Panes y pasteles
René Gómez Manzano
LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) – La actual escalada represiva desencadenada por el régimen castrista contra toda manifestación de discrepancia, se mantiene e intensifica. Noticias en ese sentido son publicadas una y otra vez por la prensa independiente cubana y por órganos informativos radicados en el extranjero.
La
prensa oficialista de la Isla actúa como si esos hechos alarmantes no
existieran. Granma, otros periódicos y el Noticiero de la Televisión Cubana,
informan — es un ejemplo — sobre la represión a grupos de “indignados” en
alguna ciudad española, pero los apaleamientos a las Damas de Blanco y otros
manifestantes pacíficos de la Isla simplemente los ignoran.
Las voces de protesta y condena no han faltado. Como Presidente de la Corriente Agramontista, la más antigua y nutrida agrupación de abogados independientes cubanos, me enorgullezco de la enérgica reprobación suscrita por trece colegas a esos actos inciviles, la cual fue difundida el miércoles 24.
En ella, los juristas independientes respaldaron los escritos de denuncia de esos actos represivos que presenté el martes 23 ante las más altas autoridades del terreno jurídico: el Presidente del Tribunal Supremo, la Ministra de Justicia y el Fiscal General de la República.
El pasado lunes se publicó otro documento en el mismo sentido, emitido por el grupo plural de análisis Alianza Democrática Cubana (ALDECU) y suscrito por sus siete miembros actuales, los líderes disidentes Gisela Delgado, Guillermo Fariñas, José Daniel Ferrer, Iván Hernández Carrillo, Héctor Palacios y Elizardo Sánchez, así como un servidor.
Precisamente uno de estos firmantes, el miembro del Grupo de los 75, José Daniel Ferrer García, ha declarado la valerosa disposición de las decenas de miembros de la recién fundada Unión Patriótica Cubana (UNPACU), que él encabeza, a mantener e intensificar sus protestas en la provincia de Santiago de Cuba, alargándolas hasta por varios días.
Todos los escritos antes mencionados reflejan la alarmante realidad que vive hoy nuestra Patria. Por mencionar sólo los hechos más recientes, habría que destacar la represión sufrida el pasado domingo en Palma Soriano por un grupo de quince señoras incorporadas al emblemático movimiento de las Damas de Blanco.
En este caso, a las amenazas, golpes y otros actos violentos, se sumó la procacidad más grosera. Una de las participantes, Caridad Caballero, relataba a la prensa: “Se agarraban los testículos, nos decían palabras obscenas, hacían gestos con el dedo del medio, diciéndonos que nos lo meterían en el ano”. No es la primera vez que se realizan actos tan bochornosos.
A fuer de sincero, uno no entiende bien de dónde sacan los agentes represivos a ese personal que se presta a perpetrar hechos tan repugnantes contra mujeres honorables a las que, para colmo, el único acto que les pueden atribuir los incondicionales del régimen es el deseo de viajar a la ciudad de Santiago para oír misa en su catedral.
Pero no nos fatiguemos averiguando dónde reclutan a esas sabandijas con figura humana. Las mismas Damas de Blanco han reconocido entre ellos a habituales del delito, que se prestan a esas bajezas para ganar impunidad. Para colmo, el ron barato ha desempeñado su papel, pues varias de esas dignas señoras dan fe del fuerte aliento etílico de esos especímenes del “hombre nuevo” comunista.
Uno comprende que es difícil la tarea que tienen ante sí los oficiales de la policía política del régimen. Supongo que no les resulte fácil encontrar voluntarios que se presten a tanta vileza. Imagino que los represores se consuelen y se auto justifiquen recordando el viejo refrán castellano: El panadero hace el pan con la harina que le dan.
De todos modos, deberían pensarlo mejor; y no sólo porque están propiciando criminales enfrentamientos fratricidas, sino también porque deberían tener presente otro dicho que viene como anillo al dedo a la situación existente hoy en Cuba, al igual que en muchos otros rincones del mundo: El horno no está para pastelitos.
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