lunes, 22 de mayo de 2023

LA MUERTE Y LA VIDA

 

Mario J. Viera

 


Desde el mismo instante en que un cuerpo toma vida, hasta la llegada de la muerte, existe una correlación dialéctica de unidad y lucha de contrarios. Siempre en nosotros se desencadena esta lucha de contrarios, mueren unas células y otras se renuevan, algunas células solo viven unas pocas horas, mientras otras permanecen por varias décadas. Esto es un hecho fisiológico concluyente. Y este hecho fisiológico nos plantea que siempre dentro del proceso vital existen en un fluir constante, tanto la vida como la muerte, de tesis, antítesis y síntesis. La vida es la negación, la antítesis de la materia inerte, y la muerte es la negación de la negación del retorno a la tesis inicial.  Bien se expresó el escribano de la torá hebrea en el Bereshit (Génesis) al escribir esta frase: “porque polvo eres (somos), al polvo volverás (volveremos)”  

Genéticamente estamos condicionados a una determinada esperanza de vida, que pudiera llegar hasta los 110-120 años; sin embargo, no todos podemos alcanzar ese potencial genético determinante de nuestra existencia como seres vivos, pues existen factores ambientales, nutricionales o hábitos personales, factores todos estos cuantitativos que afectan esa potencialidad de vida.

¿Y qué es la vida? Quizá la vida sea, tal como lo expuso Segismundo ─ el personaje central del poema de Calderón de la Barca ─ en la confusión agobiante de si, lo que antes viviera, como palpable y cierto. pudiera ser solo algo soñado por él: “¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción y el mayor bien es pequeño: que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”. Pero la vida, aunque breve comparada con el tiempo universal, no es un sueño, es solo una transición biológica. La muerte, por tanto, es la confirmación de ser, de haber sido un cuerpo viviente.

En un post colocado por un muy estimado amigo en su página de Facebook, donde tocaba el tema en torno a la vida y la muerte, hice el siguiente comentario:

“Somos solo una combinación alfa y omega, se nace para morir, tras un breve intervalo de vida, que es también principio (juventud) y conclusión (senectud) Tan natural es la muerte como el nacimiento; entonces, ¿por qué temer a la muerte si, necesaria y fatalmente, tiene que llegar a nosotros? ¿Qué queda de nosotros tras el salto obligatorio al nunca jamás? El legado que podamos dejarles a nuestros hijos y a la sociedad; así, de cierta manera morir es también renacer”.

¿Por qué el ser humano ve a la muerte como algo aterrador? Tenemos la capacidad de pensar, analizar y recordar, ausente dentro del cerebro de los animales y nos resentimos de tener un fin totalmente contrario a nuestro anhelo de trascendencia. Intelectualmente la muerte nos parece algo horrible, la tememos y ese temor está en nuestro instinto de conservación y en nuestra inteligencia. Muchas veces asociamos la muerte con el sufrimiento físico, con agudos dolores y penas; porque tenemos vivencias de los dolores que padece un soldado herido gravemente en la guerra, por lo que padece un enfermo terminal de cáncer; pero todo ello son imágenes externas, de lo que parece ser.

En la serie de televisión británica “Outlander”, uno de sus personajes, el combatiente escocés Murtagh cae mortal mortalmente herido. Viendo la angustia de su siempre inseparable Jamie Fraser, en un momento le sonríe y le dice: “Jamie, la muerte no duele”; y esto parece ser cierto, he visto personas en sus últimos momentos de un padecimiento canceroso, que ya, al final, sus rostros se relajan, cesa el dolor y mueren. 

La muerte es lo único cierto del destino, no estará escrita, pero es la gran verdad, sarcásticamente, de la vida. Los griegos contemplaban el destino cual si fuera un hilo que fluía desde el mismo instante del nacimiento, hilo que iban deslizando las tres Moiras, Cloto, la que hilaba la hebra de vida con una rueca y un huso; Láquesis medía el largo de la vida; y Átropos la que finalmente cortaba el hilo de la vida y decidía la forma en la que cada persona moriría, si se trataba de una muerte natural, no violenta, de ello se encargaba Tánatos; si violenta esta llegaría de la mano de las hermanas de Tánatos, las Keres que, cual las Valkirias de los mitos nórdicos, acechaban en los campos de batalla, aunque estas últimas observaban las batallas para poder elegir a los más valientes entre los caídos en combate, para luego conducir sus espíritus al Valhalla.

Por mi parte, no puedo asociar la muerte con esa figura deforme, macabra con la cual se acostumbra representa a la Parca; porque ella es la paz absoluta, el cese de toda angustia y dolor. La muerte violenta a manos de criminales u originada por desastres y accidentes, es solo una consecuencia fatal, cuando llega ese último suspiro todo dolor, temor o angustia cesa y se relaja la mente dentro de un sueño profundo.

La muerte es un adiós y ver partir a un ser querido nos produce dolor y tristeza del vacío; vacío que jamás se llenará cuando los padres ven la partida definitiva de sus hijos o cuando vemos a niños abatidos por el poder de armas de fuego no reguladas; cuando vemos morir tantos jóvenes en guerras que ellos no decidieron; cuando vemos a tantos y tantos morir de inanición o de enfermedades que hubieran podido ser curables si se hubiera contado con los recursos para ello. 

Vivir, morir, todo, simplemente es un ciclo por el cual todos tenemos que transcurrir.

domingo, 14 de mayo de 2023

EN UN DIA, COMO EL DE HOY

 

Mario J. Viera

 


En un día, como este segundo domingo de mayo, pienso en Cuba; y tengo que pensar en todas esas madres, que allá en la isla siempre querida, siempre presente en mis pensamientos, viven en medio de esa atmósfera social asfixiante que es hoy la triste realidad que se vive en Cuba.

Pienso en todos los sinsabores que son el día a día de esas madres. ¿Desearles felicidades? Sí, por su condición de madres; por su constante cuidado y amor que sienten por sus hijos, por su batallar diario para lograr llevar algún alimento para sus hijos, en medio de todas las escaseces, de todo el desabastecimiento alimentario que se padece.

¿Qué felicidad pueden tener esas madres cubanas que tienen algún hijo en prisión, por el único delito de defender su propia dignidad, por oponerse a un régimen de terror, presente siempre en Cuba? En medio de esa tristeza que una madre siente viendo a sus hijos tras las rejas de una prisión, la única felicidad que pudieran sentir es saber que los criaron con valores. ¿Cómo consolar la tristeza de una madre sabiendo que su hijo está injustamente puesto en prisión?

¿Qué felicidad tiene aquella madre que sabe que un hijo suyo desapareció entre las olas encrespadas del Estrecho de la Florida, en empeño frustrado de encontrar la libertad en otras tierras?

¡Honor, honra, solo me atrevo a rendirles, en un día como el de hoy, a todas las madres cubanas! Para todas las madres que viven en Cuba, que sufren en medio de una cruel dictadura, solo puedo decirles, como José Martí, le dijera un día a su madre, “piensa que nacen entre espinas flores”.

Para todas las madres que viven en Cuba, vaya un ramo de rosas blancas, de esas que entre espinas nacen.

jueves, 11 de mayo de 2023

¿“Rusofobia”, Sr. Putin?

Mario J. Viera


 

El autócrata ruso Vladimir Putin dice que Occidente está librando una “verdadera guerra” contra Rusia y, al mismo tiempo alentando el odio y la “rusofobia”. "Se está librando una verdadera guerra contra nuestra patria”, Putin dixit.

“Rusofobia” y “verdadera guerra” contra Rusia, dos argumentos para él útiles pero que lo capacitan como un aplicado alumno de Goebbels en cuanto hacer que la mentira parezca ser verdad. Es que Putin, como bien lo calificara el escritor ruso Viktor Erofeev es un verdadero “gopnik’, sustantivo que traducido al español significa algo así como “delincuente callejero”; un matón callejero que busca reapropiarse del mundo; que intenta amenazar a todos los que no estén dentro de sus esferas de influencia alzando el hacha atómica. Para este gopnik con aspiraciones zaristas, Ucrania no existe como nación independiente, sino un despojo que se le ha hecho a la Santa Rusia

¿Y qué dice Putin de Ucrania?: “La nación ucraniana se ha convertido en rehén de un golpe de Estado que condujo a un régimen criminal dirigido por sus amos occidentales. Se ha convertido en un peón de sus planes crueles y egoístas”. Pero es que, tras la desintegración de la Unión Soviética, por una falta de visión política del beodo Yeltsin, este la transfirió el poder al exoficial de la KGB para iniciar un verdadero régimen criminal que se deshace de los opositores por envenenamientos y encarcelamientos de largas penas de prisión. Es cierto que Putin no es peón de nadie, porque él es el que controla el tablero de ajedrez ruso para urdir sus propios planes crueles y egoístas.

Ah, pero Putin ha podido aparecer por ser un descabellado producto de la política tradicional rusa; la de un país que jamás ha conocido la democracia. Desde los tiempos de Oleg de Nóvgorod (867), pasando por la invasión mongola en el siglo XIII y su Horda Dorada, siguiendo luego por el absolutismo de Iván el terrible, y la implantación de la dinastía Romanov que se mantuvo con todo su poder desde 1613, con la llegada al poder del zar Mijaíl Romanov, hasta la fecha de la revolución bolchevique en 1917 y el inicio de la Unión de República Socialistas Soviéticas un remedo de todo el imperio zarista. Nada de derechos civiles y políticos, todo el poder en manos de dictadores como Stalin y Brézhnev. Luego de las políticas de la perestroika y el glásnost y la desaparición del imperio soviético, los rusos conocieron un pequeño periodo democrático que solo sirvió para generar una casta de oligarcas advenedizos que han sido fieles sostenedores del régimen de Putin.

¿Rusofobia? ¿Es acaso la OTAN y los países democráticos de Occidente los que han generado este sentimiento o ha sido el mismo Putin el propiciador de esa fobia? ¿De qué modo diferente puede pensar el pueblo de Chechenia, cuando intentó declarar su independencia de la Federación Rusa, Yeltsin lanzó la invasión al territorio y el asedio a la ciudad de Grozni con bombardeos indiscriminados que dejaron como estela la muerte de unos 35 mil civiles? Posteriormente se islamizó el territorio checheno lo que motivó a Putin iniciar su primera etapa bélica. Con la invasión a Chechenia Putin restableció el poder del Kremlin en todo el territorio instaurando un gobierno pro ruso en el país, bajo el poder del exguerrrillero checheno Ajmat Kadirov, muerto en un atentado cuatro años después y sustituido en el poder por su hijo, el sanguinario Ramzán Kadirov un autócrata fiel a Putin.

¿Pueden acaso los georgianos pensar de modo diferente luego de que Medvedev lanzara contra Georgia su “misión pacificadora” interviniendo en el conflicto interno entre Georgia y la separatista provincia de Osetia del Sur, con mayoría étnica rusa? La “misión de paz” de los rusos dio como resultado entre otros desastres la destrucción total de varios pueblos de etnia georgiana en Osetia del Sur.

¿Acaso los ucranianos pudieran estar libre de sentimientos antirrusos después de la guerra despiadada que Putin arrojara sobre la Ucrania independiente?

No, Sr, Putin, la ruso fobia es obra exclusiva y registrada de Rusia. Es Rusia, y es Putin, los que están llevando a cabo una verdadera guerra en Ucrania y apuntando hacia todo el mundo democrático del Occidente. Rusia no puede prevalecer en Ucrania, como pudo Hitler en Polonia para iniciar la Segunda Guerra Mundial.

Putin insiste que fue solo la Unión Soviética la que derrotó al nazismo, dejando a un lado la heroica participación de Gran Bretaña en contra del hitlerismo, desde inicio de la guerra, cuando en Rusia se firmó el Pacto de no agresión Molotov- Ribbentrop y la repartición de Polonia entre la Alemania Nazi y la Rusia de Stalin. No menciona para nada el golpe contundente contra el nazismo que fuera el desembarco por Normandía. Putin ignora de puro nacionalismo, que Rusia no fue la única nación que contribuyó al fin de la Segunda Guerra Mundial. Ante el interesado olvido de Putin de las fuerzas de Estados Unidos y Gran Bretaña, el presidente Zelensky lo dijo bien claro: “No permitiremos que (Rusia) se apropie la victoria conjunta de las naciones de la coalición anti Hitler y no permitiremos mentiras como si la victoria hubiera podido ocurrir sin la participación de ningún país o nación”.  

De Rusia nada se puede esperar, solo cabría una mínima esperanza de que los rusos lleguen algún día a vivir en democracia y a que Rusia se convierta en una nación abierta al mundo y a la paz internacional; pero para eso se requiere una poderosa revolución civilista en la tierra de Tolstoi.


miércoles, 10 de mayo de 2023

EL DIA DE LA ESCOBA

 


Un día, sí, llegará a Cuba, cuando, por la acción de todo el movimiento democrático cubano de resistencia noviolenta, se limpie toda la basura rusa que se acumula en nuestro país. No continuará nuestra tierra sagrada manteniendo un Mausoleo al Soldado Internacionalista Soviético; sus restos que se vayan para Rusia; nada tienen que hacer en Cuba.

¿Qué méritos se pueden alegar a favor de mantener en nuestro suelo un monumento al general soviético Issá Aleksándrovich Plíyev quien fuera jefe de la Agrupación de las Tropas Soviéticas en Cuba durante la Crisis de los Misiles de 1962?

Ese día llegará, por supuesto que llegará. Entonces Cuba barrerá para siempre el estiércol ruso que es el PCC. Ese día la escoba de la dignidad nacional barrerá a los usurpadores del poder en Cuba, llámense Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel, Roberto Morales Ojeda, Bruno Rodríguez Parrilla, Álvaro López Miera o Lázaro Alberto Álvarez Casas. Todos ellos tendrán que rendir cuentas ante los tribunales de justicia.

Llegará ese día cuando Cuba sea, al fin, totalmente independiente y soberana y jamás ningún mandatario del país le rinda pleitesías a cualquier potencia del mundo. ¡Nomás rusos en Cuba, ni de turistas!

lunes, 8 de mayo de 2023

Es el grito del pueblo

 

Mario J. Viera

 


El pueblo de Caimanera tomó las calles de su ciudad al grito de libertad. Ellos no escucharon los llamados miamenses exhortándoles a que se tiren para la calle. Ellos se movilizaron atendiendo a sus ansias de libertad. al hartazgo de sus privaciones sociales y políticas. Ellos alzaron su voz. Han perdido el miedo. Fue una protesta popular, multitudinaria, totalmente pacífica. Nadie lanzó una piedra, no se cometieron actos de vandalismo. Ellos, los jóvenes, los hombres y las mujeres de Caimanera estaban aplicando una protesta de rebeldía noviolenta.

Pero aparecieron los efectivos de la Fuerza Especial del Ministerio del Interior, mercenarios a sueldo de los represores, y aparecieron los efectivos fascistas de las llamada brigadas de respuesta rápida. Acometieron con furia contra un colectivo de ciudadanos sin armas letales. Son ahora los representantes de la dictadura los que se dejan llevar por el miedo, y actúan como los cobardes atacando, amparados en la impunidad, contra su propio pueblo.

Muchos de los participantes de la demostración de protesta noviolenta fueron apaleados y detenidos, muchos de ellos serán puestos a disposición de tribunales corruptos y recibirán sanciones de prisión. Eso lo hicieron el 11 de julio, pensando que aplicando duras sanciones el pueblo se rendiría, que callaría el grito que se les sale desde lo profundo de su ser, que se vería dominado por el principal recurso de las dictaduras, el de imponer el temor.

Pero las ansias de libertad están en el ADN de toda persona viva. Podrán muchos buscar la libertad por medio de la emigración; pero muchísimos optarán por buscar la libertad en su propia tierra.

Hay un influencer, Mario J. Pentón que dice que el pueblo cubano está solo y quisiera ver que Estados Unidos hiciera algo efectivo en contra de la dictadura del PCC. No se necesita intervención de otros que no sean del patio. No se necesitan salvadores externos. Cuando la gente de Caimanera tomó las calles, no se detuvieron a considerar si Estados Unidos haría algo por ellos; lo hicieron por ellos mismos contando con su propia fuerza.

Aunque no le falta la razón a Pentón en todo sentido cuando dice que el pueblo cubano está solo, no precisamente solo internacionalmente, está solo en cuanto al apoyo interno de la disidencia, que no ha sabido o no ha querido aquilatar la búsqueda de la libertad del pueblo cubano. Ahí están las masas y esas multitudes no piden cambios o reformas cosméticas, buscan una vía para acabar con la razón de sus miserias, tienen ansias de liderazgo, no de líderes mesiánicos ni carismáticos que los conduzcan, sino líderes inteligentes, sagaces y decididos, que sean capaces de organizar, orientar y conducir a las masas. Unos líderes que sepan lo que se busca, que desarrollen una línea estratégica de acciones bien elaborada, con objetivos definidos, con programa de nación.

Existe la materia prima para la rebelión organizada y no violenta, solo se requiere instrumentarla. Es el grito del pueblo. Tenemos que escucharlo.

sábado, 6 de mayo de 2023

Rusia: TOTALITARISMO Y DICTADURA PERSONAL

Jan Claas Behrends

Tomado del Blog Polis: Cultura y Política

 

 


En 1951, en su “Elementos y orígenes de la dominación total”, intentó Hannah Arendt entender el totalitarismo como una nueva forma de gobierno que ya no podía ser asimilada con los instrumentos tradicionales de la ciencia política. La filósofa reconoció el imperialismo y el antisemitismo como bases históricas y a un movimiento radical de masas como portador del dominio total. Cuando revisó su trabajo en 1966, se preocupó por China, pero al mismo tiempo afirmó que con la muerte de Hitler y Stalin, la "historia que este libro tiene que contar ha llegado a su fin, al menos por el momento". ser". Hoy vemos que tenía razón con su formulación cautelosa. De hecho, la historia de la dominación total terminó solo temporalmente.

Hoy continúa en China y Rusia. Bajo el gobierno de Xi Jinping, el Partido Comunista combinó las tecnologías digitales con los campos de trabajo que conocemos del siglo XX. A pesar de una era de liberalización económica, nunca ha renunciado a su poder. En la Rusia de Putin, en cambio, el resurgimiento del totalitarismo es mucho más arcaico. Está marcado por la propaganda, el miedo, la represión y una guerra genocida contra Ucrania. En Moscú están reapareciendo los patrones básicos de dominación total descritos por Arendt.

Paralización en lugar de movimiento: la desmovilización de la población

A menudo han sido analizados los efectos de la guerra de agresión rusa en Ucrania, Alemania y Europa. Occidente prestó menos atención a la rápida transformación de Rusia, que se ha estado moviendo hacia la dictadura total desde el comienzo de la guerra. Aquí nos encontramos con un nuevo fenómeno: Rusia, el primer país en abandonar históricamente el totalitarismo, ha terminado por reintroducirlo reintroducirlo, varias décadas después. ¿Cómo nos explicamos eso?

Cuando Vladimir Putin llegó al poder en 1999, comenzó el desmantelamiento selectivo de los derechos políticos en Rusia. El resultado fue un estado autoritario escondido detrás de una fachada democrática. Pero el régimen de Putin inicialmente no tenía ambiciones totalitarias. Más bien apostó por una verticalidad autoritaria en el poder, despojó a los oligarcas y controló el parlamento y los medios de comunicación. Al mismo tiempo, sin embargo, toleró espacios de juego designados para la oposición liberal e intervino a medias en la ciencia y la cultura. El régimen de Putin se basó en la desmovilización: el ciudadano ideal se dejaba controlar por la televisión estatal y se quedaba en casa en el sofá disfrutando de una  modesta prosperidad. El consumo y los medios deben poner a dormir a la población. El modo de gobierno de Putin fue el estancamiento, no el movimiento.

Guerra genocida en Chechenia

Pero en retrospectiva también vemos que las áreas centrales de dominación total en Rusia permanecieron intactas. Estos incluyen, en el espíritu de Hannah Arendt, la identidad imperial de Rusia, que es más antigua que la URSS y da forma a la conciencia de la élite. Además, está la policía secreta, de la que procede el propio Putin y cuyos métodos han cambiado, pero se sitúa firmemente en la tradición de la NKVD de Stalin. El ejército no fue reformado ni antes ni después de Gorbachov: es una fuerza militar que también se usa contra su propia población y en cuya imagen propia los derechos humanos y el derecho internacional no juegan ningún papel. Ya en la década de 2000, el ejército ruso demostró que estaba preparado para librar una guerra genocida en Chechenia. La violencia contra los civiles está en su ADN. El imperio, la policía secreta y la fuerza militar siguieron siendo parte de la cultura política en Rusia después de 1991. Sobre estos pilares se podría reconstruir la dictadura.

A nivel mediático, la normalización de las mentiras y un culto a la guerra ininterrumpido llevaron a hacer retroceder hacia la dictadura. Los medios rusos relativizaron la diferencia entre realidad y ficción. Los tópicos soviéticos se encontraron con la arbitrariedad posmoderna. Pronto se hizo cada vez más difícil para los individuos juzgar racionalmente. Aquí, el carácter protototalitario de la primera era de Putin fue quizás más evidente: en el ataque integral a “la persona moral del hombre” en el sentido de Hannah Arendt. El régimen ruso creó una sociedad en la que se debe mostrar lealtad al estado autoritario, a sus corruptos representantes y, cada vez más, a los inescrupulosos y violentos que marcan la pauta en esa sociedad. Incluso aquellos que no creían en la propaganda de Putin aprendieron a conformarse o tuvieron que irse. No había ni hay ningún derecho formal en Rusia al que los ciudadanos puedan invocar. Lo que importa es el poder. Dado que la naturaleza del estado en Rusia no cambió, hubo una oportunidad de volver al camino totalitario.

La reestructuración de Rusia bajo Putin fue un proceso largo. Hacia 2008, el gobernante agregó un segundo eslabón sy entregó la presidencia a Dmitry Medvedev para mantener la apariencia de las reglas constitucionales. El régimen se esmeró en generar buenos resultados electorales para mantener así una apariencia de procedimientos legales. Pero la guerra contra Ucrania derribó estas fachadas, hechas al estilo del acorazado Potemkin. Detrás apareció la cara de hierro del poder total.

Vacío moral y desaparición de la libertad individual

Desde febrero de 2022, la radicalización se ha acelerado. El régimen ha eliminado las últimas libertades en público, en los medios (sociales) y en la ciencia. El poder judicial ya no se limita a las condenas de individuos, sino que toma medidas brutales contra las opiniones disidentes y la oposición. Ya nadie está a salvo, ni los periodistas extranjeros ni los blogueros militantes radicales. Los que no se comportan lealmente, los que se desvían, arriesgan su existencia física. De cada ciudadano se espera una ilimitada conformidad. Cualquiera forma de oposición se considera "extremismo" y puede ser sancionada de inmediato.

El régimen domina todo el espacio público y no tolera protestas simbólicas. Como en la dictadura comunista, la protesta se equipara a la traición. La represión es ahora omnipresente y , como dijo Arendt, es "la ley que hace desaparecer el campo de acción que significa la libertad". De esta destrucción de la civilidad se deriva la reciente atomización de la población, y por eso cada vez más difícil organizar una  protesta. Los rusos han vuelto a quedar solos, librados a si mismos: su último refugio es la propia familia. La humillación es un lugar común, el vacío moral la normalidad, el pensamiento conspirativo es omnipresente. La sociedad rusa vive en otra realidad .

En sus métodos de gobierno, el putinismo tardío utiliza los instrumentos del gobierno total descritos por Hannah Arendt: propaganda, terror y violencia. Sin embargo, no llega al tipo ideal que ella diseñó. El gobierno total de Putin se basa en el legado de Stalin, se basa en la experiencia soviética y se sostiene sobre las ruinas del imperio. Pero le falta es una ideología estricta y una promesa para el futuro. Putin no promete ningún reino de los cielos en la tierra, su sueño es la restitución de la grandeza perdida. Su futuro siempre está en el pasado. Además, no hay ningún movimiento social -como en el comunismo o em el fascismo- que apoye al régimen. No es la emoción y el entusiasmo, sino el vacío y el miedo lo que caracteriza a las élites de Putin. La guerra contra Ucrania no es el camino hacia un mundo mejor, sino otro salto hacia la oscuridad.

Putin está solo

Los hombres grises en los pasillos del Kremlin también lo sospechan. Si bien Putin y su séquito no tienen reparos en utilizar los métodos de Lenin y Stalin, su sueño no es más que nostalgia. Quieren retornar l tratado de Yalta a toda costa. No más, pero tampoco menos.

Para Occidente, sin embargo, es crucial comprender el cambio de régimen en Rusia. Debemos entender que Vladimir Putin estableció su dictadura personal dentro del sistema autoritario de Rusia. Decide sobre la guerra y la paz. Entiende que, como otros dictadores antes que él, no puede permitirse el lujo de mostrar debilidad. Esto anunciaría el final de su gobierno. Por su conocimiento de la historia rusa, entiende lo que les sucedió a Nicolás II, Jruschov y Gorbachov. Perdieron poder y respeto, y el zar perdió la vida. La élite rusa no perdona a los perdedores.

Putin en febrero de 2022 apostó todo a la carta militar. En una operación especial rápida, quería sentar las bases para una revisión de 1991. No tuvo éxito. Para asegurar su propia supervivencia política y física, ahora intenta someter por completo a Rusia. Nadie desde Stalin ha ejercido tanto poder personal como Vladimir Putin. La Rusia de Putin va camino de la desdiferenciación y la arcaización. La dominación total fue y es disfuncional, pero tiene un propósito específico: impide alternativas políticas. Esto también se aplica a la Rusia de Putin.

Para Occidente, esto significa que mientras Putin esté en el poder, no habrá oportunidades de negociación. El poder y la vida de Putin dependen de que no admita sus errores. Quienes lo rodean esperan cualquier señal de debilidad para derribarlo. Como Stalin antes que él, debe dar constantemente pruebas de su  omnipotencia. Un retorno a un autoritarismo más moderado, un compromiso con Ucrania, reformas económicas o la entrega del poder a un sucesor ya no son opciones para él. Nadie podía garantizar la seguridad del dictador retirado. Él está solo. Por lo tanto, es tarea de los estados occidentales limitar sus opciones y señalar a las élites rusas que hay un futuro más allá de Putin y su régimen neototalitario. Hasta entonces, es importante comprender que el totalitarismo deficiente de Putin representa un peligro no solo para Ucrania, sino también para Europa y el mundo. Y que China, como sospechaba Hannah Arendt, podría representar una amenaza aún mayor en el futuro (FAZ).

Jan Claas Behrends es profesor de Historia de Europa del Este en el Centro Leibniz de Historia Contemporánea de Potsdam y experto en la cultura de la violencia en las sociedades soviética y postsoviética. 

miércoles, 3 de mayo de 2023

EL GRITO QUE LOS MUROS DE UNA CARCEL NO PUEDEN ACALLAR

Mario J. Viera

 


Las tiranías pueden silenciar la voz de un combatiente hundiéndole dentro de una celda inmunda de prisión; pero el eco de su voz no se puede acallar dentro de sus muros, y se convierte en grito poderoso que brota del sufrimiento del prisionero. La cárcel es a veces resonancia. Pero el combatiente armado con la palabra de justicia no debe dejarse en el olvido, su nombre debe ser cita constante en todo momento. Todo prisionero necesita consuelo. Todo prisionero de conciencia necesita solidaridad, saber que, en la calle, otros levantan la voz en su apoyo, sin importar matices ideológicos.

Todos aquellos que se enfrentan, con decisión y coraje a una dictadura, deben ser considerados una misma identidad. Así, en el enfrentamiento a una dictadura de corte totalitario, tanto derechas como centros o izquierdas deben ser una misma voz. Todos deben recibir el mismo apoyo y el mismo honor cuando caen en el esfuerzo o sean confinados a una prisión.

Hablemos entonces de Félix Navarro Rodríguez y de su hija Sayli Navarro Álvarez prisioneros de conciencia sometidos ambos a los rigores de una prisión de la dictadura del PCC.

En un emotivo artículo del preciado amigo Pablo Pacheco Avila, publicado en Facebook, este lo califica como “terco, valiente y demasiado patriota”, condiciones estas, que identifican a todo luchador firme contra cualquier tiranía, terquedad para mantener sus criterios pese a cualquier contingencia de riesgo, valentía para no retroceder y patriotismo ─ nunca el patriotismo pudiera considerarse en exceso ─, para sentir en propias carnes el dolor que sufre la patria y el anhelo por levantarla de la humillación. Locura sublime de abandonar todo resguardo personal en aras de la conquista de la libertad para todos.

Félix Navarro, de quien no tuve el honor de conocer antes de mi partida hacia el exilio, bien terco es. El 25 de mayo de 1999 fundó el Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel, participó dentro de los comités gestores del mal concebido Proyecto Varela. En el 2003 fue uno de los 75 disidentes condenados a severas penas de prisión durante el proceso de la Primavera Negra de Cuba. recibiendo una sanción de 25 años de cárcel en la prisión de Guantánamo. Tercamente resistió las inclemencias del presidio y tercamente, fue uno de los que decidieron no abandonar el país en el 2011, cuando, por negociaciones de España y Cuba y la mediación de la Iglesia Católica se accedió liberar a los condenados durante la represión del 2003 bajo condición de asilarse en España. Al año siguiente, muy vinculado al Movimiento Cristiano Liberación, Navarro fue uno de los varios disidentes arrestados durante el funeral de Oswaldo Payá. En 2017, Navarro y su hija se constituyen como coordinadores en Cuba de la plataforma Cuba Decide que desde Miami dirige la diva inmaculada de la ultraderecha republicana Rosa María Payá.

Navarro pudo haberse acogido al exilio. No lo hizo y se producen las manifestaciones espontaneas de protesta del 11 de julio de 2021. Con la terquedad del que está convencido de lo que cree, él, su hija y varios miembros de su organización secundaron las protestas.

Lo que vino después es bien conocido. Navarro condenado a 9 años de encarcelamiento y su hija, Sayli Navarro Alvarez a 8 años. Félix en la prisión de Agüica, la que un día denominé “infierno de los vivos”, y Sayli en la cárcel matancera de Bellotex. Se ha hablado mucho del padre y de la hija; pero ellos languidecen entre muros. Realmente están solos, como solos están los cientos de condenados y anónimos participantes de las protestas del 11 de julio. ¿Quién menciona los nombres de esos reos políticos?

No se equivoca Pablo Pacheco cuando anotó: “Enfrentarse al régimen comunista de Cuba no es sólo de valientes, también existe una dosis de locura interior en el individuo que lo hace, es batirse contra la maquinaria del mal en medio de un océano turbulento”. Sí, locura sublime, de Quijotes enfrentados, lanza en ristre contra inconmovibles molinos de vientos. Tampoco se equivoca Pablo cuando marca la diferencia existente entre aquellos “que hablan y sufren por Cuba y los que hablan y viven del dolor de Cuba”.

Ahí entre esos últimos que Pacheco Avila menciona, pero él no identifica se encuentra toda una caterva de oportunistas, como el detestable Otaola, la disidente desde el exilio la Payá, y los regentes de la alegremente denominada Asamblea de la Resistencia Cubana. Entre los del primer grupo se encuentran muchos anónimos en prisión política, y cubanos como Félix Navarro y su hija Sayli Navarro que hablan y sufren por Cuba, aunque sus sacrificios sean manipulados por los que viven del dolor de Cuba.

Al artículo de Pablo Pacheco Avila hice la siguiente acotación: Sí el resto de lo poco de disidencia que queda en Cuba finalmente se decidiera a abrirse a la unidad, a la acción coordinada, las penas de Félix, no serían en vano”. Agrego ahora, si este anhelo se alcanzara, ya no sería tanto una locura el batirse contra la maquinaria del mal en medio de un océano turbulento. Un buen timonel sabe superar cualquier océano turbulento, solo se requiere pericia, decisión, por supuesto también valentía; y todo esto se logra decidiéndose por la acción resuelta de un movimiento de resistencia noviolenta de manera pragmática, organizada y disciplinada; y capacidad de movilización, aunar recursos humanos y elaborar un plan estratégico para coordinar todas las acciones sin dejar nada al azar. Y, sobre todo, la unidad de la gran mayoría del pueblo con la conducción de líderes capacitados. Al final de la batalla, entonces no estará muerto el combatiente que se menciona en los versos de César Vallejo y ningún muro podrá acallar el grito de Félix…