Mario J. Viera
Es difícil, complicado y engorroso el trabajo de edición de un libro, por uno mismo. Toma tiempo, angustia y sudor, casi más que todo el tiempo empleado en el trabajo para generar el tema del libro. Uno comienza a escribir. Las ideas corren a gran velocidad, mucho más que la capacidad para el tecleo en la computadora. ¡Ahí comienzan los líos! Entonces aparecen gazapos, surge el detestable empleo del queísmo y hasta se crean frases oscuras de entender para cualquier lector.
Se requiere entonces corregir el estilo, como si se tratara de hacer una autopsia o una cirugía de reconstrucción. ¡Labor angustiosa la de convertir al propio autor en su crítico más severo! Pero, ¡no queda más remedio! Cortar aquí, reelaborar allá, rehacer párrafos... y todo, sin tener la completa seguridad de haber corregido todos los errores, u horrores, de redacción.
Ahora acabo de publicar mi primera novela en Amazon. ¡Uf, cuanto trabajo para la completa edición! Buscar que los capítulos se encuadren dentro del lugar apropiado, garantizar una buena edición de portada, un tamaño presentable del volumen (6 X 9 o 7 X 10) y elegir el tamaño correcto de las letras y volver a revisar, arreglar, acomodar, hasta que la edición tenga una adecuada calidad.
Pero, publicando en Amazon, he ido aprendiendo, porque en mis primeras ediciones, el resultado final fue desconsolador. Ahora con mi primera novela, “CAMINANDO ENTRE SOMBRAS”, me he cuidado bastante de caminar en medio de la luz, para conseguir una edición aceptable, al menos para mí.
Espero por ese personaje, el más importante de cualquier novela, el lector, se decida a adquirir este trabajo y... ¡Dios de los cielos, sea benévolo en su crítica!
https://www.amazon.com/dp/B087SJXN9B?ref_=pe_3052080_397514860
