Mario J. Viera
Mitt Romney ex gobernador de Massachusetts |
Al mediodía llegué al apartamento de Cheo el Cojo. Estaba en su habitación preparando un maletín donde colocaba algunas prendas personales. Mientras se ocupaba en este menester canturreaba algo así como “Ser o no ser... Estoy de acuerdo, estoy en contra... Tiene razón, no tiene razón”. Casi ni se percató de mi presencia.
Cuando le pregunté por qué de aquella cantinela suya dicha casi en susurros, se volvió hacia mí. Se quedó como indeciso. Sonrió luego.
-Compa ─ me dijo ─, es que ya no sé si me ha entrado el complejo de Hamlet, ¿te das cuenta?
No, no me daba cuenta y así se lo hice saber.
-No, ni yo mismo me doy cuenta... Estar de acuerdo y estar en contra a la vez es como eso de ser o no ser que decía el príncipe tosta’o Hamlet.
-Explícate... ─ la animé.
-Es que ese Chávez... ¡Vaya, carajo! Ha dicho algo que yo comparto... Pero no comparto lo otro que dijera...
Realmente quedé sorprendido; nunca imaginé que mi buen amigo Cheo pudiera coincidir con algo que dijera Hugo Chávez. Se dio cuenta de mi sorpresa.
-No sé si tú conoces aquella consigna de los nazis que decía “Alemania sobre el mundo”, que no sé si era una canción de ellos o un himno o qué carajo...
-¿Y...?
-Es qué cuando me enteré de ese discurso loco, me recordé de la frasesita nazi...
-¿Cuál discurso...? ¿Uno de Chávez...?
-No – saltó Cheo – No, no, Chávez dijo que el tipo está loco, ¡coño, y en eso estoy de acuerdo con él! ¿Te imaginas?
-Me tienes en blanco, Cheo. ¿De quién hablas?
-¡Compadre, de ese tipo, el Miki Roni...! Ese Miki máus del Tea Party, que es el favorito para candidato presidencial...
-¡Ah! Te refieres a Mitt Romney... ¿Y qué hay con él?
-Que el tipo se tostó, que está más loco que una chiva y en eso tiene mucha razón Hugo Chávez... Se achicharró...
Esperé que Cheo me aclarara en qué se basaba para afirmar que el ex gobernador de Massachusetts está loco; pero Cheo continuó guardando cosas en el maletín.
-Cheo, ¿pudieras ser más explícito? ─ le pedí a Cheo
Se volvió lentamente hacia a mí sosteniendo en sus manos un par de calcetines.
-Mira, ese miki máus se cogió la cancioncita nazi para él, quiere a Estados Unidos sobre el mundo... Sí, pretende “un nuevo siglo de dominio americano en el mundo”. ¿Acaso esas no son ideas imperiales?
-Dicho así... ─ titubeé ─ Dicho así, sí, parece como si quisiera extenderle las alas al águila... Pero, ¿qué dijo exactamente?
-Mira, el tipo soltó un discursito en el colegio militar Citadel de Carolina del Sur y se le salió el nazi que lleva por dentro... Figúrate que hasta Dios creó a los Estados Unidos con una misión de poder... Sí, dijo, y te lo digo como lo dijera él: “Dios no creó Estados Unidos para que fuera un país de seguidores, o un poder más entre otros, sino para liderar el mundo”. Dijo también que si llega a presidente creará “un siglo americano”... Al menos es más modesto que Hitler que pretendía un milenio de Alemania.
Hizo una pausa para encender uno de sus cigarrillos pardos.
-Suena bonita la frase para los del Tea Party; pero ¿te imaginas lo que pudieran pensar otros países como la Gran Bretaña, como Francia, como Alemania? Ellos serían países segundones, unos poderes más y los seguidores de la Roma Imperial...
Soltó una bocanada.
-Y Chávez dijo algo que ya yo estaba pensando. Chávez dijo del Miki máus, el Mitt Romney: “Y tiene además el tupé de decir que Dios creó a Estados Unidos para que dominara al mundo, un loco (…) Ahora imagínense ustedes que ese loco puede ser presidente de Estados Unidos”
-Creo que sería terrible que un tipo con ideas semejantes llegue a ser presidente de Estados Unidos ─ dije.
-¿La ves, socio? Tú también coincides con lo dicho por Chávez...
-Bueno, sí ─ consentí ─ Aunque Chávez también tiene delirios nazis... El quisiera igualmente hacer de la Venezuela suya la que dirija, primero a toda la América Latina y que su bolivarianismo perdure per secula seculorum...
-¡Exacto, mi amigo.... exacto! ─ exclamó alegremente Cheo ─ Ese es el ser y no ser. Estás de acuerdo y no estás de acuerdo. Chávez es un caradura como el mismo Miki máus, y los dos están locos... Pero escucha otra cosa. Miki máus dijo algo más y creo que en eso comparto con él...
Cerró Cheo finalmente el maletín.
-Dijo que el socialismo castrista y chavista es maligno... En eso no hay diferencias. Aunque eso lo sabe todo el mundo y no es un aporte del Miki máus, y dijo además que si llegara a presidente, ¡Dios no lo quiera!, iba a lanzar “una campaña de promoción comercial con América Latina que será contraria a los modelos en bancarrota de Venezuela y Cuba”. No explicó cómo, a lo mejor una nueva Alianza para el Progreso... Pero pensando como piensa el tipo ya se puede uno imaginar cómo será esa campaña de promoción comercial...
Me invitó Cheo a una tacita de café y mientras saboreábamos ese que llaman néctar negro de los dioses, volvió a la carga.
-Lo que más me gustó del arrebato de ¿cómo dices que se llama? ¿Mitt Romney? Fue la rabieta que le hizo coger al enfermito coco pelado de Chávez. Le picó lo que dijera de él y de su queridísima momia cubana: “Estaba viendo por ahí ─ dijo molesto ─ las declaraciones de un candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, arremetiendo contra Venezuela y contra Cuba, hablando del maligno Hugo Chávez”
Sonrió con picardía.
-¡Qué clase de bruto es el Chávez coco pelado! El republicano loquito todavía no es candidato a la presidencia, es un candidato a candidato... Además el candidato a candidato no arremetió contra Cuba y Venezuela, si echó pestes fue contra los Castro y contra Chávez, pero como ellos se creen los máximos afirman que no los atacan a ellos sino al país que mal gobiernan.
Luego tras una breve pausa, agregó Cheo:
-Si los republicanos siguen empeñados en seguir los berrinches del Tea Party y mantenerse amparando a las grandes corporaciones, a los bancos, a las aseguradoras, e insistir en recortar los beneficios de la seguridad social, del Medicare y del Medicaid, en continuar su política de rechazo a todos los inmigrantes que es lo que se oculta detrás de su rechazo a la inmigración ilegal, se van a producir muchos líos en el país. La politiquería ya cansa, los lobistas ya están de más, así es que... ya hice mi maleta. Me voy a New York para apoyar a esos indignados que buscan ocupar Wall Street... ¡Oye, ellos son la contrapartida que hacía falta para el Tea Party!
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