domingo, 9 de octubre de 2011

No cesa la represión en Oriente

Mario J. Viera
Chivatos y sicarios de las bandas de "respuesta rápida"

Golpizas a mujeres y acoso a activistas de la oposición resaltan en el día en Oriente como ha denunciado hoy Cubaencuentro. La represión no parece detenerse en la antigua provincia de Oriente, la proclamada por el castrismo como la cuna de la Revolución.
Indigna ver el abellacamiento de las fuerzas represoras que se ensañan con mujeres y opositores que solo emplean el arma de su denuncia y del derecho a la libre opinión.
En el Reparto La Concepción en Palma Soriano, unas 13 damas de blanco fueron detenidas y golpeadas por los sicarios del régimen cuando las mismas pretendían viajar hasta Santiago de Cuba y asistir a la misa en la Catedral primada. Aymeé Garcés Leyva hizo la denuncia:
Hombres y mujeres vestidos de policía nos dijeron que nos montáramos en unas guaguas, y nosotros les dijimos que no, porque defendíamos los derechos del pueblo. Entonces empezaron a darnos golpes. A Belkis, un hombre le dio una patada en el vientre. Está loca del dolor. A mí me dieron jalones de pelo. Tengo los brazos llenos de hematomas. A todas nos golpearon
Antes de su intento de viajar hasta Santiago de Cuba, las mujeres se detuvieron en la vivienda de otra de las damas de blanco, Tania Montoya Vázquez para rezar un rosario a favor de la recuperación de la salud de la vocera de las Damas de Blanco, Laura Pollán. “La vivienda estaba sitiada por la policía política. Había dos guaguas parqueadas, carros patrulla, motos…”, había denuciado Garcés Leyva; todo un operativo en contra de un pequeño número de mujeres.
De acuerdo con Cubaencuentro, Garcés Leyva relató que las autoridades subieron a las mujeres en las guaguas, las llevaron para una unidad de la policía y luego a la Seguridad del Estado, y finalmente las fueron “dejando de dos en dos por toda la autopista”, a pesar de que estaba lloviendo. “Nos dejaron botadas en la carretera para que cada cual llegase a su vivienda como pudiera”, explicó.
Las mujeres proceden de Palma Soriano, Moa, Contramaestre y Palmarito de Cauto poblados todos de la antigua provincia de Oriente.
Por su parte, el ex preso político José Daniel Ferrer García informa que en Palmarito de Cauto varios miembros de la organización opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) están soportando un violento acto de repudio castrista en la vivienda del opositor Amauri Avelenda Hierrezuelo quien desde ayer se encuentra detenido.
Están tirando piedras contra la casa y el grupo de la llamada brigada de respuesta rápida está pidiéndole a su jefe de tumbar la puerta de la casa”, citó Cubaencuentro las palabras de Ferrer García; asimismo el ex preso político denuncia que seis damas de blanco y un opositor arrestados ayer en Santiago de Cuba, tras ser sitiados por la policía en la vivienda de la activista Doraisa Correoso Pozo, continuaban detenidas o al menos no se tenía noticia de ellos. Estos hechos se produjeron en Santiago de Cuba, en la vivienda sita en en calle 2ª, Nº115, entre las calles Aguilera y Enramada, reparto Santa Bárbara.
Según la versión de Ferrer habían sido obligados a “salir a la calle de dos en dos, so pena de derribar la puerta, y en la calle la emprendieron a golpes contra las mujeres y los hombres. A más de 10 activistas se los llevaron detenidos y varios fueron llevados para un hospital, debido a que por los golpes necesitan atención médica”.
La dama de blanco Adriana Núñez Pascual había informado que frente a la vivienda se habían concentrado más de 80 elementos de las bandas de respuesta rápida controladas por la Seguridad del Estado.
Nos cortaron la corriente. Están tirando piedras. Tenemos aproximadamente frente a la casa más de 80 personas. Ahorita entraron a la casa con machetes y a Eunices Madaula la hirieron en un pie con un machete”, dijo Núñez Pascual, quien añadió que la herida a Madaula “no fue grave, gracias a Dios”.
La denunciante informó además: “No dejan pasar ningún tipo de alimento en estos momentos y no nos dejan salir. Estamos totalmente sitiadas. Y la Seguridad del Estado está provocando para que el pueblo entre a la casa de Doraisa”.
Todos estos actos violentos de las fuerzas represivas del castrismo evidencian su cobardía y el temor de que una situación explosiva por parte de los ciudadanos se les pueda escapar de las manos. Significa que el deterioro del sistema se está agudizando, que el final ya se prevé como la luz al final del túnel. Todo tiene un límite. La población poco a poco va venciendo el temor. El pueblo se erguirá y se dará cuenta que el opresor no es tan gigantesco como le pareciera cuando le contemplaba desde la posición de rodillas a la que el miedo le había obligado. La hora de hacer justicia ya no tarda.

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