viernes, 14 de septiembre de 2012

Ya estamos listos


Francisco Rivero Valera. EL  UNIVERSAL

El candidato a la reelección duerme poco. Por la gran cantidad de preocupaciones que tiene encima. Y es que:

- Solo faltan 23 días para las elecciones.

- De los 18 millones 903.143 electores, el 37% vive en las 5 entidades con mayor población del país. O sea: en el Zulia el 12,47%. Miranda, 10.40%. Distrito Capital, 8.56%.  Carabobo, 8.01%.Y Lara, el 6.28%. CNE.

- Y todas esas entidades están de acuerdo con el cambio de gobierno. Hercón.

- De ñapa, de los 100.495 mil electores que viven en el exterior, el 95% también está de acuerdo con ese cambio de gobierno.

Eso es lo que se llama: un escenario electoral estresante, por su adversidad. Justificada razón para que el candidato a la reelección esté reaccionando, además, con tanta agresividad, crisis de paranoia, actitud obsesivo-compulsiva y angustia.

Pero, existen 3 razones adicionales para agravar el insomnio del Presidente saliente: un panorama político adverso e irreversible, a solo 23 días; otras entidades del país, con menor población de electores, también están alineadas con el cambio de gobierno y, en tercer lugar, al pueblo venezolano le ha sido imposible olvidar la perversidad de su liderazgo.

En consecuencia, su derrota electoral será inminente por 8 razones básicas:

- Venezolanos cansados de su pésimo gobierno de 14 años.

- Y convencidos de su condición de Presidente autocrático, mitómano, cínico y saliente. Una joya pues.

- De su campaña electoral ridícula y caza-bobos, hecha en base a lo único que siempre ha hecho: el reciclaje de las mismas mentiras dichas desde 1998. Por eso, el país le tiene una sorpresa: los bobos se acabaron.

- De lo que todo el mundo sabe, a nivel nacional e internacional: que deja a un país en la ruina moral, económica, política y social.

- Y de uno de los abusos mayores de su socialismo del siglo XXI: el regalo de las riquezas de la nación, como si fuesen su propiedad privada, para expandir su perverso proyecto  comunista.

- Y de su logro más denigrante: proyección internacional de Venezuela como país asociado a terroristas, guerrilleros y narcotraficantes.

- Lo peor de su cinismo: un estoraque de promesas incumplidas, tan vasto que no fue suficiente un maratón de 12 horas para recordarlas todas en la plaza Alfredo Sadel de Caracas, el 5-9-12.

- Y lo más perverso de su proyecto comunista para el futuro de Venezuela: profundizar su socialismo. O sea, rematar la democracia, lograr el control absoluto y terminar de arruinar al país con las mismas medidas políticas y económicas aplicadas hasta ahora. Sálvese quien pueda.

Sin embargo, lo que más le preocupa al Presidente saliente, y hasta le produce piel de gallina, es su impotencia ante el ascenso electoral e irreversible de Capriles, a pesar de las ofensas, calumnias y, su estrategia más reciente: actos de violencia para tratar de impedir ese triunfo electoral. Pero, con un final muy sencillo: fracaso del proyecto comunista y rescate del país democrático.

Lo que no sabe el candidato a la reelección es que ya todos los venezolanos estamos listos para rescatar nuestra democracia. Listos para votar masivamente el 7 de octubre. Listos para defender los resultados electorales. Listos para ayudar al nuevo gobierno en la reconstrucción de este país en ruinas. Y listos para ser libres.

Y lo que tampoco sabe el Presidente saliente es que tenemos un arma poderosa que garantiza la victoria: la oración de todo el pueblo cristiano para que Dios acuda en nuestra ayuda.

Que así sea.

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