No
importa que el Municipio de Regla haya sido el más afectado por el tornado que
se abatió sobre La Habana y que dejara a muchos sin techo ni propiedades. El
gobierno del Partido Comunista está más interesado en hacer politiqueras
marchas de antorchas que darle atención a la devastación. Pero la incipiente
sociedad civil, enfrentando dificultades burocráticas se ha puesto en marcha
para extender una mano amiga y generosa a los perjudicados.
Así,
mientras el Poder Popular del Municipio Regla vendía alimentos a los
damnificados, la Camerata Romeu se iba por entre las ruinas a brindar ayuda y
generosas donaciones. Y la directora del grupo musical Zenaida Romeu se emocionaba
viendo entre los destrozos a “hombres recios que lloraban frente a nosotras al
ver nuestro gesto humano”, el gesto solidario de repartir entre aquellos
necesitados ropa de niño, agua, pan, abrigos, colchas, zapatos, toallas,
detergente, jabones y todo ello colectado del propio peculio de aquellas
muchachas, másicas integrantes de la Camerata.
¡Cuántos
lauros en pro de la cultura cubana se ha ganado esta agrupación femenina de
música! Ahora, unen a sus logros este, el de extender mano fraterna a los que
son hermanos en necesidad. A ellas les movió esa ternura que anima en toda alma
de mujer, de mujer que no busca como mejor vivir sino como servir mejor.
Véase
lo que de la Camerata ha dicho la oficialista EcuRed: “Camerata
Romeu. Agrupación musical cubana de música de cámara de excelencia dirigida por
la maestra Zenaida Romeu, integrada solo por mujeres y que se distingue por su
alto nivel de calidad y un prestigio internacional ganado en numerosos
escenarios del mundo (...) una propuesta única y excepcional”.
¿Quién
es Zenaida Romeu? Hija y nieta de la estirpe musical de los Romeu, de quien se
dice que en 1990 y 1992 estuvo radicada en España dando clases magistrales de
Dirección Coral en Vigo. A su regreso a la isla en 1993 fundó una orquesta de
Cámara con el nombre de su familia materna, Romeu, para rendirle tributo a las
2 generaciones de músicos anteriores a ella de gran prestigio en la Isla. Esa
orquesta de cuerdas que sería creado bajo el auspicio de la Fundación Pablo
Milanés, es la Camerata Romeu “diseñada de manera insólita para aquellos
tiempos, al dedicarse al reconocimiento y la promoción de música cubana y latinoamericana,
con una nueva imagen escénica, tanto por repertorio como el vestuario de las
jóvenes músicas, así como por el requerimiento de tocar su repertorio de
memoria (...) Con solo un año de fundada, el Historiador de la Ciudad de la
Habana le otorgó a la joven Camerata Romeu, la Basílica Menor de San Francisco
de Asís como sede de la orquesta, en la plaza del mismo nombre en la Habana
Vieja (...) Como directora de orquesta (Zenaida Romeu) ha dirigido orquestas
sinfónicas en los EEUU, Nicaragua, República Dominicana y Canadá”.
Y
Zenaida ha ganado premios y distinciones que se debieran considerar como
orgullo cubano: dos nominaciones al Grammy Latino, varios premios Cubadisco, la
Medalla de Marsella, la Campana de Philadelphia, diploma como Huésped Ilustre
de la Ciudad de Los Ángeles, y de La Habana, la Giraldilla, Premios Lucas,
Premio de Honor del Cuba Disco, y la Orden por la Cultura Cubana, entre otros.
¿Cómo es posible que a una mujer de tantos logros musicales y las dieciocho
integrantes de su agrupación hayan sido tratadas como criminales en su propia
patria cuando tan solo practicaban un acto de solidaridad?
Fue
de repente, cuando regresaban por un pasillo entre escombros, cuando ante ellas
se erguía la prepotencia gubernamental, la intransigencia de una castrista de
rostro hosco, una mujer que solo vive para ella, que solo responde al poder
ilegal e ilegítimo del castrismo, una mujer de nombre Daritza González Williams
que asume la presidencia del Poder Popular del Municipio de Regla. Y esa mujer,
que ha perdido la sensibilidad y la ternura que adornan a cualquier mujer, se
impuso: No podrían continuar con su labor solidaria. ¿Por qué? No lo explicó,
solo ordenó a la policía que expulsara fuera de Regla a aquellas mujeres. Tal
vez, la iniciativa espontánea de ellas podía entenderse como subversiva, porque
en Cuba nada está permitido hacer si no tiene el visto bueno del Partido
Comunista.
Y
lo reseña Zenaida en su página de Facebook: “En el día de ayer nuestra orquesta la Camerata Romeu fue a las zonas
más golpeadas por el tornado. Me impresionó al llegar a la Basílica todo lo que
las 18 muchachas tenían disponible para ayudar a otros cubanos sumidos en la
tragedia. Llegamos primero a Regla, caminamos en silencio espantadas por la
tragedia y preguntando a las personas donde eran los lugares de mayor
afectación. Siempre encontramos personas que nos indican las familias que
tenían situaciones más críticas. Mucha solidaridad en el pueblo. Tranquilas
dejábamos en cada hogar lo que considerábamos más útil y necesario para ellos”.
Relata
que cuando salían por aquel “pasillo
entre escombros que conducía a viviendas devastadas (donde encontramos hombres
recios que lloraban frente a nosotras al ver nuestro gesto humano) nos
encontramos con la presencia de la jefa de gobierno del municipio Regla que nos
prohibió continuar con nuestra personal y silenciosa ayuda. Le solicitó a la
policía que nos “acompañara” fuera de Regla y nos rodearon una docena de ellos
impidiéndonos continuar entregando ropa de niño, agua, pan, abrigos, colchas,
zapatos, toallas, detergente, jabones… de nuestro propio peculio sin carteles, sin prensa, en silencio sin
aglomeraciones, respetuosa y organizadamente”.
Ellas
no estaban anunciando al mundo lo que hacían, no llamaban a un motín o a la
desobediencia civil, ni se anunciaban ante los reporteros, como el gobierno
hace, para hacer creer que le brindan el auxilio a su ciudadanía en momentos de
angustia. Pero esa Daritza González, esa jefa de gobierno, no puede permitir
que la población contraste la diferencia que existe entre la venta de alimentos
que hace su jefa de gobierno y lo que pueden hacer gente del pueblo en
verdadera solidaridad humana. ¡Eso no es admisible!
Y
Zenaida hace patente su disgusto, su frustración ante hecho de poder tan
repugnante: “No puede admitirse que
tantas personas estén impidiendo y frenando un gesto solidario que es humano,
altruista, hermoso, benéfico, espontáneo propio de lo mejor del ser humano. En
lugar de eso nos conminaron a irnos y nos trataron como delincuentes
peligrosas. No creo que es una alternativa ni para nosotros los cubanos ni para
ningún pueblo del mundo”.
Escoltadas
por la policía salieron, con toda su frustración a cuestas, fuera de los
límites del municipio habanero. “Es una
VERGÜENZA ─ anota Zenaida Romeu visiblemente enojada ─. En esa villa nació mi madre. Ella tenía
bellos recuerdos de infancia. NADIE tiene autoridad allí ni en ningún lado y
menos usarla para quitarnos la posibilidad de ayudar al prójimo. No hubo
incidente alguno que provocara esa reacción deshumanizada fuera de cualquier
lógica. No sentimos la menor sensibilidad de parte de ellos. Además, no hubo la
más mínima situación desagradable que justificara la agresión contra nosotras y
lo más bello del ser humano, el sentido de civilidad que parece perdido. Si lo
perdemos, perderemos definitivamente el rumbo”.
Con
experiencias como esta, ¿podrá algún cubano que cuente con un mínimo de
dignidad votar sí por la propuesta Constitución totalitaria llevad a referendo
este próximo 24 de febrero. Dos opciones o negarse masivamente a participar en
el referendo o salir y votar NO.
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