domingo, 26 de diciembre de 2021

Ir a la esencia para conocer el fenómeno

Mario J. Viera

 


Cuba, un país sometido a una dictadura totalitaria; ¿quién no conoce tal aserto? Los rasgos de tal condición están presentes en todas sus estructuras estatales: 1) Dictadura de un partido político único; 2) Confusión dentro de una misma unidad de todos los poderes públicos (Ejecutivo, Legislativo y Judicial); 3) Confusión pueblo, nación y estado como una sola identidad, el partido único; 4) la soberanía nacional depositada y ejercida solo por un órgano de poder del partido dominante; 5) Ilegalización de todo partido u organización opositora; 6) Criminalización del disenso (supresión de la libre expresión de pensamiento, de manifestación y de reclamo); 7) Presencia del caudillaje como referencia al Führerprinzip; 8) Existencia del enemigo objeto.

Paradigma de estados totalitarios: el fascismo italiano, el fascismo nacional-socialista, y el comunismo. ¿Semejanzas con el régimen de poder en Cuba? Para dar respuesta a esta interrogante hay que partir de cuál es la esencia fundamental del régimen de poder existente en Cuba. Para ello, no basta con la categorización de “ultraizquierdista” o “comunista”. Hay que ir más a lo profundo. En apariencias. Lo que se pone a la vista: un estado de formación marxista-leninista dentro de un sistema socialista; una aparente dictadura comunista. Me explicaré.

Realmente en Cuba rige un estado totalitario; pero un régimen totalitario en descomposición ─ nótese que uso la palabra “descomposición” ─, lo que de ninguna manera quiere decir que se encuentre en fase terminal o a las puertas de una transición democrática’ para ello todavía se necesita que transcurra el tiempo o que por dinámica social se acelere ese tiempo.

Los acontecimientos de la Primavera Negra del 2003 y de las recientes manifestaciones masivas de carácter espontáneo del 11 de julio, y la movilización de fuerzas policiales y militares para abortar la iniciativa del 15 de noviembre ponen al descubierto la verdadera esencia del actual régimen totalitario como consecuencia de una transición en los medios de poder producida en 1990 tras la caída del bloque soviético en Europa. Todos estos acontecimientos han dado como presencia e identificación del régimen impuesto en Cuba la formación de uno de carácter híbrido: el sistema fascio-estalinista que representa un retorno a las fuentes originales del poder castrista.

A partir de 1959, dentro de las estructuras del poder se van produciendo transformaciones a lo largo de varias etapas. Primera: 1959 – 1961, la conformación de un Estado Corporativo ─ bajo las apariencias de un gobierno de carácter democrático liberal ─, caracterizado por un crecimiento del populismo y de la exaltación nacionalista propia de un sistema fascista tardío de tendencia de izquierda. Segunda: 1961 – 1962, alianza con la URSS y la declaración del carácter “socialista” del régimen. Tercera: 1962 – 1968, enfriamiento de las relaciones políticas con la URSS, tras los acontecimientos de la Crisis de los misiles. Cuarta: Sometimiento total al imperialismo soviético a partir del reconocimiento de la “doctrina Brezhnev” en 1968; su consolidación en 1974 tras la visita a Cuba de Leonid Brezhnev; su desarrollo a partir del primer congreso del Partido Comunista de Cuba (1975), y de la promulgación de la Constitución política del Estado elaborada a hechura de la Constitución soviética (1976), para concluir en 1990. Quinta. Reordenamiento del régimen totalitario, y su retorno a los principios básicos del fascismo tardío. Vigencia del Código Penal con marcado acento fascista, desde 1989. Purga dentro del Ministerio del Interior en 1989, tras el juicio contra el general Arnaldo Ochoa y de Tony de la Guardia. Creación de instrumentos de represión al estilo de las SA alemanas, como las denominadas Brigadas de Respuesta Rápida en 1991. Masacre del remolcador Trece de Marzo (1994). Represión contra el intento de coalición de la oposición interna, Concilio Cubano y el derribo de dos avionetas no artilladas de Hermanos al Rescate sobre aguas internacionales (1996). Promulgación de la Ley 88 de Protección a la Independencia Nacional y la Economía de Cuba, en 1999. Conformación del híbrido totalitario fascismo-estalinismo con la condena a largas penas de prisión a 75 activista, disidentes y periodistas independiente, en 2003, y reafirmado en el presente año con la represión y condena a prisión de cientos de los participantes en las manifestaciones del 11 de julio y a los promotores de la marcha cívica de 15 de noviembre.

Caracterización del régimen totalitario actual.

Estado policiaco altamente militarizado. El poder real descansa en los altos mandos de las fuerzas armadas que controlan al gobierno monigote de Miguel Díaz-Canel y a las altas instancias del Partido Comunista de Cuba. Existencia del capitalismo de estado y alianza con capital privado extranjero en el sector primario de la economía especialmente en la industria extractiva, en el sector de los servicios principalmente en la industria del turismo y hotelería. Elevada depreciación de la moneda nacional. Incapacidad para mantener un mercado nacional estable y abastecido. Altos índices de inflación. Ruina del principal renglón productivo del país, la industria azucarera. Incremento de los índices de pobreza.

El actual Estado cubano ha devenido en su propia negación, acercándose cada vez más a las estructuras de cualquier dictadura de extrema derecha, como las que predominaron durante el pasado siglo en América Latina. Está totalmente estancado. Si hubo algo que, en el pasado, pudo haberse considerado progresista, hoy nada de eso existe. Su carácter es esencialmente reaccionario y decadente. 

jueves, 23 de diciembre de 2021

¿Hasta dónde?

 

Mario J. Viera


 

No es posible mantener una actitud solo de expectación ante los desmanes de un descontrolado régimen de opresión. No es posible tragarse la ira que se nos sale desde lo más profundo, cuando la justicia es pisoteada y prostituida por un sistema judicial entregado sin pudor a los dictados de un gobierno usurpador, ilegítimo de derecho y de hecho, que viola sistemáticamente los derechos más elementales de la población.

 

El Tribunal del Municipio Plaza de la Revolución, de manera expedita acaba de dictar sentencia contra 15 ciudadanos cubanos, imponiéndoles condenas que van desde 12 hasta 30 años de privación de libertad, solo por el hecho de ejercer su derecho a la protesta y a la manifestación cívica, que la fiscalía convierte en delito de “sedición”.  

 

La veterana activista por los derechos humanos Gladys Linares divulgó por Cubanet los nombres y las sanciones impuestas a estos 15 jóvenes cubanos:

 

Leoalys de la Caridad Valera Vázquez (15 años de edad), 12 años de prisión.

Brusnelvis Adrián Cabrera Gutiérrez (15 años de edad), 15 años de prisión

Karen Vázquez Pérez (18 años de edad), 15 años de prisión.

Marlon Brando Díaz Oliva (15 años de edad), 18 años de prisión.

Jesús Enrique Vázquez Cabrera (15 años de edad), 18 años de prisión.

Elier Padrón Romero (18 años de edad), 18 años de prisión.

Orlando Carvajal Cabrera (15 años de edad), 20 años de prisión.

Dianyi Liriano Fuentes (20 años), 20 años de prisión.

Alexis Sosa Ruiz (20 años de edad), 20 años de prisión.

Lázaro Zamora González (20 años de edad), 20 años de prisión.

Alexander Guillermo Martínez Amoroso (25 años de edad), 20 años de prisión.

José Luis Sánchez Tito (20 años de edad) sentencia de 22 años de prisión.

Frank Aldama Rodríguez (20 años de edad), 22 años de prisión.

Miguel Páez Estiven (25 años de edad), 30 años de prisión.

Dayron Martín Rodríguez (25 años de edad), 30 años de prisión.

 

¿Hasta dónde llegarán los jueces y fiscales militantes del Partido Comunista de Cuba actuando como cómplices miserables del régimen totalitario que, en apariencias, conduce ese mediocre apparátchik de nombre Miguel Díaz-Canel? ¿Hasta dónde?

 

Por ley de compensación, estos individuos, pésima estampa de un sistema judicial sometido y comprometido, deberán pagar por sus ignominias. Llegará, necesaria y fatalmente, el día, cuando el pueblo, el verdadero pueblo cubano, el nosotros, asuma las riendas de la Justicia; entonces llegará “el llanto y el crujir de dientes”, el momento cuando los traidores ─ traidor es todo aquel que presida una dictadura o le sirva de apoyo a la misma ─, tengan que responder por sus culpas. Todo juez o fiscal que actúe y sancione a ciudadanos por ejercer su derecho a la disensión, deberá ser inhabilitado de por vida para el ejercicio del derecho y obligado a pagar una compensación por daños y perjuicios a todos aquellos a los que hayan condenado a prisión por causas políticas y de conciencia.  

 

Pero mientras el día del reclamo no llegue, hay que denunciar, hay que movilizar, hay que ganar la opinión pública y condenar al régimen de la mentira y el oprobio. El gobierno de Cuba debe ser expulsado del puesto que ocupa dentro del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

miércoles, 8 de diciembre de 2021

UNA CARTA DE APOYO A LA DICTADURA DEL PCC

 

Mario J. Viera

 


El diario Granma vocero del único partido legal en Cuba, acaba de publicar una patética carta, iniciativa de los periodistas, el español Ignacio Ramonet, y el colombiano Hernando Calvo Ospina, conjuntamente con el sociólogo argentino premiado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura de la República Bolivariana de Venezuela, Atilio Borón y el filósofo mexicano que admira extraordinariamente a Fidel Castro, Fernando Buen Abad, Carta que el libelo oficialista presenta como enviada por más de 200 expresidentes y personalidades del mundo al mandatario estadounidense.

 

Que entre los firmantes de la carta de apoyo a la dictadura cubana se encuentren expresidentes como Dilma Rousseff, Rafael Correa, José Manuel Zelaya, y Ernesto Samper Pizano, o como la exsenadora colombiana Piedad Córdoba no tiene nada de extraño, y mucho menos edificante; la trayectoria de estas personalidades habla por ellos; por sus frutos son conocidos.

 

Sin embargo, entre los firmantes hay personalidades que sorprenden, precisamente por su historial de lucha frente a dictaduras y en defensa de los derechos humanos, como pueden ser el argentino Adolfo Pérez Esquivel Premio Nobel por la Paz, y el paraguayo Martín Almada, "Premio Nobel alternativo" de la Fundación Right Livelihood Award, es lamentable, pues al coligarse en apoyo a una dictadura militarista como la cubana han pisoteado toda una vida dedicada a la defensa de los derechos humanos.

 

Que no simpaticen con el embargo que Estados Unidos le tiene impuesto al régimen de Cuba, ¡Saludos! Esto, para nada es un demérito. Que con sus firmas planteen su apoyo al párrafo donde se denuncia que “el gobierno de Donald Trump emitió 243 medidas que afectan mucho más a la economía de Cuba, buena parte de ellas durante la pandemia de COVID-19. Ellas siguen vigentes con el gobierno de Joe Biden”; aunque no son cubanos ni viven en Cuba es un derecho de ellos que no podemos discutirles.

 

Pero consensuar el párrafo de la carta de apoyo a la dictadura cubana donde se lee: “Al interior del país, sujetos que se sienten respaldados y protegidos por Washington, usando como bandera la difícil situación económica debido al bloqueo (situación aumentada por la covid, como en todas las otras naciones), llaman a manifestaciones subversivas. Lo hacen sin importarles las leyes vigentes que prohíben todo atentado al sistema político vigente, como es lógico en todos los Estados del mundo. Y mucho más cuando es incitado por una potencia extranjera”; ya esto es, para decirlo suavemente un modo muy pueril de interpretar la realidad cubana.

 

¿Manifestaciones “subversivas”? ¿Así no calificaban las dictaduras argentina y paraguaya las manifestaciones de protestas que se producían en ambos países ante el reclamo a favor de los derechos humanos y de la conquista de la democracia? ¿Las leyes vigentes que prohíben todo clamor disidente con el sistema impuesto? ¿Defenderán, estos que han recibido premios por su defensa de los derechos humanos, la legitimidad de la Constitución de 2019, surgida dentro del conciliábulo del Buró Político del Partido Comunista y sin la legitimación de una Asambleas Constituyente pluralista electa por el voto libre de los cubanos? En primer lugar, eso a ellos no les compete; en segundo lugar, no son cubanos; y en tercer lugar eso, simplemente es intromisión en los asuntos internos de una nación.

 

¿Convalidan Adolfo Pérez Esquivel y Martín Almada la falacia por la cual se afirma “desde hace décadas, el gobierno estadounidense viene invirtiendo millones de dólares en la creación de «disidentes», de «opositores», de todo tipo, irrelevantes al interior de Cuba, pero enaltecidos por la prensa internacional con el propósito de dañar la imagen de la Revolución y así fundamentar la aplicación del criminal bloqueo”? Esto sería, a más de lamentable, vergonzoso y una afrenta a los cubanos que nos hemos opuesto a la dictadura continuista de Cuba.

 

Muchos de los cubanos que estamos en el exilio, que le hicimos oposición al régimen del Partido Comunista de Cuba, de manera no violenta, a cara descubierta y sumidos en condiciones de miseria y hambre, por defender nuestro derecho a disentir ─ que nunca recibimos dinero alguno de Estados Unidos ─ nos opusimos firmemente al gobierno de Donald Trump y a esas 243 sanciones económicas no selectivas que impuso su administración contra Cuba, porque las considerábamos atentatorias contra nuestro pueblo y les servían de coartada eficiente al régimen para hacer más severa su represión.

 

No somos “disidentes” entre comillas; no somos “opositores” entre comillas, somos la gran mayoría del pueblo que sufre y espera, del pueblo que teme. ¿Olvidan acaso Adolfo Pérez Esquivel y Martín Almada, el acto cívico y viril protagonizado el 27 de noviembre por cerca de 500 artistas e intelectuales, en su mayoría jóvenes, reclamando por un diálogo, que nunca concedió el régimen del PCC?

 

¿Movilizar tropas y fuerzas policiales y el empleo de banda de facinerosos armados de cabillas para impedir la convocatoria de una marcha cívica en reclamo por la libertad de los presos políticos y por cambios en las estructuras políticas; es algo que un defensor de los derechos humanos pueda cohonestar?

 

No señores Adolfo Pérez Esquivel y Martín Almada, s esos que, para descalificarnos entrecomillándonos como disidentes y opositores, les decimos, sí somos DISIDENTES y OPOSITORES a una dictadura; que no bailamos al compás de la ultraderecha republicana; que no nos apadrinan elementos como Mario Díaz-Balart, Marco Rubio, María Elvira Salazar o Ron de Santis; que creemos que nuestro derecho a recobrar la democracia no nos vendrá. de las manos de cualquier presidente de Estados Unidos; que creemos firmemente que esa democracia nos toca solo a los cubanos conquistar.

viernes, 19 de noviembre de 2021

Yunior García Aguilera: “Yo soy revolucionario”

 

Mario J. Viera


 

Así, simple y claramente lo declaró Yunior García Aguilera en la conferencia de prensa que ofreciera en Madrid: “Yo soy un revolucionario”. Una expresión esta que puede sonar en los oídos de algunos ardientes anticomunistas del exilio cubano como desgarradora, terrible, insultante… Pero Yunior García sí es revolucionario, no un contrarrevolucionario, y cansa ya seguir escuchando ese calificativo para denominar a todos aquellos que se oponen y enfrentan a la dictadura totalitaria del Partido Comunista de Cuba; y cansa, porque es asumir como propio el estribillo del castrato, y es como reconocer que en Cuba hay una revolución en el poder.

 

¡Falso! La contrarrevolución es hoy y siempre ha sido, elemento distintivo de los que regentan el poder; es el Buró Político del PCC; es el Consejo de Estado; es la Asamblea Nacional del Poder Popular; es la alta oficialidad de las fuerzas armadas de generales corruptos y ambiciosos de poder.

 

Se alzarán voces airadas arremetiendo contra Yunior acusándole de cobarde y hasta de traidor por su escapada hacia España. Eso lo sabe perfectamente Yunior. Y gritarán furiosos todos aquellos que prefieren que sea otro el que ponga el muerto; que imploran invasiones armadas a Cuba por parte del ejército estadounidense; que no conocen, que no han sufrido la fuerza brutal del hostigamiento de la Seguridad del Estado; que no han conocido el nauseabundo hedor de las mazmorras castristas; que no saben la angustia, la desesperanza del ostracismo interno de aislamiento domiciliario durante días, semanas y meses aislados del mundo exterior, que acalla y ahoga la voz salida de lo profundo de la conciencia; que no han sido víctimas de una campaña de descrédito constante por todos los medios informativos del país, Escapar del acoso es humano, es la no vocación al martirologio propia de todo ser pensante.

 

¿Acaso no debemos preguntarnos a nosotros mismos por qué abandonamos nuestra tierra para partir hacia el exilio? ¿Por qué decidimos acogernos al exilio? Los héroes también van al exilio. Martí, Maceo, Gómez conocieron el exilio; se mantuvieron en el exilio hasta que se produjera el momento propicio para regresar a Cuba y emprender la lucha, no abandonada en el exilio.

 

La convocatoria del grupo Archipiélago para una marcha cívica y pacífica el 15 de noviembre, fue un impulso nacido del entusiasmo de personas honestas pero carentes de experiencia en los trajines de lucha contra el totalitarismo. Pecaron de idealismo e hicieron pública la convocatoria. Contaban con que, si se había producido un espontáneo 27 de Noviembre, y un espontáneo 11 de Julio, podría producirse un 15 de Noviembre; sin embargo desestimaron la capacidad represiva del régimen militar del PCC; y el régimen movilizó todo su arsenal de represión, aisló a los principales promotores de la marcha por la dignidad, controlaron los movimientos de los opositores más conocidos, advirtieron, amenazaron…Lanzarse a la calle sería un suicidio, y no todos tenemos la disposición al suicidio. Sería enfrentarse a esas bandas, a las cuales los medios erróneamente y de manera no madura califican como “partidarios del gobierno”, cuando en realidad son mercenarios que actúan por dinero o por beneficios, gente de la más baja calidad ética y muchos de ellos hasta con antecedentes penales, dispuestos a cualquier acto de violencia en contra de todo aquel que disienta del régimen. Sería también enfrentarse con destacamentos militares, policiales y cuerpos antimotines previamente alertados.

 

Olvidaron un principio probado de los métodos de la resistencia noviolenta, el trabajo para ganar de manera directa los recursos humanos y diluir el liderazgo en uno de carácter horizontal. Esto último faltó, quedando Yunior García como el máximo representante del movimiento. Olvidaron también que ninguna dictadura, y mucho menos una de corte totalitario, se abre al diálogo mientras cuente con capacidad para reprimir, que a las dictaduras hay que acorralarlas para obligarlas a buscar en el diálogo su último recurso antes de ser derrocadas finalmente. La legitimación de la lucha noviolenta no puede buscarse en el acatamiento de la Constitución política del régimen cubano, una Constitución que de manera olímpica el PCC puede interpretarla según sus propios intereses.

 

No obstante el 15 de Noviembre fue exitoso, puso al descubierto ante el mundo la esencia violenta, represiva, cobarde del régimen del PCC.

 

Por otra parte, Yunior García tiene que prepararse para enfrentar dos enemigos, el primero, el gobierno del PCC; el segundo las organizaciones de ultraderecha del exilio.

lunes, 6 de septiembre de 2021

El cabildeo y el Derecho de Petición.

 

Mario J. Viera


 

El Derecho de Petición estaba amparado constitucionalmente en Cuba bajo los presupuestos de su Art. 36: “Toda persona tiene derecho a dirigir peticiones a las autoridades y a que le sean atendidas y resueltas en término no mayor de cuarenta y cinco días, comunicándosele lo resuelto. Transcurrido el plazo de la Ley, o en su defecto, el indicado anteriormente, el interesado podrá recurrir, en la forma que la Ley autorice, como si su petición hubiese sido denegada”.

Por este derecho, se puede dirigir peticiones y se pueden exigir reclamos a las autoridades del país, Ejecutivo y Legislativo. El derecho peticionario queda amparado dentro de los postulados del Art. 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el cual establece: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.

Cada sector de la economía, como de la sociedad civil puede plantear reclamos y exigencias. Estos derechos se deben ejercer de manera transparente, y sin ocultamiento. Para algunos estudiosos del Derecho Público, el derecho de petición, dirigido a influir en las decisiones de las autoridades, es equivalente a lo que se reconoce como cabildeo, “un especial e intenso ejercicio del derecho de petición”. Sin embargo, esta no es una definición exacta del cabildeo. El cabildeo no es el simple uso del derecho de petición. El cabildeo se lleva a cabo por profesionales dedicados por entero a esa actividad y contratados por sectores económicamente poderosos. Por lo general el procedimiento del cabildeo asume forma de clientelismo, por el cual, alguna corporación puede accionar ante un legislador ─ estableciendo una relación de quid pro quo ─ para adelantar una iniciativa legislativa a favor de esa corporación a cambio de aportar fondos para la campaña electoral de ese legislador. El efecto que producen las maquinaciones privadas del cabildeo sobre el estatus quo ha generado la elaboración de una legislación para su regulación de Perú. México, Colombia y Chile.

Lee Jared Drutman ha denominado al cabildeo como “el negocio de Estados Unidos”. Anota este autor: “Gran parte del pensamiento sobre la influencia en la política es esencialmente una prueba de la hipótesis de que cuanto más dinero gasta un grupo, más probable es que obtenga un resultado deseado, y el resultado deseado a menudo son los votos de los legisladores. En la medida en que los politólogos y economistas han modelado el proceso subyacente, tienden a verlo como una especie de intercambio por el cual los políticos interesados intercambian los recursos que tienen (votos, influencia sobre la burocracia, otras palancas políticas) por el apoyo electoral que los grupos externos pueden ofrecer, generalmente en forma de contribuciones de campaña”.

El carácter de clientelismo del cabildeo de las corporaciones queda evidenciado en la cita del profesor de Ciencias Políticas Stephen Ansolabehere: "La recaudación de fondos de campaña es ampliamente vista como un mercado para las políticas públicas. Las donaciones provienen de empresas, asociaciones e individuos que buscan beneficios privados en forma de subsidios, regulaciones favorables y otras políticas establecidas por el gobierno. Con miles de intereses pujando por beneficios privados y miles de candidatos compitiendo por fondos, surge algo así como un mercado”.

Estas condiciones plantean la necesidad de, en la Cuba post totalitarismo, establecer un apropiado sistema electoral y dictar las normativas legales que aseguren la transparencia de la financiación de los partidos políticos. El cabildeo es fuente de corrupción política, como ha quedado demostrado en todo el proceso de las campañas electorales, con fuertes financiamientos por grupos de intereses.

Para garantizar la transparencia de todos los actos de presión por parte de grupos de intereses, se requiere el acatamiento al derecho de acceso a la información pública fundado sobre los Principios de Johannesburgo sobre la Seguridad Nacional, la Libertad de Expresión y el Acceso a la Información de noviembre de 1996, en especial sus Principios: 1: Libertad de opinión, expresión e información; 1.2: Protección de un interés legítimo de seguridad nacional; Principio 4: Prohibición de la discriminación; 13: Interés público en la divulgación; y 14: Derecho a una revisión independiente de la denegación de .información.

 (https://www.corteidh.or.cr/tablas/a22440.pdf)

sábado, 4 de septiembre de 2021

La realidad virtual de las diásporas digitales.

 

Mario J. Viera

 


Hay una definición de lo que quiere decir “realidad virtual”. “La Realidad Virtual (RV) es un entorno de escenas y objetos de apariencia real — generado mediante tecnología informática — que crea en el usuario la sensación de estar inmerso en él”. En definitiva, la realidad virtual, solo es apariencia de lo real; pero no verdaderamente real. Así, muchos viven dentro de una realidad virtual partiendo de criterios intelectuales y sin la experiencia del activismo real.

El periodismo independiente no nació ayer; el periodismo independiente comenzó como tal en 1994, aunque a partí de antecedentes que muchas veces se olvidan. No surgió, obviamente, al calor de la expansión de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Surgió como impulso para arrebatarle al régimen del PCC el monopolio informativo. Hombres y mujeres que estaban decididos a hacer periodismo al margen del periodismo propagandístico del Partido Comunista. No eran intelectuales, aunque muchos de sus iniciadores provenían del periodismo oficial. Y aprendieron a hacer periodismo, médicos, ingenieros, abogados, licenciados en idiomas.

No se contaba entonces con celulares inteligentes, ni con faxes, ni con el acceso directo al internet; pero se hacía periodismo; algunos se dejaban llevar por la pasión y editorializaban sus crónicas; la mayoría, en cambio, eran más objetivos en la redacción de sus notas informativas y en sus crónicas de opinión. Pero el movimiento crecía, y crecía con tal fuerza llegándose a convertir, en una, que si fue, “una amenaza colosal para el régimen nacional”, tanto, que el régimen se obligó a dictar, con el pretexto de la Ley Helms Burton, una draconiana ley mordaza para acallar a aquel movimiento que le arrebataba ese “poder suave” ─ al cual se refirió recientemente Oscar Grandío Moráguez, en un artículo que publicara en Hyper Media ─, la Ley 88 o “Ley de Protección a la Independencia Nacional y la Economía de Cuba”.

Los vehículos que empleaba aquel periodismo alternativo para el envío de sus mensajes fueron Cubanet, bajo la dirección de Rosa Berre, y Nueva Prensa Cubana, de Nancy Pérez Crespo; Radio Martí, fundamentalmente, la derechista Voz de la Fundación y La Voz del CID. En Puerto Rico aparecieron medios impresos y virtuales como El Disidente y Carta de Cuba, mucho más serios y objetivos que el periodismo panfletario de pacotilla de emisoras como Radio Mambí dirigida por Armando Pérez Roura; la Cubanísima y La Poderosa, emisoras estas que, ciertamente no eran ─ como las ve Oscar Grandío Moráguez ─ “fuentes muy importantes de información sobre la Isla y de defensa de la lucha antitotalitaria contra el régimen de La Habana”. ¿Qué decir de las “modestas emisoras televisivas” América TV y La Mega TV? Dos emisoras que no atraen la atención de gran parte de la teleaudiencia de la diáspora cubana y solo atractivas para su sector ultraderechista.

No fue necesario entonces, para el periodismo independiente que se practicaba en Cuba, entre el 1994 al 2003, esperar por una inexistente, en aquellos años, plataforma virtual, para “diseminar, compartir y debatir información al margen del Estado cubano” para “influir de manera creciente sobre la imagen proyectada por el régimen sobre su gobierno”. Eso se hacía en todas las esferas noticiosas, sobre las violaciones de derechos humanos, sobre la agricultura, las zafras azucareras y sobre la economía.

Las publicaciones digitales diaspóricas que, en su artículo, menciona Grandío, pudieran influir de algún modo en la formación de opiniones entre los ya convencidos en Cuba de la necesidad del cambio, pero, de ningún modo. prueban “ser vital para el empoderamiento de la ciudadanía cubana”. Este empoderamiento solo se alcanza por medio del activismo directo y real.

Fue el periodismo independiente. a través de numerosas agencias independientes, como Cuba Press, Habana Press, Buró de Prensa Independiente de Cuba, Agencia de Prensa Independiente "Patria", Agencia de Prensa "Oriente Press; Agencia de periodismo independiente Cuba Verdad, y otras más, el que marcó un hito fundamental “en el enfrentamiento contra el sistema de promoción propagandística del poder suave de la dictadura cubana” y no el que Grandío le concede a la apertura de los actuales “medios digitales de noticias y análisis, operados por (la) diáspora digital cubana”. Los mencionados por Grandío, Diario de Cuba, CiberCuba, ADNCuba, Hypermedia Magazine, Yucabyte, Rialta; junto a 14yMedio, El Estornudo, Periodismo de Barrio, La Hora de Cuba, todos aparecidos luego del 2000 o 2003; y todos consecuentes de aquel periodismo alternativo de finales del siglo XX en Cuba.

Para alcanzar en Cuba verdaderos cambios sociales y políticos, no simples reformas, no podemos confiar en la realidad virtual de las diásporas virtuales como factores de cambio. Todo movimiento democrático que se enfrente a una dictadura totalitaria, requiere el auxilio de medios informativos y de agitación propios ─ que no son primordiales sino medios auxiliares ─. Sin embargo, lo que genera los cambios es la acción concertada del movimiento democrático, organizado, y su accionar dentro de las masas populares para lanzar el reto definitivo a la dictadura. No existe otra vía.    

 

viernes, 3 de septiembre de 2021

NACER O NO NACER, EL TEMA DEL DERECHO AL ABORTO

Mario J. Viera


 

Existo, soy ser humano, persona, porque mi madre decidió parirme. Pudo haber optado por interrumpir el embarazo, pero ella no lo hizo. No recurrió al aborto, porque yo era el hijo que deseaba tener, un hijo deseado. Entonces nací… Sin embargo, nací con llanto retenido, no respiraba y pude dejar de ser persona en ese mismo instante, si mi madre no hubiera exigido que me atendieran, a mí primero, luego a ella. Nací en la casa; el parto de mi madre fue atendido por una partera tradicional, una de las denominadas como “recogedoras”, una de tantas que auxiliaban a mujeres de bajos recursos a parir.

 

Yo, recién nacido, fui echado a un lado. Entonces gritó mi madre: “¿Por qué no llora el niño…?” Y exigió: “Si no lo atienden me tiro de la cama”. Por suerte, aquella recogedora o partera era una enfermera, y comenzó a darme masajes de revivida. Al rato, solté el llanto; y ahora soy persona y he podido vivir unas cuantas décadas.

 

Pero mi madre pudo haber elegido no parirme. Habría sido su decisión. Digan lo que digan, solo era en su vientre un feto, no una persona, no respiraba dentro del líquido amniótico donde me iba formando. Respiré, tuve el aliento de vida luego de nacer y ser revivido. Mis pulmones se llenaron de aire y, entonces, solo entonces, fui y he sido.

 

En Cuba, entonces, 1939, el aborto era ilegal, a pesar de ello, se producían abortos. Muchas mujeres recurrían a los “curetajes” o el uso de menjurjes y brebajes herbales, que, en muchas ocasiones ponían en peligro la vida de la parturienta. No faltaron casos de hijos no deseados cuando la madre paría en cualquier sitio y abandonaban al recién nacido en cualquier lugar, lo que sí constituía el asesinato de un ser vivo, de una persona con aliento vital. Otras mujeres depositaban al recién nacido en el torno de la Casa Cuna de La Habana, motivadas por la pobreza o por no sentirse preparadas para ser madres. Y ¡claro está! Muchas parían una y otra vez, sobre todo en las zonas rurales, condenándose ellas y sus hijos a una vida de miserias.

 

Digan lo que quieran decir o alegar los partidarios del movimiento pro-vida, solo la vida viable es vida. Un feto no tiene la garantía de la viabilidad; no la tiene en el seno materno, ni la tiene garantizada en el momento del parto. Mi esposa tuvo dos partos llevados a término y los dos se perdieron, por muerte fetal; no obstante, a que durante todo el proceso de embarazo, ambos fetos mostraban signos de viabilidad. No, no importa que en el feto existan latidos del corazón, todavía no ha llegado a la vida; todavía no tiene asegurada la existencia. La vida comienza en el mismo instante cuando un recién nacido respira.

 

Según datos estadísticos, la muerte fetal afecta aproximadamente al 1 % de todos los embarazos, y cada año alrededor de 24 000 bebés nacen sin vida en los Estados Unidos; alrededor de 7.300 bebés mueren cada día en las últimas etapas del embarazo.

 

Para el doctor Andrés de Francisco, coordinador de estrategias de la Alianza para la Salud de la Madre, el Recién Nacido y el Niño, un parto muerto “es cuando la muerte del niño ocurre entre las 22 semanas del embarazo y el momento del nacimiento. Quizás lo más significativo es que muchas veces no se sabe que el niño ha muerto sino hasta el momento en el que nace. Por eso la definición es básicamente un niño que nace y que no respira", así lo expresó a BBC (13 de abril de 2011)

 

La propia naturaleza, en muchísimas ocasiones, es, de algún modo, pro-elección, sin seguir los preceptos moralistas de los pro-vida.

 

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, declara en su Artículo 1: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. El ser humano NACE libre; el ser humano, está dotado de RAZON Y CONCIENCIA. Este documento de derechos ampara a todo ser nacido que posee razón y conciencia. Por supuesto no se puede acudir a la Declaración de la ONU para reconocer derechos a un ser no nacido carente de razón y conciencia. El amparo está concedido a todos los individuos, a los seres nacidos, los cuales tienen “derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona” (Art. 2)

 

Dentro de este contexto, preguntemos ¿Tiene la mujer el derecho a decidir sobre su cuerpo? Libertad es el derecho de decidir sobre uno mismo, siempre que no afecte el derecho de otros a elegir y decidir. Sí, la mujer tiene ese derecho. ¿La decisión de interrumpir un embarazo no deseado se trata de un tema ético? En principio se trata de un tema enmarcado dentro de los principios de la ética sin que, de ninguna manera sea inmoral; como no es inmoral la concertación de una pareja de igual sexo para unirse en matrimonio. Es que nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación, (Art. 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos).

 

Muy a propósito voy a reproducir el texto del Art. 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”. Implícitamente en este artículo está el no derecho de algunos de imponer a otros sus convicciones religiosas.

 

Y son interpretaciones peregrinas que aducen algunos que se denominan cristianos y seguidores de los mandatos de Dios y se proclaman portadores de la Voz Divina, para exigir, EN NOMBRE DE DIOS que se criminalice el derecho de la mujer a interrumpir un embarazo que no desea. Afirman que el aborto es pecado, casi abominación de Dios, basándose en algún que otro versículo de la Biblia, tan generalizados, que admiten amplísimas interpretaciones. Según la Biblia, Dios dio el encargo a los seres humanos de crecer y multiplicarse, lo que hace aparecer como obvio que Dios no admite interrupciones del embarazo, por aquello de “reproducirse”. Según también en la Biblia en el versículo 13 de Salmos 139, David aseguró: “Porque tú formaste mis entrañas; me hiciste en el seno de mi madre”, algo que puede aceptarse como una licencia literaria, pero también, se puede llegar, por vericuetos retóricos, a la conclusión de que el feto es obra de Dios y por lo tanto, intocable. Está bien, pero en Génesis 2:7 se dice: “Entonces el Señor Dios formó del polvo de la tierra, y SOPLO en su nariz el ALIENTO DE VIDA, y fue el hombre un ser viviente”. Es decir, el hombre es SER VIVIENTE cuando respira con sus pulmones. Este concepto de ser viviente se amplía en Job 33:4: “El Espíritu de Dios me ha hecho, y el aliento del Todopoderoso me da vida. El aliento da vida. La vida según estos versículos se inicia, no en el seno natal, en el aliento vital, Y la vida de ese ser viviente es, según la Biblia, la que Dios protege.  Génesis 9:5-6: “El que derrame sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada, porque a imagen de Dios hizo El al hombre”.

 

Personalmente, preferiría que ninguna mujer recurriera a la interrupción del embarazo, pero. ¿quién soy yo para aconsejar tal cosa? En definitiva, me acojo a la respuesta que Jen Psaki, la portavoz de la Casa Blanca le espetara a un periodista de los pro-vida que cuestionaba el apoyo de Biden al derecho de elección de la mujer: “Sé que usted nunca ha afrontado esa elección ni ha estado nunca embarazado, pero para las mujeres ahí afuera que hacen frente a esa elección es algo increíblemente difícil y el presidente opina que sus derechos deben respetarse”.


¿Cuestión ética? Sean pues, los clamorosos defensores de la palabra de Dios, como ellos la interpretan, consejeros de las mujeres, traten de convencerlas de que deben renunciar al embarazo, si tan antiético ellos lo consideran y no promuevan campañas entre los políticos ultraconservadores para adelantar legislaciones que criminalizan un derecho que solo a las mujeres corresponde. 

 


miércoles, 1 de septiembre de 2021

MANUEL GUERRA, MEDICO, UN REPRESENTANTE DE LAS NUEVAS GENERACIONES

 

Mario J. Viera


 

Manuel Guerra, un médico de Holguín no comprometido con el Gobierno, sino con el ejercicio de la medicina. La primera condición que debe primar en un médico es la dignidad y la consagración al ministerio de salvar vidas. Y al Dr. Manuel Guerra no le falta dignidad y es capaz de decir lo que piensa y criticar lo que debe ser criticado.

 

Guerra fue uno de los galenos que respondió al llamado primer ministro Manuel Marrero cuando cargó contra el personal de salud de Cienfuegos acusándoles de negligentes en el enfrentamiento a la pandemia del Covid-19. Olvidó ese tal “primer ministro” que los médicos, en cualquier lugar del mundo, constituyen la primera línea de defensa contra el avance del virus; que los médicos y el personal sanitario son verdaderos héroes, y mucho más en Cuba donde existe un “gobierno” totalmente negligente.

 

La respuesta dada por Guerra al “primer ministro” fue contundente:” Marrero, ¡cuánta indignación! ¡Cómo va a culparnos a los médicos de sus barrabasadas! (…) Los médicos nos arriesgamos día a día, exponemos a nuestros familiares y a todos los que nos importan, por tal de cumplir nuestro deber, y usted en cambio nos estimula con reproches, con más exigencias, más reclamos y menos insumos. Cuba no está muriendo, ¡ustedes la están masacrando!”

 

Como la Gestapo, la Seguridad del Estado ya ha puesto su mirada atenta sobre el Dr. Guerra. Le vigila, le amenaza. La verdad nunca es algo que una dictadura puede permitir que se propale. Para la dictadura cubana lo único que es verdad es su propia mentira.

 

Algún burócrata del régimen del PCC ha amenazado a Guerra con la separación del sector de la salud de Holguín; y el médico responde, desde su página de Facebook: "Quiero dejar claro a quien le encomendó la tarea al jefe de Recursos Humanos de Salud Pública Provincial de Holguín el pasado 23 de agosto, de 'separarme del sector de Salud', que no pienso abandonar mi labor, al menos no por las buenas como ya intentaron. Van a tener que expulsarme y, obviamente, los voy a denunciar",

 

Y reclama el Dr. Guerra: “El país necesita soluciones y transparencia, con mentiras no se combate el Covid-19. Pidan ayuda a la OMS, admitan el colapso sanitario y permitan, con carácter inmediato, que cualquier país pueda ser partícipe del proceso de sanación y recuperación de nuestra nación. No somos conejillos de Indias”.

 

Cuba cambia. Nuevas generaciones de cubanos nacidos durante la era del castrismo comienzan a reclamar, a exigir. Es el comienzo de la nueva historia de Cuba; y Manuel Guerra es un ejemplo vivo de las nuevas generaciones de cubanos.

domingo, 29 de agosto de 2021

AFGANISTAN TIERRA DE SANGRE, GUERRAS Y CAMBIOS

 

Mario J. Viera

 


Durante todo el siglo XIX y principios del siglo XX, Afganistán fue una pieza en disputa entre dos imperios, el británico y el zarista, principalmente por los intereses coloniales británicos sobre la India. El Reino Unido ganó la partida, no sin dejar de enfrentar varias guerras con los afganos. La tercera y última guerra anglo-afgana de produjo en 1919. Amanuláh Kan o Aman Allah había asumido el reino de Afganistán, ese mismo año. En Rusia se había producido la Revolución de Octubre y los bolcheviques de Lenin llegan al poder. Esta situación fue aprovechada por el kan afgano para proclamar la independencia del Reino Unido, dando lugar a esa tercera guerra con los británicos que concluyó con la firma del Tratado de Rawalpindi de 8 de agosto de 1919, por el cual el Reino Unido reconocía la independencia de Afganistán. Una figura, que jugaría un importante papel dentro de la historia afgana, surgiría de ese conflicto, Mohammed Nadir.

 

La influencia perdida de la Gran Bretaña en Afganistán ahora la recogía la Rusia bolchevique. En 1921, el rey Amanuláh firmó un tratado de amistad con la Unión Soviética. No obstante, Amanuláh emprendería una serie de reformas en el país intentando su modernización, incluyendo la construcción del ferrocarril. Reformas que no fueron bien vistas por los sectores más conservadores y religiosos del país y, como consecuencia, se produce la insurrección islámica de finales de 1928 al mando del general Habibullāh Kalakāni, insurrección esta que se convirtió en una verdadera guerra civil provocando la abdicación de Amanuláh a favor de su hermano Inayatullá Khan, quien finalmente abdicaría bajo la presión de Kalakāni, quien entonces se proclamó como nuevo rey de Afganistán. Sin embargo, su reinado poco duraría.

 

Mohammed Nadir ─ que se había marchado del país por contradicciones con el Kan ─ retornaría al país para conducir una guerra contra el nuevo rey y al frente de un poderoso ejército. En su ofensiva, Kabul cae y se captura y se fusila a Kalakāni. Nadir asume el reino y suprimió muchas de las reformas de Amanuláh, con el propósito de calmar a las tribus conservadoras. Luego de controlar las insurrecciones, Nadir implantó nuevas reformas progresistas, reabrió escuelas, fundó una facultad de Medicina, y promulgó una nueva Constitución que instauraba un parlamento bicameral. También promulgó la obligatoriedad del sistema educativo. En un atentado que se le hiciera, Nadir perdería la vida, siendo entonces reemplazado por su hijo Mohammed Zahir Shah, quien reinaría por cuarenta años.

 

Como se lee en Wikipedia, Zahir Shah, en 1964, promulgó la primera Constitución del país que convertía a la nación en una democracia parlamentaria. La familia real quedaba fuera de la mayoría de los puestos de la Administración, se celebrarían elecciones libres y se reconocían los derechos civiles. Además, se reconoció la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, dando a las mujeres, por primera vez en la historia del país, el derecho al voto, al trabajo y a la educación. Entre las medidas para modernizar el país, destaca su labor para acabar con la purdah, que obliga a las mujeres a cubrirse totalmente en público mediante el uso de burkas o ropas similares. Bajo su reinado, también se fundó la primera universidad, la Universidad de Kabul y se intentó mejorar las infraestructuras.

 

En julio de 1973, mientras Zahir Shah se encontraba en Italia recibiendo tratamiento médico para su lumbalgia, Mohammed Daoud Khan dio un golpe de Estado y proclamó la República. Mientras el depuesto rey, en su política exterior, se inclinaba a favor de Estados Unidos, Daoud era favorable a la Unión Soviética. Daoud ejerció un gobierno autoritario y la implantación de un partido político ─ el Partido Revolucionario Nacional ─ que suprimió al resto de los otros partidos. Aunque en un principio se inclinaba a favor de la Unión Soviética y recibiera apoyo de la misma, finalmente comenzó a confrontar problemas con el Partido Democrático Popular de Afganistán (comunista)

 

Lunes 27 de abril (saur) de 1978, la Revolución de Saur. Los comunistas toman el poder en Afganistán tras un golpe de Estado contra el Presidente de la República de Afganistán, Mohammed Daoud. Daoud moriría asesinado durante el golpe de Estado de la Revolución de Saur. La misma suerte le tocaría al líder de la insurrección del Saur, Nur Mohammad Taraki, cuando en 1979 fuera destituido de su jefatura de gobierno por otro dirigente comunista, Hafizullah Amin. La Revolución de Saur proclamaría la formación de la República Democrática de Afganistán. Se inició entonces una campaña de alfabetización, una reforma agraria radical, se prohibió la elaboración del opio, se legalizaron los sindicatos y se dictó una ley de salarios mínimos; también quedó abolida la burka, y se permitió la integración de las mujeres al trabajo, a los estudios universitarios y a su participación en la política.

 

“Liderados al principio por Nur Mohammad Taraki ─ revela el corresponsal de la BBC en Afganistán, William Reeve, en artículo publicado el 26 de abril de 1996 ─, los comunistas estaban lejos de estar unidos. Fueron tanto choques de personalidad como de política, ya que la facción Khalq o popular de Taraki ganaron inicialmente el día desterrando a los miembros de la facción moderada progresista Parcham o bandera a puestos de embajadores en el extranjero”. Dos facciones dentro del Partido Demócrata Popular, dos facciones pugnaban por el poder, una era la facción moderada progresista Parcham o “Bandera”, liderada por Babrak Karmal; y la facción Khalq o “Popular”, esta última liderada por Taraki y por Hafizullah Amin quien ganaría preminencia dentro del partido hasta el punto de lograr, por métodos no muy ortodoxos, la destitución de Taraki y su eliminación física para así convertirse en el presidente de Afganistán.

 

Karmal que, al triunfo de la revolución comunista, había sido designado Primer Ministro Adjunto fue destituido de ese cargo y enviado como embajador en Praga. Poco tiempo después, la facción Khalq de Taraki le acuso de conspirar contra el gobierno, destituyéndole como embajador. Karmal permaneció como exiliado en Praga.

 

Hafizullah Amin resultó ser un individuo totalmente torcido, incluso hasta para el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS); así lo vio el Buró Político del PCUS en fecha 31 de octubre de 1979:

 

En un esfuerzo por hacerse un hueco en el poder, Amín hizo gestos teatrales, como la liberación de personas previamente detenidas, pero, de hecho, amplió el alcance de la represión en el Partido, el ejército, el aparato estatal y las organizaciones públicas. Es evidente que tiene el trabajo de eliminar de la arena política prácticamente todas las figuras prominentes del Partido y el Estado que ve como sus adversarios reales o potenciales... Las acciones de Amín están generando un descontento creciente en las fuerzas progresistas. Si antes estaban en su contra los miembros del grupo Parcham, ahora se unieron los del grupo Jalq, representantes del aparato estatal, el ejército, la intelectualidad y la juventud. Esto crea incertidumbre para Amín, que estudia la manera de intensificar la represión, con una reducción aún mayor de la base social del régimen” [Citado en Wikipedia de una traducción del ruso del artículo de Nikita Mendkovich, “La historia de la modernización en Afganistán: una visión desde Moscú” [История модернизации Афганистана: взгляд из Москвы]

 

Como anotó el corresponsal de la BBC, Reeve, fue durante este tiempo “que el derramamiento de sangre comenzó en serio. Decenas de miles de afganos desaparecieron para no ser vistos nunca más”. En diciembre de 1979 las tropas soviéticas intervinieron en Afganistán ante la inestabilidad del gobierno comunista de Amin que, en cualquier momento, podría ser derrocado y sustituido por un gobierno de composición ultraconservadora e islámica. Ante tal contingencia, Amin se alía con el líder de la milicia fundamentalista islámica Hezbi Islami de Gulbuddin Hekmatyar. Se dice que esta organización que se enfrentó a los invasores soviéticos recibía financiamiento directo por parte de la CIA.

 

Los soviéticos logran penetrar en Kabul, Amin es destituido, se dice, en realidad fue asesinado, unos aseguran que envenenado por los servicios de inteligencia soviéticos y otros que fueron los comandos de las fuerzas especiales de la Spetsnaz las que le acribillaron a balazos. Babrak Karmal, retornado de su exilio, aceptó asumir el cargo de presidente. En septiembre de 1987 Karmal sería sustituido en la presidencia por el que era jefe del servicio de inteligencia, un equivalente afgano de la KGB soviética, el Dr. Mohammad Najibuláh. Su gobierno se mantuvo hasta tres años después de la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán, ordenada por Mijaíl Gorbachov.

 

La intervención soviética en Afganistán, según algunos observadores, costó la muerte de hasta dos millones de afganos, desplazó a siete millones y causó la muerte de más de 14 mil soldados soviéticos.

 

Llegaba entonces el momento de los muyahidines y del talibán. El 18 de marzo de 1992, ya desaparecida la URSS, acosado por las guerrillas fundamentalistas y los talibanes, Najibuláh ofreció entregar la presidencia a un gobierno de transición y el 16 de abril renunció; buscó entonces refugió en la embajada de la India y luego en el edificio de la oficina de la ONU. El 26 de septiembre de 1996 llegaría el fin de su existencia, y la del experimento comunista en Afganistán, cuando el talibán conquista Kabul y asalta el edificio de la ONU. Najibuláh y su hermano son secuestrados por el talibán y ambos asesinados. El diario español El País relata este ajusticiamiento:

 

Najibuláh fue "condenado a muerte unánimemente por los ulemas" (los doctores de la ley islámica) y por el "consejo central talibán", por haber "violado los derechos del pueblo afgano", declaró un portavoz de esta guerrilla de extremistas islámicos para justificar la ejecución'. Cinco guerrilleros entraron en la misión de las Naciones Unidas y, casi sin mediar palabra, fusilaron a Najibuláh con un tiro en la cabeza. Su hermano, Shalipur Ahmadzai, fue sacado más tarde del lugar para ser ahorcado. Una vez muerto, el cuerpo de Najibuláh fue atado a un jeep y arrastrado hasta el poste donde le colgaron. A su lado pende también Ahmadzai, cuya boca han taponado con cientos de billetes de afganis, la depreciada moneda afgana”.

 

Triunfaban los yihadistas y el talibán con la ayuda militar de Estados Unidos ─ más decidida y abierta cuando Ronald Reagan ocupaba la Casa Blanca ─; de Arabia Saudita, de Egipto y los servicios de inteligencia de Paquistán. Como aseguró BBC, “Reagan llegó a recibir a una delegación de líderes yihadistas en el Despacho Oval y en su discurso sobre el Estado de la Unión de 1986 lanzó un mensaje a los rebeldes afganos: ‘No están solos, combatientes de la libertad. Estados Unidos los apoyará”. Como dijera Murad Shishani, experto en milicias yihadistas de la BBC: "Cuando surge el talibán (1994) ya había caído la URSS, pero es cierto que algunos de los líderes que lo fundaron estuvieron entre los señores de la guerra que recibieron la ayuda estadounidense en la guerra contra la URSS".

 

El Emirato Islámico de Afganistán se mantuvo durante cinco años, cuando Estados Unidos lo derrocara en 2001. Hoy, luego de cruentos 20 años, Estados Unidos se retira de esa tierra de sangre y guerras. Vuelve a establecerse el Emirato Islámico ¿Cuánto durará? Solo algunos años, en Afganistán siempre hay guerras civiles y cambios de poderes.