Coalición urgente.
La peste totalitaria no ha muerto. Cual toda epidemia se expande de cuerpo en cuerpo por simple contacto y por la acción de patógenos virulentos. El totalitarismo, esta vez representado bajo su apariencia de izquierda, amenaza al continente americano.
La caída del muro de Berlin no significó la muerte del comunismo como sistema global. Su forma más descarnada se amuralló en Cuba como la pupa de un insecto dañino. La metamorfosis del fascismo de izquierda, el comunismo, dio una forma nueva de penetración que se ido propalando por todo el continente latinoamericano.
Asume a veces la forma de movimientos progresistas adaptados a los procedimientos democráticos como en Venezuela, otras como el reclamo de los “sin tierra” del Brasil y otras como movimiento indigenista como en Bolivia o manteniendo la forma del foco guerrillero presente en Colombia.
La agitación comunista gana terreno dentro de las débiles democracias latinoamericanas. Los ideólogos de barricada aprovechan la lacra de la corrupción presente en muchos de los gobiernos del subcontinente, hacen demagogia alrededor de los sectores sociales marginados como los indios, los campesinos y los moradores de las villas miseria y enardecen a las multitudes con el fantasma del “imperialismo yanqui”. Convierten el tema de la deuda externa, la inadecuada aplicación de los principios del neoliberalismo económico, y la incógnita de la integración y globalización económicas en banderas de lucha para adormecer conciencias.
El totalitarismo concentra fuerzas bajo el comando de la dictadura castrista. Los partidos “obreros” y socialistas no paran de peregrinar a la meca del fascismo de izquierda que somete al pueblo de Cuba.
Ante el empuje del totalitarismo se requiere la acción concertada de los hombres y mujeres de conciencia libre, de los partidarios de la democracia verdadera, de todo el continente americano, especialmente de la America Latina. Es necesario que cubanos, venezolanos, argentinos, hondureños, ecuatorianos, mexicanos, haitianos, colombianos, bolivianos, peruanos, se busquen y se unan en un Frente Antitotalitario de America Latina.
Hay que parar la penetración de los detractores de la historia, de los enemigos de los pueblos, de los asesinos de las libertades humanas, llámense Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, Daniel Ortega o Rafael Correa.
Defendamos la libertad de opinión y de prensa, condenando el sistemático ataque al periodismo libre que se impulsa bajo el gobierno de Rafael Correa y el gobierno de Hugo Chávez.
Reunamos voluntades para la formación ahora mismo del FRENTE ANTITOTALITARIO DE AMERICA LATINA
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