Mario J. Viera
D.T. "La prensa es el enemigo del pueblo" |
El silogismo es sencillo:
Una de las características principales de
un sociópata es que no soporta que se le contradiga y responde de manera
violenta.
Donald Trump no soporta que se le
contradiga y responde de manera violenta.
Por tanto:
Donald Trump posee una de las
características principales de un sociópata.
Otro sencillo silogismo:
Una característica básica de todo dictador
es el odio hacia el periodismo que le critique
Donald Trump odia al periodismo que le
critica
Por tanto:
Donald Trump posee una característica
básica de todo dictador
En uno de sus últimos tuits, Donald Trump
declaró:
“The FAKE NEWS
media (failing @nytimes, @NBCNews, @ABC, @CBS, @CNN) is not my enemy, it is the
enemy of the American People!”
¡Hasta dónde puede llegar un demagogo! Sus
enemigos, no son suyos en particular, son los enemigos de todo el pueblo; es
como decir que en su persona se encarna el pueblo, qué él es el pueblo y que
toda crítica dirigida a él es una crítica contra toda la nación; de aquí nada
más que un paso para declarar a los críticos del magnate devenido en presidente
como traidor a la nación, como alta traición. Solo falta que se dicte la ley de
desacato a la figura del alto representante del gobierno, o se dicte un código
de leyes sobre los delitos de lesa majestad. La República sometida al
despotismo.
Todo gobierno, por el bien de la
democracia, tiene que estar sometido al escrutinio de la opinión pública, y esa
opinión es la que se recoge en el periodismo, sea en la prensa seria y
responsable y sea hasta en la prensa basura y amarillista, porque el derecho a
la opinión, el derecho al ejercicio del periodismo está garantizado en Estados
Unidos por su Primera Enmienda: “El
Congreso no podrá hacer ninguna ley (...) limitando la libertad de expresión, ni de prensa; ni el derecho a la
asamblea pacífica de las personas...”. De manera explícita se le prohíbe al
Congreso dictar ley alguna que limite la libertad de expresión o limite la
libertad de ejercicio del periodismo, pero implícitamente se entiende que
tampoco el Ejecutivo puede coartar esos derechos. Un presidente debe inhibirse
de lanzar ataque contra el periodismo ni calificar de “enemigo del pueblo” a la
prensa, aunque sea a solo una parte de esa prensa.
¿Antecedentes de esta anormalidad del
ejercicio de la democracia? Existe uno que, por los medios sociales, se ha
divulgado casi al punto de convertirse en viral, refiriéndose al comentario que
Richard Nixon le hiciera a Kissinger en 1972:
“The press is the enemy, the establishment is
the enemy, the professors are the enemy"
Estas palabras están recogidas en una
cinta que no se hizo pública hasta recientemente. La diferencia, no obstante,
es que Nixon formuló esa lamentable opinión en privado, en tanto D.T. declaraciones
del mismo tipo han estado presentes en muchos de sus pueriles tuits como
declaraciones públicas. Thomas Jefferson, que nunca temió a las opiniones
emitidas en los periódicos, lo dijo bien claro:
“Donde la prensa es libre y cada hombre sea capaz de leer, todo está a
salvo”
En tanto, ¿qué hace el Congreso? Se cruza
de brazos y hace oídos sordos a la inaceptable declaración de D.T. de calificar
a la prensa que le critica como el enemigo del pueblo. Una gran vergüenza
afecta la credibilidad congresional. Ahora la prensa y el mismo pueblo tienen
la palabra en defensa de uno de los pilares de la democracia, el del derecho a
la crítica a los actos del gobierno.
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