Alejandro Marcano. EL NUEVO HERALD
Los venezolanos dueños de la casa que tengo
rentada ya me la pidieron y debo desocuparla en octubre en caso de que Hugo
Chávez resulte electo en los próximos comicios del 7 de octubre.
Mucho he escrito y pensado sobre lo
difícil que será para muchos compatriotas si Hugo Chávez llega a quedarse otros
6 años más en el poder. Evidentemente, miles de venezolanos no están dispuestos
a seguir viviendo en un país, que según muchos de ellos, se ha vuelto
insufrible y no ofrece ningún tipo de garantías para el futuro profesional y
personal de sus familiares.
¿Por qué vienen el 8 de octubre?
La mujer me salió al paso sin dejarme
terminar mi cuestionamiento y dijo que no quieren seguir “ viviendo de esa
forma” y que incluso habían soportado un secuestro junto a su esposo en un
peligroso barrio en la ciudad de Valencia, muy cerca de su hogar, y en la que
por 4 eternas horas y bajo amenaza se vieron obligados a darles una gran
cantidad de dinero a cambio de su propia vida, lo que les hizo darse cuenta que
en Venezuela el destino de cada familia parece estar en manos de antisociales
que actúan impunemente.
Esa noche, todo cambió para ellos, y
aunque intentaron salir del país hace 2 años, no pudieron concretarlo porque en
aquel tiempo pesaban más en su balanza las empresas que aún tienen y que por
generaciones le han dado de comer no sólo a ellos sino a todos sus hermanos y
familiares.
Ellos creen que si gana Chávez
seguirán en aumento estas experiencias extremas de supervivencia y que el
deterioro continuará, y si Capriles no lo derrota electoralmente, algún día les
expropiarán todos sus bienes, sus fábricas y les quitarán lo poco que les
queda.
Caminar por las calles libremente, ir
al cine un viernes por la noche, ver un atardecer en la playa, ir a comer un
helado se ha vuelto prohibitivo pues todos los lugares que sirven para
recrearse están amenazados por ladrones y secuestradores cuyo modus vivendi es
la extorsión, poniendo en vilo la tranquilidad de la mayoría de los hogares
venezolanos.
Me asombró oír de esta pareja que su
única distracción “segura” es pasear los fines de semana en una pequeña lancha
que tienen. Su pequeño barco se ha convertido en su refugio, allí hacen
parrillas, se bañan en el mar, leen y hasta pueden dormir una siesta, aunque no
con la absoluta certeza de que realmente nada ni nadie les va a robar ese
ratico de seguridad.
En las playas venezolanas parece que
muchos compatriotas hacen lo mismo para disfrutar algo de libertad, aunque
según los dueños de la casa que habito y otros amigos, todos han tenido que
armarse hasta los dientes para evitar ser también asaltados en alta mar.
Para esta pareja, como para muchos
venezolanos, los espacios de libertad se agotan y esta es una de las razones
más poderosas de su nuevo plan de vida si llega a ganar Chávez, ya que esa
situación extrema que vivieron los ha hecho reflexionar en estos últimos 730
días en todo el deterioro moral, social, económico y político que ha abanderado
el gobierno y que tanto los opositores como lo propios chavistas han permitido.
La hora cero llegará el 7 de octubre
para los dueños de la casa que rento así como para miles de otros venezolanos,
ya que si gana Chávez seguiremos en el mismo estado de miedo, de terror y de
zozobra diaria.
Si Chávez gana los comicios
presidenciales, a partir del próximo 8 de octubre quizás un gran número de
venezolanos se sumará al grupo de los que no querrán ni sentirán ese país como
suyo y ya dejarán de evaluar si vale la pena seguir allá y emigrarán, pensando
más en sus hijos, a quienes no querrán dejar en esa Venezuela controlada por un
solo hombre y un solo pensamiento.
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