Mario
J. Viera
Ha
llegado la primavera, la nieve en los campos comienza a derretirse, llega con
ella un aliado de gran valor para Ucrania. Ha llegado la raspútitsa
en Ucrania; los negros suelos chernozem se
hacen intransitables para el avance de equipos pesados y fuerzas de combate; es
un momento difícil para el avance ruso que se ve obligado a hacerlo por las
vías asfaltadas, lo que hace que sus carros de combate puedan ser objetivos
fáciles para el ataque de la aviación ucrania.
Las
tropas que asedian a Kiev, se detienen, comienzan a cavar trincheras; no
avanzan y el alto mando ruso decide detener su ofensiva al sur del territorio
ucraniano. Justifica diciendo que la primera etapa contemplada dentro de su
estrategia de “operación militar especial” la ha concluido. Una excusa, porque
dentro de su estrategia se contemplaba un avance arrollador antes de la llegada
de la primavera. Putin concentró miles de efectivos principalmente al este de
la frontera ucrania y esperaba por la reacción de occidente; tenía que
decidirse a propinar la agresión durante el invierno.
La
respuesta de occidente la dio en el mes de enero, y al mes siguiente, el 12 de febrero,
Estados Unidos recalcó: "Si Rusia perpetra una invasión aún mayor de
Ucrania, Estados Unidos junto a nuestros aliados y socios responderá con
decisión e impondrá costes rápidos y graves a Rusia", Ya en diciembre
de 2021, el secretario de estado, Antony Blinken había declarado en una
entrevista para Euronews: “Ha sido muy importante para mí y para todos
nosotros comunicar a Rusia, de manera clara, el error que supondría volver a
cometer una agresión contra Ucrania. Ha sido importante comunicar las graves
consecuencias que tendría esa agresión y nuestra convicción de que, sean cuales
sean las diferencias, la mejor manera de resolverlas es a través de la diplomacia,
especialmente mediante la aplicación de los acuerdos de Minsk, que nunca se han
llegado a aplicar”,
Diplomacia
y sanciones económicas para evitar el conflicto. Putin tomó nota de la
respuesta dada por occidente, La diplomacia no va con su carácter; las
sanciones económicas, ya había enfrentado sanciones en 2014 cuando anexó el
territorio ucranio de Crimea. Europa depende en gran parte de los suministros
ruso de petróleo y gas. Solo podría detenerle la única respuesta que occidente
no le planteó, si Rusia invade a Ucrania, la OTAN respondería militarmente.
Quedaba poco tiempo para la llegada de la primavera y no podía seguir
esperando. Ante él, el poderoso, que hasta hacía insinuaciones del uso de las
armas nucleares, Occidente se le antojaba débil y el 24 de febrero, invade a
Ucrania.
Todo
se resolvería en cuestión de días dentro de la concepción estratégica del
estado mayor de las fuerzas rusas. Superioridad en armamentos, aviación
vehículos blindados, misiles y hombres. La invasión se lanzaría por el este de
Ucrania, por el Donbás donde existe mayoría ruso parlante. Cuantitativamente
los factores estaban a su favor, pero descartó el elemento subjetivo presente
en la determinación de los ucranianos, tanto los ruso parlantes como los ucranios
parlantes, de defender al país con toda determinación. El ejército de Ucrania
le ofreció tenaz resistencia y el gobierno ucraniano no huyó ante la abatida.
El gobierno ucraniano se mantuvo firme y su presidente, Volodímir Zelensky ha
demostrado una destacada capacidad de liderazgo.
Ahora
el coronel general Serguéi Rudskói, jefe adjunto del Estado Mayor General de
las Fuerzas Armadas de Rusia, declara: “"En general, las principales
misiones de la primera etapa de la operación han sido cumplidas". Aunque
considerando, por razones solo de propaganda, que la capacidad de combate de
las Fuerzas Armadas de Ucrania “se ha reducido considerablemente”, afirma que
se ha decidido "concentrar los esfuerzos en la consecución del objetivo
principal: la liberación del Donbás". Pero la realidad es otra. Hay fuertes indicios
de que la supuesta “operación militar especial” de Putin no va por buen camino;
y que la moral combativa de las fuerzas rusas está muy baja. Esto es lo que hay
detrás de la decisión del dictador ruso de firmar una ley que equipara a los
soldados de la expedición contra Ucrania con los veteranos de Afganistán y
Siria; una condición que les garantiza, como lo ha señalado EFE, derecho a
pagos mensuales y beneficios fiscales, viajes gratuitos en trenes, atención
médica fuera de turno, además de beneficios para el pago de servicios públicos
y otras medidas de protección social. ¿Por qué si no, firmar esta ley sobre
veteranos, cuando aún no ha concluido una guerra difícil como la de Ucrania?:
El intento de elevar la moral del soldado ruso en Ucrania con estímulos que los
convierten en mercenarios.
Por
otra parte, ABC News reportó las declaraciones de un oficial del Pentágono refiriéndose
al nuevo movimiento ruso en el Donbás: "Creemos
que están tratando no solo de asegurar algún tipo de ganancias más sustanciales
allí como una posible táctica de negociación en la mesa, sino también de cortar
las fuerzas ucranianas en la parte oriental del país. La agachada defensiva que
ahora están tomando en Kiev, creemos que es consistente con su deseo ahora de
estar más a la ofensiva y ser más agresivos en el este y Donbás”.
Este actual teatro de las operaciones rusas hace necesario
hacer los mayores esfuerzos para fortalecer el equipamiento defensivo de las
fuerzas ucranianas. Los resultados de la última reunión en Bruselas de la OTAN no
han sido muy alentadores a favor de Ucrania; es tal como lo ve Michael Bociurkiw,
en un artículo de opinión para la CNN: “Si
los líderes occidentales reunidos en Bruselas el jueves pensaron que habían
producido un huracán de políticas — incluidas promesas de reforzar las defensas
de la OTAN contra las armas químicas, biológicas y nucleares de destrucción
masiva — cuando la noticia llegó a Ucrania, era poco más que una distracción
del horror que se desarrollaba en su puerta”. El principal acuerdo del
encuentro en Bruselas de los dirigentes de la OTAN fue el de activar sus
unidades de defensa química y nuclear ante un posible ataque químico de las
fuerzas rusas en Ucrania y el reforzamiento de su flanco oriental en Europa.
Jens
Stoltenberg, jefe de la OTAN declaró que se continuará suministrando a Ucrania sistemas
avanzados de defensa aérea, armas antitanques, municiones y combustible; pero
junto a esta promesa, fue tajante en un punto, la OTAN no enviará tropas ni
cerraría el espacio aéreo de Ucrania y, de este modo, evitar un enfrentamiento
con las tropas rusas conducente a una guerra entre la OTAN y Rusia. Esto
constituye una brecha muy estresante, como lo consideró, en declaraciones a DW,
el vicepresidente del Fondo Alemán Marshall de Estados Unidos en Bruselas, Ian
Lesser. “entre lo que a Ucrania le gustaría ver que proporcionaran los aliados
de la OTAN y lo que a muchos en Occidente les gustaría ver que Occidente haga,
sin provocar una respuesta abrumadora de Rusia”.
Todo
esfuerzo diplomático con Putin es inocuo. Posee el privilegio del veto dentro
del Consejo de Seguridad de la ONU, que le aporta la capacidad de anular
cualquier resolución de condena que se le plantee en ese órgano. Así Volodímir
Zelensky, lo expresó en la apertura del Foro de Doha: “Necesitamos una
auténtica reforma de las instituciones internacionales de manera que un país no
pueda hacer lo que quiera (…) Necesitamos mecanismos para asegurar que
países 28 veces mayores no puedan hacer lo que quieran (…) La
intimidación con las armas nucleares es una amenaza para todo el planeta Rusia
está alardeando deliberadamente que puede destruir con sus armas
nucleares, no solamente un país en particular, sino el planeta entero (…) Necesitamos
garantizar que las capacidades nucleares de un país no se usen para cometer
injusticias contra otras naciones”.
Todo
esto solo puede ser posible reformando al Consejo de Seguridad de la ONU,
limitando la capacidad del veto o privando a Rusia de figurar como miembro
permanente del Consejo de Seguridad. Sin embargo, ¿Qué es lo imprescindible
ahora, lo inmediato?
Analicemos
primero la coyuntura actual. Zelensky comprende que ha llegado el momento
cuando se requiere con urgencia el fortalecimiento de sus capacidades
defensivas y pasar a la ofensiva para expulsar a las tropas de Putin que
acechan en las cercanías de Kiev y contener el fortalecimiento ruso en el
Donbás, y arremete en contra del “vaivén sobre quién y cómo debe
proporcionar aviones y otras armas defensivas”, De acuerdo con un reporte
de la AP, Zelensky en un mensaje en video el domingo por la noche, declaró: “He
hablado hoy con los defensores de Mariúpol. Estoy en contacto constante con
ellos. Su determinación, heroísmo y firmeza son extraordinarios. Ojalá los que
llevan 31 días pensando en cómo entregar docenas de aviones y tanques
tuvieran el 1% de su valor”. Se requiere el envío urgente de aviones de
combate para equipar a la fuerza aérea ucraniana; una propuesta esta, de
transferir aviones polacos a Ucrania a través de Estados Unidos fue cancelada
por preocupaciones de la OTAN de verse arrastrada a un conflicto militar con
Rusia. Al respecto, se pregunta Zelensky: “De modo que, ¿quién está al mando
de la comunidad euroatlántica? ¿Sigue siendo Moscú, gracias a sus tácticas de
miedo? Nuestros socios deben aumentar su ayuda a Ucrania. Nuestros socios deben
aumentar su ayuda a Ucrania”.
No
se puede descartar la posibilidad, adelantada por muchos analistas, de que, un
acto mal calculado por las fuerzas rusas, misiles rusos pudieran impactar sobre
algún territorio aliado a la OTAN, lo cual conllevaría un enfrentamiento
militar.
Por
lo pronto, se debe continuar con la política de más sanciones económicas y
diplomáticas a Rusia y suministra a Ucrania tanto los aviones cuya entrega
fuera descartada, como el equipamiento de los necesarios e imprescindibles
medios defensivos. Deberán tomarse acciones firmes contra Bielorrusia que
incluyan la opción militar si esta nación continúa facilitando su territorio
para acciones contra el territorio de Ucrania, bien sea permitiendo que tropas
rusas se concentres en la frontera que comparte Bielorrusia con Ucrania o
permita que fuerzas bielorrusas se unan a la ofensiva de Putin.