Francisco Rivero
Valera. EL UNIVERSAL
El candidato a la reelección duerme
poco. Por la gran cantidad de preocupaciones que tiene encima. Y es que:
- Solo faltan 23 días para las
elecciones.
- De los 18 millones 903.143
electores, el 37% vive en las 5 entidades con mayor población del país. O sea:
en el Zulia el 12,47%. Miranda, 10.40%. Distrito Capital, 8.56%. Carabobo, 8.01%.Y Lara, el 6.28%. CNE.
- Y todas esas entidades están de
acuerdo con el cambio de gobierno. Hercón.
- De ñapa, de los 100.495 mil
electores que viven en el exterior, el 95% también está de acuerdo con ese
cambio de gobierno.
Eso es lo que se llama: un escenario
electoral estresante, por su adversidad. Justificada razón para que el
candidato a la reelección esté reaccionando, además, con tanta agresividad,
crisis de paranoia, actitud obsesivo-compulsiva y angustia.
Pero, existen 3 razones adicionales
para agravar el insomnio del Presidente saliente: un panorama político adverso
e irreversible, a solo 23 días; otras entidades del país, con menor población
de electores, también están alineadas con el cambio de gobierno y, en tercer
lugar, al pueblo venezolano le ha sido imposible olvidar la perversidad de su
liderazgo.
En consecuencia, su derrota electoral
será inminente por 8 razones básicas:
- Venezolanos cansados de su pésimo
gobierno de 14 años.
- Y convencidos de su condición de
Presidente autocrático, mitómano, cínico y saliente. Una joya pues.
- De su campaña electoral ridícula y
caza-bobos, hecha en base a lo único que siempre ha hecho: el reciclaje de las
mismas mentiras dichas desde 1998. Por eso, el país le tiene una sorpresa: los
bobos se acabaron.
- De lo que todo el mundo sabe, a
nivel nacional e internacional: que deja a un país en la ruina moral,
económica, política y social.
- Y de uno de los abusos mayores de su
socialismo del siglo XXI: el regalo de las riquezas de la nación, como si
fuesen su propiedad privada, para expandir su perverso proyecto comunista.
- Y de su logro más denigrante:
proyección internacional de Venezuela como país asociado a terroristas,
guerrilleros y narcotraficantes.
- Lo peor de su cinismo: un estoraque
de promesas incumplidas, tan vasto que no fue suficiente un maratón de 12 horas
para recordarlas todas en la plaza Alfredo Sadel de Caracas, el 5-9-12.
- Y lo más perverso de su proyecto
comunista para el futuro de Venezuela: profundizar su socialismo. O sea,
rematar la democracia, lograr el control absoluto y terminar de arruinar al
país con las mismas medidas políticas y económicas aplicadas hasta ahora.
Sálvese quien pueda.
Sin embargo, lo que más le preocupa al
Presidente saliente, y hasta le produce piel de gallina, es su impotencia ante
el ascenso electoral e irreversible de Capriles, a pesar de las ofensas,
calumnias y, su estrategia más reciente: actos de violencia para tratar de
impedir ese triunfo electoral. Pero, con un final muy sencillo: fracaso del
proyecto comunista y rescate del país democrático.
Lo que no sabe el candidato a la
reelección es que ya todos los venezolanos estamos listos para rescatar nuestra
democracia. Listos para votar masivamente el 7 de octubre. Listos para defender
los resultados electorales. Listos para ayudar al nuevo gobierno en la
reconstrucción de este país en ruinas. Y listos para ser libres.
Y lo que tampoco sabe el Presidente
saliente es que tenemos un arma poderosa que garantiza la victoria: la oración
de todo el pueblo cristiano para que Dios acuda en nuestra ayuda.
Que así sea.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario