aclaró que él y Pablo no se veían desde hacía veinte años y que ni siquiera se comunicaban por teléfono y aunque, escribió, “sin estar cerca, en este tiempo sin relacionarnos directamente, ambos hemos mantenido una actitud respetuosa respecto al otro”. Aseguró además que muchos de los ataques que se proferían contra su antiguo amigo no los reproducía en su blog. “Por mi parte nunca -jamás- he permitido que en mi presencia nadie hable mal de Pablo”, agregó.
Refiriéndose a la forma de la misiva de Pablo, anotó Silvio: “Lo que escandaliza a algunos no es el contenido de sus críticas sino la forma, que además de burda parece desamorada, sin el más mínimo compromiso afectivo” considerando que lo que en la carta provocaba dolor “es que haya manifestado esas críticas en Miami, a unos días de un concierto que, por más propaganda que hacían, no se llenaba. Y para colmo que las hiciera a medios que tildan de héroes a terroristas que han derribado aviones civiles, medios cuyos dueños han pagado actos de violencia contra Cuba”.
Es que Silvio olvida o quiere pasar por alto los terroristas del 26 de julio que colocaban bombas en centros comerciales, en baños de cines, en cualquier esquina que el castrismo tilda de héroes y como ejemplo se puede citar al Curita que en una sola noche hizo estallar cien petardos en La Habana; olvida también el derribo en aguas internacionales de dos avionetas desarmadas de Hermanos al Rescate por aviones de combate del ejército castrista.
Según Café Fuerte, Silvio, en tácita referencia al texto de “Cuando te encontré”, escrito por ambos había escrito en su respuesta a Manuel R.: “Que cada cual asuma lo que le toca, y allá el que se arrepienta de la gloria que ha vivido por lo que quiera aparentar”
Pero, como señala Café Fuerte, “Silvio Rodríguez no parece haber quedado satisfecho en la primera andanada contra su colega Pablo Milanés” pues en menos de 24 horas vuelve a la carga en contra de Pablo Milanés en una respuesta al comentario de otro lector identificado como Mauricio Mora-Pale, un ciudadano mexicano que dijo ser admirador de la Nueva Trova.
Salta indignado el trovador pro castrista ante el comentario de Mauricio que dice le “parece triste (y bajo) que consideres que "lo ha podrido el enemigo" por el simple hecho de que no asume tu visión (personalísima) de lo que es ser un revolucionario”. Ruje Silvio alegando: “Bajo es decirle cobarde a Cintio Vitier, a Alicia Alonso, a Leo Bouwer, a Chucho Valdés y a los muchos artistas e intelectuales cubanos que viendo que en Miami se decía “Ahora Irak, después Cuba”, cerraron filas con su país amenazado”.
Te equivocas, Silvio, decir la verdad no es ser bajo, sino el que la oculta como tú. Tanto Cintio Vitier, como Alicia Alonso, como Leo Bower como Chucho Valdés u esos muchos artistas e intelectuales que mencionas son seres miserables, cobardes, traidores a los ideales republicanos de José Martí que se prestaron al triste papel de prostitutas ideológicas cuando firmaron su apoyo al fusilamiento de tres cubanos y al encarcelamiento de 75 opositores y periodistas independientes por oponerse en el plano de las ideas al totalitarismo castrista.
Como bien señala Café Fuerte la “invectiva del autor de Al final de este viaje echa por tierra la relativa cordura que había mostrado en una opinión anterior respondiendo a uno de los foristas y marca un rompimiento radical con la actitud de Milanés”. Como todo castrista, Silvio no puede contener el flujo de bilis que le provoca cualquier comentario crítico. Salta furioso y asegura que Pablo vendió su alma al diablo “para solucionar un problema empresarial” y “armar un show mediático” en contra de su país. ¿Quién le dijo a Silvio que criticar al gobierno de su país, aunque fuera uno legítimo y no el usurpador que hay en Cuba es armar un show en contra de su país? El gobierno no es el país, el Estado no es el país, el castrismo de ninguna manera es el país.
Habría que preguntarle a Silvio si considera por igual las declaraciones que en contra del gobierno de Estados Unidos que emiten los Pastores Por la Paz, los intelectuales y artistas de Estados Unidos que se solidarizan con el castrismo son ataques a su propio país.
Y Silvio no se limita para denominar como bajo y cobarde por parte de Milanés el no haber reclamado en Estados Unidos la liberación de los cinco sicarios castristas condenados por actividad de espionaje a favor del régimen de los Castro, pero él mismo condena a las Damas de Blanco que dentro de Cuba reclaman la libertad de todos los presos políticos.
“Bajo es ─ califica el bajo de Silvio Rodríguez ─ santificar a unas señoras que hasta ayer decían que no eran políticas, que sólo eran familiares de sus seres queridos presos y que ahora, después de verlos libres, siguen recibiendo dinero de connotados terroristas y yendo a la embajada yanqui a buscar recursos e instrucciones”. Bajeza mayor no se le puede exigir a un decidido castrista.
Sale en defensa del provocador castrista de Edmundo García cuando afirma: “Bajo es insultar, restregándole una militancia, a uno de los pocos que se juega la vida y la historia en Miami, rodeado de criminales locos por acabar con cualquiera que les huela a comunista”. Edmundo García disfruta del salario que recibe de los Castro en paz y tranquilidad en Miami, sin jugarse la vida como a diario lo hacen en Cuba los periodistas independientes rodeados de criminales locos por acabar con cualquiera que tenga la osadía de oponerse a los dogmas y cánones impuestos por el castrismo.
El comentario que enfureció a Silvio Rodríguez
Mauricio dijo...
(PARTE 1)
Hola Silvio;
Varias observaciones a tu respuesta a Manuel R respecto a Pablo.
1. Mencionas que nunca has permitido que alguien hable mal de Pablo frente a ti. Sin embargo, consciente o inconscientemente lo haces al calificar sus expresiones como burdas, y al dejar entrever que el verso de "Llover sobre mojado" aplica a él. Me parece triste (y bajo) que consideres que "lo ha podrido el enemigo" por el simple hecho de que no asume tu visión (personalísima) de lo que es ser un revolucionario.
2. Mencionas que escandaliza que Pablo dé entrevistas a medios que han atentado contra Cuba. Aquí dos cosas. Primero, lo que debería escandalizar es lo que sucede en Cuba, con unos niveles de pobreza altísimos, La Habana en un estado triste, división de clases sociales (cosa que se pretendía erradicar) y como consecuencia la reaparición de oficios como la prostitución que son el resultado de una situación económica grave (claro, siempre existirá el tema del bloqueo; para esto te invitaría que vieses lo que dijo Pablo al respecto en una larga entrevista a un programa argentino. Los videos están disponibles en Youtube). Debería escandalizar más que hay millones de cubanos en el mundo que por una u otra razón se vieron obligados a salir. Eso es más alarmante, no lo que Pablo diga y que en esencia tu sabes que es cierto. Segundo, mencionas que los medios a los que dio entrevistas han conspirado contra Cuba. Híjole Silvio, si nos pusiéramos quisquillosos en esto, podríamos caer en el absurdo (y que conste que lo considero absurdo) de ver con lupa a todos los artistas. Sería tan absurdo como si alguien te reclamase haberle dado una entrevista a Jaime Bayly (alguien que se dedica constantemente a atacar a Cuba por cierto y promover que la invadan), o que hayas aparecido hace años en un programa en Televisa, canal que se ha dedicado mediante su poderío a avalar fraudes en Mexico (mi país) e impedir que lo más parecido que tenemos a una izquierda llegue al poder; o peor aún, durante su historia ha hecho caso omiso de matanzas contra gente de izquierda.
3. Haces mención a la carta que Milanés no firmó. Tú justificas que era por defender a Cuba. Si defender a un país implica avalar el fusilamiento de 3 personas mediante juicios sumarios, ¿dónde queda el humanismo que debe imperar en un artista? No te parece irónico que en América, Cuba y EU sean quizá los dos únicos países que practican la pena de muerte? No solo Pablo fue el que vio su carta de otra forma, la vieron muchos más quienes tienen un respeto hacia la vida; la muerte Silvio es irreversible, y en aras de eso que tu llamas defensa, 3 jóvenes fueron FUSILADOS por quererse robar una embarcación. Y en aquella etapa donde también fueron detenidos escritores y periodistas contrarios al régimen (por ejemplo Raúl Rivero, quien entiendo fue tu amigo) acusados de conspirar contra Cuba. Ellos fueron condenados a penas de más de 20 años y tan falsa fue la acusación de conspiración y traición a la patria, que a los pocos años fueron liberados y hoy viven en el exilio. Si realmente hubiesen sido culpables, jamás Cuba hubiese cedido a las presiones internacionales y los hubiese hecho cumplir sus sentencias.
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