Mario J. Viera.
Cuando ya me disponía a darme un baño alguien tocó a mi puerta. Era nada menos que Cheo el cojo. Me saludó con un rápido buenas tardes y se entró sin más ni más para ir a sentarse en el butacón. Venía con un libro en las manos. Capté su título: “Historia Universal”. Abrió el libro por la parte que tenía marcada con un sobre,
-¡Qué va, compadre! ─ me dijo ─. En nada se parecen... este tiene más personalidad; tiene todo el aspecto del genio militar... El otro es un payaso...
-¿De quién me estás hablando, Cheo? ─ le pregunté intrigado, aunque no sorprendido por la manera que Cheo tiene de iniciar cualquier tema, siempre de un modo imprevisible.
-¡De quién va a ser! ─ me espetó, como si yo tuviera la obligación de saber qué rayos estaba pensando él.
Abrió el libro y me mostró la imagen soberbia de Napoleón Bonaparte.
-Te hablo de este hombre... Míralo bien y dime ¿en que se parece a ese otro?
-Bueno, si no me dices quién es el otro ─ le riposté ─ no te podré decir...
-El Napoleón de Barinas... ¿No sabes quién es?
Cheo tiene la virtud de hacerme poner cara de estúpido con sus salidas.
-Pues... No sé, no he oído hablar de un Napoleón de Barinas. Conozco del pequeño Napo...
No me dejó terminar.
-De Barinas, Venezuela... ¡De Chávez! ─ casi me gritó.
-Bueno no tiene ni siquiera la barriga de Napoleón ─ le concedí.
-Ni su personalidad, ni su presencia ni sus co... ─ se contuvo cortando la frase ─ Chávez, ese coco pelado es solo un payaso bocón.
-Estoy de acuerdo contigo ─ concedí ─ Pero a qué viene compararle con el Emperador francés...
-Porque ya él se declaró el nuevo Napoleón, aparte de que hace rato se cree el emperador de Venezuela...
-¡Ah, no sabía...! ─ le contesté amoscado por mi falta de información.
-¡Compadre, Ud. siempre detrás del palo! ─ me recriminó acremente Cheo.
Extrajo del bolsillo de su camisa un papel doblado y lo abrió casi ceremoniosamente.
-“Cucha”, voy a ponerte al día... Mira, desde Cuba, por teléfono, aprovechando la inauguración de la Unidad de Helicópteros del Fuerte Tavacare en el estado Barinas, se lanzó de lleno a atacar a la oposición calificándola de “canallas” y advirtiendo: “Dejen quieta a mi Fuerza Armada canallada hipócrita”. Dime si no se está proclamando como el Napoleón de Barinas... ¿De dónde acá las fuerzas armadas son suyas? Las fuerzas armadas son del país, que deben cumplir con la defensa del país y de la Constitución, no son patrimonio de nadie...
Estuve de acuerdo con lo dicho por Cheo y quise agregarle algo, pero él con un gesto me lo impidió.
-Espera, que te voy a leer las basuras que dijo: “La tienen ahora cogida todos los días con la Fuerza Armada, que no se equivoquen, no se vayan a equivocar otra vez canallada apátrida, desde aquí se los digo, no se equivoquen, yo los conozco a todos, sé lo que piensan y tratan de hacer. No se metan con la Fuerza Armada, déjenla quieta que está trabajando”. Y dijo más, fíjate este alarde de bravucón, de machote, de lo que no es ni en sombra: “Canallada los conozco a toditos, como si los hubiera parido, los conozco sé lo que piensan sé lo que tratan de hacer”
De verdad que nunca había visto el rostro de Cheo tan desfigurado por la indignación.
-¡Quiere meter miedo! Y lo hace imitando malamente al cáncamo viejo de Fidel Castro... Y hasta el mata siete este de Mata, ese que dicen que es Ministro de Defensa, babeándose con las palabras de su manda más aprovechó la ocasión para lamerle las botas y lanzar advertencias al estilo de Fidel Castro, dijo: “Bien pendientes los organismos de inteligencia del Estado y de la Fuerza Armada, bien pendientes, y a nuestros oficiales mucho cuidado, estemos pendientes, alerta en todas parte donde estemos de quién tenemos al lado, en donde estemos de qué se dice”, o sea la chivatería a todo lo que jode. Ya solo les falta decir que van a crear los CDR y hacer que todo el mundo se vigile unos a los otros... El Mata cueros quiere meter miedo, quizá lo logre si le miran a su cara refea... Sí, ¿Te has dado cuenta de la tonga de feos que están en el gobierno de Venezuela? Fíjate en la cara de bobalicón que tiene Chávez, la cara de idiota que posee ese con nombre de ladrido, el tal Jaua y el Podrido de relaciones exteriores y Mata, más feo no se puede encontrar...
Ministro de Defensa, Mata
No pude evitar reírme con la salida de Cheo.
-Mientras en Venezuela todo está de patas pa'rriba el barinero napoleónico está en Cuba como él mismo dijo, “acostadito de largo a largo”.
-Bueno ─ intenté ─ Es lógico, se está recuperando de la quimio...
-¡Qué quimio ni que na’! ─ saltó como un resorte el cojo de Cheo ─ ¡Será Ud. vaina, compadre! Ese carajo, como dicen los venezolanos, lo que está haciendo en Cuba es conspirando contra Venezuela con los dos Castro...
-¿Cómo? ─ quedé boquiabierto.
-¡Como te lo estoy diciendo! ¿Quieres una prueba? Te leo lo que dijo: “Ahora vamos a buscar los 12 millones (de votos), vamos para el 70 por ciento y Chávez será el candidato, y Chávez será el presidente”.
-Eso es simple fanfarronería de él ─ le dije a Cheo ─ Eso no prueba que esté conspirando en Cuba...
-¡Serás tolete! ─ casi me escupe a la cara ─ Fíjate lo enfermo que está que quiere entrar en campaña electoral... Además, asegura que va a conseguir 12 millones de votos y hasta pronostica que ganará con el 70 por ciento... Se siente seguro. No se trata de fanfarronería como dices... El está confiado porque ya a amañado en Cuba los electores fantasmas que le está ayudando a asegurar los Castro... Recuerda que todas la boletas de identificación venezolana las controla la Seguridad del Estado de Cuba... Esa es la razón de sus viajes a Cuba... Preparar el cambiazo para las elecciones; él le está dando quimioterapia a toda Venezuela...
Sin más, se puso Cheo el cojo de pie y se dirigió a la puerta.
-Te dejo como tarea ─ me dijo con esa sonrisita cabrona que siempre ilumina su rostro ─, lo que te dije para que le des coco. Me voy con la música a otra parte para seguir leyendo sobre este Napoleón, verdadero guerrero y olvidarme un poco, por el momento, de ese pelón que se cree el emperador y quiere engañar a los venezolanos y a todo el mundo haciéndoles creer que el pobrecito está grave...
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